PUENTE DEL ARZOBISPO SOBRE EL RÍO ARLANZÓN
TARDAJOS. Burgos
N-120 PK 122,200
Tardajos es un municipio
burgalés que pertenece a la comarca del Alfoz de Burgos, muy cerca de la
capital. Ciertamente es un núcleo poblacional verdaderamente antiguo que se
asocia con castros de origen celta y posteriormente con enclaves romanos como
el de Deobrigula, ubicado en el influyente "Camino de los Mercaderes"
que se podría asociar a un ramal de la XXXIV calzada romana del Iter Antonino
que comunicaba Astorga con Burdeos, también conocida como Vía Aquitana y por la
que transitaban los peregrinos en su camino hacia Santiago de Compostela en un
trayecto que pasaba por Segisamone (Sasamón) y Tritium (Monasterio de Rodilla).
A lo largo del Alto Medievo cobra cierta preponderancia como villa con fueros y
carta puebla y ya en el siglo XVIII era una de las 14 villas del Partido de
Burgos en su categoría de pueblos independientes con jurisdicción de realengo y
alcalde ordinario según confiere el propio Censo de Floridablanca de 1787.
Evidentemente, su concepción medieval todavía se puede apreciar en algunas
edificaciones y especialmente en su red caminera.
En torno a esta localidad se
cree que había un puente desde tiempo inmemorial que podría ser de factura
romana aunque con tablero de madera y, en todo caso, pilas de piedra. Otras
citas ubican un puente en la zona hacia el año 1147 aunque estaría aguas arriba
del actual. Nuestro puente, muy
modificado, puede que fuera de origen medieval aunque la impronta que presenta
es de tipo renacentista, muy equilibrado en línea y geometría. Tradicionalmente
da servicio al Camino de Santiago en su etapa 13 desde Burgos a esta localidad.
Otros expertos en el tema sugieren que la etapa es desde Burgos hasta Hornillos
del Camino en un periplo de 20 kilómetros. Algunos valientes, como los de La
Federación Española de Asociaciones de Amigos del Camino de Santiago incluso
alargan esta etapa hasta Hontanas por lo que la distancia a recorrer en ese día
es de 30,86 kilómetros.
Se encontraba muy dañado a
principios del siglo XVI y en 1510 intervinieron en su reparación los maestros
canteros Francisco de Colonia y Rodrigo de Pontecillas cuyo presupuesto de obra
ascendió a 3.500 ducados y parece que terminaron la obra en 1511. Por informes
fechados en 1537 se sabe que había sufrido daños, bien por su mala consistencia, materiales
defectuosos o alguna avenida importante y era urgente la construcción de una
obra nueva aprovechando materiales del antiguo. En el año 1550, de los siete
arcos proyectados se habían construido cuatro y debemos suponer que se
terminaría más adelante.
De nuevo y debido a las
potentes avenidas que se produjeron en los ríos burgaleses entre los años 1589
y 1590 tanto este puente como otros muchos de la zona, fueron dañados y
sufrieron ruina total. Según algunos informes al respecto, se encontraban
afectados alrededor de 20 puentes en Burgos entre los que se encontraba el de
Tardajos. Dado que esta obra se encontraba en pleno Camino de Santiago, era
urgente su restauración. El siglo XVI fue un período en el que a nivel de obras
públicas se produjeron muchas irregularidades y fraudes en la contratación y
construcción, especialmente en la de puentes y pontones. Se cree que muchos de
los daños y ruinas pontoneros obedecían a la deficiente construcción con
materiales malos y personal poco cualificado debido a que, en muchas ocasiones,
parte de lo presupuestado y recaudado para la obra, acababa en manos de
funcionarios corruptos; nada nuevo que no siga ocurriendo en nuestros tiempos.
Con este motivo, se efectuaron inspecciones antifraude . Una Provisión Real
fechada el 23.08.1590 así lo confirma: [...]
Que las puentes de Santa María de Burgos, de la ciudad de Palencia,
Villatorresandino, Pontedura, Tardajos, Basabón.../... tenían neszesidad de
hacerse y repararse y por provisiones nuestras dimos licencia para que se
repartiesen entre los lugares comarcanos y se hechasen en sisa los maravedis
que para hecer las dichas puentes y calcadas y reparallas conesto ser nezesario
y por aver sido ansimismo ynformado que aunque se avian cobrado los maravedis
de los dichos repartimientos no se avían hecho ni reparado las dichas puentes y
calcadas y el dinero estava en poder de los tesoreros...[...] Se nombró
inspector de fraudes al licenciado Arias de Tapia, que extendió esta
investigación a otros muchos puentes de Burgos, incluso de Asturias y León.
Estas violentas avenidas
también afectaron al puente de Tardajos, como dicen los informes anteriores y parece
ser que comprometieron a dos arcos por lo que fueron reparados por el cantero
trasmerano García de Sisniega. (Hay informes que datan esta actuación de Sisniega
entre los años 1580 y 1590).
La situación no cambió mucho
en el siglo XVII pues existen documentos fechados en 1630 que indican que tanto
puentes como caminos en la zona estaban abandonados o con serios daños: Se
elevan quejas al Consejo de Castilla por parte de localidades de la Vega del
Arlanzón entre las que figuran las villas de Tardajos, Hospital del Rey o
Villalonquejar, zonas fértiles en las que se recogían 20.000 fanegas de cereal
cada año pero que el río Arlanzón anegaba con frecuencia no sólo campos sino
que hacía los caminos impracticables ocasionando serios problemas a estos
núcleos agrarios. Como medida de solución, se proyectaron encauzamientos para
dirigir las aguas y evitar inundaciones al tiempo que se reparaban los caminos.
En este proyecto, que duró entre los años 1640 y 1650, intervinieron los maestros de obra Juan de la
Torre, Tomás de Ribas y Juan de Ribas del Río. Poco o nada se sabe de su
evolución posterior y en todo caso, el perspicaz Pascual Madoz, anota en su
famosa Enciclopedia Geografico-Estadística a mediados del siglo XIX que: A Tardajos le fertiliza el río Arlanzón,
sobre el cual hay un puente y el río Urbel que desagua en aquel. No hay más
camino que uno de herradura que conduce a Burgos. Madoz suele apuntar en
sus descripciones el estado pontonero y si, en este caso, su cita es tan
escueta, deberemos pensar en que por aquellos años, nuestro puente estaba en
uso sin daños aparentes. Sin embargo, llama la atención lo que comenta sobre el
camino al que daba servicio este puente, un camino de herradura dice, cuando es
de tradición que por aquellas fechas, la actual N-120 ya era camino real por el
que circulaban caballerías, carros y diligencias con un firme que, aunque mal
mantenido, debería ser ya de macadam o similar.
El historiador de puentes
Aramburu-Zabala comenta al respecto: La
estructura actual del puente corresponde a la original de las grandes
reparaciones producidas hacia el año 1550 por lo que su impronta es
renacentista, utilizándose tajamares angulares y espolones cúbicos formando
apartaderos aunque ciertamente está muy modificado, especialmente por haberse
ensanchado moviendo los tajamares.
Características actuales de
la obra. Se trata de un puente con
una longitud de aproximadamente 80 metros incluyendo estribos. Su anchura
original era de 6 metros y la actual es de 10,60 metros. Dispone de 6 vanos de
perfecta geometría en medio círculo cuyas luces son de 8+9+9+10++9+8 metros.
Los apoyo se producen en reducidos estribos empotrados en los taludes de orillas
y en 5 anchas pilas intermedias con un grosor aproximado de 2,50 metros cada
una, muy regulares. En aguas arriba las pilas se protegen con sendos tajamares
de sección en cuña muy pronunciada y en aguas abajo con pilastras o espolones
de sección cuadrangular. En ambos casos llegan hasta la rasante del tablero y
crean descansaderos.
La fábrica en aguas abajo es
muy regular. Básicamente su aparejo se compone de piezas de sillería en piedra
caliza de volumen semejante, buena escuadría y cuidada colocación en hiladas
horizontales y poco mortero en juntas aunque en alguna de sus últimas
actuaciones de mantenimiento se observa demasiada argamasa en el llagado a base
de alguna mezcla de cemento con cales y colorantes de tonos ocres o amarronados
que impiden ver las juntas originales. Exteriormente, la sillería presenta una
cara vista ligeramente picada. En las
zonas de tímpanos se trabaja con piezas más pequeñas, incluso sillarejo pero
tratando de conciliar bien la curvatura de boquillas con los demás paños de
muros a base de piezas trapezoidales. El trabajo mejor realizado es el de las
bóvedas y especialmente lo que se observa en boquillas con un dovelaje regular,
bien asentado, con dovelas en ligera cuña, alternando los tizones para darle
mayor consistencia a las roscas que componen cada bóveda. La piedra caliza es
algo porosa y en estas zonas de mayor humedad se muestra más degradada, incluso
se ha añadido ripio y más mortero en algún tramo de estas arcadas. En intradós
el ensamblaje de las roscas es sólido con dovelas muy regulares y bien trabadas
aunque muy degradadas por la humedad y las filtraciones que producen hongos,
líquenes y calcificaciones que están erosionando acentuadamente la piedra.
El aparejo en pilas parece
más regular y de mejor calidad, entendiendo que, probablemente obedece a una de
las últimas intervenciones canteriles en la obra civil. También dispone el
puente de pequeñas manguardias en aguas abajo a base de sillería aunque la de
la izquierda se ha recalzado con una grosera intervención de cemento portland
que incluso ha dejado como recuerdo la tabla del encofrado.
Respecto al lado de aguas
arriba se trata de una reconstrucción un tanto atípica. Cuando pensamos en el
ensanchamiento de un puente, especialmente cuando es histórico, lo normal es
pensar que se desmontarán todas las piezas de la cara por la que se produce el
ensanchamiento para después y tras el relleno de hormigón, volver a chapar la
estructura con meticulosidad a base de la recolocación de todas esas piezas de
sillería y dovelaje, previamente numeradas para que encajen donde corresponde
al modo de un puzle. Por alguna razón que ignoro, aunque pudiera ser apropiada,
se han ensamblado los paños de sillería original pero no las dovelas que
componen las boquillas que en la actualidad son de hormigón, imitando un
dovelaje original de piedra. Creo que se debe a que es más idóneo, una vez se
han desnudado los tímpanos de toda sillería, dejar como relieve para una mejor
trabazón las roscas de boquillas originales que se pegarán o asociaran mejor a
las lechadas de cemento en masa de las nuevas bóvedas. Con ello se consigue
mejor unión de la bóveda original con la nueva de cemento pero entonces lo que
nos falta para su recuperación son las dovelas originales. Lo normal es que se
hubiera acudido a la cantería tradicional para la talla de las nuevas boquillas
pero entiendo que por cuestiones de economía, de prefirió hacer una imitación
que, ciertamente, no es lo mismo y queda un poco cutre. Esta falsa sillería
también se extiende hacia estribos en su cara aguas arriba. Por lo demás, la
recolocación de las piezas, que tampoco se ha hecho con gran cuidado, se
extiende a tímpanos, pequeños entrepaños y muy especialmente a los enormes
tajamares, donde el cuidado de la colocación de la sillería parece más
profesional. Al tiempo que se consolidó la nueva estructura, supongo que en una
actuación de los años 40 del siglo XX que es cuando se decide el ensanche de
las calzadas nacionales como es este caso, también se actúa sobre basas y
cimentaciones, reforzando el lecho del cauce y entorno de pilas y estribos con
una gruesa solera de hormigón que también desluce la impronta de una obra civil
histórica pero que ahí está. Los lechos de las bóvedas más exteriores, diría
que las dos de cada extremos, se cubren con hormigón y como normalmente no
circula el cauce por ellas, pues queda como un pastiche poco adecuado en una
obra que, repito, debería haberse tratado con más cuidado.
En cubierta sobresalen
especialmente los bellos tajamares y espolones que llegan hasta la rasante y
producen descansaderos. Originariamente todo el tablero estaría protegido por
altos pretiles de sillería en buena talla y disposición como todavía se puede
apreciar en los petos de tajamares-espolones. Básicamente se componen de dos
hiladas de sillería de grandes dimensiones donde la superior, imitando la
albardilla, se bisela en esquinas como un acentuado motivo decorativo. Aunque
en general se conservas bien y los de aguas abajo hasta son una auténtica
balconada para que el visitante observe un paisaje fluvial interesante, es de
lamentar la desaparición del pretil del primer tajamar (desde margen izquierda,
aguas arriba) por pura desidia de los organismos competentes en el
mantenimiento de esta obras civil y que según observo, siguen siendo
incompetentes y vagos pues cuesta creer que pese a las denuncias recientes de
una lugareña, incluso publicando artículos en la prensa provincial, el pretil
del segundo tajamar seguirá la misma suerte que el primero. De momento, aunque
desde hace un par de años-al menos- ya se ha desprendido una pieza de este
pretil y ahí sigue, arrumbado junto al resto hasta que algún bromista lo empuje
al río salvo que se ponga remedio. Desde aquí quiero agradecer a Carmen García
García su interés y lucha por mantener el patrimonio civil de Tardajos del
mejor modo posible y su incansable tesón al denunciar la desidia de las administraciones
implicadas en el mantenimiento de esta obra civil que, como podemos comprobar, si
son incapaces de realojar una simple piedra del pretil que ocurrirá cuando
ciertamente, tengan que acometer obras de restauración de mayor calado en este
monumento. Lo cierto es que estamos rodeados de incapaces y que solidarizo con
doña Carmen.
La base o solera de la
cubierta lo compone una losa de hormigón que tampoco se remató en origen
camuflando la imposta sobre arcos que ha quedado como un parche gris hormigonado.
Sobre ésta, se asientan diferentes capas o recrecidos de aglomerado asfáltico.
Tampoco parece una solución idónea las protecciones de las cunetas con las
típicas biondas de acero cincado que son horribles y que han cercenado el paso
como vial en la cara de aguas arriba. En lado aguas abajo y tras estas biondas,
ha quedado un estrecho paso peatonal cutre a base de un firme de cemento y
grava que poco tiene que ver con el paso sobre un puente de carácter histórico.
Entiendo que esto hubiera sido una solución barata en un paso perdido entre
campos y fuera de cualquier ámbito poblacional pero en este caso, se trata de
un puente por el que transitan miles de peregrinos cada año y que debería de
disponen -al menos- de una acera apropiada, con impronta medieval o
renacentista que haga su tránsito más acorde con el histórico Camino.
Respecto a su mantenimiento
podemos decir que requiere mejor trato. Se debe reponer el pretil faltante,
asegurar los que se encuentran en mal estado, reconfigurar el vial de peregrinos
y en lienzos de muros reponer piezas faltantes. Las bóvedas se encuentran en un
estado lamentable por humedades, eflorescencias, exfoliación y otras reacciones
químicas, manchas y hasta grafitis. Tampoco a nivel turístico la cosa mejora.
No existe señalización de tráfico que advierta al viajero que se encuentra o
cruza un monumento histórico (las señales de fondo rosa) ni tampoco he
advertido que exista un panel informativo sobre la historia y vicisitudes de
esta obra civil. También abunda el matorral que medra entre las rendijas de las
piedras y demasiado arbolado junto al puente que impide ver la obra en plenitud
o incluso su fotografiado. Tampoco se ha conjugado bien, pese a la antigüedad
de su asentamiento, la geometría de la estructura con el paisaje fluvial en el
que se inserta. Pese a que existen terrazas fluviales y hasta hay coches que
prácticamente se meten hasta la última arcada (aguas arriba), no se ha sabido
acondicionar la zona como área de descanso, esparcimiento o jardín, donde el
visitante o peregrino se sienta cómodo, descanse y observe el monumento como se
merece. Recordemos que todo el sector caminero de Santiago en este entorno está
declarado BIC desde hace tiempo luego deberemos entender que su mantenimiento y
cuidado deben ser exquisitos.
Para saber más. No hay mucha información precisa sobre este puente. A nivel histórico
siempre es interesante leer el trabajo de Inocencio Cadiñanos Bardeci titulado
"Los puentes del centro de Burgos en la Edad Moderna", página 173. Otro
historiador que trata esta obra aunque muy someramente es Miguel Ángel
Aramburu-Zabala Higuera en su trabajo titulado "La arquitectura de puentes
en Castilla y León entre 1575 y 1650", obra editada en 1992 por la Junta
de Catilla y León. En internet hay algunas sites
que ponen fotos del puente, especialmente la web de Ver Pueblos o ArteHistoria.
De aspectos sobre caminería antigua en la zona se ocupa la web de Traianvs.
Para los tramos zonales del Camino de Santiago, aunque hay una variadísima
colección de webs y blogs, cito la de Equalitas Vitae o Xacopedia. La web municipal es corta en contenido y ni siquiera tiene fotos del puente, ni de
éste ni del otro puente histórico, conocido como Puente de San Lorenzo sobre el
río Urbel. Por último, las denuncias que hace Carmen García sobre el
mantenimiento de pretiles se pueden leer en El Correo de Burgos y El Diario deBurgos donde también aporta datos históricos de esta obra civil y se basa en un
texto al respecto que desconozco pero que también incorporo: "El Concejo
de la Villa de Tardajos", obra de Alfredo Herrera Nogal editado en Burgos
en 1980.
Cómo llegar. Para los que tienen prisa recomiendo la autovía A-231 con salida en el
PK 157 para seguir hacia el W por la nacional N-120 en una larga curva de 300
metros hasta la cabecera izquierda de nuestro puente, antes de llegar al pueblo
de Tardajos. También la autovía BU-30 dispone de dos accesos (según el sentido
de la marcha que llevemos) que tienen salida a la citada N-120 y nuestro
puente. Yo prefiero las correrías más lentas e históricas por lo que me decanto
desde un principio por la nacional N-120, conocida como Camino de Santiago en
gran parte de su recorrido. Es una calzada que desde Logroño llega hasta Vigo,
tras un bello periplo de 666 kilómetros (sexta carretera nacional más larga de
la península) nos permite visitar y conocer un gran número de monumentos ya sea
en edificación u obra pública. No me canso de correrla cuando puedo y hasta hice
unos artículos de ella para la revista Solo Camión en los números 317,318 y 319
de julio, agosto y septiembre de 2016 donde además de las características de la
calzada, se añaden fotos de su patrimonio lineal incluyendo algunos puentes
significativos. Desde el SW también hay un buen acceso por medio de la A-62 o
N-620a (Venta de Baños-Burgos) que además de llevarnos a Tardajos, nos permite
visitar los monumentales puentes de Torquemada, el de Cordovilla la Real queda
muy cerca, el de Quintana del Puente o el de Pampliega, por citar los más
importantes.
Se sigue cierto orden cronológico en el soporte gráfico.
Entrada a Tardajos por la N-120
Imagen del puente tomada en los años 30 del siglo XX que pertenece a la colección del MOSA (Archivo Monasterio de San Agustín) de la Diputación de Burgos.
Fotografía tomada hacia el año 1990 que divulga el libro "La arquitectura de puentes en Castilla y León entre 1575 y 1650". Obsérvese que todos lo tajamares llegan hasta coronación, o sea, que mantienen sus pretiles de piedra.
Interesante imagen del puente en toma sin fecha que exhibe la web ArteHistoria, probablemente realizada entre los años 1995-2000 cuando ya se estaba desplomando el pretil del primer tajamar, ahora desaparecido en su totalidad.
Imagen de fecha 21.11.2011 en toma de Carmen García García que exhibe el blog Ver Pueblos.
Estado del tablero en tomas de fecha 13.10.2014
Bonita imagen del puente con nieve en toma de Carmen García García de fecha 15.02.2015 que exhibe el blog Ver Pueblos.
Detalle de daños en un pretil del segundo tajamar que denuncia Carmen García García publicando el asunto en el periódico El Correo de Burgos con fecha 22.11.2016 y que, desde luego, las administraciones implicadas no hicieron puñetero caso pues en mi visita de fecha 08.07.2018 (casi dos años después) la cosa sigue igual. ¡Qué vergüenza!.
Buena fotografía del puente en toma de Maoa de fecha 30.11.2016 que exhibe el blog Ver Pueblos.
Toma de fecha 02.10.2018 desde el puente de la autovía.
TOMAS DEL PUENTE DESDE AGUAS ARRIBA
TOMAS DEL PUENTE DESDE AGUAS ABAJO
TOMAS DE LAS BÓVEDAS DEL PUENTE
TOMAS DESDE EL TABLERO DEL PUENTE
Tanda de fotos realizadas con fecha 08.07.2018
Crucero de Tardajos. Estos hitos o columnas, también llamados Cruz de Término o Pairón (no necesariamente coronados con cruces) servían a los peregrinos pero también orientaban a viajeros, buhoneros y caminantes desde la lejanía sobre donde se encontraba el puente a cruzar, la ruta a seguir, el cruce de caminos o la entrada a una población.
Ruta del Camino de Santiago en el tramo que pasa por Tardajos según la web de Equalitas Vitae.
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