PONTÓN Y PUENTE FERROVIARIO
DE CAÑEDA
LÍNEA FERROCARRIL
ALAR-SANTANDER
CAÑEDA. T.M. Campoo de Enmedio. Cantabria
N-611 PK 141,200
Estas dos obras pontoneras
también pertenecen a la vieja línea del ferrocarril de Alar del Rey-Santander
(Ferro-carril de Isabel II) que se fueron levantando mediado el siglo XIX.
El paso superior es un
pontón de reducido tamaño. Tiene una longitud aproximada de 9 metros,
profundidad de bóveda de 8 metros y luz de 5 metros. Entra dentro de la amplia
tipología de obras pequeñas sobre el camino de hierro, muy habituales y
repetitivas en toda esta línea. Tiene la virtud de que, pese a encontrarse en
un paraje lejano de cualquier núcleo poblacional, se sigue construyendo con
gran esmero y la labor de cantería, como ocurre en otros puentecillos de la
zona, es muy profesional.
El chapado de la obra es
plenamente de sillería de calizas y areniscas de la zona, con una volumetría
regular, buena disposición y talla perfecta en piezas homogéneas que presentan
una cara vista picada y en las zonas de tímpanos se recurre a piezas más
estrechas del tipo sillarejo. Dispone de una línea media sobresaliente por
medio de una moldura de buena talla a bisel donde descansa la bóveda. Como
siempre ocurre en el diseño de estas obras, lo más destacable es la perfección
de la bóveda con un dovelaje espléndido que se esmera aún más en la visión
externa donde las boquillas de la misma (roscas exteriores) presentan un
trabajo inmejorable. Se utilizan piezas en cuña y sección pentagonal que engarzan
perfectamente y marcan la geometría de la bóveda de cañón y su conexión con las
hiladas de los tímpanos es primorosa, recurriendo al recurso de montacaballo.
Las aletas, oblicuas y
fuertes se unen con gran detalle a los propios estribos por medio de piezas de
muy buena talla en forma angular para que casen perfectamente con estos muros. Quedan
pequeños restos sobre estas aletas de la antigua albardilla también en piedra.
Sobre la bóveda también destaca la línea de impostas en piedra caliza con
cierto relieve que embellece la obra civil. Por último y sobre impostas se apoyan
los fuertes pretiles de piedra.
Este paso superior da
servicio a un viejo camino agrario, ahora asfaltado, que transita por el valle que
ha modelado el río de las Cuestas y donde destaca al fondo el imponente Viaducto
de Cañeda de 169 metros de longitud perteneciente a la autovía A-67.
PUENTE CARRETERO DEL ANTIGUO
CAMINO REAL
Este paso elevado se
encuentra en lo que antiguamente era el Camino Real de Reinosa-Santander, luego
carretera nacional N-611. Ahora la nacional discurre por una variante por lo
que este sector de travesía ahora atiende al nombre de Calle de Cantabria.
Se trata de una obra civil
muy modificada. Probablemente en origen disponía de un tablero a base de viga
de hierro en celosía. Por lo que se observa en la actualidad, se desmontó la
viga y se construyó un nuevo tablero a base de vigas de hormigón armado de
sección en T ampliando el vuelo con losas de hormigón. En la cara exterior de
la base de estas vigas se han empotrado dos viguetas de acero para proteger el
intradós de posibles impactos de vehículos pesados.
Tiene una longitud
aproximada de 15 metros incluyendo estribos. Su luz es de 8 metros y dispone de
un gálibo de 3,90 metros. La anchura del tablero se ha reducido hasta los 6
metros y llama la atención su contraste con respecto a las pilas-estribos donde
apoya, sensiblemente más largas. Debemos de atender a que el proyecto original
de este ferrocarril era para doble vía por lo que muchos de los puentes y
pontones que subsisten suele tener una profundidad de bóveda que llega a los
10/12 metros.
Lo más destacable de este
puente es el placado de los estribos, todo ello a base de sillería de caliza,
con piezas homogéneas bien dispuestas, hiladas plenamente horizontales y con
mínimas rendijas entre las piezas. En general, presentan cara vista picada con
bujarda más o menos gruesa y destacan muchos sillares del tipo averrugado y
moldurado, muy frecuentes en la cantería ferroviaria y que siempre nos
recordará a uno de los aparejos más frecuentes en los puentes romanos.
Los estribos disponen de una
imposta de piedra así como manguardias del tipo baluarte y alguna aleta de
vuelta donde la cantería también es regular y cuidada. En el cenit de un
estribo todavía se mantiene en pie uno de los témpanos o machones que
perimetraban la viga de hierro. En cubierta destacan los altos pretiles de
hormigón y una vieja barandilla de acero muy deformada y oxidada.
Para conocer la historia de
esta mítica línea de ferrocarril así como compañías que intervinieron en su
construcción y explotación, ingenieros y técnicos que la llevaron a efecto y
otros pormenores y vicisitudes de la misma, se recomienda la lectura de la
entrada de este blog dedicada al Puente de Alar del Rey sobre el Canal de Castilla, primera obra pontonera de la línea según su sentido creciente.
También en esa entrada aparecen varios enlaces a los puentes y pontones más
significativos de este camino de hierro.
Cómo llegar. La vía rápida más próxima es la autovía A-67 que tomaremos hasta
Reinosa para coger la salida 136 y conectar con la nacional N-611 por la que
seguiremos hasta su PK 141,200 para entrar en Cañeda. Al pueblo se accede por
lo que era el tramo antiguo de la carretera N-611 (Calle de Cantabria) donde
nos encontramos con el puente carretero a la salida del pueblo en dirección
S/SW. Para acceder al pontón entraremos hacia el centro urbano de este puebluco
y al llegar a la Iglesia de San Pantaleón tomaremos un camino estrecho por la
izquierda (Calle del Besaya) que nos llevará hasta este puentecillo.
PONTÓN DE LA CALLE BESAYA
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