PONT DE LA CABRETA SOBRE EL RÍO
FRESER. RIBAS DE FRESER-CAMPDEVÁNOL. Girona.
N-260 PK 122,700
La bella y enigmática carretera
nacional se hace en este tramo silenciosa y muy seductora. Se torna quebrada,
con muchas curvas, cambios de nivel y siempre lamiendo la floresta vegetal muy
tupida y en umbría. Como ocurre en tantas ocasiones, la calzada serpentea al
igual que lo hace su río inmediato que en este caso es el Freser horadando
lentamente el valle que separa las sierras de Covallera al E y la de Montgrony
al W. Un tramo de nacional muy interesante que te regala un hito en el camino
precioso en forma de puente antiguo. Con la última reforma de la calzada se han
abandonado segmentos de curvas muy cerradas, facilitando el trazado. En esta
ocasión, el tramo viejo se ha reconvertido en zona de aparcamiento -un tanto
cutre- pero que permite al viajero hacer una parada para visitar o contemplar
el monumento.
Estamos en la Vall de Ribes,
entre el municipio de Ribes de Freser y la Colonia L´Herand que pertenece al
término de Campdevánol y muy cerca del imponente cruce de carreteras de Ripoll,
núcleo por el que cruza nuestra carretera ya sea con matrícula N-260 o N-260a,
pero que también nos lleva por la C-17 hacia Vic o Barcelona, o bien la C-26
hacia Solsona y Balaguer. El puente de la Cabreta marca el término,
precisamente, entre los pueblos de Ribes y Campdevánol.
El cazador de puentes aparca su
furgoneta y se dispone a tomar posesión de esta magnífica obra medieval. No, no
es fácil y enseguida se da cuenta. Si las faldas de este valle son tupidas y
con gran vegetación en su entorno, lo que rodea este puente, sus paramentos,
las márgenes del río o el acceso al segundo arco es prácticamente imposible;
existe una maraña tan grande de arbolillos de ribera, una apretada empalizada de zarzas y un denso
tapiz de ortigas de gran talla que el acceso a los bajos del puente se hace a
base de machete (un buen palo, en mi caso) que abre camino en la trocha aunque
lentamente hasta conseguir el objetivo de llegar al lecho del río y poder ver
los arranques de pilas, los arcos y sus bóvedas. En fin, objetivo conseguido aunque
con heridas de la fugaz batalla.
Del puente en cuestión hay muy
poca información y parte de ella ya se ofrece en el panel informativo junto a
la cabecera izquierda. Es una obra antiquísima que formaba parte del camino que
unía el Ripollés con la Cerdeña. Quizás,
su nombre guarda relación con la de uno de los nobles de la zona, Oliba
Cabreta, a cuyas expensas pudiera haberse construido. Ciertamente, existe un
Oliba I de Cerdeña-Besalú llamado Cabreta que vivió en el siglo X. Fue conde de
la Cerdeña con dominios en los pagos de Berga y del Confient entre los años 968-988
y también conde de Besalú con dominios sobre los pagos de Vallespir entre los
años 984-988 además de conde de Ripoll. Falleció en su retiro como monje en el
famoso monasterio de Montecassino en el año 990. Era el cuarto hijo del conde Miró
II y por lo tanto, nieto del mítico Wifredo el Velloso. También se cita este
puente como paso obligado en las correrías del no menos legendario Conde Arnau
hacia Sant Joan de les Abadesses.
Dado que su basamento es firme,
sobre roca madre así como parte de los estribos cabalgan junto a la roca viva,
se entiende que resistiría bien los avatares de grandes avenidas pero no sus
materiales pues es evidente que hay variadas intervenciones en la fábrica.
También la mano del hombre intervino en su destino y así, en la Guerra de la
Independencia sufriría sabotaje y ruina en las escaramuzas que mantenía el
ejército del general Llauder con los franceses por el dominio estratégico del
valle. Probablemente se restauraría en tiempos de Isabel II a mediados del
siglo XIX. También ayudaría a su mantenimiento el pequeño emporio de fábrica y
molinos aledaños al puente para su buena comunicación con la carretera
nacional, por aquellas fecha, carretera de segundo orden y luego comarcal. Precisamente,
en noviembre de 1.953 se hicieron reformas en el conjunto de edificaciones así
como en refuerzos del puente con exceso de cemento en zona de basas, paramentos
e intradós de la bóveda principal.
En el año 1.993 el Ayuntamiento
de Campdevánol hace un informe sobre la
titularidad de la obra civil así como de su estado en donde se recogen
deficiencias y carencias del puente como son el pavimento, las barandillas,
coronamiento de la obra, humedades y caídas de piedra en paramentos. En la
memoria que se redacta en conjunción con el municipio de Ribas de Freser se
desglosa su presupuesto cuyas partidas más significativas son: Limpieza y
saneamiento de barandillas, 120.000 pesetas. Reposición de mampostería y
rejuntado de morteros en pretiles, 600.000 pesetas. Remate de pretiles en
coronación, 320.000 pesetas. Construcción de caja para pavimento y saneamiento
del mismo, 100.000 pesetas. Pavimento de hormigón y rejuntado de piezas de
piedra, 330.000 pesetas. Total presupuesto aproximado a 2 millones de pesetas,
incluyendo el beneficio industrial y los impuestos. En aquella memoria también
se aludía a la necesidad de crear un espacio que dignificara el lugar donde se
encontraba una espléndida obra románica del siglo XII y que no he observado que
exista. Bien, las obras de rehabilitación parece que se realizaron en 1.996
bajo dirección del Servei de Monument de
la Diputació de Girona. Estas
rehabilitaciones quedaron fechadas sobre cemento fresco en cabecera derecha y
así se recogen: 3-XI-1956 y 1.996.
Características actuales de la
obra: Dentro de la serie de curvas y contra-curvas que crea el cauce en el
valle se elige un punto donde la disposición del puente es perpendicular a la
corriente lo cual le hace más resistente a las fuertes avenidas. Si bien es
cierto que la estructura es limpia y unidireccional el tablero es quebrado con
forma de L ya que el estribo izquierdo se apoya directamente en una alta masa
de roca y para dar continuidad al acceso se dobla la salida hacia lo que ahora
es la calzada nacional. La longitud total del puente en ambos lados del ángulo es de 98 metros, siendo
los de la planta 64 metros, aproximadamente. Dispone de un conjunto de 6 vanos
con características variadas. Sobre cauce, tres arcos de medio punto con luces
de 24,20+7+3 metros estando los más pequeños muy enterrados en arenas y lodos. Tiene
dos arquillos de aligeramiento en forma de medio punto peraltados con luces de
2,10+3,70 metros a distinto nivel sobre horizontalidad; el arquillo más grande,
situado en el estribo izquierdo se encuentra medio cegado en parte naciente por
el muro creado para habilitar la nueva entrada manteniéndose exento en cara
aguas abajo.
Existe un sexto vano cuyo teoría
podemos interpretarla así: vista la configuración actual del tablero sin el
apéndice de la rampa y considerando la alta rasante que hay en la cabecera
izquierda parece que el tablero empalmaba con su antiguo camino superando lo
que actualmente son la calzada vieja y la nueva para continuar por las faldas
de la montaña por una camino de tierra hacia la colonia L´Herand. Al diseñarse
el primer camino real de segundo orden -carretera comarcal C-260- probablemente a finales del siglo XIX, se
perfora parte del estribo a modo de trinchera quedando muy elevada la cabecera
del tablero por lo que se diseña la nueva entrada en ángulo y con rampa. Dado
que la consistencia del terrero con gran pendiente no era muy estable, se
hormigona la base y se hace un arco para aligerar el peso del muro-rampa. Este
sexto arco, que no parece que corresponda a ningún camino o vereda es
simplemente un recurso barato para formalizar una nueva entrada al puente. Se
utiliza piedra de las mismas características, en mampuestos y canto rodado,
todo ello muy rústico. El arranque del vano sigue estando muy por encima de la
rasante del camino; se refuerza con placas de hormigón en el vértice del ángulo
y se consolida con un murete de fábrica y cemento que tapa dos tercios el
arquillo de aligeramiento de ese estribo por su cara naciente.
La fábrica es muy variada aunque
predomina la mampostería de esquisto y pizarra en formas irregulares y de
tamaño pequeño, siempre muy aglutinada con mortero de cal grasa y arenas en
algunos lienzos y mortero de cemento en otros con inclusión de piezas de canto
rodado del propio cauce. En las zonas bajas se pueden observar sillares de gran
tamaño aunque de labra irregular y la mejor obra se ofrece en los arranques del
arco principal donde el trabajo de cantero es excelente con sillares uniformes,
largos, de buena escuadría y asentados a hueso. El arco principal -que apoya en
estribo izquierdo y en una pila gruesa de 4,40 metros de ancho- dispone de dos
roscas. La externa es de buena factura con dovelas que arrancan de la zona de
salmeres, muy regulares, con un grueso de 40 centímetros y canto de 1,40
metros, aproximadamente aunque se aprecian reformas en las que se ha utilizado
ladrillo y cubiertas con un enlucido de mortero gris. La rosca interior que
parte de la zona de riñones del arco es más sencilla con dovelas más estrechas
aunque bien dispuestas. En zona de tímpanos y hombros, fábrica irregular de
mampostería. En el intradós -muy degradado por eflorescencias que forman
estalactitas- se observa la buena disposición en trabazón de las dovelas de
boquillas y un relleno variopinto de todo tipo de piedra y aglutinantes que ha
tenido algún enlucido de cemento y que ha provocado las reacciones químicas
mencionadas, degradando la piedra. Los arcos menores disponen de boquillas muy
rústicas y las bóvedas -aunque bien dispuestas- están formadas por dovelaje
menudo, irregular aunque con buena consistencia pero con grandes humedades que
también erosionan la piedra. Los arquillos de aligeramiento, formalizados en
igual fábrica, mantienen uniformidad, cierta calidad y tanto en bóvedas como
boquillas no se aprecian irregularidades.
El tablero es a dos aguas muy
acentuado aunque desigual pues desde el vértice las longitudes hacia ambos
lados es de 18,50 y 44,40 metros. En cabecera izquierda se completa con la
rampa mencionada y en cabecera derecha se inclina en ángulo obtuso los 11
últimos metros con abocinamiento. No hay discontinuidad entre paramentos y
pretiles pues carece de impostan. Interiormente, los pretiles tiene una altura
de 1,50 metros y un espesor de 40 centímetros; son obra muy rehabilitada con
predominio de mampostería irregular con mortero de cemento y se corona con una
albardilla a dos aguas de mortero; en cabecera izquierda subsiste un pequeño
arranque de barandilla de hierro anclada al pretil. La calzada propiamente
dicha tiene un ancho de 2 metros y la cubierta es variada: el arranque
izquierdo es de losa de hormigón, después un tramo de hormigón asfáltico y a
continuación un enlosado de mampostería aplanada con tres o cuatro nervios cruzados
de cantería para evitar desplazamiento en ambas pendientes, como cubierta más
medieval; en cabecera derecha se ha hecho un enlosado más reciente con
mampuestos y mortero de cemento.
Señalar que carece de tajamares y
espolones; ni siquiera un pequeño contrafuerte en el muro de acompañamiento
derecho. A través del puente se accede a un complejo industrial abandonado pero
que debió ser importante pues tenía derivación hacia el ferrocarril y aguas
abajo subsisten restos del muro de una presilla, vestigios de un antiguo molino
y un caz que llega a la colonia L´Herand y que daría fuerza motriz al complejo.
Existe una vieja fotografía, quizás de finales del siglo XIX, con el complejo
industrial en plena pujanza, donde se observa la presa y sus compuertas así como el muro de
contención derecho y, en primer plano, nuestro puente. De los tres arcos sobre
cauce, el tercero o más pequeño aparece cegado y el intermedio parece que tiene
un tabicado que limita su luz. También se observa con bastante claridad una boquilla
empotrada en el paramento y que correspondería a un cuarto arco tapado con
mampostería en alguna de sus rehabilitaciones, probablemente en el siglo XVIII.
En mi visita no he podido observar la zona de arranque de ese estribo por la
maraña de vegetación que hay allí.
El paraje, donde se mezcla lo
natural con una arqueología industrial evidente, no deja de ser interesante.
Nuestro puente realza el conjunto de un modo claro, introduciendo una belleza
geométrica palpable que sirve para aglutinar una época histórica de raíz
medieval con la pequeña revolución industrial de finales del siglo XIX.
En agosto de 2.016 se está
procediendo a la limpieza del cauce y allanamiento con piedra del margen
derecho y probablemente se diseñe algún acceso más fácil al lecho del río que
nos permita ver con más limpieza la estructura pontonera. Ignoro si se
procederá a un buen desbroce de vegetación en paramentos y arcos así como en
las cabeceras del puente.
No me ha parecido ver señales de
tráfico que dirijan o adviertan del monumento aunque, como ya he dicho, hay un
pequeño cartel que informa sobre la historia del puente. Tampoco hay señales de
prohibición de vehículos por lo que intuyo que lo pueden cruzar pequeños
automóviles y motocicletas.
Para saber más: Es muy
ilustrativo y preciso el trabajo efectuado por el ICCP
Ángel López Sánchez en su tesis doctoral para la ETSICCP de Barcelona titulado
"Puentes de época medieval en las cuencas de los ríos Ter, Fluviá y
Muga", volumen III, Año 2.010, donde profundiza en nuestro puente con
mucho detalle. La Viquipédia, en su voz Pont de la Cabreta. Las web
Catalunyamedieval.es, Artmedieval.net o Consorcidelter.cat también aportan
información y fotos. En la web Todocoleccion.net existen algunas fotografías y
postales antiguas de este puente aunque sin datar. Para conocer el trazado, localidades y patrimonio lineal de esta magnífica carretera nacional se pueden consultar los artículos que escribí para la revista SOLO CAMIÓN en sus números 320 y 321 de fecha octubre y noviembre de 2.016.
Cómo
llegar: Como ya he indicado, se
encuentra en la carretera nacional N-260 (Portbou-Sabiñánigo) a la altura del
PK 122,700 unos cientos de metros antes de llegar a la Colonia L´Herand si
venimos del N. Aprovechando una curva de carretera muerta junto a la nueva
calzada se puede aparcar allí mismo con cierta comodidad. Otras vías que nos acercan
al puente son la C-26 y C-17 que llegan a Ripoll, donde seguiremos por la N-260
dirección N hasta destino.
Bello ejemplar de Campanilla de ortiga (Campanula trachelium L.) medrando en la calzada, junto al pretil del puente.
Tanda de fotos de fecha 03.11.2014
Dos fotos de fecha 15.08.2016 con la intervención de una retroexcavadora para limpiar y acondicionar el cauce.
Tres fotos antiguas, probablemente fechadas entre los años 1925 y 1950. De la web todocoleccion.net.
Foto probablemente de 1.954 cuando se rehabilitan las boquillas. De la web artmedieval.net.
Dos tomas del año 1.983 realizadas por Antoni Puig Castells.
Dos tomas de la rehabilitación que llevó a cabo el Servei de Monuments de la Diputació de Girona en 1.996.
Foto del año 2.012 con cierto detalle del intradós de la bóveda en la rampa lateral de cabecera izquierda, tomada de la web artmedieval.net
Dibujos de planta y alzado del puente realizados el 09.12.2009 por A. López y C. Suárez para la Tésis del primero sobre algunos puentes medievales de Girona.
Interpretación muy libre que hago sobre el dibujo anterior, incorporando arcos y boquilla ciega según su estado actual (alzado desde parte naciente)
Foto aérea según web de Google View, Enero 2.017.
Me he llevado toda esta magnífica información a Tendiendo puentes con Pilar, visité este puente en febrero del 2015.
ResponderEliminarSaludos
Excelente
ResponderEliminarGracias, Juan Carlos.
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