T.M. VALDENOCEDA
MERINDAD DE VALDIVIELSO. Burgos
N-232 PK 534,100
Precioso puente sobre el río Ebro, popular, muy
visitado, fotografiado y difundido por las redes. Se ubica en los terrenos del
pueblo o caserío de Valdenoceda que agrupa varios barrios dentro de la
municipalidad de la Merindad de Valdivielso y comarca burgalesa de Las
Merindades.
El Ebro, cuyas aguas han excavado ya, en su corto
recorrido, profundos cañones y estrechos desfiladeros, llega al amplio y fértil
Valle de Valdivielso, asomándose por el desfiladero de Los Hocinos, y lo
recorre con lentitud influenciado por el embalse de Cereceda para de nuevo recobrar
fuerzas antes de volver a horadar un nuevo desfiladero a la altura del paraje de
La Horadada, que ahora cruza la nacional N-629 y donde también existe un puente histórico.
Los altos páramos de la meseta castellana por el
sur y la abrupta Sierra de la Tesla al norte forman el pasillo natural por el
que discurre el río Ebro regando los campos, huertos y frutales de un
territorio en el que a la riqueza agrícola y ganadera se unió durante siglos un
importante papel como lugar de paso para el transporte y comercio entre la
meseta castellana y las Cinco Villas cántabras.
Definir un puente y el camino al que da servicio a
veces se complica por su antigüedad y la falta de datos o testimonios
fidedignos al respecto. Obviamente, el arranque de una ruta principal solía partir
de la capital del Reino, y para este caso, el camino real propicio era la
Carretera de Francia, actual N-I que llega a Burgos. Ya desde la capital
burgalesa existían variadas rutas hacia el N/NE en las que intervendrían este
puente, otros anteriores y los de viejos caminos medievales que poco a poco,
fueron abandonándose. Básicamente y situándonos en la actualidad, las
carreteras convencionales que afectan a esta Merindad son la N-232 donde se
encuentra nuestro puente- y que es una mítica carretera de trayectoria diagonal
que comunica el Mediterráneo en Vinaroz con el Cantábrico, ya que llega hasta
Cabaña de Virtus donde enlaza con la N-623 para llegar hasta el puerto de
Santander. Esta carretera es una de las más largas del país y atraviesa hasta
cinco comunidades autónomas. Otras calzadas que siempre han utilizado los
vecinos de esta merindad son la nacional N-629 (desde las proximidades de Oña
hasta Colindres), la CL-629 (Sotopalacios-Raya de Vizcaya) y algunas vías
locales o vecinales por cuyos montes y vaguadas se descolgaban los viejos
caminos medievales que utilizaban buhoneros y trajinantes con carretas y reatas
cargadas con todo tipo de mercancías.
Algunas secciones de estas vías de cierta
antigüedad se las tipificaba como “caminos reales” desde el Barroco para así,
darles preponderancia y que la Corona prestara atención, cuidados y
mantenimiento a los mismos. Hay constancia de que por la Merindad de
Valdivielso se trabajaba modificando caminos o renovándolos en el siglo XVII,
generalmente por colectivos de canteros trasmeranos. La climatología de la zona
era tan adversa en los largos inviernos que requería continuos reparos de
caminos y puentes y así parece que se produce la intervención en 1596 de varios
maestros en estos caminos e incluso en el viejo puente que llamaban entonces de
Valdivielso pero que ahora asociaríamos al de Puente Arenas, aguas abajo de
éste. Entre estos canteros destaca Bartolomé de Hermosa, Diego de Sisniega y su
asistente en carpintería Pedro de la Maza. También en el año 1596 y hasta su
muerte en el año 1601 se refieren los datos a Juan de Naveda, importante
maestro de cantería con multitud de obras en el norte de Castilla y que actuó
en esta calzada de Los Hocinos. Otro colectivo profesional cántabro que parece
que actuó en esta calzada es el Juan del Río Alvarado, Rodrigo de la Puente o
Juan de Sisniega, ya fuere en la puente o en esta calzada. Mediado el siglo, es
Pedro Barón de Berrieza que en el año 1651 remata, en unión de otros alarifes familiares
como eran su sobrino Miguel Barón o su propio hijo Gregorio, la subasta de
obras en la calzada de Los Hocinos por 5.350.- ducados, cantidad importante que
supondría arreglos en varios kilómetros del antiguo camino, quizás el que
pasaba por Hoz de Valdivielso y desembocaba junto a la cabecera izquierda de
nuestro puente. El equipo de Barón también lo componían Antonio de Rivas y
Pantaleón Pérez de Rivas.
Este camino siguió muy abandonado durante el siglo
XVIII como refiere en el año 1734 el Merino Mayor o delegado de la Cabaña Real
al quejarse al Consejo Real del mal estado de la vía, los esfuerzos de las
bestias de tiro para correrlo o los propios ganados, especialmente en el
desfiladero de Los Hocinos. Cabe pensar también que la agresiva avenida del río
Ebro en 1775 afectaría a la calzada y al puente cercano de Arenas ya que por el
camino arruinó grandemente el Puente de Frías así como el de Miranda de Ebro.
Aunque no hay muchos datos al respecto, se
entiende que este viejo camino subsistiría o languidecería hasta que en el
siglo XIX se proyecta la carretera clasicista conocida como de Burgos-Bercedo
que en lo que nos atañe, se corresponde con la actual nacional N-232 y nuestro
puente y que retoca ciertos sectores de la misma como era el paso de la Cuesta
de Almiñé o la esquiva del puente de Arenas por un nuevo trazado donde se
levanta nuestro puente.
Ya en el año 1828 se firma un decreto real para el
proyecto carreteril de Burgos-Bercedo que se desarrollará en las actas de la
Junta de Caminos que lleva fecha de 10.07.1831 y donde se reflejan datos de la
memoria confeccionada anteriormente y que se aprobó en diciembre de 1829. En el
artículo 10 de este convenio se dice: […] La peña del Aire (de donde
supongo que toma nombre nuestro puente) es donde quedó enteramente hecha la
cortadura necesaria para formar el camino y constaba de dos filones de peñasco,
el uno de 134 pies de elevación y 70 de espesor por 28 de latitud y el otro de
123 pies de línea, 28 de latitud y 62 de altura hasta su vértice. De este punto
al empalme de un nuevo puente hay 800 pies de línea, en los cuales se han
construido una alcantarilla y 200 pies de pared de manguardia de 10 pies de espesor
y 46 de elevación (una fortificación, vamos). Cada vara lineal de este
trozo cuesta a la Empresa la cantidad de 1.200.- reales de vellón y por este
coste puede calcularse la dificultad que ofrecía su construcción…/… Un puente
de nueva planta sobre el Ebro de un arco de figura elíptica de 75 pies de
diámetro, formado por tres centros siendo el radio mayor de 105 pies con que se
monteó el último tercio. Tiene 46 pies de elevación desde la superficie de las
aguas ordinarias por 21 de fondo la bóveda que quedó enteramente cerrada…/… Del
puente a la venta de Afuera hay 3750 varas que quedaron construidas con 10
alcantarilla, denominándose a este sector de Los Hocinos […] También se
detallan características del camino: […] Las dimensiones de este camino son
de 24 pies castellanos el firme, pues donde menos tiene, 18 pulgadas de piedra
martillada, otros 4 pies a cada costado para formar el paseo y además las
cunetas necesarias para las aguas. Se han comenzado a colocar con sencillez y
hermosura las piedras miliarias para marcar las leguas que han de constar de 20
pies castellanos y se han puesto muchos centenares de tornarruedas en los sitios
en que lo exige la altura de los terraplenes. El director facultativo ha sido
el arquitecto de la Academia José Julián Calleja Larramendi, designado para
este proyecto por S.M. y por delegación en esta Junta, con fecha de diciembre
de 1829 […].
Este tipo de calzada real no dejaba de ser una
iniciativa privada con intereses económicos en cuanto a su explotación por medio
de portazgos y portero de cadenas que controlaban el paso para el cobro de
peaje. En este caso, la promoción fue de la propia Junta de Caminos de
Burgos-Bercedo que creo una sociedad al efecto con emisión de obligaciones para
cubrir su capital y adquirió un empréstitos de 5 millones de reales para
financiar parte de los costes. Se cree que el presupuesto total del camino
ascendió a 9,3 millones de reales. Lo cierto es que la empresa no tuvo grandes
beneficios y fue deteriorando su posición económica por lo que pronto paso a
depender de la Diputación de Burgos, más adelante del Gobierno Civil burgalés y
ya en 1895 paso a formar parte de Dirección General de Carreteras del Estado.
Como dato curioso, señalar que algunos sectores de
la calzada contienen auténticos vestigios de la vieja caminería como son los
leguarios y otros hitos verticales que jalonaban la ruta. He incorporado en la
serie de fotografías el hito indicativo de bifurcación carreteril en la población
de Valdenoceda. En sentido creciente de la vía y aproximadamente en su PK
536,300 se encuentra el leguario con el guarismo 53 que indica la distancia en
leguas hasta Madrid, aproximadamente de 295 kilómetros.
Características actuales de la obra. Nuestro bello puente tiene una longitud total de
aproximadamente 33,50 metros incluyendo estribos. La longitud de tablero sensu
stricto es de 20 metros. La anchura regular es de 10 metros aunque en las
cabeceras se abocina bastante y llega a los 16,50 metros. Tiene refuerzos en
cauce por medio de manguardias de mampostería de gran fortaleza: en aguas
arriba la de la izquierda (visión desde aguas arriba) se alarga unos 24 metros
y la contraria aproximadamente 28 metros. En aguas abajo la manguardia de la
izquierda es corta, no llega a los 15 metros pero la situada a la derecha es
muy larga, como ya se refleja en la memoria y alcanza los 78 metros de longitud
disminuyendo su altura desde la unión con estribos hacia el sentido decreciente
de la calzada.
Dispone de un solo vano que aparenta ser abierto o
escarzano pues la visión que solemos tener de él cuando deambulamos por el
puente siempre es más o menos sesgada pero existe una buena foto de Abilio
Estefanía del año 2013 que lo ha captado en plano ortogonal desde aguas abajo y
lo cierto es que presenta una geometría carpanel o propia de vanos con tres
puntos de círculo, semejante a la información que aporta la memoria o los
informes del proyecto. La luz del vano es de aproximadamente 20,90 metros (los
75 pies que se citan).
En la estructura, además de su precioso vano lo
que más llama la atención es la fábrica y la serie de adornos decorativos de la
cubierta. Se emplea sillería de piedra caliza muy regular en cuanto a volumen y
disposición así como en bóvedas, con elementos de excelente talla y dovelaje de
boquillas espléndido. También la conexión con estribos curvos tiene un trabajo
de montea cuidado. Los muros de manguardias se conforman con mampostería irregular
aunque bien aglutinados con mortero.
Sobre fábrica se dispone una imposta caliza que tiene
algunos imbornales. En el plano superior de colocan grandes ortostatos que
forman los pretiles de piedra, muy elaborados con canalizaciones en relieve y
talla superior a bisel; entre piezas se sitúan dos bajas pilastras que ayudan a
fijar los pretiles. En las cabeceras de planta semicircular se continua la
labor de embellecimiento de la obra con pretiles curvos semejantes e incluso
bancos de piedra. En estas zonas de levantan una especie de hitos clasicistas
con pináculos. El firme es a base de aglomerados asfálticos, apenas dispone de
arcenes y permite una circulación cruzada muy justa. Es un puente que soporta
grandes tráficos con mucho vehículo pesado.
Su aspecto general es bueno aunque sería de desear
que se procediera a una buena limpieza de la piedra, especialmente en lado
aguas arriba, donde abundan las humedades y manchas. Hay una pequeña campa para
aparcar y un panel informativo describiendo algunos aspectos naturales de Los
Hocinos pero carece de otros que nos informes sobre este bello puente que ya es
desde hace tiempo un auténtico monumento de obra civil cuya historia y
características se deberían difundir.
Para saber más. Donde mejor se define este puente -entre lo poco que he
encontrado- es en el trabajo titulado “Breves notas introductorias al estudio
etnohistórico del camino real de Burgos a Bercedo, Siglo XIX”, cuyos autores
son E. Nolte y Aramburu, edición de KOBIE, Bilbao, número V, año 1991. También
se le cita sin más detalle en el libro “Apuntes descriptivos de la historia y
arqueología de la Merindad de Valdivielso”, obra de Luciano Huidobro Serna y
Julián García Sáinz de Baranda, editada en El Castellano de Burgos en 1930. En
la red hay abundancia de sites que bien, ponen fotos del puente, algunos
hacen algo de historia o reflejan las variadas rutas verdes del entorno. Son
interesantes cafalasdoce, radiovaldivielso, historiasyrutas, yendoporlavida,
wikiloc-rutas o elliodeabi. Las webs
institucionales como son la de merindaddevaldivieso o valdenoceda. También es
interesante lo que aporta la Wikipedia. Cierta prensa como El Correo en su
edición de fecha 04-12-2019 y hasta un vídeo. Para conocer la evolución de la
ingeniería y arquitectura del liberalismo español en los años de la construcción
del puente y donde también se cita la figura de Calleja Larramendi se pude
consultar el libro de Marc Ferri Ramírez titulado “ El ejército de la Paz. Los
ingenieros de caminos es la instauración del liberalismo en España entre 1833 y
1868”, obra editada por la Universidad de Valencia en el año 2015.
Cómo llegar. No es asunto para los que les gustan las vías rápidas. La
más cercana pudiera ser la A-67 donde en la localidad de Quintanilla de las
Torres se puede tomar la provincial CA-273 y en dirección E a través de
innumerables vías llegaríamos al puente. Lo normal es acceder a esta obra
siguiendo la propia carretera nacional N-232 que como digo en título, el puente
se encuentra en el PK 534,100. También desde el S se puede tomar la autonómica
CL-629 en Sotopalacios y seguir por esta vía hasta su confluencia con la
nacional N-232 muy cerca del puente.
Tanda de fotos de fecha 12.09.2017
Fotografía de Ander R. efectuada en septiembre de 2020 desde aguas arriba que se muestra en Google Map.
Acabo de pasar por allí hace un par de días y después de pararme a disfrutarlo, me dejó intrigado. Gracias por su artículo que aclara todo tan bien.
ResponderEliminarGracias a ti, fyc, por leer y valorar el artículo.
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