BUSDONGO DE ARBAS. León
LÍNEA FFCC DE LEÓN A GIJÓN PK 52,762
N-630 PK 92,390 (desvío camino agrario)
Nos encontramos con otro de los ejemplos de
ingeniería ferroviaria de época que aunque diseñe y construya una modesta
estructura perdida entre las faldas de la montaña en un ámbito rural profundo y
aislado, sigue las pautas del buen hacer canteríl hasta en los pequeños
detalles.
Excelente obra de fábrica ya sea en el tipo y
labra de esta roca caliza, su disposición y cuidado en la cara vista de la
sillería y talla geométrica para que enlace o conjugue bien en todas sus
partes, ya sea en aletas, tímpanos, rosca externa y bóveda, todo ello en lo que
atañe a la parte de la alcantarilla original ya que en su cara S o aguas arriba
del arroyo se ha añadido un pegote de hormigón que distorsiona completamente
esa entrada.
La estructura original tenía una profundidad de
7,50 metros que cubría ampliamente la línea de carriles y andenes siendo la luz
de la bóveda de cañón de 2,20 metros. Parece que era estrecha por lo visto así
que se procedió al recrecido de esta obra hasta los 12 metros actuales para lo
que se prolongó la bóveda con una sección adintelada y abertura en aletas con
hormigones cutres que ha desfigurado algunos restos de la boquilla en arco y
las aletas anejas de piedra.
La obra original, al igual que esta sección de la
línea ferroviaria, se puede datar en el último tercio del siglo XIX. El añadido
es moderno, quizás se realizó en los años 70 del siglo XX para dar servicio a
un viejo camino carretero que tras cruzar las vías por el paso a nivel sin
barreras cercano cambiaba el sentido para volver a cruzar el arroyo y dirigirse
hacia el camino real, ahora N-630, cruzando un vado natural del río Bernesga.
Estas exigencias del camino rural obligaba a la
compañía ferroviaria a levantar o sustituir un viejo pontón, probablemente de
madera que existía en ese punto. De la vetusta obra quizás quedan los estribos
de sillería mal escuadrada y mampostería en seco y los plintos donde apoyaban
los tablones o celosía de maderamen. La obra actual es netamente de raíz
ferroviaria utilizando restos de material fijo, habitual en muchos apaños que
ingeniaban estas compañías de ferrocarril. Sobre los estribos viejos se añaden
camas a base de grandes tarugos de madera que amortiguan las posibles
vibraciones sobre los que se apoyan diferentes vigas de acero (railes de FC) en
sentido longitudinal así como traviesas viejas de madera de roble también del
FC cubriendo la superficie con un firme a base de arenas y piedra machacada de
los balastos habituales, completando un digno puente que durante muchos años
prestaría un servicio importante a los ganaderos y agricultores de esta zona de
Busdongo. Esta vía de tierra parece abandonada aunque subsisten algunas rodadas
antiguas de tractores y otro tipo de vehículos agrarios.
Todo lo referente a la historia de esta línea
ferroviaria, vicisitudes, compañías y técnicos involucrados así como fuentes y
bibliografía al respecto se puede consultar en las entradas del blog para el
Puente de Vega de Gordón, Puente de Santa Lucía o Puente del Tueiro, todos
ellos sobre el río Bernesga.
Mi intención al revisar el periplo del viejo
camino real, ahora carretera nacional N-630, en su tramo entre León y la raya
de Asturias, era descubrir todo tipo de obras pontoneras ya fuere sobre el
propio río Bernesga o sobre sus variados afluentes en la cuenca media y alta de
este río. Me acerqué a esta pequeña sección de la carretera buscando posibles
puentecillos pero no existen ya que el viejo camino real sortea el Bernesga
aunque se ciñe a su cauce profundo por lo que se diseñan altas manguardias de
mampostería junto al camino que lo protegen de la propia erosión fluvial y
posibles desprendimientos de la calzada, daños que habitualmente se han
producido incluso en la nueva vía nacional y que en estos momentos se están
reparando o afianzando como muros-pantalla de hormigón armado donde la
corriente choca directamente con los taludes carreteriles.
Ciertamente, subsisten pequeños tramos de estas
manguardias aunque con lienzos en estado ruinoso. También el viejo camino con
firme de macadam y luego con aglomerado asfáltico es aún visible en retazos
aunque cada vez más comido por la vegetación de cunetas. Aquella acentuada
curva del diseño carreteril barroco o
clasicista se ha sustituido por otra más suave y holgada de radio por lo que ha
sido menester construir dos puentes para salvar el río Bernesga en un pequeño
sector de la calzada moderna de aproximadamente 170 metros de longitud.
Son obras sin importancia o relevancia pero que
las he contemplado al visitar aquel antiguo sector del camino real. El primero
se encuentra en el PK 92,343 y se halla muy tapado por la vegetación y arbolado
del entorno. Cubre 16 metros de profundidad equivalente a los 10 metros del
ancho de la calzada y el resto un talud anejo de roca en aguas abajo. Dispone
de un arco escarzano de unos 8/9 metros de luz en una construcción completa en
hormigón armado probablemente realizada en los años 70 del siglo XX. El segundo
es más raro pues parece que ha sufrido varios recrecidos. Está situado en el PK
92,480 y al igual que el anterior es obra en hormigón armado con fraguado in
situ según se observa en las marcas del maderamen de las cerchas. Dispone
de un vano escarzano de 10/12 metros de luz, aletas y hasta defensas en ambas
cabeceras a modo de pretiles. La longitud de su bóveda es amplia al coger la
propia curva que hace en ese punto la calzada por lo que llega hasta 34 metros que salva la anchura ordinaria de
los 10 metros de la calzada y arcenes así como dos terrazas en ambas cabeceras
por donde pasan antiguos caminos de labranza.
Todo lo relativo al viejo camino real leonés se
puede consultar en los puentes carreteros que he subido al blog, especialmente
el de Vega de Gordón, el del Tornero o el de Puente de Alba.
Tanda de fotos de fecha 13.09.2021 en secuencia de tomas desde aguas arriba, aguas abajo, tablero y tramos de la carretera vieja.
Hierbabuena o Menta romana (Mentha spicata L. Labiatae).
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