PUENTE DE HIERRO SOBRE EL RÍO ESLA
LÍNEA FFCC PALENCIA-A CORUÑA PK 107,052
ENTRE LOS T.M. DE PALANQUINOS Y VEGA DE INFANZONES
LE-6611 PK 1,670
En algún punto del relato comenté que nuestro puente tuvo una duración limitada -aunque cercana al siglo- como obra ferroviaria. En 1925 se sustituyó el sistema de vigas de celosía por otro del tipo Pratt en acero y en 1948 se reconvierte en puente carretero ya que con un nuevo proyecto para esta línea, entre Palanquinos y León se rediseña la doble vía para lo que se construye en 1946 un nuevo puente de hormigón que sería el que prestaría servicio a la línea. En aquellos momento sería la RENFE la que cede propiedad y uso de esta obra a la Diputación de León que readapta la estructura a la de puente carretero para la comunicación entre los pueblos aledaños, especialmente entre Palanquinos y Vega de Infanzones.
Esta espléndida estructura
pontonera tiene una ubicación un tanto difusa pues si bien es cierto que
geográfica y administrativamente pertenece al puebluco de Palanquinos, dentro
del término municipal de Villanueva de las Manzanas, quizás por la dimensión, cercanía o mejor
acceso, da la impresión que está en el territorio del pueblo de Vega de
Infanzones, punto desde el que accedí en su día para llegar al puente. Esta
amplia paramera situada en la zona central oriental de la provincia de León
pertenece a la comarca del Esla-Campos y ese es precisamente el concepto:
tierras fecundadas por el gran río que también modifica su paisaje y curso con
las habituales avenidas e inundaciones que fertilizan los campos y donde se
administran sus aguas por medio de un laberinto de acequias y cuérnagos y, por
otra parte, su histórica pertenencia al amplio territorio de Tierra de Campos
con páramos hasta el horizonte donde por tradición se ha cultivado el cereal
aunque, evidentemente, esto haya cambiado mucho en la actualidad con un creciente
predominio de regadío. No hay nada más en lontananza y hasta puede ser duro y
asfixiante el recorrido por estos andurriales para un lobo cazador de puentes
porque el paisaje en su conjunto, es también un erial, un canto a la monotonía
que sólo se rompe cuando nos acercamos al ancho cauce del río Esla donde
siempre hay sorpresas y que en este caso, se acumulan por la presencia de
larguísimas estructuras artificiales, obra humana que tiende puentes y hace
camino aunque en este caso sea camino de hierro. Existen aquí tres puentes, a
tiro de piedra, casi visibles en conjunto, de variable estructura y fábrica que
desde hace siglo y medio fueron colonizando lentamente el espacio rural donde
se encuentran y podemos decir que aunque modificaron el paisaje natural del
entorno, ya es inevitable incorporarlos al mismo. El silencio en la paramera
juega con el rumor de las aguas del Esla y con cierto runrún de lentos
vehículos que cruzan el puente de hierro, el traqueteo metálico que produce a
su paso un largo tren de mercancías por el puente viejo o los modernos zumbidos
que se forman cuando un ALVIA rompe el aire y cruza la novísima estructura de
hormigón allí mismo. Pero no sólo se modificó el paisaje -aquí no importa
mucho- sino que también se modificó el uso de las estructuras artificiales pues
aunque creemos que son invariables, no es el caso. La primera obra, la de
hierro forjado y carriles de acero se modificó y tras un siglo de historia se
hizo puente carretero y ahí sigue, abriendo sus brazos para que el viajero
cruce al ancho cauce del Esla sin problema alguno. La novedosa arquitectura del
puente de hormigón con espectaculares arcos escarzanos que se abren para tragar
las aguas del río e incluso para llegar antes a las suaves orillas fue también
y durante un tiempo, la obra señera de este camino de hierro por el que pasaba
todo, mercancías, bienes de equipo, minerales y población, mucha población de
toda índole. Llegó lo novísimo, la expresión de la nueva ingeniería ferroviaria
y desde hace muy poco, nació otra estructura grisácea, puro hormigón pretensado
recto y aristado que se prolonga hasta 700 metros y no sólo salva el río sino
que vuela sobre las amplias terrazas fluviales y adyacentes al propio cauce
deslizándose sobre otros carriles y traviesas más silenciosas y es el camino
obligado de los nuevos y rápidos convoyes..., ahí lo dejo.
Quizás lo de adjudicar esta
obra de hierro a Palanquinos tiene sentido pues además de la cuestión
topográfica de lindes y términos de tierras, este puebluco tiene vitola ferroviaria.
A él se alude con frecuencia en las viejas informaciones sobre la línea
proyectada de Palencia-Astorga, de Palencia-Ponferrada o de Palencia-A Coruña
-tanto monta-, aquel ambicioso proyecto de Ferrocarriles del Noroeste pero
también su estación fue importante punto de encuentro y distribución de los
llamados Ferrocarriles Secundarios de Castilla, trenes que desde aquí y por una
amplia red de vía métrica se llegaban hasta pueblos y ciudades de Zamora,
Palencia, León o Valladolid.
Parte de la historia de la
línea ferroviaria Palencia-A Coruña así como de sus vicisitudes, sus proyectos,
los ingenieros involucrados, características y tiempos de construcción ya han
sido relatados en mis artículos sobre el Puente de Nistal de la Vega, el de Codornillos o el de Sahagún. En este caso y debido a que el proyecto y construcción de nuestro puente fue un auténtico reto para los constructores de este tramo de la línea, aportaré
algunos datos más específicos del asunto.
Siguiendo en parte la
información que facilitó el que fue ingeniero-jefe de la obra durante un
tiempo, Eduardo Saavedra Moragas, así como otras alusiones al puente por parte
de Eugenio Barrón Avignon o Charles Lucas, sabemos que dentro del trayecto,
estaría ubicado en el PK 107,052 -distancia desde la estación de Palencia- y
que su construcción se terminó en 1863. La estación de Palanquinos se ubica en
el PK 104,817 de la línea. Se dice que nuestro puente tenía una longitud de entre 297 y 300
metros, constituidos por 3 secciones de vigas de aproximadamente 99 metros de
longitud cada una -una vez ensambladas- con apoyos en ambas cabeceras de las
mismas así como otros intermedios y en estribos produciendo 9 vanos de 33
metros de luz cada uno. Aunque este tipo de proyecto de puentes de hierro en
celosía muy tupida (enrejada) es propia de Saavedra, en este caso, el diseño
definitivo corrió a cargo del ingeniero francés Alphonse Oudry y la
construcción de la estructura fue obra de Lloyds, Foster and Company de la
localidad inglesa de Wednesbury. Los ensamblajes de perfiles y su cosido se
hacía desde la localidad de Palencia y el propio Saavedra relata los difíciles
periplos del transporte por vía férrea de estos bloques o secciones de vigas
por las nuevas vías, incluso cruzando puentes provisionales al efecto, hasta
que en este caso, se llegaba al punto de destino, situado a 106 o 107
kilómetros del origen y manteniendo velocidades regulares de 20 kilómetros a la
hora para que la carga, en vagones especialmente diseñados para ello por Oudry,
llegara sin daños o desperfectos y así, poder seguir construyendo el puente. En
los primeros transportes y sobre vagones más ligeros y frágiles, las
velocidades medias eran de 12 kilómetros a la hora, e incluso en muchos
momentos, no sobrepasaban los 7 kilómetros a la hora. Dado que las 3 vigas de
diseño eran excesivamente largas para el transporte desde origen, se seccionan
en 6 largas piezas de aproximadamente 50 metros de longitud y peso de 84
toneladas cada una, salvo la última, que pesaba 90 toneladas y en uno de los
relatos de Saavedra se dice: [...] Con fecha
03.09.1863 después de haber llegado a León la vía, pasando las máquinas sobre
el puente provisional, se condujo el primer trozo. El segundo se colocó el día
6, el tercero el día 8, entre los días 9 y 10 se colocaron los trozos 4 y 5 y
el día 12 se puso el último. Para estas operaciones se precisó la asistencia de
varios ingenieros de toda clase y categoría. A partir del día 16 comenzó el tránsito de
trenes aunque no en servicio regular pues esto se demoró hasta noviembre [...].
La ingeniería del época se mostró tan orgullosa de esta gesta constructiva que
el Cuerpo de Ingenieros de Caminos propició que se llevaran algunos ejemplos
gráficos y maquetas de la obra a las famosas exposiciones universales de París
en los años 1867 y 1878 según refieren los ya citados Barrón o Lucas.
A este respecto quiero sacar
algunos apuntes del propio Charles Lucas, a la sazón arquitecto subinspector de
la ciudad de París cuando se celebró la Expo y que en un artículo firmado en la
Gaceta de fecha 22.12.1867 que reproduce la ROP del año 1868, tomo I, nos
describe con cierto detalle algunos logros de la ingeniería decimonónica
española con gran entusiasmo. Titula el artículo como "España en la
Exposición Universal de 1867" y añade un subtitulo o cita que mola: Omnia vincit labor improbus. Además del
éxito -al parecer- de nuestro pabellón, enumera la serie de atlas, planos,
fotos, modelos y memorias sobre nuestras obras públicas y aunque hace una
referencia mínima a nuestro puente, también desgrana actuaciones de mérito como
pueden ser el Canal de Isabel II o el de Urgel. También abunda en la
composición, administración y organización del cuerpo funcionarial de
ingenieros de caminos españoles y su escuela. Cita muchos proyectos de caminos
y carreteras peninsulares, no sólo la famosa Carretera de Las Cabrillas. Alude
a un variado modelo de puentes entre los que se encuentra el Puente de Prado en
Valladolid o el de Grado sobre el río Cinca además de algunos otros colgados.
Respecto a las estructuras ferroviarias, diferentes proyectos de líneas y
algunos puentes señeros como el de Guarrizas, Menjibar, Alcolea, el del río
Guadalete o el de San Pedro. Muchos túneles, como el de Guadarrama, varios
puertos, centrándose en el del Musel o la amplia colección de faros que se
estaban levantando en nuestras costas, especialmente el de la Isla de Buda
junto a la desembocadura del río Ebro proyectado por Lucio del Valle. En definitiva, una auténtica radiografía
de la obra pública española del momento que -para un lector curioso como este
lobo- es didáctica e interesante. Mucho de lo proyectado o de lo construido por
aquellas fechas tiene que ver con otra noticia a pie de página en este tomo de
la ROP: La composición del consejo de redacción de la ROP para el año 1868
estará compuesta por Eusebio Page como presidente del consejo y como vocales
redactores figurarán Eduardo Saavedra, Gabriel Rodríguez, José Echegaray,
Rogelio Inchaurrandieta y Manuel Pardo, históricos ingenieros, con mucha obra
pública y docencia a sus espaldas y que, evidentemente, influyeron en que
durante medio siglo progresara adecuadamente la obra pública en España. Sé que
también había otros técnicos de mérito, como Pablo Alzola, pero el asunto lo
dejo ahí...
Respecto a la vía copio
textualmente lo que nos contaba Saavedra: El
sistema de carriles empleado es el conocido de Vignolles, de 35 kilógramos de
peso por metro lineal. Las traviesas se han colocado a 90 centímetros unas de
otras y son de roble de excelente calidad, tienen 2,65 metros de longitud y
20x13 centímetros de sección. Gran parte de ellas son del país de León. Las
tablillas de junta tiene 4 pernos y dos tornillos por traviesa. El balasto, de
50 centímetros de altura, se ha obtenido de las balasteras que hay cerca de
Palencia, Sahagún y Mansilla. En los páramos y otros puntos se ha llevado de
préstamo. La longitud ordinaria de los carriles es de 6,30 metros. El peso de
un par de tablillas es de 6,50 kilógramos, el de 4 pernos es de 1,18 kilógramos
y el de 2 tornillos es de 530 gramos.
Una vieja e interesante referencia al puente y a la irregularidad del cauce del Esla en este punto la hace Ricardo Becerro de Bengoa en su libro titulado "De Palencia a La Coruña", editado en 1883 en la ciudad de Palencia: [...] Al llegar el tren al Esla -
a 788 metros sobre el nivel del mar- pasa un gran puente de hierro de 9 tramos,
de 33 metros cada uno, y el viajero contempla la ancha extensión de aquel río sin orillas, con escaso caudal, que deja un gran islote en medio de sus dos
brazos durante el invierno, pero que se convierte en un mar, que inunda toda la
vega y cubre a menudo la vía férrea, durante las épocas de fuertes temporales [...]
En algún punto del relato comenté que nuestro puente tuvo una duración limitada -aunque cercana al siglo- como obra ferroviaria. En 1925 se sustituyó el sistema de vigas de celosía por otro del tipo Pratt en acero y en 1948 se reconvierte en puente carretero ya que con un nuevo proyecto para esta línea, entre Palanquinos y León se rediseña la doble vía para lo que se construye en 1946 un nuevo puente de hormigón que sería el que prestaría servicio a la línea. En aquellos momento sería la RENFE la que cede propiedad y uso de esta obra a la Diputación de León que readapta la estructura a la de puente carretero para la comunicación entre los pueblos aledaños, especialmente entre Palanquinos y Vega de Infanzones.
Características actuales de
la obra. Se trata de un puente viga
de tablero inferior con una longitud aproximada de 319 metros incluyendo
estribos. La estructura se forma con vigas de acero trianguladas del tipo Pratt
que se ensamblan por tramos: 3 vigas de aproximadamente 33,30 metros forman una
sección. En total, dispone de 3 secciones semejantes por lo que su longitud
total es de 300 metros. Los apoyo exteriores se producen en estribos y el resto
del vuelo sobre 8 pilas intermedias. Las pilas son del tipo tabique con cantos
semicilíndricos que hacen las veces de tajamares-espolones y tienen un grosor
de 2,45 metros cada una. Los 9 vanos adintelados que produce la obra tienen
luces semejantes de 30,55 metros. Para ajustarnos bien a su longitud total deberemos de saber que los estribos miden 8 metros cada uno y que la holgura o separación entre los tramos de las tres secciones de vigas es de 1,30 y 1 metro, respectivamente.
El ancho total de la
estructura es de 6,40 metros de los que 5,20 metros corresponden a la viga
propiamente entre bordes de cordones y 1,20 metros como vial peatonal en vuelo.
La plataforma de rodadura -calzada- tiene una anchura neta de 4,20 metros. La
altura entre cordones es de 3,50 metros y los bastidores de las diagonales
tienen una longitud de 3,30 metros.
Como en todos los casos de
puentes de esta tipología, la estructura se construye a base de laminados de
acero que conforman diferentes secciones ya sea en plancha, perfiles en doble
T, en I o en L y pletinas de variado calibre que, debidamente unidas con chapas intermedias o sobrepuestas a base
de cartabones, platabandas, cubrejuntas, conectores de alma, barras o forros de
chapa y otros elementos se unen o fijan en conjunto a base de un meticuloso
cosido con roblones de acero en caliente quedando la estructura plenamente fija
aunque con resistencias adecuadas a tracciones,
tensiones y flexiones. Es una auténtica maravilla el mapa de puntos de
fijación por medio de estos roblones, remaches y en algunos casos, pernos de tornillería
de tuerca, evitando cualquier punto de soldadura, como se haría en la
actualidad.
En este caso, las vigas se
conforman sobre la base de dos cordones o largueros, uno superior y otro
inferior que se solidarizan por medio de palastros verticales y diagonales
(bastidores) y en la cara inferior una serie de jácenas longitudinales y
traviesas que refuerzan los cordones inferiores. Quizás, la peculiaridad de
estas vigas es que se añade un arriostramiento en estos cordones inferiores a
base de perfiles en T con cruzamiento formando cruces de San Andrés. El apoyo
de las vigas sobre pilas y estribos se hace por medio de rótulas con eje
central oscilante.
La flecha o altura del
puente desde rasante hasta hipotética lámina de aguas oscila mucho con respecto
a cada vano debido a las colmataciones en las terrazas medias del cauce por lo
que hay tramos donde puede llegar a 3,50 metros y otros no sobrepasan la altura
de dos metros. Desde una zona más o menos central del tablero y en lado aguas
abajo existe una pequeña escalinata de hormigón para acceder a una terraza
interior del río aunque le faltan peldaños. También existe una vía de tierra que pasa bajo el primer y tercer vano (cabecera derecha) que nos permite ver el puente por su intradós e incluso acercarnos al puente de hormigón que sustituyó a éste como obra ferroviaria.
Lo que queda de la
estructura original es la fábrica. Amplios y fuertes estribos forrados de
sillería de caliza bien trabajada, de buena escuadría aunque volumen variado
que, en general presenta cara vista picada y en otros casos averrugada. En sus
esquinazos se adorna con piezas o aristones sobresalientes y también dispone a
nivel decorativo de gruesas cornisas en relieve sobre los plintos donde apoya
la estructura metálica. El trabajo de pilas es muy semejante: grandes sillares
de cara vista picada o averrugada, excelente trabajo de cantería en el
redondeado de sus cantos, hiladas plenamente horizontales y un remate en altura
a base de una cornisa o arquitrabe en relieve con bisel inferior cóncavo a
modo de escocia y dos platabandas superiores en escalón.
El vial peatonal es de chapa
de acero galvanizado antideslizante que probablemente sustituye a uno anterior
de madera y como protección dos barandillas de acero a base de palastros
verticales de sección en T y tres líneas de cordones longitudinales; esta
estructura vial se apoya sobre una serie de tornapuntas de acero fijadas al
larguero anejo, el de aguas arriba y a los propios palastros de la viga por
medio de pasadores soldados a la misma, probablemente en alguna intervención de
los años 60 del siglo XX. También en su situación original y como una primicia,
se clavaron una serie de postes de madera sobre pilas que portaban seis cables
para los primeros telégrafos de época. En algunas fotos de los años 80 del
siglo XX todavía estaban presentes.
La cubierta actual renovada
se compone de una serie de losas de hormigón armado transversales sobre las que
se asienta una fina capa de aglomerado asfáltico. En esta reforma también se
actuó sobre una pila, añadiendo una serie de mampuestos junto a la base y sobre
el tajamar con un mortero de cemento que queda muy grosero. Se han repuesto
muchas juntas de la sillería, se han fijado piezas sueltas y entiendo que
también se han retocado algunas rótulas, incorporando planchas de neopreno y
almohadillas de algún tipo de cemento plástico. También se ha debido actuar
sobre las oxidaciones y se ha repintado toda la estructura. En la actualidad,
existe una señal de tráfico provisional con limitación de velocidad a 30
Kms/hora. El tráfico es en sentido alterno, teniendo preferencia de paso los
vehículos que acceden por su cabecera derecha (desde aguas arriba) y no existen
señales de limitación por MMA o anchura de ejes.
La estructura es oblicua con
respecto a la perpendicular actual del cauce del río Esla y sus aguas regulares
-salvo crecidas- se canalizan a través del último vano (noveno desde aguas
arriba y contando desde margen izquierdo) aunque son frecuentes los
encharcamientos por crecidas en los dos primeros vanos. Respecto a su estado,
parece que se encuentra en forma aunque siempre hay que intervenir en los
aspectos de mantenimiento. Quizás, de haberle prestado más atención a este
auténtico monumento de la ingeniería del hierro no se hubiera deteriorado
sorpresivamente cuando se tuvo que cerrar unos días en diciembre de 2011 por
riesgo de desprendimientos y donde la actuación de reparos afectó a la holgura
entre vigas, probablemente a las juntas de dilatación y las losas de hormigón contiguas.
En este erial donde subsiste
nuestro puente no hay nada más. Por supuesto que no existen carteles que
señalicen la obra civil histórica ni tampoco hay clavado por ningún sitio un
panel informativo sobre la historia y vicisitudes del puente. Si pese a la
persistencia, como decía al principio, de ser la propia estructura la que se ha
integrado en el paisaje a fuerza del propio tiempo, el humano, la sociedad
civil y más concretamente los entes públicos y administrativos que deberían
velar por la conjunción del hierro o de lo artificioso con la naturaleza y su
paisaje, no se deciden a ejecutar un mínimo proyecto en el entorno del puente es
que seguimos miopes ante la valoración patrimonial de la obra pública o
industrial. No creo que sea muy gravoso diseñar en las cabeceras del puente un
pequeño parque con jardines, bancos y un mínimo equipamiento de aparcamiento,
papeleras, una fuente y algo de arbolado con paseos que atraiga al visitante y
además, se pueda observar una conjunción más o menos perfecta entre la fría
geometría de una obra de estas características, la naturaleza del entorno y el
río Esla visible. Eso se llama también paisaje y en este caso, debemos
modelarlo para que el observador, visitante o turista se sienta cómodo y pueda
apreciar su belleza.
Para saber más. "Catálogo de puentes de León anteriores a 1936", obra
auspiciada y promovida por José Antonio Fernández Ordoñez desde su cátedra de Estética de la
Ingeniería de la ETSICCP de la UPM donde coordinaron esta trabajo Tomás Abad
Balboa y Pilar Chías Navarro con la inestimable colaboración de un nutrido
grupo de estudiantes de la Escuela, destacando en los referente a las obras
civiles de León durante los años 1984 y 1988 Carmen Andrés, Rafael Castejón,
Pablo Otaola, Julio Suances, Consolación Pérez Alda y Ana San Salvador del
Valle Zarrabeitia. Las referencias en la ROP para este asunto se comentan en
los siguientes número aunque seguro que me dejo alguno en el olvido: ROP año 1863
tomo 14, donde se hace referencia al transporte de vigas aunque se centra más
en el puente sobre el río Cea. Año 1863 tomo 19 también atañe a las estructuras
y transporte de vigas en artículo firmado por Saavedra en Palencia con fecha
15.09.1863. Año 1863 tomo 23, con amplio artículo de Eugenio Barrón relativo al
sector del trayecto Palencia-León con explicaciones sobre obras de explanación,
obras de fábrica en general, puentes, estaciones, casillas de peones y otras
misceláneas. Año 1865 tomo I, con explicaciones sobre el transporte de vigas de
la sección León-Astorga con detalle sobre el puente sobre el Órbigo. Año 1865
tomo IV, donde se explican los sistemas de vías para el sector León-Astorga.
Año 1866 tomo IX, con información del sector León-Astorga sobre dimensión de
vías y características de raíles y traviesas. Otras fuentes que refleja el
Catálogo de puentes de León aluden al corpus del Cuerpo Nacional de Ingenieros
de Caminos. Exposición Universal de París del año 1878 bajo el título
"Catálogo de los objetos referentes a Obras Públicas en España, página 46.
También el "Itinerario Descriptivo Militar" en referencia al
itinerario nº 1180,tomo IV, páginas 330 y ss. También los documentos de la
memoria titulada "Línea Palencia a La Coruña, doble vía de Palanquinos a
León" en cuanto al proyecto de variante con motivo de la construcción de
un nuevo puente sobre el río Esla, PK
107,052 de fecha 17.05.1944 que está depositado en el AGA, Obras Públicas,
cajas 11473 y 332. La obra titulada "Cien años del ferrocarril en España
1848-1948" conmemorando el primer centenario de los trenes en España, obra
de varios autores editada por Magisterio Español de Madrid y donde fijaremos la
atención en el tomo III páginas 64/68 sobre puentes de Casimiro Juanes. Existe
un trabajo verdaderamente interesante de José Ramón Navarro Vera titulado
"El puente moderno en España, 1850-1950", tomo I editado por la
Fundación Juanelo Turriano en 2001 que aunque no trata este puente ni lo cita
en su clasificación de grandes celosías de puente de ferrocarril en España,
entiendo que por olvido o desconocimiento de la obra, se debe consultar este
trabajo de investigación pues nos aporta mucha información técnica sobre el
hierro y el acero como material estructural así como proyectos y tipologías de esta
clase de puentes, especialmente entre las páginas 33 y 75 del citado tomo I. Respecto a internet, quizás
el blog más interesante sea el de León Olvidado que además de
nuestro puente, reivindica y difunde una buena colección de estructuras
metálicas en territorio leonés. En Diario de León en su edición de fecha
13.12.2011 además de aportar la noticia de su cierre por desprendimientos, la
periodista Pilar Infiesta nos informa sobre determinados aspectos de la
historia de este puente, cosa poco habitual en los contenidos periodísticos
sobre el tema. El blog de campocity nos aporta datos e imágenes de la crecida
de fecha 02.04.2014.
Cómo llegar. La vía rápida más cercana a nuestro puente es la A-231 (Burgos-León)
desde donde tomaremos la salida 10 para seguir hacia el N por la provincial
LE-502 y tras cruzar un puente sobre el FFCC junto a un enorme silo, dentro del
término de Palanquinos, tomaremos hacia el W la carretera local LE-6611 -dirección
Vega de Infanzones- que nos llevará directamente hasta el puente sobre el río
Esla. Otra vía rápida aunque más lejana
es la A-66 con salida en el PK 160 para seguir por la LE-6511, cruzar la
nacional N-630 y seguir por la LE-5518 en un sentido N/NE hasta alcanzar la ya
citada LE-6611 donde hacia la derecha en sentido S/SE llegaremos hasta el
puente. Desde la ciudad de León, conviene tomar hacia el S la mítica nacional
N-630 (Vía de la Plata) o la LE-11 hasta su enlace con la A-231 para seguir el
mismo periplo indicado al principio del párrafo. Para el mejor conocimiento de
esta amplia paramera y siempre desde León, para llegar al puente, lo
obtendremos si viajamos por carreteras locales o vecinales como pueden ser la
LE-5516 y LE-5518, ambas a cada lado del río Bernesga y que nos permitirán
conocer otros puentes interesante sobre este río antes de su desembocadura en
el Esla. La posición exacta de nuestro puente, como ya indico en cabecera de
artículo, es la de la carretera LE-6611 en su PK 1,670, desde Vega de
Infanzones.
Instantánea tomada entre los años 1940 y 1950 por Francisco Miranda (La Gafa de Oro), óptico y fotógrafo instalado en León. Gran parte de su archivo gráfico lo depositó su mujer en el Archivo Digital de la Junta de Castilla y León. En la imagen, tomada con una gran crecida del río Esla, también se aprecia a la derecha el histórico puente ferroviario que sustituyo en su servicio al puente de vigas en celosía.
Dibujos de algunas secciones del puente en alzado y planta que figuran en el "Catálogo de puentes de León anteriores a 1936".
Fotografía de nuestro puente que exhibe el "Catálogo de puentes de León" y que probablemente se tomaron entre los años 1985 y 1987.
Imagen del puente, probablemente del año 2012 que mostraba la web institucional de la C.H.D. dedicada al Patrimonio Hidráulico del Duero y que, desgraciadamente, han eliminado de internet. Era una web muy interesante aunque en proceso de ampliación pero la han eliminado y debería justificar el motivo que a mi, me parece inexplicable pues afecta al ámbito divulgativo de los puentes que lleva esta Confederación y,por extensión, a los puentes históricos del país.
Una de las varias imágenes del puente, probablemente del año 2014, que exhibe el interesante blog de León Olvidado que administran -o administraban- Antonio Juarez y María Gómez.
Estado del tablero del puente en tomas de fecha 01.09.2014
Dos fotos de detalle del puente, especialmente el refuerzo de una de las pilas, en tomas del año 2015 que subió Solita Tolocalpa a la web de Ver Pueblos.
Tanda de fotos de fecha 19.06.2017
Gran puente, que recuerdo con gran cariño, cuando durante mi niñez viajábamos en el famoso tren Xanghai desde Barcelona hasta León. Asomado en la ventanilla, veía al majestuoso río Esla, como aviso de que estábamos próximos a finalizar el viaje. Me llamaba mucho la atención el agua verde azulada del Esla.
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