PONTÓN FERROVIARIO. LÍNEA QUINTANILLA-BARRUELO
QUINTANILLA DE LAS TORRES. Palencia
N-611a PK 113,150
Esta obra pontonera, muy semejante al puente contiguo de la línea
férrea Palencia-Santander, tiene también su propia historia en el campo
ferroviario peninsular que viene de antiguo. Tengo entendido que la primera
concesión para un ferrocarril entre las Minas de Orbó (Barruelo) y
Quintanilla de la Torres, como un nuevo ramal de la línea Alar-Santander fue
solicitada en 1856 por el empresario Santos Gandarias. Se diseña siguiendo la
abertura o zócalo que hace sobre estas tierras el propio río Rubagón y su
cometido sería casi en exclusividad el transporte de carbón desde los pozos de
Barruelo de Santullán, Orbó y otros pueblos hulleros del entorno. En el año
1858 se autoriza la concesión incluso para el transporte de viajeros y
mercancías varias, ratificada por Ley de fecha 19.12.1859. Lo cierto es que su
propiedad y explotación paso por muchas manos, desde la Sociedad General del
Crédito Mobiliario Español hasta Ferrocarriles del Norte, e incluso fue
propiedad de la estatal RENFE, siempre teniendo en consideración que para que
fuera rentable se debería controlar la sociedad hullera "Minas de
Barruelo".
Respecto a esta línea
ferroviaria, el insigne cartógrafo e ingeniero Francisco Coello de Portugal
Quesada, dedicó algunas líneas al proyecto en marcha y quedó reflejado en su amplia obra titulada "Proyecto de las líneas generales de navegación y
ferro-carriles en la Península Española", página 281, obra editada en
Madrid en el año 1835 y que reproduzco a continuación: Otro ramal más importante sin duda, es el que se ha proyectado empalmar
con la línea Alar-Santander en Quintanilla de las Torres, a 24 kilómetros de
Alar del Rey, o sea, a 443 kilómetros de Madrid, para ligar con este punto las
minas de carbón de Orbó y Barruelo. Este ferro-carril, que comprende 42,500
kilómetros, sigue todas las orillas del río Rubagón, pasando cerca de Nestar,
Villavega, Cillamayor y Porquera de Santullán hasta Barruelo. Su desnivel total
es de 133 metros y la mayor pendiente es de cerca de 17 por 1000, la cual no es
de ningún modo excesiva para un ramal exclusivamente carbonífero y que ha de
ser servido por caballerías.
En sus
orígenes, el carbón de Barruelo era transportado a lomo de caballerías hasta
Aguilar de Campoo, imponiéndose en cuanto se pudo la construcción del
ferrocarril, cuya primera propuesta de establecimiento se debe al ingeniero
Arturo de Marcoartu Morales que lo proyectó entre Aguilar de Campoó y Vergaño
con un coste de 3.900.000 reales, llegando a ser aprobado el proyecto por el
Gobierno, aunque su promotor perdiera la concesión. Hacia el año 1863 se
estudia otra autorización sobre un proyecto de ferrocarril de vía ancha (1674
milímetros) promovida por Jacinto Gandalaviar desde Quintanilla de las Torres
hasta Orbó, junto a Barruelo de Santullán y que parece que entró en
funcionamiento en el año 1864. Este ferrocarril y sus minas, como ya he
indicado, fueron transferidos a Ferrocarriles del Norte (La Norte) en 1875 y
hacia el año 1926 cambiaron nuevamente de propietario entre los que se
encontraba el Banco Hispano Colonial.
Su diseño
definitivo e incluso su electrificación posterior llevaba el siguiente trayecto a lo
largo de aproximadamente 13 kilómetros: Quintanilla de las Torres, Cillamayor,
Porquera de Santullán y Barruelo de Santullán, en el PK 12,957. En el año 1.941
pasó a ser gestionada por la "Comisión administrativa de valores
ferroviarios", en tanto que Renfe, al ir transformando la tracción de
vapor a diésel y eléctrica, perdió su interés en las instalaciones de Barruelo,
pasando las explotaciones de Barruelo y Orbó al grupo de Hulleras
Vasco-Leonesas, que presentaron un expediente de crisis en 1967 cerrando el
último pozo en 1970, pasando finalmente a propiedad de Altos Hornos de Vizcaya,
que no llegó a explotarlas hasta que finalmente las adquirió, en 1980, la
sociedad "Hullas de Barruelo, S.A." que las explotó a cielo abierto,
sin necesidad de utilizar el ferrocarril, quedando suprimido el tráfico el 1 de
Enero de 1985, según dictó el Real Decreto de 30.09.1984.
Con fecha
29.11.2007 se firmó en el ayuntamiento de Barruelo de Santullán un convenio
entre el “Centro de Estudios Históricos del Ferrocarril Español”, la sociedad
“Compañía General de Ferrocarriles Turísticos S.A.“ y la Consejeria de Cultura
y Turismo de la Junta de Castilla y León para la formación y creación de un
ferrocarril turístico conocido como Tren Turístico Montaña Palentina que
debería aprovechar algunas de las instalaciones de la vieja línea hullera pero
no tengo constancia de que se haya puesto en funcionamiento.
Características actuales de la obra. Se trata de
un paso superior que presta servicio a la carretera N-611 (ahora travesía o
variante N-611a) y que pertenece a la línea ferroviaria Quintanilla de las
Torres-Barruelo de Santullán, abandonada desde el año 1985 aunque, ciertamente,
se hicieron pruebas y pequeños recorridos desde la estación de la citada
Barruelo hace pocos años. Es obra civil ferroviaria muy semejante a la contigua
de la línea Palencia-Santander y si podemos conjeturar que el pontón de esta
última se pudo construir hacia el año 1857, la línea hullera de la que
tratamos, pudo construir esta obra hacia el año 1864.
Tiene una
longitud de 25 metros y una anchura de tablero de 10 metros. Amplios y gruesos
estribos que se clavan en los zócalos o trincheras previamente excavadas para
la línea y un bello y cuidado vano en arco escarzano a 1/6 de círculo con luz
de aproximadamente 9 metros. Muros de estribos del tipo baluarte, más anchos en la base y
bóveda ligeramente retranqueada.
Lo más
llamativo de estas obras pontoneras ferroviarias es la singularidad de su
aparejo. Frentes y muros interiores de la bóveda a base de sillería amplia,
regular, volumétricamente idéntica (al menos, hasta línea de salmeres), pesada,
bien dispuesta en hiladas perfectas con la cara vista lisa, ligeramente picada
con bujarda fina. La zona alta, desde los arranques del arco hasta rasante, se
cubre con sillería más estrecha pero de larga soga, muy bien dispuesta. Son
diseños de puentes estandarizados y que, se supone, no se construyen para el
decoro u observación de cualquier visitante y, sin embargo, son bellos,
armoniosos y decorativos. Pero, desde mi punto de vista, lo que siempre llama
más la atención de estos puentes o pontones ferroviarios es la solución que se
suele dar a la bóveda, especialmente a las roscas exteriores o boquillas.
Dovelaje profundo, de largo tizón y contrapeado que robustece la consistencia
de las roscas y una estereotomía muy trabajada ya sobre plano con las piezas
justas, perfectamente cortadas y canteadas que marcan la geometría concreta de
un arco muy abierto y el artificio a base de dovelas pentagonales (boquillas estrelladas) perfectas que
casan con la horizontalidad de las hiladas que cierran el conjunto. Otra característica interesante es la de la cantería utilizada en los ángulos rectos que forman los baluartes (muros oblicuos) y el retranqueo de la bóveda donde se tallan sillares de larga soga en piezas únicas adaptadas a la longitud de lados de estos ángulos en un trabajo de gran precisión.
En general,
la fábrica es de piedra arenisca, muy erosionada por la polución del hollín de
los carbones y las humedades del medio ambiente, especialmente en la bóveda. No
descarto reposiciones de piezas a base de piedra artificial aunque de excelente
calidad. Por el interior de la bóveda discurren los soportes de las catenarias con
cableado colgando y en ambas caras existen viseras de chapa que
protegerían los cables además de otros herrajes que tendrían alguna utilidad para
los empleados de los convoyes que cruzaban el puente.
Sobre la
bóveda una imposta gruesa, sobresaliente y con cara vista picada en perfecta disposición
y que soporta los fuertes y pesados pretiles a base de ortostatos de caliza de
buena talla y colocación con una altura de 1,20 metros y cierto abocinamiento
hacia cabeceras que se rematan en su canto superior con un tallado convexo,
imitando la albardilla o pasamos. La cubierta se cubre con capa de hormigón
asfáltico y señalización horizontal blanca que marcan los bordes ya que carece de viales peatonales. El
tablero es ligeramente a dos aguas para evacuar mejor las aguas de lluvia. La
circulación de vehículos es cruzada y no existen limitaciones en cuanto a MMA.
En cabeceras se clavan los carteles reglamentarios de la línea a la que
pertenece, en este caso, f.f.c.c. Quintanilla-Barruelo. El puente se encuentra muy
cerca de la estación del pueblo de Quintanilla de las Torres. Su estado de
mantenimiento es óptimo aunque sería deseable que se eliminaran herrajes
oxidados que ya no tienen ninguna función, cables y un tubo metálico de otro cableado
en lado creciente que ya no cumple ninguna utilidad. Como reliquia patrimonial
industrial y en cara creciente del puente subsiste un armario de hierro con
viejos componentes eléctricos (resistencias, bobinas y una batería) que instaló
en 1.968 la empresa Dimetal, S.A. aunque fabricados por Westinghouse Brake
& Signal, Company Limited de Londres, según información de una placa de
registro.
Para
saber más. Quizás es Juan Peris Tornes, que administra la web
euroferroviarios quien aporta más información sobre esta línea. Normalmente,
las webs o blogs especializados en materia ferroviaria suelen omitir
informaciones sobre la pontonería de las líneas que tratan y ésta no iba a ser
menos. No obstante, existe cierta confusión en cuanto a los datos históricos
sobre esta legendaria línea hullera y hasta la web de referencia sobre
ferrocarriles, como es Spanishrailway, tiene el temario sobre esta línea
bloqueado, supongo que a la espera de definirse en algunos datos aportados. La
Wikipedia también nos aporta datos sobre la línea. El periódico Leonnoticias,
en su edición de fecha 23.10.2016 aporta un artículo interesante sobre este
trayecto así como El Diario Palentino en su edición de fecha 27.07.2014 que
informa sobre el ambicioso proyecto de rehabilitar este precioso trayecto por
la Montaña Palentina. También en la entrada de este blog para el puente de la línea Palencia-Santander se aportan muchos enlaces de interés.
Cómo llegar.
La vía rápida más cercana es la A-67 aunque con salida algo lejana hasta
nuestro destino. Se deberá abandonar en el PK 103 (entorno de Camesa de
Valdivia) para seguir por la nacional N-627 (Burgos-Aguilar de Campoo) por el W
y en la citada Aguilar de Campoo incorporarnos a la nacional N-611 en dirección
N hasta su PK 112 donde nos desviaremos por la variante N-611a hasta
Quintanilla de las Torres y nuestro puente ferroviario (el primero de los tres
que cruza la carretera en este pueblo). Siempre aconsejaré correr -desde
cualquier punto más o menos cercano- la carretera nacional N-611 (Venta de
Baños-Santander) que, además de que nos lleva hasta este destino, nos impregna
de ese espíritu rutero, paisajístico, cultural y patrimonial propio de una vieja
calzada real de diseño clasicista y donde podremos ver y admirar una variada
muestra de la pontonería histórica.
Enlaces a los otros dos puentes de Quintanilla de las Torres:
Puente carretero sobre el río Camesa
Pontón ferroviario de la línea Palencia-Santander
Tanda de fotos de fecha 24.02.2019
Enlaces a los otros dos puentes de Quintanilla de las Torres:
Puente carretero sobre el río Camesa
Pontón ferroviario de la línea Palencia-Santander
Tanda de fotos de fecha 24.02.2019
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