PUENTE CLASICISTA DE LA CANTINA SOBRE EL RÍO ERESMA
Camino de La Granja de San Ildefonso-SG.
CL-601 PK 17
La mítica e insondable carretera nacional N-601 tiene
la culpa de que se pariera un puente tan curioso como éste. Digo insondable en
el sentido de incógnita, de extraña, de desconocida. Hace muchos años era una
simple calzada nacional que -naciendo en Madrid- se dirigía a León derivando
por los collados y puertos de montaña occidentales del Sistema Central y cubría
una distancia de 327 kilómetros. Ahora ya no, ahora nos la encontramos con esa
matrícula a partir de Adanero, tras correr la autovía A-6 o las variantes que
aún subsisten de la vieja N-VI.
Originariamente, su trayecto madrileño lo hacía desde
el PK 0 en la Puerta del Sol de la capital y seguía por la N-VI hasta
Collado-Villalba desde donde acometía la subida del Puerto de Navacerrada
-actual autonómica M-601- y aún podemos ver varios mojones de la nacional al
subir el puerto. Continuaba por La Granja de San Ildefonso y Segovia para
alcanzar Valladolid y , al fin, la ciudad de León, donde terminaba. Con la
cesión administrativa de determinadas calzadas, la parte madrileña se matriculó
como M-601 y la castellano-leonesa como CL-601, al menos, hasta Segovia, donde
sí aparece de nuevo la matrícula N-601 emparejada a la nueva Autovía de Pinares
o A-601, pues el guarismo es lo único que queda como rastro de la vieja
arteria.
Históricamente, este es el último camino real que se
construye para que la Corona y su corte se desplace desde Madrid al Real Sitio
de La Granja, en épocas vacacionales. Atrás quedan los trayectos por el Camino
de Castilla la Vieja, los del Puerto de la Fuenfría o los del Puerto de
Guadarrama. Carlos III encarga al arquitecto real Juan de Villanueva un nuevo y
moderno camino por Navacerrada que va más directo hacia Valsaín o La Granja. El
punto elegido de arranque es Collado-Villalba ya que también era un punto
estratégico para acceder al complejo palaciego de San Lorenzo de El Escorial.
Desde allí se proyecta la nueva calzada y se inician las obras en 1.778
acabándose en tiempos de Carlos IV diez años después, esto es, en 1.788. Allí se
ponen en práctica nuevos sistemas de construcción de calzadas, evitando en lo
posible las fuertes rampas que se venían haciendo desde época romana para que
el camino fuera lo más recto posible. Las elevadas cotas se atemperan por medio
de curvas y contracurvas en una vía zigzagueante pero con desniveles menores a
los que se tenían acostumbrados; así, la pronunciada bajada hacia la depresión
del río Eresma y tributarios se hace por medio de las conocidas "Siete
Revueltas" antes de alcanzar el río.
El profundo vado del río Eresma se soluciona con un
potente aterrazamiento a ambos lados -especialmente en orilla izquierda- y una
cuidada construcción de muros, al estilo militar, esto es, como si fueran
barbacanas con inclinación hacia la base, compuestas de mampuestos regulares u
ordinarios bastante toscos y con fuerte mortero de cal grasa; en
rehabilitaciones modernas se ha procedido al enlucido casi total, sobre amplios
lienzos de estas murallas; algún contrafuerte de apoyo y en esquinas, buena
talla de amplios sillares de granito.
Dado que la vaguada del cauce en uve ubica el lecho
del río un poco descentrado, se construye un puente con un solo vano sobre la
vertical del cauce por lo que los estribos y muros de acompañamiento tienen
diferentes proporciones -mucho más largo el izquierdo, desde zona naciente-. Se
edifican colosales muros-estribos hasta los aterrazamientos de los taludes
originales, a base de variada fábrica en la que predomina el mampuesto de canto
rodado, piedra de variado cubicaje de granito, algo de sillarejo y fuerte
componente aglutinante de mortero con cal grasa y refuerzos de ripio por
doquier. Como continuación a estos muros y ya como auténticos estribos, dos
gruesos pilares o pilastras de granito, con tallas extremas en soga y tizón,
prácticamente a hueso y que recuerdan los propios trabajos de Villanueva en las
edificaciones que hizo en El Escorial. Ligeramente retranqueadas, dos esbeltas
pilas que hacen de basas y que terminan en sencillas molduras o salmeres en los
que apoya un bello y perfecto arco de medio punto cuya bóveda es un perfecto
trabajo de cantería así como las boquillas que muestran un dovelado primoroso.
En tímpanos, vuelve a mostrarse el ahorro o economía de medios, pues se
soluciona con austeros lienzos de mampuestos de canto rodado bien aglutinados
hasta la línea de impostas. En la rasante o antepecho se alinean amplios
sillares de granito que marcan canto y ancho de la calzada. Sobre ellos y a
modo de pretiles, existían fuertes sillares longitudinales -como anchas lajas-
que eran los guardaruedas pero que han quedado ocultos tras variados recrecidos
de alquitrán en los últimos tiempos. Como coronación, viejas barandillas de
hierro, de las estandarizadas en el Ministerio de Fomento para carreteras de
segundo orden a principios del siglo XX.
Entre las reformas que ha sufrido en los últimos
tiempos, cabe señalar la producida recientemente, en 2.015 pues se había
detectado que en la curva en sentido ascendiente, se estaba desprendiendo el
pretil original y debido a las presiones laterales que producían los vehículos
pesados -algunos con 40 toneladas de MMA- al entrar en la curva, se estaban
produciendo abombamientos en el muro de acompañamiento hasta el talud original.
La información que facilitó el gobierno autonómico es la siguiente:
El Consejo de Gobierno ha
aprobado declarar la emergencia de las obras de rehabilitación del puente de la
Cantina sobre el río Eresma, en la carretera CL-601, en el Real Sitio de San
Ildefonso, en Segovia. Esta infraestructura autonómica constituye un eje de
comunicaciones fundamental entre Castilla y León y Madrid, soportando un
tráfico próximo a 5.000 vehículos diarios de media. Para esta actuación se
destinarán 256.000 euros. Mediante esta actuación se
ejecutará el refuerzo con piezas metálicas colocadas por fuera del puente y
unidas entre sí por barras que actúan como tirantes. El puente ha experimentado
un abombamiento y desplome hacia el exterior en el tímpano correspondiente a la
zona de salida del arco en el muro de aguas abajo. La estructura está perdiendo
estabilidad en los tres sillares que sobresalen del pretil por lo que es
imprescindible la actuación inmediata a través de emergencia para evitar el
corte total de la carretera. Consejo de Gobierno del 9 de abril de 2015. Castilla
y León | Consejería de Fomento y Medio
Ambiente.
Cómo
llegar: Como decía, esta magnífica obra pontonera se encuentra
en la actual carretera autonómica CL-601, concretamente en el PK 17 de la misma
y existe un buen aparcamiento, también rehabilitado recientemente, en ambas
cabeceras del puente. Destacar también -allí mismo- la preciosa fuente
clasicista en granito berroqueño llamada de La Cantina; el puente es punto
intermedio de varias rutas senderistas e históricas, como son los viejos
caminos de la calzada romana de Segovia-La Fuenfría, el camino real de La
Granja a La Fuenfría, la ruta de la Fuente de la Reina o la senda real o Camino de las Pesquerías,
entre otras.
Interesante es también
el amplio recorrido de esta carretera nacional, ya sea como N-601, M-601,
CL-601 o A-601 de la que hice un par de artículos para la revista Solo Camión
en los números 276 y 277 de febrero y marzo de 2.013 y donde se pone en valor
el interesante patrimonio lineal anexo que lleva aparejada esta ruta.
Tanda de fotos de fecha 13.08.2012 antes de la rehabilitación
Fotos de fecha 05.06.2014 antes de la rehabilitación.
Foto de fecha 10.04.2015 realizada por Javier Segovia para el periódico El Adelantado de Segovia con la noticia de la rehabilitación.
Fotos de fecha 20.09.2015 con detalle de la rehabilitación en pretiles.
Vieja fotografía del puente, probablemente de los años 60 del siglo XX
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