VILLANUEVA DE LA TERCIA. León
N-630 PK 96
En este lento periplo por la actual carretera
nacional N-630 en su tramo leonés para la catalogación de puentes y pontones ya
sean carreteros o ferroviarios siempre me entran dudas en cuanto a la
antigüedad y tipología de algunas de las estructuras que voy encontrándome pues
si bien es cierto que muchos de los historiadores de la caminería tipificamos
como obra ilustrada este viejo camino real hay que recordar que también lo era
desde tiempos barrocos aunque no haya rastros o vestigios e incluso debemos
creer que tanto este camino como otros ramales y derivaciones tienen un origen
medieval como lo atestiguan ejemplos como el del puente que presento o incluso
el Puente del Tornero y el Puente Viejo de La Vid de Gordón, ambos sobre el río
Bernesga. Otro puente de esta vía que pudiera ser anterior al clasicismo es el
Puente de Villamanin.
Tenemos información y fuentes sobre lo que se
denominó proyecto del camino real de León a Gijón desde el siglo XVII y más
específicamente con la llegada de la nueva dinastía de los Borbones. Entre los
años 1721 y 1759 ya existían intentos de recaudación y repartos entre los
pueblos aledaños para mejorar algunos tramos de esta vía y los informes del
funcionario ilustrado Melchor Gaspar de Jovellanos a finales del siglo XVIII ya
detallan de cómo marchan las obras y cita expresamente algunos puentes
construidos así como la calidad o deficiencias del camino real. Se sabe también
que las obras se demoraron mucho por problemas en la hacienda pública o
conflictos bélicos. Los primeros años del siglo XIX estuvieron paralizadas y
parece ser que hasta 1830 no se consideran terminadas aunque la dificultad
orográfica de la calzada con riscos, peñascos y desprendimientos, requirió de
nuevas intervenciones hasta el año 1843. El Itinerario Militar de 1866 lo
describe como vía estratégica sin problemas. Una información más completa de la
historia de esta vieja calzada la podemos leer en las entradas del blog para el
Puente del Tornero o la del Puente de Vega de Gordón.
Con respecto a esta obra civil cabe considerar su
ubicación que desde luego no parece que perteneciera al estricto camino real ya
que accede a él cruzando el río Bernesga y dando servicio a un viejo camino
carretero que probablemente también tenga un origen ancestral, bien como
comunicación de viajeros y mercancías así como ganadero que utilizaría la
trashumancia para llegarse a las brañas o agostaderos veraniegos donde pastaban
los rebaños. Algún historiador apunta a que se levantaría para comunicar el
núcleo de Villanueva con su barrio de la ribera derecha del río, quizás con
algún emporio molinero o ganadero. En mi opinión la necesidad de puente debería
de tener mayor fundamento y quizás tenga más que ver con las comunicaciones
fáciles hacia el camino real por parte de los pueblos que baña el río Rodiezmo,
especialmente Rodiezmo de la Tercia que desde tiempos medievales debería de ser
la cabeza de partido por expresarlo de alguna manera. Aunque ahora la
municipalidad está en Villamanin lo cierto es que la importancia de Rodiezmo ya
se refleja desde antiguo y parece probable que en las reuniones del Concejo de
la Tercia del Camino, aunque compuesto por pueblos de realengo con jurisdicción
ordinaria por parte de los vecinos ya tuviera mayor importancia que otros
lugares anejos al camino real. Este detalle del Concejo lo ofrece el tratado de
1787 titulado “España, Provincias e Intendencias” auspiciado por el Conde de
Floridablanca en tiempos del reinado de Carlos III. Pascual Madoz en su
“Enciclopedia Geográfico-Estadística de España”, editada a mediados del siglo
XIX concede a Rodiezmo la municipalidad de estos lugares y pueblos al tiempo
que nos dice que este puente es anterior a la carretera o camino real.
Lo cierto es que si el camino real no pasaba por
este municipio de Rodiezmo debería de arreglarse el asunto en atención a la
importancia de los pobladores del valle del río homónimo por lo que cabe pensar
que al no existir otro paso sobre el Bernesga (el de Ventosilla todavía no
existía) parece plausible que el camino adecuado fuere el que todavía subsiste
como vía de tierra que une los pueblos de Rodiezmo con Villanueva de la Tercia
y permite el acceso al camino real por nuestro puente que, como decía, pudiera
tener un origen bajomedieval.
Otro aspecto a señalar con respecto a esta
estructura es su vigencia o longevidad, impropia de la zona ya que ciertamente
apenas hay vestigios pontoneros medievales en la cuenca media/alta del Bernesga
o arroyos tributarios. Quizás se debe a dos cuestiones, la primera de ellas es
que se levanta sobre roca madre y con gran flecha lo que permite desalojos de
agua muy elevados ante crecidas importantes del cauce que no dañan la
estructura. Por otra parte y también vital para su solidez y buen estado es que
se trata de un paso que mantuvo pontazgo hasta mediado el siglo XIX según
comenta Santos Madrazo y que rentaba aproximadamente 27.000.- reales de vellón
anuales que parte de ellos -según la legislación de época- deberían de servir
para mantener el puente en buen estado y franco para todo tipo de viajeros y
mercancías que por el pasaban lo que ciertamente influiría en su impronta para
que haya llegado hasta nuestros días sin grandes modificaciones por daños o
derrumbes.
Características actuales de la obra. El puente tiene una longitud aproximada de 24
metros incluyendo estribos; parece probable que además, el izquierdo (visión
desde aguas arriba) se haya disminuido en la actuación moderna del
revestimiento con hormigón de la manguardia o muro de contención anejo a la
calzada nacional. La anchura del tablero está entre los 3,50/4 metros y dispone
de ligeros abocinamientos en cabeceras para el buen paso de los ganados que lo
cruzaban. Aunque corregido, originariamente parece que presentaba ligeras
pendientes a dos aguas, aún visible en cabecera derecha. El puente presenta
también una ligera esviación con respecto a la perpendicularidad del cauce,
motivo que no preocupó a los maestros de obra que lo construyeron ya que
pensaron que la luz del arco principal y su elevación sobre lámina de aguas era
más que suficientes para soportar los mayores caudales previsibles por avenidas
sin que la obra sufriera al oponer mayor resistencia por ese esviaje.
Dispone de dos vanos con luces de 10+4 metros. El
menor es propiamente de arco apuntado y el mayor aunque presenta ligera ojiva
en claves parece ser que se debe a deformación del arco de medio punto original
por efectos de exceso de cargas y fatiga, independientemente de que para
aquellas fechas, un arco de 10 metros de luz ya representaba un avance
importante en la ingeniería pontonera rural, como es el caso. El apoyo
intermedio corresponde a una pila-muro de 2,75 metros de ancho que sigue
aprovechando la solidez de la roca madre del río en ese punto.
El tablero dispone de un firme a base de canto
rodado que pudo formar parte de la cubierta original y se mantuvo sin pretiles
durante bastantes años. La actuación que ha soportado el puente entre los años 2007
y 2010 ha modificado la pátina original de aquel firme. En principio se
consolidó la cubierta completando el canto rodado y añadiendo un mortero cutre
de cemento como aglutinante hasta cantos del tablero. Más adelante se
decidieron a añadir pretiles -que a lo mejor, no existían desde hacía siglos-
también en estilo rústico con grandes mampuestos y cubriendo los huecos con
mucho mortero con el que además, se corona una albardilla bastante cutre. Estas
rehabilitaciones o modificaciones excesivas son bastante comunes en las
actuaciones que se están llevando a cabo en muchos de los puentes históricos de
León y más concretamente en las que se han producido en la nacional N-630.
En cuanto al aparejo de la obra es bastante
variopinto, generalizándose la mampostería -originariamente en seco- de variada
forma y volumen cubriendo lienzos sin conformar hiladas y rellenando los huecos
con ripio. También abunda el sillarejo mal escuadrado y el canto rodado de
variado tamaño. Se trata de rocas de caliza, margas, algo de esquisto y
cuarcita. En zonas de tímpanos y muros se observan reemplazos de aparejo,
relativamente recientes y fijados con grueso llagado de mortero que quita
prestancia o vetustez a la obra civil. Quizás, las piezas más antiguas y de
mejor trabajo canteríl se encuentran en los arranques de la pila y fundación de
estribos donde aparecen algunos sillares ciclópeos interesantes y otros de
larga soga que supera el metro de longitud.
Las bóvedas, elementos más resistentes, presentan
un dovelaje que aunque es rústico parece resistente y homogéneo con piezas
variadas pero de largo tizón que han ayudado a que no se desmoronen pese a que
la bóveda mayor tiene acentuadas grietas en su intradós corregidas malamente
con incorporación en los huecos de pequeñas piedras pero sin reforzarlas con
aglutinantes. En cubierta puede que existan losas y piedras lisas de canto
rodado verdaderamente antiguas y un esbozo de nervio central del mismo
material. No obstante el firme se ha repuesto recientemente, como decía, con
demasiado mortero sin tener en cuenta que la obra ya no ejerce como puente sino
como pasarela. Creo que hasta no hace muchos años resultaba entretenido y
bucólico su cruce al pisar sobre estos cantos entremezclados con tupido césped
que daban una pátina de vetustez y que no es fácil de conseguir (recuérdese los
problemas recientes en la mítica Plaza del Grano de León al renovar el
pavimento que no han conseguido igualar al medieval con aquel entreverado de
hierbas que crecían en sus ranuras). Tampoco parecía preciso inventarse unos
pretiles que ya no existían desde hace muchos años y que su componente es
también falso con demasiado canto rodado, mampuestos y cemento por doquier,
incluso en las albardillas.
Obviamente, se trata de un puente interesante pues
como decía, en la zona no abundan obras de impronta viejuna y llama la atención
que tras su restauración, no se quiera señalizar debidamente. Falta un cartel
en la propia carretera nacional que advierta al turista, viajero o estudioso
que se encuentra junto a un puente histórico de interés que podría visitar. Por
supuesto que sería interesante incorporar a pie de obra un panel -de los que
tanto abundan para otras chorradas, con perdón- informativo sobre la historia y
vicisitudes de este puente que ya hace tiempo se debería de tipificar como
monumento de obra civil. Releyendo lo que ponía el inspector del puente para el
“Catálogo de puentes de León” allá por el año 1986, esto es, hace
aproximadamente 35 años, observo que ya comentaba al respecto: Un bello
puente a rescatar, digno de restaurarse y señalizarse debidamente.
Pese a su reciente rehabilitación, la estructura
presenta exceso de vegetación ya sea en muros, pila y estribos que más pronto
que tarde erosionaran el llagado y producirán el desprendimiento de piezas.
Tampoco es fácil el acceso a la base del puente o cauce para estudiarlo o fotografiarlo.
Curiosamente, este pequeño pueblo tiene tres
puentes. El de origen medieval y dos más en aguas abajo, uno mixto que
probablemente se levantó hace un siglo con celosía que pudo de ser madera o
hierro que daría servicio a estos caminos cuando el viejo estaba inservible y
que ahora presenta una modificación drástica, en la que se han incorporado
gruesas vigas de hormigón armado prefabricadas de sección en T al estilo y
normativa de los años 60 del siglo XX. La cubierta se conforma con losas de
hormigón armado sin vuelo y dispone de fuertes barandillas de tubo de acero en
buen estado que se empotran en pilastras de hormigón en cabeceras. Aunque sigue
en uso, su estrechez y el peligro al acceder demasiado perpendicularmente a la
carretera nacional aconsejó que se construyera otra obra nueva. Aguas abajo se
debió de construir a principios del siglo XXI un puente sencillo de hormigón
armado con 8 vigas prefabricadas de sección en doble T, fuertes estribos de
hormigón y un tablero ancho que permite la circulación cruzada y aceras con
petos de acero según normativa actual.
Para saber más. Además de las referencias que se pueden encontrar en la
entrada para el Puente de Vega de Gordón, cabe señalar: El conocido “Catálogo
de puentes de León anteriores a 1936”, páginas 309/311, obra auspiciada por
José Antonio Fernández Ordoñez a través de su cátedra de Estética de la
Ingeniería en la ETSICCP de la UPM donde coordinaron esta trabajo Tomás Abad
Balboa y Pilar Chías Navarro con la inestimable colaboración de un nutrido
grupo de estudiantes de la Escuela, destacando en los referente a las obras
civiles de León durante los años 1984 y 1988 Carmen Andrés, Rafael Castejón,
Pablo Otaola, Julio Suances, Consolación Pérez Alda y Ana San Salvador del
Valle Zarrabeitia, libro editado por el CICCP y CEDEX en 1988. En este trabajo
se anotan diferentes referencias a las fuentes de consulta. El “Itinerario
Descriptivo Militar” editado en 1866, ruta 1027, página 24. Las referencias de
Pascual Madoz Ibáñez se encuentran en su “Diccionario
Enciclopédico-Geográfico-Estadístico” editado en el año 1846 en las voces
“Bernesga”, tomo IV, página 278 y voz “Villanueva de la Tercia”, tomo XVI,
página 218. El tratado titulado “Guía del viajero por el Antiguo Reino de León”,
obra de Emilio Valverde Álvarez editada en Madrid en 1886 hace una sucinta
descripción del pueblo y del itinerario de la carretera en la página 575. La enumeración
de los pueblos del “Concejo de la Tercia del Camino” se detalla en el compendio
“España, Provincias e Intendencias”, obra editada en 1787. El historiador
Santos Madrazo Madrazo aporta datos del puente medieval en su trabajo titulado
“Sistema de transportes en España entre 1750 y 1850”, tomo II, página 764, obra
editada en 1984 por el CICCP y Turner. A nivel de internet es difícil encontrar
fotografías de época con nuestro puente, cosa bastante habitual pues
normalmente son invisibles y lo lamentable es que siguen siéndolo. Bueno, hay
un blog que se ha parado a observarlo y critica esta última intervención. Se
trata de laterciayarbas que administra
María Rodríguez con alguna toma de su estado actual. También el de
carlospisapraos nos proporciona fotografías recientes del puente. La web
municipal de Villamanin, que no trata ningún puente de su amplio municipio, al
menos pone una fotografía de éste.
Dos buenas tomas del puente realizadas con fecha 10.06.2019 que se exhiben en el blog Carlospisapraos.
Varios ejemplares de Niña Coridón (Polyommatus coridon. (Poda, 1761)-Lysandra coridon. Lycaenidae) en el camino de tierra hacia las brañas de ganado.
Curioso ejemplar aislado de Viborera (Echium vulgare L. Boraginaceae) creciendo en la zona baja de la bóveda grande del puente viejo sobre el río Bernesga.
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