BUITRAGO DEL LOZOYA. Madrid
N-Ia PK 75,520 y A-1 PK 74 y 76
Este viejo puente, con decenas de reformas y transformaciones
a lo largo del tiempo atiende al nombre de Puente del Arrabal de Andarrío,
especie de barriada de Buitrago en la margen izquierda del río Lozoya aunque
también es conocido como Puente Viejo por oposición al Puente Nuevo que se
levantó en el siglo XIX para la nacional radial N-I como una variante que
definitivamente evitaba los tránsitos de carros y otros vehículos por el centro
del pueblo y quizás obligados por el estado lamentable de la vieja estructura. De cualquiera de las maneras, esta vetusta
obra prestaba servicio al antiguo camino real de Francia desde tiempo
inmemorial.
Algunas fuentes indican que se debió de levantar hacia
finales del siglo XIV o principios del siglo XV y tenía derechos de pontazgo en
beneficio del Señorío de Buitrago, casa perteneciente a los Duques del
Infantado. Se entiende que debido a esos beneficios económicos, durante varios
siglos gozaría de un buen estado de mantenimiento. Su posible diseño era
sencillo, un puente corto que unía las paredes rocosas del cauce en un punto
donde la estrechez del cauce era manifiesta y con pequeños estribos. La cota
del camino original asociado al puente era bastante más baja que lo que se
observa en la actualidad por lo que en momentos de crecidas del caudal, parece
plausible que se rebasara el tablero con los consiguientes problemas para su
tránsito.
Quizás, siguiendo mi propia teoría del puente, hacia el siglo
XVIII y debido a problemas de estabilidad de la obra, su posición excesivamente
angular con respecto a la entrada por su cabecera derecha y la acentuada
angostura del tablero, se decide ensanchar la obra. Hay que tener en cuenta
que, probablemente, uno de los grandes e importantes usuarios de este paso era
el ganado trashumante perteneciente al poderoso clan del Real Consejo de la
Mesta que por esta zona utilizaba la Cañada Real Segoviana. Los grandes rebaños
de ovejas sufrirían problemas y pérdidas de cabezas al paso por este estrecho
puente, quizás sin defensas en los bordes o siendo estas muy bajas, sin
abocinamientos en cabeceras para la mejor entrada de los rebaños, lo cual
produciría atascos en su entrada, muertes por estrés o aprisionamientos y
caídas al río de multitud de ejemplares. La propia altura del puente en su cabecera
derecha parece que originaría una pronunciada rampa hacia el camino que también
ocasionaría riesgos para el tránsito de carros y caballerías. Creo que por todo
ello, se pudo decidir un curioso ensanchamiento del puente por medio de arcadas
adosadas a la cara aguas arriba de la estructura, más ligeras que un
ensanchamiento de los propios paramentos o muros de acompañamiento y empleando
menos fábrica por lo que este recurso era más económico. He apuntado que esta
intervención pudo realizarse hacia el siglo XVIII aunque es difícil precisarla
pero aunque muy rústica, la fábrica empleada para el levantamiento de estos
arcos ciegos denota cierta antigüedad. Es problemático adivinar en qué
consistió aquella mejora del camino y puente pero aparentemente constaba de una
decena de arcos en la zona del estribo derecho (visión desde aguas arriba)
donde cobran más altura porque la cota desde la rasante del camino es mayor y dos
arcos ciegos más otro arquillo desplazado en el estribo izquierdo, alargándose
el camino por un suave aterramiento, ahora prácticamente tapado con hormigones;
parece plausible que la serie de arquillos fuera mayor aunque ahora no queden
restos de muchos de ellos. Esta solución permitía un ensanchamiento del tablero
de aproximadamente un metro lo que concedería a aquella calzada un ancho real
de quizás 4,50/5 metros, más apto para el buen tránsito de carros y ganados ya
que además se suavizaba la entrada por la cabecera derecha al alargar el propio
estribo en curva bastante abierta mientras la cabecera contraria también se
alargaba longitudinalmente por la terraza rocosa de esa margen del río hacia el
arrabal.
La otra teoría sobre el levantamiento de estas arcadas, muy
difundida por algunos estudiosos del tema aunque no especifican fechas, es la
de que estos arcos harían la función de acueducto para la llevada de aguas a
este pueblo. Lo cierto es que hasta finales del siglo XIX ningún núcleo
poblacional modesto se preocupaba por las traídas de aguas; a lo sumo, se
levantaban fuentes cerca de arroyadas o cauces del subsuelo y desde luego, al
tener un río tan próximo, lo normal era acudir a él para provisionarse se
aguas.
Por lo demás, comentar que ese posible puente original
disponía de un único y bien construido arco en geometría de medio punto,
probablemente con una luz de aproximadamente 12 metros, difícil de observar en
la actualidad porque el cauce está condicionado a los niveles del cercano
embalse de Puentes Viejas, aguas abajo de nuestro puente. La fábrica visible de
aquella primitiva obra -reducida a pocos metros de estribos y la bóveda- parece
que se construyó en sillería de granito con buena técnica y de la que podemos
observar cuando hay aguas bajas, parte de los muros y el dovelaje de boquillas
bien ejecutad y forme pues ha llegado hasta nuestros días.
El posible refuerzo de la estructura con las arcadas ciegas
puso ser debido a la inconsistencia de los muros y rellenos, con
desprendimientos de paños de los placajes exteriores y que motivo nuevas
intervenciones en donde el aparejo habitual fue la mampostería, más o menos
menuda, irregular y grosera. Incluso parece que a la bóveda se le añade una
segunda rosca con lajas de piedra oscura, quizás esquistos, más visible en el
lado de aguas abajo donde también y para reforzar la estructura se incorporan
pilastras a modo de espolones de sección cuadrangular y con tejadillos.
La construcción del pantano de Puentes Viejas, proyecto del
ingeniero Ramón de Aguinaga que data del año 1906 cuando trabajaba en las obras
del Canal de Isabel II se hace realidad y se termina en su primera fase hacia
el año 1922 momento en que probablemente la cola del pantano ya repercutía en
la cota máxima de nuestro puente por lo que parece probable que se resintiera
en su estructura. La presa fue recrecida entre los años 1932 y 1935 para llegar
a la altura de 54 metros en su muro de contención, momento en que la cota del
embalse subía tanto que hubiera desaparecido bajo sus aguas nuestro puente y
hasta parte de la barriada de Andarrío. Se entiende que es en aquellas fechas
cuando se decide elevar la estructura del puente hasta una situación parecida a
lo que ahora vemos, incluyendo en sus muros secciones de mampostería irregular
y menuda, más evidente en lado aguas abajo y otros lienzos de hormigón.
Probablemente, nuevos desprendimientos de material en fechas posteriores,
quizás en los años 40/50 del siglo XX originan que definitivamente se
incorporen masas de hormigón, incluso armado, en el lado de aguas arriba. Como
nuestro puente no era una presa y su capacidad de embalsamiento de aguas era
dudosa se habilitan aliviaderos a distintos niveles, unos perforando las zonas
de muros de mampostería y otros ya directamente sobre los nuevos refuerzos en
muros de hormigón. También y para comprimir los rellenos flojos del interior de
la caja del tablero se hicieron perforaciones de lado a lado para introducir
bulones de acero atornillados en sus cabeceras con chapa y rosca que ayudan a
esa compresión evitando agrietamientos y colapsos en los muros.
Por aquellas fechas y debido a que no se solucionaba el
problema de turbiedad en las aguas de estos pantanos, ya fuere el de Villar, la
obra más antigua en servicio del Canal de Isabel II, el de Puentes Viejas o el
de Riosequillo, ya en los años 50 del siglo XX, se acondiciona una canalización
por donde se derivan las aguas sucias o turbias y se decide montar sobre el
tablero de nuestro puente las tuberías por las que circulan esas aguas para lo
que se construye una caja de ladrillo, debidamente enfoscada con yeso y cemento
que queda ahora como protección en su lado de aguas abajo. También tiene restos
de algo se sillería y hormigón en masa. Este apaño todavía ha desfigurado más
la impronta de este viejo puente que ya no se sabe si es puente, presa o
acueducto.
Respecto a la cubierta, probablemente ha tenido un firme de
arenas y grava, macadam y ligeras capas de alquitrán mientras que era camino
real, carretera de primer orden y hasta nacional N-I. En la actualidad creo que
tiene un firme de aglomerado asfáltico. Los posibles pretiles de fábrica
desaparecieron quedando en la actualidad la estructura de la canalización y en
aguas arriba un pretil bajo de piedra de granito sobre el que reposa una larga
barandilla de hierro sencilla. Sin embargo, en la cabecera derecha y como
alargamiento de la entrada al puente subsisten secciones de pretiles de mampostería
y canto rodado que pudieran ser del siglo XVIII o XIX coronados con albardillas
de buena talla en granito aparentemente originales. En el lado izquierdo de
esta cabecera están perfilados o biselados en un buen trabajo de los alarifes y
algunos del lado derecho, las albardillas de granito son convexas aunque bien ejecutadas; para evitar
desplazamientos o desprendimientos se han fijado algunas a base de encintados
con pletinas de acero. Esta zona, relativamente reformada, dispone de un firme
a base de adoquín de granito.
En el entorno del puente, especialmente en aguas abajo,
quedan restos de viejas estructuras que quedaron en desuso con la elevación de
la cota del pantano. También los nuevos diques de protección que ya se
diseñaron hacia el año 1906 cuando se diseñaba el pantano de Puentes Viejas.
Nuevas obras y estructuras para la EDAR en funcionamiento junto al puente. El
acceso al caudal en aguas arriba es poco menos que impracticable; en aguas
abajo y debido a los caudales o a los cienos y lodos en aguas bajas hacen
también difícil acercarse a la obra civil. Existe bastante suciedad y hasta
residuos sólidos en el lecho del río o en sus inmediaciones. La fábrica tiene
demasiadas humedades, manchas, líquenes o musgos que quitan vistosidad al puente.
A juzgar por algunas reposiciones de material pétreo en estos machones de aguas
abajo, diría que recientemente ha tenido alguna rehabilitación para consolidar
estos refuerzos. No existe ninguna indicación o información en las
inmediaciones que dirijan al viajero hacia este viejo puente ni tampoco existe
un panel informativo a pie de obra que nos ilustre sobre su historia y
vicisitudes, que son muchas, hasta llegar a su estado actual pero teniendo en
cuenta que fue paso obligado del antiguo camino real de Francia durante varios
siglos.
Entre el material fotográfico que he podido cazar aparece una pasarela mixta de madera y hierro que pudiera ser atirantada o colgante y que sospecho que estaría ubicada en las cercanías de nuestro puente, quizás en aguas abajo, donde subsistían estos diques de protección. En la foto se observa bien el firme a base de dos tablones longitudinales, péndolas a base de grueso cordón de acero y cables de acero trenzado hasta extremos que hacen de barandillas y soportan la estructura. Por otra parte, aparecen fotos sin mayor detalle de otro puente al que llaman Puente de la Coracha, obra ciertamente antigua a juzgar por uno de sus tajamares en cuña de excelente factura pero carente de vanos, uno de ellos suplido con un entramado de maderamen lo que nos da a entender que se utilizaría así durante un tiempo y que en la actualidad suele estar bajo las aguas del embalse. Ver documento gráfico de este puente aquí.
Para saber más. Poco, muy poco. A nivel
de manual se le hace referencia en el librito editado por la CAM y la
colaboración de varios ayuntamientos implicados sin que se citen los autores
concretos del asunto y que se titula “Puentes históricos en la Comunidad de
Madrid”, primera edición del año 2006, páginas 62/68. También en este librito se cita el Puente de Calicanto sobre el Arroyo de los Robles, perteneciente al término municipal de
Buitrago. La Wikipedia tiene voz propia para este puente. El digital
elcorreodeespaña le dedicó un artículo en su edición de fecha 05.01.2016.
También se puede consultar la web del ayuntamiento y la de todosobremadrid.
Tanda de fotos de fecha 24.12.2016
Buena fotografía cenital reciente, de fecha 10.02.2021 realizada por Pilar Cabezón Cercas y que se exhibe en Google View.