ORUÑA DE PIÉLAGOS-PUENTE ARCE. Cantabria
N-611 PK 196,400
Si bien es cierto que en esto parajes cántabros lo interesante y diría que hasta icónico es visitar y contemplar el bello puente de estilo barroco sobre el río Pas en esta localidad, los amantes de la pontonería histórica también pueden echar un vistazo y fotografiar un sencillo puente -muy cercano- que pasa inadvertido por su mimetismo con el paisaje fluvial del entorno pero que es el paso moderno que soporta los tráficos de la vieja carretera nacional N-611.
La información que he conseguido al respecto es la siguiente: Aguas abajo del viejo puente de piedra el ingeniero Carlos Fernández Casado eligió uno de su Colección de Puentes de Altura Estricta para el paso de la carretera nacional, así nació el Puente de Oruña. En la primavera de 1956 una Orden Ministerial acordó estudiar los accesos por carretera a Santander, valorándose la conveniencia de construir una autopista para enlazar Santander con Torrelavega. La necesidad de una cuantiosa inversión animó a escalonar en el tiempo esta tarea y también estimó oportuno incluir en la primera etapa la construcción de un nuevo puente sobre el río Pas, a causa de las precarias condiciones en las que se encontraba el viejo puente de Arce: anchura insuficiente para el cruce de vehículos, escasa capacidad de desagüe, excesiva anchura de las pilas lo que disminuía sus condiciones hidráulicas. Además el incremento del tráfico rodado y el desarrollo urbano e industrial de la zona dificultaban el tráfico. Para decidir su ubicación se hicieron sondeos y se estudió el régimen hidráulico, aconsejando estos emplazar el nuevo puente unos 200 metros aguas abajo del antiguo. Se valoró la posibilidad de construir un puente de arco de hormigón armado pero finalmente se creyó más conveniente la solución de dinteles, ya que por la topografía local llana los arcos obligaban a elevar desmesuradamente la rasante y esto encarecía la obra. Dentro de las estructuras de dinteles se eligió la de tramos mensulares porque era más barata al utilizar menos hierro y además contribuía a integrar la obra en el paisaje. Lo cierto es que estos puentes de altura estricta, construidos entre los años 30 y 60 del siglo XX responden al racionalismo que expresaba Ludwig Mies Van der Rohe con su famosa cita "menos es más".
El Señor Villegas nos informa al respecto: […] En la carretera nacional N-611 entre Santander y Torrelavega. Esta importante e histórica vía era parte del camino real dieciochesco entre el puerto santanderino y Reinosa y fue incluida en el ‘Plan de firmes especiales’ de 1926 como tramo perteneciente a la vía costera cantábrica. Después de la guerra civil pasó a denominarse N-611 como carretera nacional que comunicaba Santander con Palencia. El Puente de Oruña sobre el río Pas: En los años 50 del siglo XX y dadas las limitaciones de ancho que tenía el puente histórico de Arce se vio la necesidad de construir otro nuevo que sirviera a esta importante carretera. Esta estructura, que se encuentra a unos 230 metros aguas abajo del puente de piedra fue proyectada en 1960 por José María Valdés. Se resuelve con un puente de tres vanos de tramo recto (el central de 30 metros de luz y los dos laterales de 22,50 metros) y su estructura global es de hormigón armado (Vega, 1997). Este bello puente está en línea con la “Colección de Puentes de Altura Estricta” que preparó el profesor Carlos Fernández Casado (1905-1988), un famoso ingeniero de caminos, catedrático de puentes en la Escuela de Madrid, Académico de Bellas Artes de San Fernando y una referencia de la ingeniería civil española. En lo relativo a la dimensión puramente ingenieril de su Obra, uno de sus principales logros, fue la “Colección de puentes de altura estricta”, un conjunto de diseños estandarizados, magníficamente determinados desde todos los puntos de vista (estructural, constructivo, funcional y estético), que puso a disposición de todos sus compañeros ingenieros para la resolución del problema del proyecto de puentes comunes para carreteras y líneas de ferrocarril. Luis Villegas. ‘Un viaje por los caminos y puentes de las comarcas centrales de Cantabria, páginas 418/419 […]
Características actuales de la obra: Esta estructura tiene una longitud aproximada de 117 metros incluyendo estribos. Su anchura regular es de 10,60 metros. Es un tablero plenamente horizontal que dispone de 5 vanos adintelados con luces de 7,25+22,50+30+22,50+7,25 metros. Dispone de dos pilas intermedias sobre cauce del tipo tabique con biselado en cantos extremos a modo de cuña que hacen las veces de tajamares-espolones y que se asientas en basas profundas de hormigón hidráulico posiblemente armado. Lo que se ajusta a las planillas diseñadas por Fernández Casado para ‘puentes de altura estricta’ se corresponde con los tres vanos centrales. En este caso y dentro de los muros de acompañamiento hacia las cabeceras y para no cegar los dos caminos de tierra junto a las orillas del río, se levantan dos pontones de las mismas características que permiten la circulación de vehículos, especialmente en su cabecera izquierda, donde existe una discreta vía que accede a un poblado o barrio de La Lastra en la localidad de Oruña de Piélagos, incluyendo una zona deportiva. Curiosamente y tras pasar bajo un arco extremo de nuestro puente y camino de La Lastra, nos encontraremos con una pequeña joya pontonera sobre el Arroyo de la Fuente del Monte de cierto interés dada su antigüedad.
En cubierta nos encontramos con la calzada de aglomerado asfáltico relativamente reciente aunque algo deteriorada de doble dirección, un sistema de biondas tubulares de acero ancladas al hormigón asfáltico, unas amplias aceras -una de ellas como continuación del carril de bicicletas- y unos petos protectores de normativa que se generalizaron mucho en los años 80 del siglo XX. Dispone de iluminación por medio de elevadas farolas modernas.
Su estado de mantenimiento parece mejorable. Si bien es cierto que lo que es estructura central, esto es, el sistema de vigas cantiléver así como los nervios de intradós que conforman las cuadrículas y las losas parece que se ven más limpias, probablemente por alguna actuación reciente de limpieza o enfoscado, el resto de la estructura, incluyendo pilas y estribos, tienen demasiadas manchas de humedades, líquenes y abunda la vegetación que medra entre las rendijas, incluyendo hasta un plantón de higuera que sigue medrando y que perjudicará la firmeza de la obra. Además de grafitis y una serie de tuberías que recorren el tablero, impropias para una obra civil que es de interés ingenieril y cultural por lo que ya se ha comentado en este artículo.
Entre la bibliografía sobre Fernández Casado y sus puentes estandarizados, quiero añadir lo que nos comenta Navarro Vera en uno de sus estudios y en contraposición a la influencia de Mies: […] La esencia de lo estricto para Fernández Casado no estaba en la altura de rasante del puente, esa era la demanda funcional. Para él, el significado de lo estricto está en la purificación de todo lo accidental y en no perturbar la armonía del paisaje introduciendo el mínimo de formas nuevas. En este sentido, su racionalismo esta más cerca de Alvar Aalto que del de Mies. Otros ingenieros desde el siglo XX incorporaban el paisaje en la decisión del proyecto del puente buscando que la obra ‘rimase’ con la naturaleza, pero Fernández Casado va más allá, no trata de dialogar con la naturaleza, adopta su actitud de humildad frente al paisaje, norma que se erige en el fundamento estético de sus puentes […].
Para saber más. Básicamente, el único historiador que he encontrado que trate esta obra es el ingeniero cántabro Luis Villegas Cabredo en su interesante inventario titulado “Un viaje por los caminos y puentes de las comarcas centrales de Cantabria”, obra editada por “Ediciones Universidad Cantabria” en el año 2020, páginas 418 y 419. Con respecto a los estudios que difunden estos proyectos de Carlos Fernández Casado cabe destacar el trabajo del ingeniero José Ramón Navarro Vera titulado “El puente moderno en España entre 1850 y 1950”, obra editada por la Fundación Juanelo Turriano en el año 2001, tomo II, páginas 60 a 68. El otro trabajo de interés sobre esta materia es el titulado “ Carlos Fernández Casado y José Acuña: Los primeros puentes de altura estricta. Jaén, 1933-1935”, estudio de A. Burgos, M.P. Sáez-Pérez y J.C. Olmo, publicado en la revista “Informes de la Construcción”, volumen 64, octubre-diciembre de 2012. Respecto a la autoría de la obra civil, se anota que pudo ser el propio Fernández Casado aunque el Señor Villegas dice que su construcción se debe al ingeniero José María Valdés del que, tras mi búsqueda, no he conseguido ninguna información; pudiera estar emparentado con la familia de ingenieros asturianos, bien Antonio Valdés González-Roldán (1926-2007) u otro pariente, probablemente contemporáneo del citado José María. Lo que si parece seguro ya que así está inventariado es que el formal y bello puente de Torrelavega sobre el río Besaya, perteneciente a esta tipología de estructuras, es proyecto y obra del señor Fernández Casado. Es interesante consultar el gran trabajo de Juan José Arenas de Pablo titulado “Caminos en el Aire. Los Puentes” obra en dos volúmenes, editada en el año 2002 por el CICCP, páginas 27 y 998/1007 donde además de fijar su atención y fotografiar el viejo puente barroco, hace un delicado y técnico elogio de la figura de Carlos Fernández Casado. Por demás, anotar que en este blog tenemos algunas de las obras más significativas del insigne ingeniero Fernández Casado como son el Puente de Torquemada sobre el río Pisuerga, el Puente de Mérida sobre el río Guadiana o el Puente de Fuentidueña de Tajo dentro de la tipología de puentes-arco.
Tanda de fotogramas del puente en fecha agosto-septiembre de 2013 según la cámara de Google Street View.
Tanda de fotos de fecha 08.06.2022 en secuencia consecutiva desde aguas arriba del puente, aguas abajo, intradós y tablero.
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