T.M. VILLAQUEJIDA. León
N-630 PK 197,522 + LE-524 PK 1,730
Segunda estructura pontonera de interés partiendo
desde Villaquejida por esta carretera hacia Villafer. Como no tengo claro sobre
que canalización se levanta la obra civil no anoto ninguna. Esta parte de la
paramera leonesa es una amplia zona de encharcamiento o inundación periódica
que producen las aguas del río Esla en momentos de fuertes crecidas,
especialmente cuando no había control de embalses. Dispone de múltiples
irrigaciones, canales, acequias, riachuelos y manantiales en su entorno. Según
los mapas del IGN nuestra obra se sitúa en el paraje llamado Piélago que es
como se denominaba antiguamente a las balsas o estanques naturales. Lo que nos
da que pensar en cuanto a la ubicación del puente pues cabe imaginar que en
este punto, se encharcaba con habitualidad la vieja carretera y tras su
modificación y elevación de cota a principios del siglo XX, se decidió
construir este juego de pontones. En la actualidad y como se observa en algunas
fotos, es un punto de estanqueidad de aguas permanente, independientemente de
que en algún lugar tenga salidas hacia la cercana y conocida acequia del Molino
o sencillamente, ahí se acumulan caudales de los vierteaguas de la propia
carretera o de las escorrentías de los campos cultivados anejos. El acceso a
los bajos de la obra son poco menos que imposibles. Mi interés era acercarme al
único vano no restaurado que mantiene el vigamen metálico original, punto de
profundo encharcamiento y lodos en los que uno se entierra peligrosamente como
si estuviera en arenas movedizas.
Su tipología es semejante a la de otros pontones que
ya he presentado en el blog. Abajo se detallan sus enlaces aunque el tipo modelo y explicaciones históricas al respecto se
pueden leer en un puente ubicado en el PK 13,600 de esta carretera, término
municipal de Valderas. El mayor desarrollo documental se encuentra en la
entrada para el puente mixto de Villafer sobre el río Esla.
Es un bello ejemplo de obra carreteril de raíz
decimonónica aunque se haya realizado a principios del siglo XX y ya supera el
siglo de existencia. Esmerada labor mecánica en la elaboración de la viga metálica
y buen trabajo de cantería en el conjunto a base de piedra caliza. En cubierta
también dispone de las barandillas normalizadas y originales en mal estado de
conservación con barras faltantes o dobladas y con oxidación evidente. Los
pretiles donde se empotran son de hormigón en masa y variado tamaño, más largos
los de extremos; los intermedios, más altos porque se han calzado sobre basas
de hormigón. Todos se cubren con albardillas biseladas y se mantienen en buen
estado de conservación. La diferencia con otros pontones de la serie es que
éste se ha modificado drásticamente, quizás en los años 60 del siglo XX.
Probablemente debido a la falta de mantenimiento de las planchas y vigas de acero
la estructura debió de colapsar en algún momento o al menos, algunos de sus
vanos y ya en tiempos del reinado del hormigón pues se reforzaron las pilas,
ensanchándolas, a base de refuerzos o chapados de hormigón. En muchos puntos
apenas de ve la sillería original. Al mismo tiempo y dado el estado inservible
de las vigas de alma llena también se decidió sustituirlas por losas de
hormigón armado; se reforzaron los estribos, se añadieron las aletas en
extremos y puede que se ensanchara algunos centímetros el ancho de calzada. En
cubierta se puede observar que además de las barandillas originales -las de
cordón de acero que cruza los montantes verticales y se asocia a los muros o
pretiles originales en un buen trabajo ingenieril con cierto garbo, se han
añadido tramos propios de los modelos oficiales que se empleaban en los años
60/70 del siglo XX que también son de acero y con tres cordones pero cuyos
pasadores -montantes- son de perfiles más elaborados y eficientes que se anclan
a los bordes de hormigón armado mientras que los viejos lo hacen fijándose en
dos posiciones -una para oblicua y una lengüeta- a la propia viga metálica en
un excelente trabajo de herrería. Estos resto de barandillas originales, aunque
con algunas diferencias, son las que se diseñaron para los catálogos oficiales
de protecciones o petos en los puentes de carreteras de segundo y tercer orden
a principios de siglo por el competente ingeniero José Eugenio Ribera Dutaste,
técnico que además, tiene algunos ejemplos de pontonería en León, como son el
cercano puente sobre el Esla en Valencia de Don Juan o el de Carrizo de la Ribera sobre el río Órbigo. Esta reliquia de barandillas sólo subsiste en el
vano de viga en celosía ya que para el resto, rehabilitados en hormigón, se decidió
colocar las más modernas.
En cuanto a sus medidas, señalar que la obra completa
tiene una longitud total de 35,90 metros incluyéndose los estribos; el ancho varía
entre los 6 metros del sector original y los 6,66 metros del resto del tablero
donde se incorporó la losa de hormigón. Los 5 vanos son adintelados; el que
queda como original -es un decir- tiene una luz de 3,80 metros y los otros
oscilan entre 3,84 y 4,16 metros.
Por lo demás y al igual que ocurre con las otras
estructuras, la parte metálica se encuentra muy oxidada y requiere una
actuación urgente para enmendarla y que subsista como reliquia de lo que fue la
ingeniería civil en tipologías de viga de alma llena, dando valor a la obra,
preservarla y mostrarla a visitantes, ya sean turistas, técnicos, historiadores
o curiosos para lo que sería necesario crear un circuito cultural y la
incorporación de paneles informativos sobre cada obra, la historia y proyecto
de esta calzada entre otros pormenores. En España no existen apenas ejemplos
carreteriles de carácter histórico o monumental que se conservan y mantienen
como ocurre, por ejemplo, en Portugal, y éste podría ser uno de ellos pues
tiene material más que suficiente para exhibirlo, poniéndolo en valor y poder preservarlo
y mostrarlo a generaciones futuras. Nos puede sorprender que de una sencilla
calzada se pueda hacer una especie de museo pero no es nada nuevo en algunos
países europeos o en Estados Unidos donde, quizás, existe una mayor
sensibilidad en lo que es la ingeniería civil histórica.
RELACIÓN DE PUENTES EN LA CARRETERA LE-524
JUEGO DE 5 PONTONES DE VILLAQUEJIDA. PK 1,730
JUEGO DE 6 PONTONES. T.M. VILLAQUEJIDA. PK 2,104
JUEGO DE 5 PONTONES. T.M. VILLAQUEJIDA. PK 2,170
JUEGO DE 5 PONTONES. T.M. DE CIMANES DE LA VEGA PK 2,460
PONTÓN EN T.M. DE CIMANES DE LA VEGA. PK 2,590
PUENTE LARGO DE VILLAFER SOBRE RÍO ESLA PK 2,761
PONTÓN EN T.M. VALDERAS. PK 12,100
JUEGO DE 5 PONTONES Y ALCANTARILLAS. T.M. VALDERAS PK 13,300
JUEGO DE 3 PONTONES EN T.M. VALDERAS PK 13,530
PUENTE BOW-STRING DE VALDERAS SOBRE RÍO CEA . PK 13,700
Sector del mapa del IGN (Instituto Geográfico Nacional), hoja 270 de Benavente, levantada en el año 2007 donde se señala este juego de pontones en círculo rojo, número 2, ubicado en la carretera de color verde LE-511, ahora LE- 524.
Interesante ejemplar de Estramonio, Berenjena del diablo o Trompetilla como se le conoce vulgarmente (Datura stramonium L. Solanaceae) creciendo entre las grietas de hormigón en el tablero del puente. Llama la atención que, pese a su corto crecimiento -planta enana- debido a las circunstancias de su suelo, ha medrado lo suficiente para producir flores, frutos y semillas con las que seguir multiplicándose. Supervivencia y éxito a tope.
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