TORRE DEL BIERZO. León
LE-106 PK 6 y N-VI PK 352 y 356
Se trata de una obra civil sin encanto alguno -aunque
muy útil- que traigo a colación porque forma parte del paisaje rural y fluvial
de este pueblo ya que cuesta abstraerse de esta estructura cuando se visita el
vetusto e histórico puente anejo y aunque uno no quiera fotografiarlo, ahí
estará siempre, incordiando la impronta del puente protagonista. Es un error
habitual en la ingeniería, colocar el puente nuevo junto a la obra vieja e
incluso en obras civiles que son auténtico patrimonio cultural español, es
frecuente encontrarnos con el puente nuevo que se ha adosado prácticamente al
viejo, desfigurando su impronta, panorámica y fotografiado.
No obstante, hay que señalar que esta obra ha
servido para descargar de fatiga y presiones al ancestral puente medieval que algunos
historiadores califican como de origen romano.
La estructura es horrible aunque práctica y no sé
si todavía se basaba en los viejos catálogos de puentes, quizás el de José
Manuel Zafra Esteban de 1921 aunque difieren bastante las secciones de vigas y
otros pormenores. Como ignoro por completo la época de su levantamiento
aventuraré que se pudo construir en los años 60 del siglo XX.
Tiene una longitud total incluyendo estribos de 33
metros y un vuelo libre sobre cauce de 20 metros. Su posición es esviada con
respecto al cauce y dispone de un solo vano adintelado. Se conforma sobre la
base de dos plintos de hormigón armado sobre los que apoya el tablero que se
compone de 6 vigas de sección en T con un canto de 1,50 metros. Sobre vigas se
dispone la solera o losa, probablemente también de hormigón armado, todo ello
con un encofrado sencillo que parece in situ. Esta losa recta y de canto
constante sí recuerda la normativa del catálogo de Zafra, o incluso a los
modelos de Peña Boeuf.
El tablero tiene una anchura regular de 10 metros
lo que indica que incluso podría ser de realización más moderna. Dispone de
calzada de doble sentido, bordillos, amplias aceras y sencillas barandillas
metálicas con montantes empotrados en el hormigón de las impostas y en témpanos
de hormigón algo historiados en los extremos.
Obviamente su estado técnico será incuestionable
pero presenta humedades, suciedad y hasta matojos que crecen entre las rendijas
de los cantos del tablero. La obra se acompaña de varios metros de muros de
encauzamiento recubiertos de mampostería aunque en aguas arriba forman una
especie de aleta de hormigón. El enraizamiento de algunos árboles en aguas
arriba deben estar perjudicando estas manguardias antiguas.
Tanda de fotos de fecha 12.02.2020
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