PUENTE DE LAS MONJAS SOBRE EL RÍO PISUERGA
ALAR DEL REY. Palencia
N-611 PK 89,460 Y A-67 PK 88
Nuestro puente puede que
entre en la tipología, atendiendo a su nombre, de la tradición popular o
toponímica de citar o nombrar la obra civil representativa del lugar atendiendo
puramente a criterios de propiedad o quizás, a los de la iniciativa en su construcción.
En este sentido, los casos más frecuentes en el bautismo de un puente más o
menos antiguo y siguiendo un criterio o influencia religiosa obedecen a que
junto a la obra civil, generalmente pegado a una de las cabeceras, existía o se
levantaba después, una ermita o humilladero que el viajero o aventurero
visitaba al llegar al puente tras un largo periplo para agradecer la buena
marcha del viaje, sin vicisitudes y evitando los peligros consiguientes del
mismo. Allí, se recogía y rezaba algunas plegarias dando las gracias al santo o
mártir bajo cuya advocación figuraba el pequeño centro religioso y que serviría
para bautizar la obra civil. La otra posibilidad para nombrar un puente,
especialmente cuando tenía cierta importancia, era poniéndole el nombre,
apellido o cargo que ostentaba el personaje que lo había construido a sus
expensas o bien, que en virtud de su poderoso o influyente cargo en la
administración pública, se pudo levantar o quizás, reconstruir tras una ruina
del mismo. Este caso es extensible a grupos definidos como puede ser el de una
orden militar, religiosa, una sociedad, un pueblo, una profesión, un grupo
viajero muy concreto o una época histórica y nos podemos encontrar con puentes
que atienden a nombres tan variados como puente romano, puente medieval, puente
del obispo, puente de San Agustín, puente de los benedictinos, puente de La
Mesta o puente de los Peregrinos, entro otros muchos epítetos o topónimos. Por
otra parte, lo más frecuente en la nomenclatura de un puente u obra civil importante
en el lugar donde se encuentra es llamarle puente viejo por oposición a otro
que se construyó después, puente de Tardajos , porque sin otra denominación,
atiende al lugar donde se encuentra, puente del Sella porque la obra salva el
cauce de ese río, puente de Ronda porque es en esa localidad o en los tajos
profundos así llamados que horada el río Guadalevín donde se ubica, puente del
Lobo porque se levantó en un paraje que atiende a ese nombre o sencillamente
puente de arriba o puente mayor porque hay otros en el cauce que están en otra
posición o tienen menos importancia y así ha trascendido o se ha generalizado
su nombre entre los viajeros o lugareños que lo cruzan. Sin embargo, y cerrando
el asunto, la inmensa mayoría de nuestros puentes y pontones carecen de
filiación o topónimo.
En el caso de esta entrada
la cosa parece clara y definida: El Puente de las Monjas. Pero ciertamente y en
virtud de la poca información que tenemos -o al menos, tengo yo- sobre esta
obra civil, diría que tal denominación obedece a una información histórica que
por tradición popular, se ha transmitido de generación en generación sin que
existiera documentación o testimonio constatable sobre el asunto. Además, en
este problema de levantamiento del puente, época de construcción, origen y
promotor deberemos incluir los cercanos puentes de Nogales de Pisuerga y
Villela atendiendo como parece obvio, los consabidos contrastes con el hecho
determinante de la carretera o camino al que da servicio un puente o paso
elevado y también fijarnos en su proyecto histórico cuanto éste es verificable
o existen testimonios al respecto que guarde relación con la vía o calzada para
la que se levantó en su momento.
Si en principio nos
centramos en esta localidad, su ubicación, su fundación y otros elementos
socio-económicos de la misma, puede que podamos avanzar en el tema. Alar del
Rey es un municipio perteneciente a la actual comarca funcional de Boedo-Ojeda,
en el límite geográfico tradicional del Campoo o Bajo Campoo de raíz cántabra.
Sin embargo, hacia el sur conecta con los llamados Campos Góticos o Tierra de
Campos, amplia extensión eminentemente castellana y agrícola. Si atendemos a la
cartografía antigua no encontraremos ningún pueblo o aldea con este nombre y
sin embargo, pequeñas localidades de su entorno como son Nogales de Pisuerga o
San Quirce de Riopisuerga (ahora adscritas a la municipalidad de Alar) ya
existían desde el Medievo o Renacimiento. Incluso durante mucho tiempo, estos
territorios pertenecieron administrativamente a lo que entonces era Burgos.
Parece probable que entre
estos pueblucos citados y verdaderamente antiguos existiera un punto donde se
ubicaba una granja o finca agrícola explotada tradicionalmente por el clero,
estamento poderoso que ciertamente y en unión de la nobleza, eran dueños de la
mayoría del territorio nacional. En este caso parece seguro que estos dominios
o al menos, determinadas regalías, eran administradas por el poderoso
Monasterio de San Salvador de Oña que delegaba el control y explotación de
estas tierras en el Priorato de Santa María de Mave. Existen documentos que nos
informan de que en tiempos de Alfonso VIII el abad don Pedro concede bien en préstamo o
usufructo temporal a doña Sancha Eufemia en el año 1192 los beneficios del
Monasterio de Santa María de Mave. Puede que durante algún tiempo el control o
administración de estas tierras agrícolas pasara el convento de San Andrés de
Arroyo en virtud de su filiación bernarda. Debemos de tener en cuenta que en
aquel pandemónium histórico del clero regular con origen en la orden de
Cluny, derivan los cluniacenses,
benedictinos y con Bernardo de Claraval (1090/1153) los monjes bernardos por lo
que la conexión entre Oña, Mave o San Andrés de Arroyo resulta evidente. Lo
cierto es que el Monasterio de Mave debió seguir explotando estas tierras hasta
la desamortización que llevó a cabo Juan Álvarez Mendizabal entre los años 1836
y 1837 momento en el que, quizás, estos amplios predios pasan a manos de
particulares independientemente de que montes, valles y caminos se adjudiquen a
la municipalidad del entorno.
Si nos circunscribimos al dominio denominado "granja" puede que
ya existiera en tiempos de Fernando III (1191/1252) como perteneciente a algún
señorío o vasallaje que la Corona cede al clero regular de los monjes/as
bernardos/as ya fuere a las de Mave o a las de San Andrés de Arroyo.
Administrativamente y entre los años 1785 y 1833, esta granja de abadengo
formaba parte de la Cuadrilla de Amaya en el Partido y jurisdicción de Villadiego,
una de las 14 que componían la Intendencia de Burgos y así se expresa en el
famoso Censo de Floridablanca de 1787 (Libro de Provincias del Reino) donde
también se recoge que existe la Venta del Páramo administrada por Manuel de la
Moza y Francisco Villadiego. Por otra
parte, cabe pensar que con la desaparición de las cuadrillas en el último
tercio del siglo XIX, entre el reinado de Isabell II, la Revolución de La
Gloriosa y la Primera República, parece plausible que al igual que otros
núcleos poblacionales, Alar del Rey adquiriera la condición de pueblo o villa
con plena autonomía.
Hay opiniones que señalar
que la fundación de Alar como villa se produce en el año 1657 por voluntad del
rey Felipe IV pero entiendo que se refiere a regalías patrimoniales al Convento
de San Andrés de Arroyo con jurisdicción y dominios sobre estas tierras. Si nos
fijamos en el detallado y bastante completo -aunque con imprecisiones- mapa que levanta en 1784 Tomás López
Vargas-Machuca se puede observar que sitúa un anejo o lugar al que llama Alar
al este de San Quirce de Riopisuerga, protegido por los macizos suaves de Amaya
y un cauce explicito que pudiera ser el actual Arroyo del Cuérnago, con
caudales tremendamente escasos para imaginar que allí se ubicara un molino,
necesidad elemental para el funcionamiento o prosperidad del emporio de las
bernardas de San Andrés de Arroyo, topónimo por demás, que López no incorpora a
su mapa. Parece más coherente pensar que los intereses de las monjas en molinos
y batanes se encontraban en las riberas del Pisuerga a la altura de Nogales y
Villela, donde aún podemos encontrar edificios e ingenios molineros
verdaderamente antiguos. Sin embargo, este cartógrafo de Carlos III sí tiene a
bien detallar una imprescindible venta en el entonces Camino Real de Palencia a
Santander, prácticamente junto al río Pisuerga y en las inmediaciones de lo que
sería más adelante la villa de Alar del Rey aunque ubicada en la margen derecha
del río: la ya comentada Venta del Páramo. Resulta muy frecuente a nivel histórico
el que de la ubicación y posterior extensión o prosperidad de una simple venta,
se desarrolle un futuro pueblo e incluso una ciudad. La venta supone un
desarrollo hostelero con lo que ello entraña pero también la implantación de
talleres de carpinteros, herreros, guarnicioneros y tratantes de ganado equino
que auxiliaban, arreglaban o vendían enseres relacionados por el tiro animal,
carros, ejes o herrajes de carretería. Añádanse servicios religiosos, venta de
productos agrarios por parte del campesinado local y quizás, algunos servicios
de escribanos para la formalización de contratos o ventas y ya tenemos un
núcleo poblacional pequeño pero eficiente como preludio de una futura aldea o
pueblo.
Ciertamente, existen otras
fuentes al respecto que nos dicen que Alar no existía antes de la fundación del
Canal de Castilla en lo que concierne al Ramal Norte y su nacimiento. Lo que
ocurre es que según el proyecto inicial de este canal, su origen no estaría en
Alar sino que más hacia el norte y así, en otro mapa del citado López, ubica su
nacimiento al norte de Nogales y en otros mapas antiguos la trayectoria de este
canal seguía hacia Aguilar de Campoo y Reinosa lo que ciertamente, nunca se
llevó a efecto. En este sentido podemos pensar que si bien es cierto que los
terrenos donde parece que se ubica el arranque del canal pudieran pertenecer a
las monjas citadas, debido a conflictos e interferencias con la futura
explotación del Canal, el Estado toma la determinación de adquirir estas
tierras precisamente al finales del siglo XVIII por las que, al parecer, pagó
la cantidad de 200.000.- reales de vellón, a resultas de ello podríamos
considerar que tierras y lugar pasan a dominio público, hecho necesario para la
constitución de un pueblo. Puede que éste sea el verdadero punto de partida de una
localidad que a partir de entonces conoció un crecimiento espectacular
estimulado por la intensa actividad comercial que el canal vivió durante unas
décadas, independientemente de la llegada del ferrocarril o la próspera industria
galletera que surgió a principios del siglo XX. Una fuente fiable es la que ofrece el famoso
Diccionario Geográfico-Estadístico de Pascual Madoz, editado en el año 1846
aunque dada su pormenorizada información pero lenta en cuanto a compilación,
podríamos decir que lo que relata sobre este pueblo podría ser perfectamente de
años anteriores a su primera edición, por lo que acotamos este informe para los
años 1835/1840 por poner unas fechas aceptables para cruzar la información,
revisión y edición en esta enciclopedia, tomo I, página 197 donde entre otras
cuestiones nos dice: [...] Alar del Rey,
villa de la provincia, audiencia territorial y diócesis de Burgos, partido
judicial de Villadiego y perteneciente al Ayuntamiento de San Quirce .../...
componen la población 12 casas diseminadas siendo la mayor para almacenes de
granos y harina que se extraen de Castilla para Santander además de una posada,
dos manantiales y una ermita aneja a la parroquia de San Quirce .../... El correo lo
recibe de Herrera de Pisuerga. Produce trigo, cebada, legumbres, morcajo y lana
además de ganado vacuno y lanar; tiene pesca de trucha y barbos y un molino
harinero. Lo pueblan 5 vecinos con un total de 25 almas .../... Esta villa fue antes
un campo redondo y lo compró la Corona en el año 1759 al Monasterio de San
Andrés de Arroyo de las monjas bernardas con el señorío de ella y el libre uso
de las aguas para cebar el Canal de Castilla con cuyo objeto se han construido
algunos edificios a costa de la Real Hacienda. Por la parte del este corre
también el río Pisuerga con otro puente de madera a 150 pasos de la población
titulado de Las Monjas a cuya proximidad se encuentra un parador del mismo
nombre y un pequeño arroyo. Los caminos se hallan en buen estado y se considera
a esta villa como término del Canal de Castilla; también empieza a reputarse
como principio de una línea de camino de hierro hasta el puerto de Santander
[...]. Lo que nos cuenta
el interesante trabajo del IDM (Itinerario Descriptico Militar) elaborado en el
año 1866 es lo siguiente: […] Alar del Rey tiene ferro-carril cuya estación
está situada en la orilla izquierda del río Pisuerga sobre el que hay un puente
y depende del ayuntamiento de Nogales de Pisuerga. A dos kilómetros de Alar se
entra en la provincia y Capitanía General de Burgos, recorre tres kilómetros y
sale definitivamente de dicho distrito para continuar por el de Castilla La
Vieja y provincia de Palencia. El Ramal del Norte del Canal de Castilla, que
tiene su origen en Alar, corre por la izquierda y al otro lado del río Pisuerga
hasta pasado Herrera, donde el río se separa enteramente por el mismo lado y se
aproxima al canal el cual se abandona a su vez en Ventosa […].
Efectivamente, tanto estación como pueblo están situados a la orilla izquierda
del río Pisuerga pero sobre el importante “Puente de Las Monjas” poco se
explicita, quizás debido a que geoestratégicamente -desde un punto de vista
militar- no era de importancia para el ejército ya que para los movimientos
militares se utilizaba el viejo camino real, actual carretera N-627 de Burgos a Aguilar de Campo o el incipiente periplo por Palencia-Aguilar de Campo, nuevo camino real ahora bajo matrícula N-611. y que en ambos casos, se evita el cruce del río Pisuerga por este punto.
En este sentido es ilustrativa y más clarificadora la descripción que hace años después Emilio Valverde Álvarez en su "Guía del Viajero" editada en 1886 cuando nos cuenta la trayectoria de su viaje en tren hacia el norte: A los 91 kilómetros (de vía férrea) está Alar del Rey, villa de unos 730 habitantes distribuidos en un centenar de caseríos, situada a la izquierda (de la vía) en un llano y muy rica por su comercio de cereales y sus fábricas de harinas siendo cabecera del Canal y con un puente de piedra. Entre ambos tratados con una diferencia de fechas de aproximadamente 40 años nuestro puente de madera se convierte en puente de piedra.
Algunas informaciones sobre
Alar del Rey y su entorno se camuflan bajo las explicaciones que se dan para el
antiguo ayuntamiento de San Quirce de Riopisuerga ya que fue pueblo durante
mucho tiempo, incluso en la enciclopedia de Madoz se le cita como lugar de
repoblación por parte de Fernán González durante la Reconquista hacia el sur
peninsular, aproximadamente en el siglo X de nuestra Era. En el siglo XVIII
pertenecía a lo que se denominaba Cuadrilla de Amaya, dentro del partido de
Villadiego como uno de los catorce que formaban la Intendencia de Burgos según
se explica en el Censo de Floridablanca de 1787 -donde se encontraba la granja
de Alar- siendo jurisdicción de señorío bajo los dominios del duque de Frías. Por
aquellas fecha contaba con 77 hogares y 310 vecinos. En el año 1973 se integra
en el municipio de Alar del Rey pasando de la provincia de Burgos a la de
Palencia. En el texto que recoge la Enciclopedia Geográfico-Estadística de
Madoz, confeccionada entre los años 1846/1849
se dice que San Quirce de Riopisuerga es un ayuntamiento de la
provincia, diócesis y audiencia territorial de Burgos, partido judicial de
Villadiego y que se compone de dos barrios, el de San Miguel y el de San
Vicente. El término confina con Cuevas, Rebolledo, Sotovellanos, Herrera de
Pisuerga y al oeste con Nogales y Prádanos, omitiéndose en todo momento nombres
de lugares o granjas que atiendan al topónimo de Alar aunque también dice que junto
a las casas del Barrio de San Vicente pasa el Canal de Castilla. Poco definido
este texto, se alude también que hacia la parte occidental pasa el río Pisuerga
sobre el que hay un puente de madera con pilares de piedra y aunque no dice que
de servicio o salida a la carretera de Palencia-Santander, calzada que sí cita,
debo entender que se refiere al Puente de las Monjas cuando todavía no se había
consolidado con bóvedas de piedra. La enciclopedia de Madoz en la voz de Alar
nos dice que existe un puente de madera y en la voz de San Quirce nos dice que
hay un puente de madera con pilas de piedra, al estilo de los de Nogales y
Villela. Bueno, pues así queda la cosa en este asunto.
En este sentido es ilustrativa y más clarificadora la descripción que hace años después Emilio Valverde Álvarez en su "Guía del Viajero" editada en 1886 cuando nos cuenta la trayectoria de su viaje en tren hacia el norte: A los 91 kilómetros (de vía férrea) está Alar del Rey, villa de unos 730 habitantes distribuidos en un centenar de caseríos, situada a la izquierda (de la vía) en un llano y muy rica por su comercio de cereales y sus fábricas de harinas siendo cabecera del Canal y con un puente de piedra. Entre ambos tratados con una diferencia de fechas de aproximadamente 40 años nuestro puente de madera se convierte en puente de piedra.
Indudablemente, el trasiego
de obreros y técnicos que trabajaban en las obras del Canal influiría en la
consolidación del lugar aunque supeditado administrativamente al Partido de
Villadiego dentro del territorio burgalés. Sin embargo, sería más determinante
en el asunto la creación de la línea ferroviaria de Alar-Santander o
Ferro-carril de Isabel II que comenzó las obras de este camino de hierro en el
año 1852 (este tramo se inauguró en fecha 28.03.1857) asociando su negocio y
actividad económica a la del propio Canal ya que era evidente que esta
canalización no se podía proyectar hasta Reinosa y se decide que su toma de
aguas se efectúe precisamente en el río Pisuerga justo en el punto donde ahora
figura el monolito de su nacimiento, hecho acaecido en el año 1791. Durante
mucho tiempo los géneros y mercancías que llegaban a la dársena de Alar por el
canal se trasladaban al ferrocarril camino de Reinosa y Santander y más tarde,
cuando se completa la línea ferroviaria Palencia-Santander, pues en dirección
sur para transportar estos géneros hacia Palencia, Valladolid e incluso Madrid.
Tiene cierta lógica lo de la consolidación de este lugar o paraje como pueblo a
raíz de la construcción del canal cuya dirección de obra y otros técnicos que
recalaban aquí para el levantamiento del mismo tuviera un origen francés y así,
llegado el momento de constituir la villa de Alar del Rey se recurriera a un
patrono genuinamente francés como era San Luis o Luis IX rey de Francia
(1214/1270) en deferencia a algunos ingenieros y personal técnico que hicieron
realidad esta magna obra hidráulica.
Respecto al proyecto del
Canal de Castilla, ciertamente muy vinculado a este pueblo y probablemente a su
puente, podemos resumir la cuestión: En el siglo XVIII durante el reinado de
Fernando VI se formaliza una comisión auspiciada por el Marqués de la Ensenada
que deberá estudiar el proyecto de un canal de navegación semejante a los que
menudeaban en algunas naciones europeas y así, se nombra a Antonio de Ulloa
para que haga los primeros estudios con el apoyo de experimentados ingenieros
como era el caso de Carlos Lemaur Burriel (1721/1785) asentado por esta zona
durante un tiempo para evaluar el terreno y hacer los primeros planos de la
obra completando la cuestión en su memoria titulada "Proyecto General de
Canales de Navegación y Riego para los Reinos de Castilla y León" y
firmado en el año 1753. Evidentemente, este proyecto fue complejo y ambicioso
ya que se pretendía llegar hasta la provincia de Segovia y Madrid pero las
penurias económicas y los problemas de ingeniería insuperables, obligaron a
reducir el canal en longitud y que conforma el nacimiento en Alar y hacia el
sur dos bifurcaciones a partir de El Serrón, en las cercanías del pueblo de
Grijota, donde un ramal (Ramal de Campos) sigue hasta la dársena de Medina de
Rioseco y otro circula por Palencia y acaba en la dársena de Valladolid (Ramal
Sur), devolviendo sus aguas al río Pisuerga muy cerca del histórico Puente Mayor vallisoletano. Su construcción total se realizó entre los años 1753 y
1849 y estuvo privatizado en algunos tramos y períodos de tiempo para su
completa finalización. En lo que concierne al Ramal Norte de Alar del Rey
podemos decir que tiene una longitud aproximada de 74 kilómetros y que salva un
desnivel total de 80 metros por lo que dispone de 24 esclusas en su recorrido
para ir equilibrando las diferentes cotas así como muchos e interesantes
puentes y pontones históricos.
El problema que tiene el
asunto de nuestro puente, o Puente de las Monjas, es que por lo que se sabe a
nivel histórico de la localidad y su expansión, no podemos intuir el momento en
que parece razonable la construcción de un puente en ese punto. Desde tiempo
inmemorial existiría un camino carretero que más o menos circula junto al
Pisuerga y que desde Palencia conectaba con Aguilar de Campoo y Reinosa pero no
era el primigenio Camino Real de Santander ya que éste, partía de Burgos y al
norte de Aguilar de Campoo se asociaba a otra vía que debidamente reconstruida
podemos denominar Camino Real de Reinosa y Santander, proyectado y construido
entre los reinados de Carlos III y Carlos IV. Gran parte de este camino está
bajo el asfalto de la actual carretera N-611 aunque subsisten pequeños tramos
originales por Bárcena de Pie de Concha y los valles de Iguña y Corrales de
Buelna. La sección de carretera de segundo orden que partiendo ya de Venta de
Baños, más tarde Palencia y que en dirección norte empalmaba con la de Aguilar
de Campoo hacia Reinosa es obra también antigua a juzgar por algunos puentes
históricos que daban servicio a esta vía, como pueden ser los de Monzón de Campos, Osorno La Mayor, Herrera de Pisuerga o incluso el Puente Mayor de Aguilar de Campoo, donde la impronta de estas obras civiles van desde finales
del Renacimiento pasando por el Barroco y especialmente obras clasicistas, como
el puente llamado de Carlos III en Reinosa. Pero esta calzada histórica orillaba
el pueblo de Alar del Rey sin que penetrara en la población por ningún puente
salvo que existiera un puente de madera del que ignoro todo, además de que,
como ya comentaba es improbable que Alar existiera como pueblo. Los accesos a la
margen derecha del Pisuerga se deberían de producir, bien por Nogales o por
Villela donde existen pasos a los que me referiré más adelante. Las conexiones
hasta entonces del entorno de Alar y otros pueblos históricos como son el
cercano San Quirce de Riopisuerga,
incluso la propia Villela o los accesos hacia Rebolledo de la Torre y la
cuenca del río Odra se deberían de producir a partir del desarrollo y
construcción de la actual carretera provincial BU-610 que desde Burgos, amplia
su longitud hacia el W por Villadiego y Sotresgudo con dos variantes desde este
punto, una hacia Alar del Rey y otra hacia Herrera de Pisuerga. En documentos
que tratan proyectos carreteriles por la zona cabe destacar el de la conexión
del norte de Burgos desde Bercedo hacia Villadiego para alcanzar el Canal de
Castilla en las inmediaciones de Melgar de Fernamental según R.D. de fecha
21.09.1830 pero este proyecto-al igual que otros muchos- se demoró durante
décadas. El ingeniero Cayetano González de la Vega en varios artículos para la
ROP fechados en 1855 sigue considerando la necesidad de este camino que abriría
el comercio hacia Vizcaya utilizando los movimientos que producía el Canal pero
también reconoce que el Estado era renuente a la construcción de estas nuevas
calzadas. Respecto a la calzada que debería unir Villadiego con Alar del Rey a
través de Sandoval de la Reina y Sotresgudo, existe cierta información y según
algunos artículos de la ROP puede que se considerara terminada hacia el año
1899 por lo que tampoco podemos asociar esta vía con la construcción de nuestro
Puente de las Monjas ya que la impronta de esta obra civil parece sensiblemente
anterior.
Por todo lo anterior y
dentro de mis conjeturas, entiendo como primera cuestión que lo que debió de
ser una calzada de segundo orden que principiaba en Venta de Baños y enlazaba
cerca de Aguilar de Campoo con el Camino Real de Reinosa no necesitaba pasos
sobre el río Pisuerga en las inmediaciones de Alar porque sencillamente, esta
calzada no cruzar este lugar, granja o paraje. Como segunda cuestión y más
plausible debemos considerar la potenciación de la calzada de segundo orden o
carretera provincial dependiente de la Diputación que ahora se matricula como
BU-610 y su variante hacia Herrera de Pisuerga, la BU-627. Sobre esta calzada
existen varios artículos en la ROP que datan desde el año 1890 donde aunque
proyectada está sin estudiar hasta otras referencias del año 1899 donde ya
figuran algunos tramos construidos como ya he indicado anteriormente. No obstante e independientemente de la definitiva
construcción de esta vía que desde antiguo ya era camino de tierra apto para
carromatos, la novedad estaba en crear conexiones viarias que alcanzaran Alar
del Rey o bien, Rebolledillo de la Orden por un camino también antiguo que
llegaba a los pueblos de Villela, Rebolledo de la Torre y el valle del Odra y
el Lucio. También se debió de utilizar con frecuencia el camino ferroviario
junto al Pisuerga desde Alar (Camino de la Fábrica) para conseguir alcanzar
Villela y otros pueblos de la zona a raíz de la construcción del ferrocarril.
La oportunidad de alcanzar Alar no garantizaba el cruce del río Pisuerga salvo
que ya existiera el Puente de las Monjas -como puente de madera-, como parece plausible aunque tampoco
se descarta que se salvara el río por los puentes ya mencionados de Nogales o
Villela para acceder a la carretera de Santander, actual N-611.
Independientemente de estos periplos señalados siempre cabe pensar en que la
carretera de Villadiego-Alar en el punto de Sotresgudo, permitiera la conexión
con Herrera de Pisuerga para poder cruzar el Pisuerga por un puente
verdaderamente antiguo conocido como Puente de San Francisco y así, acceder al camino real de Reinosa y Santander
aunque bien es cierto, orillando el pueblo de Alar por el que no era necesario
cruzar.
Expuesto el asunto de la
problemática carreteril que afecta a Alar del Rey, soy de la opinión de que
nuestro puente obedece a planificaciones del Estado, a través de su ministerio
del ramo o por actuaciones de la diputación provincial y me atrevería a datar
su primera construcción hacia mediado el siglo XIX cuando todavía no se habían
impuesto o generalizado los puentes-arco escarzanos en las carreteras
peninsulares. Es un momento de transición entre las obras clasicistas que
podemos observar en el camino real, especialmente en la zona cántabra, con la
nueva ingeniería decimonónica que parte precisamente de mediados del siglo XIX
y se consolida en el periodo isabelino. La otra hipótesis bastante factible es
que, aprovechando la mano de obra y técnica que se estaba empleando en la
construcción del Canal de Castilla y para conseguir una conexión fácil y rápida
por medio del Camino Real, al tiempo en que se concluía el canal, hecho que se
produjo definitivamente hacia el año 1849, se inician las obras para levantar el Puente de las
Monjas. Podemos considerar que los trabajos de cantería, fábrica, tipo de
piedra, disposición de sillares y hasta cierta estereotomía en este puente
sobre el río Pisuerga son semejantes -salvando las distancias en cuanto a
dimensión de obra- a algunos de los puentes o pontones que inician el curso del
Canal en las primeras esclusas. También existe cierta semejanza en la
construcción de tajamares de sección ahusada entre los que exhibe el Acueducto de Abánades y nuestro puente de Las Monjas. En este sentido, conviene hacer una
precisión importante: Si bien es cierto que la mayoría de los planos de alzado
y planta de estos puentecillos sobre el canal e incluso los relativos al
Acueducto de Abánades son obra o diseño de Juan de Homar fechados en el año 1806 deberemos de tener en
cuenta que son otros los ingenieros y técnicos que culminar estas obras civiles
del Ramal Norte, entre los años 30 y 40 del siglo XIX haciendo las oportunas
modificaciones sobre los planos originales, donde además de Carlos Lemaur,
tienen cierta relevancia los anteriores a Homar como son Juan de Miranda,
Silvestre Abarca, Francisco Ibarrola o Antonio y Fernando de Ulloa, este último sustituyó a Juan
de Homar en 1786 por jubilación y otros muchos arquitectos e ingenieros contemporáneos o posteriores
como José Antonio de Otero o Juan de Orense.
Para ajustarme con mayor
precisión a mis hipótesis sobre el levantamiento de nuestro puente de Las
Monjas, cierro el asunto ocupándome de los puentes mencionados de Nogales y
Villela: Según testimonios escritos parece ser que el priorato de Santa María
de Mave tenía muchos intereses económicos y agrarios en la zona por lo que,
para hacer los movimientos de personas y carros más eficientes y tener acceso
al camino real, actual N-611, decide o
proyecta construir un puente de piedra que cruce el Pisuerga a la altura del puebluco
de Nogales para salir a la calzada mencionada. Debemos entender que por
aquellas fechas, a principios del siglo XIX, cualquier particular podía
construir un puente o pontón siembre que fuera a sus expensas y no supusiera
quebrando, imposiciones o coste alguno para los vecinos del entorno. La
municipalidad de Nogales o el vecindario se opuso a este proyecto y presentó
demanda ante la Chancillería de Valladolid aduciendo entre otras cuestiones que
el punto donde se pretendía levantar era de su administración y que además,
cerca de allí ya existían puentes (?). Aunque este tribunal dio la razón al
pueblo de Nogales en un recurso presentado por el monasterio ante el Consejo de
Estado, éste revocó la anterior sentencia y permitió a los monjes que
levantaran su puente. La duda que ofrece esta información es la de que -como
también se indica en el pliego- se construiría en el término de Villela y se
informa que no existía ningún otro puente en tres leguas del contorno. Este
dictamen del Consejo se firmó en el año 1805 y dice claramente que se concede
al monasterio de Oña y Mave la facultad de levantar el puente sobre el río
Pisuerga. Aunque no queda muy clara la información de estos documentos,
entiendo que el puente que levantaron los monjes debería ser el que ahora
conocemos como puente de Villela y se da a entender que por la distancia en
leguas alrededor de esta obra, no existirían ni el puente de Nogales ni el de
Alar del Rey lo cual me resulta paradójico pues entiendo que el puente de
Nogales, aunque transformado, tiene una antigüedad parecida al que pudieran
haber construido los monjes en Villela, si es que fue allí donde lo levantaron.
En la entrada que haga oportunamente para estos otros dos puentes intentaré
aclarar este asunto pero lo que sí se puede deducir del informe de este litigio
entre Nogales y los monjes es que a principios del siglo XIX no existía el
puente de Las Monjas que es lo que a mí me atañe sobre el artículo y que
refuerza mi teoría de que, a falta de datos fidedignos, entiendo que nuestra
obra se pudo levantar en primera instancia hacia mediados del siglo XIX
relacionando su construcción con el desarrollo y la puesta en marcha del Canal
de Castilla.
He intentado detenerme con atención
en lo que fue este lugar antes de la creación de un pueblo, del posible
desarrollo del mismo hasta constituirse en villa, en las relaciones existentes
con los pueblos históricos del entorno, en la construcción del Canal de
Castilla y del ferrocarril ya que ambos sucesos tienen fuerza en el desarrollo
o evolución de este pueblo y, por último, en la época de construcción de su
obra civil más significativa y su importancia para las comunicaciones, ya fuere
hacia el camino real o hacia las localidades del entorno burgalés de mayor
importancia, como es el caso de Burgos o de Villadiego por calzadas de segundo
y tercer orden.
Características actuales de
la obra. Nuestro puente tiene una
longitud total que se aproxima a los 100 metros, incluyendo el estribo derecho
así como el alargamiento con ensanche de tablero del lado izquierdo de 11
metros de longitud. La anchura de bóvedas original semejante al tablero antiguo
era de 3,50 metros y con su nuevo ensanchamiento llega a los 7 metros. Dispone
de 8 vanos de geometría en medio punto con luces para los 6 vanos centrales de
8 metros y algo inferiores en los dos extremos. Los apoyos intermedios se
producen en 7 robustas pilas de aproximadamente 2 metros de ancho que en aguas
arriba disponen de protecciones por medio de tajamares, los relativos a las dos
primeras pilas -las de orilla izquierda- de pequeño tamaño ya que la anchura de
estas pilas es también menor, sección semicilíndrica y altura hasta arranque de
bóvedas, también disponen de tejadillos a base de lajas de piedra bien tallada
aunque poco visibles por el cúmulo de arenas, musgos y hierbajos que medran en
ellos. Los otros 5 tajamares son de sección ahusada y se levantan en tres
cuerpos, el inferior que apoya en las basas de cimentación es el más ancho y
dispone de un anillo de sillería como protección ante posibles descalces más 6
hiladas de sillería, la última con talla en canto superior a bisel como un
elemento decorativo interesante. El segundo cuerpo de estos tajamares,
ligeramente más estrecho lo componen 7 hiladas de sillar muy regular y una
línea de imposta de factura semejante. El tercer sector de estos tajamares
enlaza con la rasante del tablero y lo constituyen un zócalo, el pretil
propiamente dicho a base de dos altas hiladas de piedra caliza y una
albardilla. Sin embargo, aguas abajo, la forma de los espolones es diferente,
de sección rectangular a modo de pilastras que incluyen tejadillos inclinados
de piedra y cuya altura no sobrepasa la zona de riñones de arcos, cubren la
anchura exacta de las pilas por lo que las que corresponden a las dos primeras
son de tamaño menor.
En el eje del tablero hay
que considerar tres cuerpos: el de cabecera izquierda con un estribo
sensiblemente ensanchado que muere empotrado en un talud probablemente de
arenas y roca floja de areniscas, una zona central que constituye el tablero y
la cabecera derecha donde el estribo se refuerza con aletas oblicuas de sillería
muy enterradas en los cúmulos de arenas y vegetación aledaña.
Las aguas del cauce regular
suelen circular por sus cuatro arcos más céntricos, permaneciendo secos los
restantes. La primera bóveda da servicio a un camino de tierra que ya es paseo
urbanizado. La segunda bóveda suele permanecer en seco por la amplitud de la
escollera a base de grande piedras que protegen o canalizan las aguas por ese
lado y donde termina el ajardinamiento de la orilla. En el lado contrario, la
séptima y octava bóveda, con cotas más elevadas por los cúmulos de cienos y
arenas, normalmente están en seco y hasta permiten pasar bajo los arcos en
dirección aguas abajo para acceder a una discreta zona o seto de choperas que
incluso dispone de escalinata y que permite el acceso al cauce. Lo cierto es
que, sobre todo y debido a la regulación del Embalse de Aguilar, suele ser raro
que crecidas de consideración afecten al cauce y las aguas sobrepasen los arcos
más centrales pero debo de comentar que en la fuerte crecida de hace poco,
hacia el 20 y 21 diciembre de 2019, el alto caudal del Pisuerga no sólo cubrió
los 8 vanos de que dispone sino que anegó los pasos y veredas mencionados así
como ajardinamientos y una gran área del amplio soto en aguas arriba.
Respecto al tablero cabe señalar
que dispone de una calzada actualmente a base de firme de adoquín de esquisto,
dos estrechas aceras ligeramente elevadas sobre calzada y petos mixtos
compuestos por los propios pretiles de piedra como continuación de los
tajamares que sirven como descansaderos o miradores hacia el río en aguas
arriba además de secciones de barandilla de acero que se anclan en la línea de
imposta de piedra así como en los propios pretiles y témpanos de fábrica intermedios.
En las cabeceras también hay secciones de pretiles de piedra, más evidentes en
la de la derecha que cubren las aletas oblicuas. En aguas abajo, al carecer de
pretiles o descansaderos, estas barandillas se clavan en una serie de témpanos
de piedra intermedios y en las protecciones o muretes semejantes de los
extremos.
Como suele ser habitual, la
belleza e impronta de este puente la ofrece su soberbia fábrica donde la labor
de cantería merece todos los elogios. Independientemente de sus rellenos ya sea
en la caja del tablero, estribos o incluso en pilas y pilotaje de las basas,
normalmente a base de arenas, piedra quebrada y aristada, canto rodado o
incluso hormigones hidráulicos lo que destaca de la obra civil es su placaje o
chapado en piedra arenisca y caliza, normalmente por medio de sillería de regular
volumen, buena escuadría, disposición horizontal de las hiladas y perfecta
colocación, recurriendo a veces al tallado especial de piezas para que casen
bien con las contiguas, especialmente en la unión de hiladas con las boquillas
de las roscas de los arcos donde abundan los sillares trapezoidales que ayudan
a la geometría de las propias arcadas. Se ha tenido en cuenta la propia calidad
de la roca utilizada, predominando la buena caliza para los bajos de tajamares y
pilas cubriendo los demás lienzos con piedra arenisca, muy porosa y con grano
flojo que con el tiempo y debido a los agentes atmosféricos se está degradando
seriamente. También el aparejo de los tímpanos, estribos y zonas altas de los
tajamares se realizan con sillería de arenisca de tonos ocres y rojizos, muy
propios de esta zona palentina pero que igualmente sufren desgaste en su cara
vista con piezas quebradas o con oquedades pronunciadas que destruyen poco a
poco estos paralelepípedos originariamente bien tallados. La imposta de la obra
plena también parece de caliza y tiene un ligero relieve con respecto al frente
de bóvedas y tímpanos. Las arcadas miden su altura escrupulosamente manteniendo
una horizontalidad muy meritoria que se
asocia a la línea de impostas y al tablero con regularidad. Respecto a las
bóvedas cabe señalar su perfecta curvatura al medio punto o bóvedas de cañón
con roscas perfectamente ensambladas a base de dovelas dispuestas a soga y
tizón imbricando perfectamente el conjunto y con una boquilla bien realizada
con dovelas talladas en cara vista lisa, ligera cuña en su forma y a dos
tizones, también para que se asocien al resto de la bóveda. Diría que
originariamente el dovelaje se ha dispuesto en seco, sin argamasas de unión
aunque en la actualidad presentan finas líneas de llagado cubierto quizás con
algún mortero como aglutinante. Creo que en algunas bóvedas se mantienen los
mechinales donde se fijaban las cimbras de madera con las que se levantaron. Sin
duda, el trabajo de cantería para tajamares también merece ser destacado pues,
independientemente de la buena colocación de las piezas, su talla en curva para dar forma ahusada a
estos refuerzos así como los relieves indican la buena profesionalidad de los
labrantes, alarifes y maestros de obra que intervinieron en este puente.
Obviamente, todo lo explicado en este párrafo se refiere a la obra civil
visible en aguas arriba.
Probablemente debido a las
nuevas normas para calzadas de primer orden, futuras carreteras nacionales, que
se fueron dictando por el Ministerio de Fomento desde los años 30 del siglo XX,
nuestro puente resultaba angosto para los tráficos de automóviles y vehículos
pesados que con el tiempo, proliferaban más por carreteras y travesías de
pueblos y ciudades. Debido a este problema, se decidió ampliar el tablero del
puente de Las Monjas pero con la suerte de que en esta actuación no primaron
los aspectos de economía de medios, quizás porque se realizó en un momento en
que la mano de obra era barata y los materiales empleados también. Ciertamente
no es frecuente que un puente se ensanche por corrimiento de uno de sus muros,
con el debido alargamiento de sus bóvedas. Lo más normal era respetar el ancho
de la obra y sustituir el tablero por otro de hormigón con amplios vuelos en
ambos lados para permitir una calzada normalizada, a veces hasta con las aceras
correspondientes aunque todos sabemos que la impronta del vetusto puente se
distorsiona y no deja de ser un apaño barato pero poco noble con la calidad del
puente histórico que se interviene. Curiosamente, en este caso y probablemente
debido al respeto que se tendría con esta obra, los ingenieros del ministerio
del ramo optaron por una solución mixta en la que predominaba la visión
exterior de la obra civil por encima de otros intereses. Se desmonta con cuidado
la sillería y dovelaje del lado aguas abajo del puente y por medio de cimbras
de madera se cubren o alargan las bóvedas con hormigón en masa. Probablemente
también se refuerza el extradós de la obra con tongadas de hormigón e incluso
puede que se hiciera una solera de hormigón armado bajo el firme. Pero lo
importante es que, tras el hormigón, se vuelve a placar todo el frente de aguas
abajo del puente con sillería y dovelaje original, además de otras muchas
piezas nuevas que conforman el frente total de la obra así como la construcción
de los correspondientes espolones respetando su configuración original. Este
reforma drástica del puente no influye en la observación del conjunto
exteriormente salvo que ahora, el puente resulta evidentemente más pesado. Sin
embargo, al contemplarlo por sus bajos y ver las bóvedas se aprecia que existe
un alargamiento a base de hormigones. Como decía, estas actuaciones en los
puentes con corrimiento de muros respetando el aparejo original son meritorias
aunque no demasiado frecuentes y existen muchos puentes donde exclusivamente de
ensancharon con hormigones, disminuyendo o desvirtuando el estilo e impronta de
la obra histórica, a veces con varios siglos de antigüedad. En este caso, se
siguió un criterio que podíamos llamar respetuoso con el monumento u obra civil
histórica, caso parecido al que presenta el Puente Mayor sobre el río Pisuerga
en Aguilar de Campoo o incluso con más dificultad debido a sus bóvedas esviadas
el precioso Puente de Carlos III sobre el río Ebro en la localidad de Reinosa.
En este último caso y dada la antigüedad de la obra, el chapado de la bóveda
alargada por ambos lados se hizo también con dovelaje de piedra arenisca aunque
en mi opinión con un resultado desigual.
Aunque ignoro las
intervenciones posteriores en esta obra, imagino que habrá tenido actuaciones
de mantenimiento con incorporación de morteros o sellado de grietas y fisuras
además de limpieza y fijación de piezas, recomposición de algunos pretiles,
cambio de la barandilla original de hierro forjado con elementos retorcidos
hacia vuelo y que se observa en viejas fotografías por una más actual, muy
estandarizada a base de aceros pero con imprimaciones anti-óxido, muy robustas
y que imitan bien a las antiguas. Probablemente
su firme original sería de fina piedra cribada aglutinada con tierras,
posteriormente con firme de macadam, seguramente que en los años 40 se cubriría
con alguna capa de aglomerado asfáltico y en la actualidad, goza de un
prestigioso empedrado de adoquín que embellece la plataforma. Creo que en los
últimos años se ha actuado como mantenimiento, concretamente en el año 2012 se
recompusieron muchos adoquines para rectificar algunas bolsas o baches además
de añadir una capa aislante para evitar filtraciones sobre bóvedas y también se
pintaron las barandillas metálicas. También en el año 2015 se intervino en el
adoquinado para mejorar su solidez como informó el Diario Palentino.
Su estado actual parece
bueno aunque se debería efectuar una buena limpieza de la sillería, actuar
sobre las piezas muy degradadas, sanear las bóvedas y eliminar humedades y
eflorescencias así como hacer una buena limpieza de mohos, musgos, líquenes y
matojos que crecen en los lienzos de los muros y en los tejadillos de tajamares
y espolones degradando la piedra. La propia CHD o incluso la municipalidad en
cada puente consideran que se debe repoblar de choperas pero debemos ser cautos
y evitar que estas explotaciones de madera barata cubran la obra civil evitando
su visión panorámica o fotográfica. En este caso, se deben eliminar los chopos
más cercanos y algunos altos arbustos que crecen en las proximidades. Ignoro
por completo cuando se efectuó una inspección técnica del puente pero debido al
cada vez mayor número de vehículos pesados que lo cruzan, la Dirección General
de Carreteras o la propia Diputación debería hacerlo cuanto antes. De momento,
esta fatiga por tránsito de camiones se refleja en el firme de adoquín que
indudablemente está sufriendo las cargas aunque también se observa en la
cabecera izquierda, aguas arriba, donde la presión sobre el estribo se acentúa
por la curva afectando posiblemente a la compresión y tensión cortante o
cizallamiento del tablero en ese punto donde los camiones con gran masa frenan habitualmente o toman la curva desplazando su peso hacia el lado contrario, precisamente en la zona del puente con obra original. En la
actualidad, no existe ninguna limitación para su cruce por MMA.
En la carretera nacional
junto a la entrada al pueblo debería de existir una señal de tráfico -las de
fondo rosa- que advierta al viajero que existe una obra civil antigua o
monumental que puede ver, visitar o fotografía pues, desde luego, existe una
amplia zona de aparcamiento junto al puente que hace posible la fugaz parada
para contemplar este bello puente. El Ayuntamiento, especialmente en la
cabecera izquierda del puente, se ocupó de hincar una serie de paneles
informativos de diferentes obras y rutas que se ven o se inician desde esta
localidad pero no existe ninguna referencia a nuestro puente o incluso a la
historia de este camino real al que también pertenece. Es pertinente la
incorporación de algún cartel alusivo a la historia y vicisitudes de carretera
y puente. Los mojones que rehabilité y que instaló el Ayuntamiento en los
jardines de la cabecera izquierda son un buen reclamo para los curiosos y
amantes de la carretería histórica pero deberíamos ampliar el catálogo con
otros de época isabelina o alfonsina además de algún otro vetusto elemento
vertical, postes, malla metálica protectora o artilugios propios de aquellas
calzadas de época republicana que ahora son historia y que en algunos lugares sí
han sabido coleccionar y ahora se exhiben en centros de interpretación de la
obra pública carreteril. Es una idea.
Otro aspecto viejuno o
vintage en relación con el puente es el del famoso anuncio carreteril de los
abonos "Nitratos de Chile" que por lo que he observado en fotos
antiguas, lucía en un alto muro de la cabecera izquierda en lado aguas abajo y
que por alguna razón que desconozco desapareció hace años. Tengo entendido que
tanto el Toro de Osborne como la botella de Tío Pepe, vetustos anuncios que se
exhibían junto a las cunetas de nuestras carreteras nacionales han tenido algún
tipo de protección institucional, especialmente por las autonomías aludidas que
en este caso era Andalucía pero nuestro anuncio de abonos no ha tenido ninguna
defensa o protección y salvo iniciativas locales de ayuntamientos, no han
gozado de ninguna protección ni social, histórica, publicitaria o hasta
paisajística dentro del ámbito rural donde normalmente se encontraban y mucho
menos de mantenimiento o rehabilitación lo que habría redundado en que muchos
de estos anuncios se mantuvieran en plena forma. El diseño es obra del
publicista y arquitecto Adolfo López-Durán Lorenzo (1902/1988) que lo diseñó en
1929 para esta marca de abonos con origen en el desierto de Atacama y
manufacturado en la localidad chilena de Iquique. El dibujo representa una
silueta de un jinete a contraluz y un horizonte bajo de cultivos en un diseño
que entraría dentro del arte modernista y funcional que exploró el propio Art
Dèco de la época. También es interesante la forma tipográfica o rótulo en
letras capitales que más adelante pudieran influir en las formas que el diseñador inglés Neville Brody creó para los tipos Typeface Six y Seven en 1981 y que dan al anuncio una rotundidad
plena, gran belleza de formas y mensaje claro. Aunque hubo diseños con soporte
en chapa metálica o tela de arpillera, los más interesantes, productivos y
duraderos fueron los que se reprodujeron en mosaicos o azulejos siguiendo la
técnica de la cuerda seca y cocidos a elevadas temperaturas, normalmente a
980º. Los producía la fábrica de cerámica de Ramón Castellón en Valencia.
Existía un cartel pequeño que podía contener aproximadamente 20/24 azulejos y hay
otras modalidades en reproducciones actuales con una superficie de 11x9 y 7x6
unidades que se vender como objeto decorativo. El mosaico más frecuente y que
creo que coincide con el del anuncio junto al puente solía constar de 11x9
unidades de azulejos con una superficie aproximada de 2x1,50 metros. En la
actualidad se trata de un soporte de anuncio muy codiciado y figura en la
historia de la publicidad y los cartelistas como icono y modelo de lo que fue
un anuncio de gran belleza y calidad artística además de longevo o duradero.
Como no tenemos el anuncio original junto al puente, pondré en el blog uno que
cacé en el puebluco palentino de Villasarracino para que nos hagamos una idea
del asunto.
Para saber
más. Confieso que no he tenido
acceso a ninguna fuente o documento determinante relacionado con este puente y
en todo caso, algunas de mis hipótesis especialmente temporales sobre la
importancia de vías o carreteras relacionadas con Alar del Rey, el Camino Real
y otros accesos así como lo relacionado
con las obras del Canal de Castilla o el Ferrocarril se pueden consultar en
diferentes artículos de la ROP como pueden ser el tomo 23 del año 1896 (Calzada
de Alar-Sotresgudo) , el tomo 8 del año 1899 (Carretera de Burgos-Melgar con
intención de acceder al Canal de Castilla) , el tomo 2 del año 1890 (trayecto
Alar-Sotresgudo pendiente de estudiar), tomo I del año 1856 (Carretera
Palencia-Santander del ingeniero Juan de Orense), el Plan de Carreteras
provincial de Palencia de fecha 25.07.1879 del ingeniero Dámaso Camino. Entre
los tratados antiguos cabe mencionar la famosa "Guía del viajero por el
Antiguo Reino de León", obra de Emilio Valverde Álvarez, editada en Madrid
en el año 1886 donde se hace referencia a algunas carreteras relacionadas con
Alar, en páginas 459 y ss. así como al puente de piedra de esta localidad en la
página 493 sin mayores explicaciones. Pascual Madoz Ibañez detalla características de la villa y cita un puente de madera en su Diccionario Enciclopédico Económico-Estadístico de España, obra editada en Madrid en 1846, tomo I, página 197 del mismo. Todo lo relacionado con el ferrocarril se
puede consultar en otras entradas del blog para puentes de la línea
Alar-Santander siendo quizás la más completa la que he elaborado para el primer puente de esta mítica línea que es el Puente sobre el Canal de Castilla, prácticamente junto al nacimiento del propio canal. También se pueden consultar otros puentes ferroviarios cercanos como son el Puente-Vía de la Fuente de la Gallina, el Puente de los Dolores en Herrera de Pisuerga (Tramo Palencia-Alar) o
el Puente del Conjuradero en Villaescusa de las Torres donde además, se
incorporan variados enlaces a otras obras civiles de este ferrocarril y su
historia. El tema del Canal de Castilla lo tengo pendiente de desarrollar con
muchos puentes y esclusas por subir al blog pero algo hay en la entrada para el
Acueducto de Abánades. La Wikipedia nos aporta información del pueblo y algo de
su historia en la voz Alar del Rey con algunas fotos de nuestro puente. La web municipal no aporta nada del puente y lo relativo al Canal de Castilla es una
reiteración muy breve de lo que podemos leer en otras páginas más específicas
del tema. La web terranostrum aporta información del pueblo y tiene hasta una
foto del puente aunque no lo comenta en absoluto y se fija más en la
contemporánea iglesia parroquial de Nuestra Señora del Carmen, de estilo
meramente ecléctico, iniciada a finales del siglo XIX y en la que participó el
arquitecto palentino Jerónimo Arroyo López para terminar su campanario en el
año 1955, tiempos muy posteriores a los que se
levantaron la mayoría de las casas tradicionales de este pueblo. Menudean
los blogs particulares en internet como el titulado Siempredepaso o el muro de Facebook llamado Alar del Rey, muy activo y creativo en el tema del pueblo. La web de El Norte de Castilla también tiene sitio para este pueblo con algo de información
aunque con errores. La web de RTVECyL dedicó un artículo al pueblo con
interesante información y donde cita nuestro puente e incluso llega a decir que
se construyó en 1659 por iniciativa de las monjas bernardas del Monasterio de
San Andrés de Arroyo en tiempos del reinado de Felipe IV y si la información
fuera cierta me podría haber ahorrado gran parte de mis conjeturas en este
artículo pero como digo, no tengo datos constatables que así lo indiquen. Me
consta que la web Verpueblos dispone de muchas fotos antiguas del pueblo y en
alguna creo que salen las barandillas del puente. También se pueden cazar en
internet variados vídeos del pueblo, del río y sus gentes. No me extiendo más
en el asunto. En cuanto a la historia del Camino Real o al itinerario de la actual N-611
señalando su patrimonio pontonero y lineal, me remito a los artículos que monté
para la revista Solo Camión, números 270 y 271 de agosto y septiembre de
2012. También hay un extenso artículo de
Luis Solera Selvi -mi alter ego- titulado "La N-611, de calzada romana a Camino
Real", con muchas fotos de puentes y que publicó la revista del Ministerio
de Fomento en su número 666 de fecha noviembre 2016.
Cómo llegar. Para los viajeros con prisas les recomiendo la autovía A-67
(Burgos-Santander) que deberán seguir hasta el PK 88 tomando la salida hacia
Alar del Rey que conecta con la carretera provincial P-223 que a su vez, tiene
salida a la nacional N-611 y que aboca directamente a nuestro puente. Un
periplo más interesante es el que marca el viejo camino real actualmente
carretera nacional bajo matrícula N-611 que deberemos seguir hasta el PK 89,460
para o bien aparcar junto al monumento a los piragüistas o cruzar nuestro
puente para dejar el coche en algún lugar y acercarnos luego a contemplar este
bello puente y el río Pisuerga.
Fotografía tomada en los años 50 del siglo XX desde aguas arriba centrándose desde el tercer arco en adelante hacia la derecha. Archivo Biblioteca Digital de Castilla y León.
Fotografía de los años 50 del siglo XX tomada desde aguas abajo del río. Archivo Biblioteca Digital de Castilla y León. Obsérvese en el muro de la derecha uno de los carteles de propaganda de Nitratos de Chile en azulejo vidriado que se empezaron a colocar a la entrada de nuestros pueblos desde los años 40 del siglo XX. Me sorprende que haya desaparecido y no será porque se haya caído pues estaban bien aglutinados a los muros o tapias donde se exhibían. Seguro que un espabilado arrampló con él en algún descuido de los parroquianos del pueblo o bien, decidió desmontarlo el propietario de la casa y muro donde se ubicaba, empresario dedicado durante muchos años a la comercialización de estos abonos. Sería interesante que se repusiera en su lugar histórico.
Expongo un par de fotos de un cartel de Nitratos de Chile semejante al que hubo en Alar del Rey, perfectamente conservado y que se encuentra en la localidad palentina de Villasarracino. Tomas de fecha 30.06.2016.
Postal de Ediciones Mazuelas probablemente de finales de los años 50 del siglo XX.
Expongo un par de fotos de un cartel de Nitratos de Chile semejante al que hubo en Alar del Rey, perfectamente conservado y que se encuentra en la localidad palentina de Villasarracino. Tomas de fecha 30.06.2016.
Postal de Ediciones Mazuelas probablemente de finales de los años 50 del siglo XX.
Panorámica del pueblo con nuestro puente poco visible por la arboleda. Se trata de una postal comercializada en los años 50 del siglo por Ediciones Sicilia de Zaragoza.
Imagen parcial de una postal editada en 1968 por Ediciones ARTFI de Alicante.
Descenso del Pisuerga, 15.08.1972. Fotograma del NODO dedicado a Palencia. Filmoteca Española. TVE.es
Toma de fecha 07.01.1988. Panorámica donde se observa el primer arco del puente de margen izquierda y el estado natural de esa ribera cuando todavía no se había ajardinado. Incluso la vía hacia El Soto era de tierra.
Toma del puente desde aguas abajo con fecha 26.08.2010. Se puede observar que el cartel de Nitratos de Chile ya no existe.
En el verano de 2012 se procedió a adecentar el tablero recomponiendo el adoquinado, aceras y repintado las balaustradas. Operarios de conservación de carreteras de la Junta de Castilla y León.
Toma del puente desde aguas arriba en fecha 30.10.2013
Dos tomas del puente desde aguas arriba el día del descenso internacional de piraguas con fecha 15.08.2014
Tomas del puente en fecha 20.02.2015
ESTUDIO FOTOGRÁFICO DEL PUENTE REALIZADO CON FECHA 26.02.2015
TOMAS DESDE AGUAS ARRIBA:
Toma del puente desde aguas arriba en fecha 30.10.2013
Dos tomas del puente desde aguas arriba el día del descenso internacional de piraguas con fecha 15.08.2014
Tomas del puente en fecha 20.02.2015
ESTUDIO FOTOGRÁFICO DEL PUENTE REALIZADO CON FECHA 26.02.2015
TOMAS DESDE AGUAS ARRIBA:
TOMAS DESDE AGUAS ABAJO
DETALLES DE ALGUNAS BÓVEDAS
TOMAS DEL TABLERO
Conjunto de fotos realizadas con fecha 26.02.2015
Medidor de caudales en un espolón de aguas abajo en toma de fecha 12.06.2015
Nueva actuación en el firme del tablero en fecha 12.11.2015 con imprimaciones de resinas bajo el adoquinado para evitar filtraciones hacia bóvedas. Obra que llevó a cabo la empresa Hormigones Garrido. Foto de El Diario Palentino.
Tanda de fotos de fecha 25.12.2015. En esa Navidad visité el puente donde realicé tomas generales para observar el mínimo caudal que llevaba el río Pisuerga para ser invierno al tiempo que hacía tomas de detalle de elementos de la estructura que se encontraban en mal estado y que se deberían arreglar.
Tomas de fecha 15.06.2018. Imágenes en un día luminoso de finales de primavera donde se puede observar el exceso de vegetación que medra en los muros del puente y que perjudica el asiento de los propios sillares y sombreretes de tajamares o espolones. También el deterioro de alguna bóveda por humedades y eflorescencias.
Toma de fecha 13.07.2018. Imagen plena donde se captan los 8 arcos del puente y comparándola con la primera foto de la serie de los años 50 del siglo XX podemos observar los diferentes cambios del paisaje al fondo a la derecha de la foto.
Impresionante crecida del río Pisuerga a su paso por el puente en toma desde aguas arriba del diario ABC de fecha 20.12.2018
Otra fotografía de la crecida, en este caso casi sin visionar el puente pero también en toma desde aguas arriba y que exhibe el muro de facebook Descubre Alar.
Flora de ribera veraniega que medra junto al puente en aguas arriba. En este caso, plantas de Salicaria (Lythrum salicaria L. Lythraceae). Toma de fecha 18.08.2014
En pleno invierno, quizás una de las primeras plantas que florece es ésta, junto a la escalinata de troncos de madera en aguas abajo. Verónica, Verónica pérsica (Veronica Persica Poir. Scrophulariaceae). Toma de fecha 26.02.2015
DETALLES DE ALGUNAS BÓVEDAS
TOMAS DEL TABLERO
Conjunto de fotos realizadas con fecha 26.02.2015
Medidor de caudales en un espolón de aguas abajo en toma de fecha 12.06.2015
Nueva actuación en el firme del tablero en fecha 12.11.2015 con imprimaciones de resinas bajo el adoquinado para evitar filtraciones hacia bóvedas. Obra que llevó a cabo la empresa Hormigones Garrido. Foto de El Diario Palentino.
Tanda de fotos de fecha 25.12.2015. En esa Navidad visité el puente donde realicé tomas generales para observar el mínimo caudal que llevaba el río Pisuerga para ser invierno al tiempo que hacía tomas de detalle de elementos de la estructura que se encontraban en mal estado y que se deberían arreglar.
Tomas de fecha 15.06.2018. Imágenes en un día luminoso de finales de primavera donde se puede observar el exceso de vegetación que medra en los muros del puente y que perjudica el asiento de los propios sillares y sombreretes de tajamares o espolones. También el deterioro de alguna bóveda por humedades y eflorescencias.
Toma de fecha 13.07.2018. Imagen plena donde se captan los 8 arcos del puente y comparándola con la primera foto de la serie de los años 50 del siglo XX podemos observar los diferentes cambios del paisaje al fondo a la derecha de la foto.
Impresionante crecida del río Pisuerga a su paso por el puente en toma desde aguas arriba del diario ABC de fecha 20.12.2018
Otra fotografía de la crecida, en este caso casi sin visionar el puente pero también en toma desde aguas arriba y que exhibe el muro de facebook Descubre Alar.
Fotos cuyo autor desconozco mandadas por whatsapp en fecha 02.01.2021 con excelentes tomas nocturnas y los mojones que rehabilité hace años en primer plano.
Flora de ribera veraniega que medra junto al puente en aguas arriba. En este caso, plantas de Salicaria (Lythrum salicaria L. Lythraceae). Toma de fecha 18.08.2014
En pleno invierno, quizás una de las primeras plantas que florece es ésta, junto a la escalinata de troncos de madera en aguas abajo. Verónica, Verónica pérsica (Veronica Persica Poir. Scrophulariaceae). Toma de fecha 26.02.2015
Arbusto en flor que crece junto a la cabecera derecha del puente en lado aguas arriba. Se trata de la conocida Baya de la nieve o Perlas de la Virgen (Symphoricarpos albus L. Caprifoliaceae) en toma de fecha 16.08.2020.
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