viernes, 6 de enero de 2017

PONT DE SANT JOAN LES FONTS. Girona

PUENTE DE SANT JOAN LES FONTS-GI SOBRE EL RÍO FLUVIÁ. 

N-260z PK 78,300 desvío GI-522 PK 3,500


Cuando estudiaba la mítica carretera nacional N-260 para hacer unos artículos me encontré con esta zona enigmática donde se mezclan los aires del Pirineo con los aromas de la vieja historia representada en sus pueblucos, su arquitectura medieval, el frescor de sus bosques de galería impenetrables y un silencio solemne apenas roto por la cadencia y rumor de las aguas de sus ríos. Los valles y quebradas intentan separar la comunicación pero siempre se idean estructuras que salvan aquel impedimento. Aparecen las obras civiles que cruzan cauces desde tiempo inmemorial y en eso estoy, descubriendo sus joyas pontoneras entre los paisajes abruptos y mágicos del Parque Natural de la Zona Volcánica de la Garrotxa.
La Garrotxa es un buen ejemplo de estas historias y también de sus puentes. En este caso, me interné por Sant Joan les Fonts, un municipio perteneciente al partido judicial de Olot y que acoge a otros pequeños núcleos como son La Canya y Begudá. Como observador de carreteras (y de la vieja caminería) diría que está en un punto que es crossroad, con conexión hacia Girona, Olot, Figueres, Camprodón-Francia, Vic o Ripoll; también soporta gran tráfico pues se encuentra en el Eje Pirenaico o N-260 que comunica la costa gerundense con el profundo Aragón en Sabiñánigo. Menudean las rutas pedestres como la de Las Tres Coladas de Lava hacia los viejos volcanes hoy sin actividad; la Ruta de Las Fuentes y Verlets; la Ruta de Boscarró o la conocida Ruta Medieval que pasa por el Castillo de Juvinyá y la  iglesia del monasterio románico. Independientemente de estas rutas, Sant Joan les Fonts ya tiene su propio interés histórico por su monumentalidad medieval entre monasterios, iglesias, castillos y casas palaciegas blasonadas.
El primer núcleo poblacional del que hay constancia se constituyó en el siglo IX -probablemente y como ocurre frecuentemente, junto a un puente- y fue desarrollando su impronta medieval a lo largo de los siglos y aun cuando los terremotos de 1.427 y 1.428 destruyeron gran parte de su patrimonio arquitectónico, su reconstrucción parece que siguió la impronta de una sociedad más medieval que renacentista, incluyendo la reconstrucción de sus obras pontoneras.


Algunos testimonios arqueológicos indican que existía una calzada romana de segundo orden como derivación de la Vía Augusta (la calzada del Mediterráneo) que tenía sus inicios en L´Ampudia, seguía por la actual Figueres en dirección W/NW y se internaba por la Vall de Bianya que conformaba desde antiguo el Clodianus Flumen (Río Fluviá) para alcanzar el Capsacosta, las explotaciones mineras de Rocabruna y quizás, siguiendo por el Coll d´Ares penetrar en la Galia donde, de nuevo, se unía a la Vía Augusta (en Galia es la Vía Domicia) para seguir hacia Roma. Esta calzada parece que la denominaban Vía Annia y continuó siendo útil -aunque con un mantenimiento cada vez más deficiente- durante siglos. Los vestigios del puente de San Salvador apoyan la posibilidad de la ruta romana. La colección de puentes, ya sea el de Camprodón, Castellfollit de la Roca, Besalú o éste que nos ocupa, pudieran ser puentes de madera durante muchos años, rehabilitados o reconstruidos de nuevo hasta que, por importancia de la calzada, en el Medievo se decide hacerlos de fábrica, bien en el lugar de los antiguos, utilizando sus basas romanas o construyéndolos en lugares más accesibles, como parece que ocurrió en la colección citada. 
Las primeras referencias escritas de nuestro puente se refieren a un privilegio de caza y pesca otorgado por Pere Cervera, Vizconde de Bas,  a favor del priorato de Sant Joan les Fonts de fecha 14.10.1247. Otras referencias del siglo XIII y XIV son las siguientes:
En 1.281 se cita en el documento: [...] venta hecha por (…) Planella y su hijo Guillermo a favor de Pedro y su mujer Berenguela de la mitad de los molinos del ponte, sitos sobre el Fluvià en San Joan las Fonts, reservándose la otra mitad; y bajo la condición de pagar a los otorgantes 3 medias cuarteras de trigo por Navidad en ayuda del censo que pagaban a la iglesia del monasterio de San Joan. Actum est hoc IIII kalendas januarii anno Domini M. CC. LXXX, primo… Signum Gaucelmi prioris qui hoc firmo[...] (Montsalvatge. Noticias históricas. Vol 12. Pag. 252 Documento MX)
En 1.328 se cita en otro documento: [...] Firma de señoría o nou establiment que fa per el prior Juan de Montuello a Arnau de Juviñá y als seus de las dos parts dele molins que hi ha en esta en lo cap del pont al riu Fluviá per la cantitat 1… sous barcelonesos de terno, se salva la señoría y lo cens de tres cortas de blat net al 1º agost, y mesura de Olot. Actum est hoc pridie nonas februarii anno domini millesimo trecentesimo vicesimo octavo [...] (Montsalvatge. Noticias históricas. Vol. 12. Pag. 370. Documento MCCXXIV). Ambas citas son de la memoria sobre el puente preparada por el Ayuntamiento para obtener financiación en orden a su reparación y mejora, con la colaboración de la Asociación de Amics de Sant Joan les Fonts.
En el alto medievo habría un puente de impronta románica que serviría para las conexiones hacia Besalú, Cerdenya y Berga y tras diferentes avenidas del río Fluviá a lo largo de los siglos, arruinaría la obra civil que se rehabilitaría en un estilo más gótico entre los siglos XIII y XIV fechas a las que se alude en los documentos y parecido a lo que ahora podemos admirar ya que los citados terremotos del primer tercio del siglo XV -si bien debieron afectar a la pontonería de la zona- en el caso de Sant Joan no impidieron que su reconstrucción imitara el estilo original. El viejo puente disponía de cinco vanos, siendo los centrales más grandes y los que mayor ruina sufrieron; la solución de la época, probablemente hacia 1.450,  fue la de unificar los dos arcos en uno de mayor luz de tipo ojival con mucha flecha y que seguía forzando un tablero a dos aguas, tal como vemos ahora, obviando quizás, las nuevas corrientes renacentistas que ya trabajaban con tableros horizontales y retomaban las arcadas clásicas de medio punto. Otro vano extremo quedó cegado en alguna reconstrucción de la villa, probablemente a inicios del siglo XX.  
Características actuales de la obra: Se trata de un puente con tablero alomado con una longitud aproximada de 73 metros, incluido estribos. El tablero propiamente es bastante equidistante desde vértice a extremos pues corresponden 31,10 metros a su lado izquierdo (aguas arriba) y 32,20 metros al lado contrario. Hay que añadir en longitud los estribos (4,70+2,70 metros) así como terraplenes (10+2,40 metros). La pendiente en ambos tramos no sobrepasa los 6º de inclinación. La anchura es de 3,30 metros de calzada más 0,30x2 metros de pretiles. Dispone de 3 vanos y 2 aliviaderos. Los arcos son variados: el más grande, es ojival o ligeramente apuntado y los dos siguientes son de medio punto. Sus luces son de 18+5,90+5,90 metros. Los arquillos de aligeramiento o aliviadero son muy parecidos pues ambos tienen luces de 3 metros y son de medio punto peraltados, aunque uno más que el otro y tampoco se encuentran en la misma línea horizontal de paramentos. El protagonismo lo tiene el gran arco ojival, como decía, con luz de 18 metros, flecha de 10,50 metros y altura sobre lámina de cauce de 13 metros. Entre arcadas, una pila central de 3 metros de grosor y otra más de 2,70 metros, siendo el resto actual paramentos hasta estribos. Bóvedas de buena fábrica y terminación aunque en ese estilo propio pirenaico que acentúa lo medieval rústico; lo visible en intradós es un dovelaje menudo, apretado, bien aparejado aunque con demasiado relieve y restos de un enlucido de amarillo sucio que quita prestancia a las bóvedas; oquedades lineares a varias alturas (mechinales) donde se acoplaban las cimbras en diferentes rehabilitaciones. La geometría de los arcos es significativa y ello se acentúa en la conformación de las boquillas. Aunque la obra es de fábrica variada en la que predominan diferentes tipos de basalto, toba y arenisca rojiza, las boquillas permanecen uniformes, con un dovelaje equilibrado y armonioso de tono oscuro. En general -y especialmente en el arco principal- las dovelas son profundas aunque de poca anchura (60x20 centímetros) y su disposición es cuidada. En muros y zona de tímpanos predomina una fábrica irregular de sillarejo y mampuestos variados careados cuya horizontalidad de hiladas pierde regularidad a medida que avanzamos en altura de muros, debido a las diferentes rehabilitaciones que ha sufrido la obra así como el propio colorido y composición de la piedra utilizada en cada caso; también se observa la presencia de lajas de esquisto pizarroso y ripio en juntas. En general y en contra de las modas presentes para rehabilitaciones, no es llamativo o evidente la presencia de mortero entre juntas. Parece que dispone de restos de un tajamar entre los dos arcos menores y resulta curioso que carezca de uno central y contrafuertes, aguas abajo. En estribos la regularidad en el empedrado es la misma aunque abunda el mampuesto ciclópeo; en cabecera derecha parece que el estribo descansa naturalmente sobre una enorme masa de roca madre de esquisto. En lado contrario, donde pudiera encontrarse el arco faltante, parece que existía un muro de encauzamiento (actual Carrer de Santa Magdalena) y aun quedan junto al cauce restos de construcciones o muros de caces de algún molino anejo al puente. El tablero es curvo en cabecera derecha pues dirige el camino hacia las rampas de acceso al viejo castillo y la iglesia y es perpendicular a Santa Magdalena en cabecera contraria. Dispone de altos pretiles de mampostería con albardillas a base de lajas de basalto a tizón de buena talla y rejuntado aunque se observa presencia de cementos como unión o remates en alguna zona. Sobre ellas y a modo de barandillas cutres se han instalado tubos longitudinales con secciones verticales empotradas en la vieja obra. En calzada, un buen grosor de recrecidos de aglomerado asfáltico.
Su mantenimiento actual no parece malo aunque es de desear una mayor dedicación a la erradicación de matas y arbustos que crecen en los muros, la eliminación del arbolado pues está demasiado cerca del monumento e impide la visión del conjunto. Dispone de iluminación pero la red y cajetines de distribución de la misma es cutre y demasiado visible en paramentos y arcadas. No sé si ha sido un acierto edificar tan cerca -en margen derecha, parte naciente- un par de edificios para la oficina municipal de turismo.
El puente ha estado en servicio hasta hace poco con circulación alternativa a través de semáforos. Actualmente es peatonal aunque tiene unos pivotes levadizos o movibles que permiten la circulación de vehículos autorizados aunque no observo limitación por tonelaje o anchura de ejes. No hay señalización en carretera que dirija al monumento pero sí dispone en cabecera izquierda de un cartel informando sobre sus características e historia.
En el año 2.015 se procedió a efectuar varios sondeos arqueológicos en la obra civil con motivo de su remodelación. En las catas sobre cubierta se ha localizado un enlosado de piedra antiguo, que se puede fechar en el siglo XV y que ha sido puesto al descubierto así como los tradicionales guardarruedas junto a pretiles. Estos trabajos han sido dirigidos por la arqueóloga Maribel Fuentes.
Para saber más: Es determinante el trabajo efectuado por el ICCP Ángel López Sánchez en su tesis doctoral para la ETSICCP de Barcelona titulado "Puentes de época medieval en las cuencas de los ríos Ter, Fluviá y Muga", volumen III, Año 2.010. En la web de turismo del Ayuntamiento se hacen pequeñas referencias a la obra. Más información en la web Artmedieval.net. La Wikipedia en la voz "Sant Joan les Fonts" también alude al puente brevemente. Sobre los datos de la calzada romana y localizaciones de vestigios he utilizado la TII (Tabula Imperii Romani) carta K/J 31 "Pirineos Orientales". Sobre la reforma y descubrimiento del enlosado de la cubierta del tablero ver artículo en La Vanguardia de fecha 26.03.2015.

Para conocer con más detenimiento la impresionante carretera nacional N-260 (Port-Bou a Sabiñánigo) de 520 kilómetros de longitud con detalle de algunos de sus puentes y su importante patrimonio lineal podéis consultar los artículos que escribí para la revista Solo Camión en sus números 320 y 321 de octubre y noviembre de 2.016.
Dentro del término municipal, en la zona de Begudá, también podemos admirar un bello puente románico sobre el río Toronell conocido como Puente de Cossei.
Cómo llegar: Se encuentra en la carretera provincial GI-522 aproximadamente en su PK 3,500 a la entrada de la población si venimos desde el W. Como decía, se encuentra en la influencia de la carretera nacional N-260 "Eje Pirenaico". En esta zona la nacional se matricula como N-260z por el E y al llegar a su PK 78,300 nos desviaremos hacia el W por la citada GI-522 que nace en este punto hasta alcanzar Sant Joan y su puente. Si circulamos desde el W (La Canya) por la N-260 pues aproximadamente en el PK 85,500 y al llegar a una rotonda tomaremos la provincial GI-522 hasta el pueblo y su puente. La vía rápida más cercana es la autovía A-26 con salidas hacia Sant Joan les Fonts en los PK 79 y 84.












Tanda de fotos de fecha 03.11.2014


Imagen que recogía el periódico La Vanguardia con fecha 26.03.2015 sobre la recuperación de parte del enlosado antiguo del puente.
Dibujo de alzado efectuado por A. López y C. Suárez de fecha 02.12.2009 para la tesis doctoral del primero.


Alzado y datos de caudal para calcular la obturación del puente en función de su calado. Datos de A. López, C. Suárez y M. Turull. Una gran avenida del río Fluviá producida en 1,940 llego a rebasar los pretiles del puente. 

PONT DE COSSEI



Foto tomada de la web Patrimonio de la Garrotxa


Foto del año 2.011 tomada por Ricard Ballo en el blog Catalunyamedieval.

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