CISTIERNA. León
CL-626 PK 145,050
En este caso y con las
lógicas precauciones apunto lo escrito por el historiador local Siro Sanz
García que nos cuenta que la posible repoblación de la Montaña Oriental pudo
producirse hacia el año 854 por un documento sobre Pureyo así como otro del 874
del clérigo Sisnando de Liébana, más tarde obispo de la sede de Santiago de
Compostela. Sisnando apoyó estas repoblaciones en tiempos de los reyes
asturianos Ordoño I y Alfonso III para fijar fronteras y gentes con la
fundación de iglesias y monasterios y que según este estudioso serían algo así
como “la carta fundacional de la Montaña Oriental leonesa”. Cierto es que la
ubicación en las cercanías de una fortificación como es la del viejo castillo
de Aguilar, algún amurallamiento dudoso y varios vetustos monasterios
desperdigados por el entorno pudieran hacernos pensar en la validez de estos
argumentos sobre un posible asentamiento altomedieval en la zona de Cistierna
aunque en la actualidad no queden testigos materiales.
Me desconciertan también otras referencias a molinos que ya cita Pascual Madoz en su famosa enciclopedia. Estos molinos llamados de Solores parece que pudieron levantarse en el siglo XVII mientras que la impronta de nuestro puente pudiera ser muy anterior, quizás del siglo XV o incluso anterior. Cabe la posibilidad que, al tiempo que se arruinó el puente en alguna violenta avenida, también sufrieran daños los molinos y batanes de Cistierna por lo que se reconstruirían en tiempos posteriores. Las referencias a los molino, que no a puentes, también se recogen en el Catastro del marqués de La Ensenada del año 1751. Volviendo a Madoz, éste nos cuenta que a mediados del siglo XIX Cistierna recibe la correspondencia por valijero desde Boñar luego por necesidad se debería de cruzar el Esla por algún puente salvo ruina (de éste o de algún otro de madera) o bien, cruzando en barca; esta ruta se corresponde con la de Yugueros, por la actual carretera LE-4606 pero que en 1786 cuando se levanta el mapa de Tomás López, tampoco existía este camino a Boñar. Llama la atención que los informantes de Madoz para la enciclopedia, gentes del lugar y cultos, no aludan al puente arruinado ni a otros puentes del lugar que pudieran estar en uso a mediados del siglo XIX. Parece plausible que desde el siglo XVIII la zona y en particular Cistierna estuvieran en crisis, perdiendo importancia a nivel comercial o económico, si es que la tuvo antes de la minería. La ruina de puentes en general y especialmente en tiempos medievales o renacentistas duraba un tiempo, a veces, casi un siglo pero se remediaban pues eran vitales para el desenvolvimiento de pueblos y aldeas. En este caso, parece que la ruina perduró para siempre y no sugiere que se levantan puentes en la localidad (puentes consistentes de fábrica) hasta el siglo XX lo cual, me parece curioso y resulta anecdótico que el primer puente de Cistierna sea el ferroviario. Según los planos del geógrafo Tomás López Vargas Machuca, levantados hacia el año 1786 aunque existen otras planimetrías anteriores, el camino franco e idóneo por estos lares era lo que ahora llamamos carreteras nacionales N-621/N-625 que desde el puerto del Pontón y por Riaño bajaba junto al río Esla cruzándolo con varios puentes muy al norte de Cistierna; quizás el cruce carretero más cercano era el de Sorriba donde se encuentra el popular puente del Mercadillo. Respeto al posible camino me ciño a lo que comenta el propio Siro Sanz en su estudio: […] El Camino Real atravesaba el puente de Mercadillo ( en el siglo XIV se le denomina carrera vieja de Mercatello), pasaba junto al Molino del Ribero y desde Solores se dirigía a Cistierna. Aún es reconocible cuando pasa junto al polideportivo. Después ha sido invadido por las construcciones de la villa para volver a salir a los lavaderos y discurrir junta a la finca de Albano hasta que, después de atravesar el Puente de los Franceses sale a la carretera de Sahagún a las Arriondas […]. Lo cierto es que, sin querer remontarme a posibles vías romanas como la llamada Vía Saliamica o incluso a periplos del Camino Vadiniente, parece ser que junto a la actual Cistierna existía un notable puente de fábrica de posible origen bajomedieval o quizás renacentista que debió de colapsar en época indeterminada, bien hacia el siglo XVI o incluso en el siglo XVII. En este sentido conviene apuntar que, a veces, la primera ruina se producía en una bóveda por lo que se apañaba con algunos tablones y así permanecía incluso siglos. Sin mantenimiento era probable que más adelante se arruinara alguna pila o dos, afectando a varias bóvedas lo que hacía ya imposible tender tableros de madera que permitieran la utilización del paso. Esto es lo que debió de ocurrir en el puente viejo de Cistierna, probablemente y como decía entre los siglos XVI y XVII. Por todo ello y lamentablemente no podemos tener referencias verdaderamente fidedignas sobre esta obra civil curiosa que debió de servir a las comunicaciones de estos valles durante algún tiempo. La historia es muy olvidadiza con estas estructuras que un día se hacen inservibles y me recuerda el asunto al conocido Puente Viejo de Zamora, donde los historiadores tampoco se ponen de acuerdo ni en la época de fundación ni en la de su ruina. En todo caso y como posible diferencia clara con respecto a los restos del puente de Zamora resulta que en este último sí existe parte de los arranques de bóvedas lo que nos da a entender que debería de tener arcos, ya fuere en medio punto u ojivales mientras que en el puente de Cistierna no se observan por lo que cabe pensar que en su readaptación tras la ruina, se bajo la cota de pilas para montar un tablero horizontal de madera -desapareciendo los arranques curvos de bóvedas- o, directamente, esta obra ya se diseñó estrictamente con apoyos de sillería y mampostería en estribos y pilas, lanzando un tablero horizontal de maderamen, tipología muy frecuente en la pontonería hispana, especialmente en obras fundadas a partir del siglo XVII/XVIII. Casos semejantes se pueden ver en este blog entre los que destaco por su posible antigüedad el ubicado en el puebluco de Nogales de Pisuerga donde también se hace referencia a otros varios. Quizás, la diferencia entre puentes antiguos originalmente de bóvedas de piedra y los que ya se diseñaron para tableros livianos de madera estriba en que los primeros tiene por fuerza apoyos intermedios gruesos, con pilas potentes y anchas, además de sus refuerzos con tajamares en cuña y hasta espolones en forma de pilastras pero las obras diseñadas para tableros de madera -muy frecuentes y económicos- disponían de pilas más estrechas, del tipo tabique y carecían de tajamares. Esta peculiaridad me inclina a creer que el puente de Cistierna, siempre hablando en hipótesis, debió de disponer de bóvedas curvas lo que nos obliga a pensar que el perfil de este puente debió de ser pronunciadamente a dos aguas o como se dice, de lomo de asno, característica muy propia de los puentes medievales o tardo-medievales.
Características actuales
de la obra. Ciertamente, lo que ahora podemos
observar son tres pilas que aún emergen sobre lámina de aguas. Dada la anchura
regular del cauce en este punto -que ha podido variar a lo largo de siglos- la
obra civil pudo tener una longitud total de aproximadamente 73 metros. La
anchura es difícil de determinar porque da la impresión que alguna de las pilas
que sobreviven están ligeramente volteadas por movimientos en las cimentaciones
pero podríamos conjeturar que entre extremos -que llevan aparejados los
refuerzos de tajamares- llegan a 5,20 metros entre vértices y en su unión con
los arranques de bóvedas llegarían a los 3,50 metros que sería la propia
profundidad de bóvedas y anchura de tablero. La angostura de una tablero de
3,50 descontando la anchura de pretiles nos da como calzada libre para el paso
de carruajes aproximadamente de 2,50 a 2,80 metros, longitud muy común en la
pontonería medieval.
Respecto a los vanos y
en función de la longitud del puente, se puede calcular que dispondría de 6
bóvedas, probablemente en arcos de medio punto o incluso ojivales con luces
regulares de 8 metros. A tenor de la altura de estas pilas situadas en la zona central
del cauce que además han debido perder probablemente entre 0,50 y un metro de
alzada por deterioro de hormigones y pérdida de sillería, cabe pensar en que
soportaban un tablero sensiblemente a dos aguas, otra característica muy
habitual en los puente medievales. Esta hipótesis de su mayor altura obedece a
que en ninguna de las pilas quedan restos de los salmeres o arranques de las
bóvedas, punto en el que se produce la fusión de ambos y marca la esbeltez de
la obra civil. En aquellos tiempos y si vale la hipótesis de 8 metros de luz en
vanos, también parece plausible que las pilas tuvieran una anchura de 4 metros,
aproximadamente. Aunque alguna pila actualmente está torsionada desde su base y
no se ve claramente la longitud de tajamares y/o si las pilas llevan
incorporados espolones, parece razonable la anchura media de 4 metros para
ellas. Por demás, no he podido observar si existen arranques de hormigón o
fábrica en orillas que puedan corresponder a los estribos de este puente.
Respecto a su fábrica cabe
deducir que debió de ser interesante. Dentro del aparejo que subsiste en estas
pilas destaca la sillería, variable en volumetría, talla y disposición aunque
predominan las hiladas horizontales de larga soga. Parece piedra caliza de la
zona en sillería de cara vista lisa o muy picada que todavía luce bien pese a
las humedades, manchas, calcificaciones, hierbas y matojos en sus lienzos
visibles. Mejor trabajo de cantería en lo que creo que son los espolones,
obviamente menos expuestos al choque con caudales cuando hay crecidas. También
llama la atención el excelente aplomo de estos espolones, quizás lo mejor
conservado de la obra primitiva. En otros paños de fábrica se observa la
presencia de algo de sillarejo fino, lajas e introducción de ripio en los resquicios
y juntas de las piezas. En aguas arriba hay un tajamar que se mantiene bien y
con sillería bien trabajada. No obstante, es en esa zona donde la obra está más
perjudicada en incluso en la pila del lado izquierdo (visión aguas arriba) ya
hay derribos de chapado e incluso se va desprendiendo el relleno de hormigón;
probablemente y si no se pone remedio esa pila colapsará en poco tiempo.
Vista la rasante (flecha en altura de las tres pilas) no descarto que tras la ruina de bóvedas, de existir suficientes apoyos, se tendieran tableros para permitir el paso durante algún tiempo hasta su colapso definitivo. En cuanto a la cuestión de por qué se abandonó la posibilidad de reconstrucción e incluso la negativa a levantar obra nueva, imagino que se debe a la falta de fondos derivada de alguna fuerte crisis económica por la que pasó este valle y la propia decadencia de Cistierna, si ciertamente fue en algún momento pueblo próspero desde su nacimiento hasta el siglo XVIII. Me recuerda el asunto al caso del Puente Blanco, también sobre el río Esla cerca de la localidad de Villahibiera, abandonado a su suerte desde hace muchos años probablemente debido a que cobró importancia el flamante puente de Gradefes que ya tiene un siglo de existencia. Otro caso parecido es el del Puente de Royales sobre el río Pisuerga en la provincia de Burgos, soberbia obra que también quedó abandonada y en ruina hasta que se levantó el cercano puente de Zarzosa de Riopisuerga en tiempos de Carlos III. Lo cierto y cabal es que, según testimonios fotográficos de principios del siglo XX, en muchos momentos de su historia útil, parece que estaba en servicio por aquellos años aunque con poca consistencia ya que tenía varios apoyos con maderos oblicuos a modo de parihuelas o camas que soportaban sectores del tablero, el cual se componía como era habitual a base de otros tablones mezclados con ramaje, barro y arenas que concedían cierta consistencia a la plataforma, más propia para el paso de peatones, caballerías y quizás rebaños pero más dudoso el cruce de carros, especialmente si iban cargados. El deslizamiento de la tercera pila o su pérdida de hormigón y placaje en altura ocasionó su colapso definitivo hasta nuestros días.
Para saber más. Nada que yo sepa, salvo las referencias que hago a los
trabajos de Siro Sanz García que cita varias veces el “puente viejo”. No obstante y según me informa él mismo, publicó un trabajo donde lo trata con más meticulosidad titulado "Puentes antiguos de la Montaña Oriental Leonesa. El puente viejo de Cistierna" publicado en la Revista Comarcal de Riaño, número 430 del año 2013, trabajo en el que también se exhiben algunas fotografías muy interesantes de la obra. También conviene leer sus otros estudios en la web
cistierna1 para conocer la historia de estos valles, su gentes y sus
comunicaciones. Pascual Madoz Ibáñez en su Diccionario Geográfico-Estadístico
de España editado en 1856, tomo VI, página 420, voz Cistierna. El mapa de León
levantado por Tomás López Vargas Machuca en 1786 nos acerca a la situación de
Cistierna, poblaciones aledañas y vías de comunicación. En el inventario
denominado “España dividida en provincias e intendencias”, tomo I, editado en
1785 y que recopila José Moñino Redondo (Marqués de Floridablanca) como
Secretario de Estado a instancias del rey Carlos III se reconoce a Cistierna
como lugar de realengo del Concejo de Modino administrado por su propia junta
de vecinos en jurisdicción ordinaria. También se hacen interesantes referencias
a Cistierna en el conocido “Catastro de Ensenada”, elaborado en 1749 por el
Secretario de Estado Zenón de Somadevilla Bengoechea, marqués de La Ensenada
bajo el reinado de Fernando VI. Menudean en internet variadas sites que
escriben o ponen fotos de esta población pero sin hacer referencias a su viejo puente.
Con respecto a esta
mítica carretera autonómica CL-626 conocida como Eje Subcantábrico, debo
comentar que es un itinerario muy interesante que nos permitirá conocer algunos
puentes leoneses y palentinos, verdaderamente innovadores o históricos que,
siguiendo su sentido creciente, pueden ser los de Caboalles de Abajo, Rioscuro, Barrios de Luna, La Magdalena, La Robla, Robles de la Valcueva, Boñar, Boñar II, Sabero, otros más de Cistierna, Puente Almuhey, Guardo, Cervera de Pisuerga, Salinas de Pisuerga o a su término, los de Aguilar de Campoo. Aunque este lobo caminero y camionero es renuente a escribir artículos
de revista, en esta ocasión y para difundir los encantos pontoneros de la ruta,
trabajó un par de reportajes para la revista Solo Furgo, uno titulado "Un
lobo en Babia" publicado en el número 188 de octubre de 2016 y otro
titulado "El Eje Subcantábrico" publicado en el número 189 de
noviembre de 2016. Por su parte, el boss Luis Solera Selvi -o sea, mi alter ego homínido- publicó varios artículos de muchos de estos puentes en La Nueva Crónica cuyos
enlaces recogen las entradas de este blog para aquellas obras civiles
mencionadas.
Cómo llegar. Cistierna y nuestro
puente se encuentran bajo la influencia de la carreteras nacionales N-621 y
N-625 que por esta zona van unidas, aproximadamente entre los kilómetros 63/65.
La otra opción en coger la carretera autonómica CL-626 hasta su PK 145,340 donde nos desviaremos hacia Cistierna por el
puente moderno y aparcaremos en sus proximidades. Los restos del puente ya son
visibles al circular por esta calzada. Antes de cruzar el puente y como señala
una de las fotografías que incorporo, tomaremos un camino de grava ubicado
junto a un mojón carretero hasta llegar a la altura del puente. La otra opción
es acceder a él por el pueblo, buscando la Avenida del Lavadero o Calle de Santa
Bárbara, donde se ubica su cabecera izquierda.
Tanda de fotos de fecha 02.07.2019
Sección del mapa de León levantado en 1786 por Tomás López Vargas Machuca donde se observa la carencia de puente en Cistierna y en círculo naranja la ubicación del cruce del río Esla aguas abajo por el puente Mercadillo al sur de Sorriba.
Dos instantáneas de la situación del puente a principios del siglo XX. La superior se difundió en una Guía turística de la Diputación de León, supongo que en aquellos años. La he limpiado de manchas y sombras para su mejor visualización. La inferior, de mejor calidad, es una fotografía propiedad de Oscar Nieto cedida a Siro Sanz para su trabajo publicado, como ya hemos referenciado, en la Revista Comarcal de Riaño. Ambas tomas y otras de interés se muestran en este artículo de la revista.
En la Revista Comarcal de Riaño Nº 43 publiqué en 2012 un artículo sobre este puente.
ResponderEliminarsiro sanz
No tenga usted ninguna precaución en entender que entre el 854 (presura de Purello) y 874 (presura de Sisnando) se inicia la repoblación de las tierras altas del Esla, pues así lo afirma la documentación de Otero de las Dueñas y de la Catedral de Santiago. El primer documento que nombra Cistierna es del año 1000.
ResponderEliminarLe felicito por sus publicaciones sobre Cistierna y la Montaña Oriental Leonesa.
ResponderEliminarDesgraciadamente, no tengo acceso a la publicación de Revista Comarcal número 43 y lo lamento aunque Usted podía avanzarme algo de su artículo para completar esta modesta entrada al puente viejo.
Asumo plenamente el contenido de sus investigaciones sobre la repoblación de estas tierras y reitero mi felicitación por ello.
Un cordial saludo.
Muchas gracias. Aquí le envío el enlace.Espero que lo pueda ver.
ResponderEliminarhttps://exsurgecistierna.blogspot.com/2013/01/puentes-antiguos-de-la-montana-oriental.html