PUENTE DE MARÍA CRISTINA SOBRE EL RÍO URUMEA
SAN SEBASTIÁN
Es conocido como Tercer Puente, Puente
de la Estación o Puente de la Renfe, aunque ciertamente se le bautiza como
Puente de María Cristina en deferencia a María Cristina de Habsburgo-Lorena,
esposa del difunto rey Alfonso XII y asidua veraneante de San Sebastián. La
obra fue inaugura el 20.01.1905 -festividad de San Sebastián- cuando ya reinada por mayoría de edad, el hijo
de la citada, Alfonso XIII y entre los asistentes se encontraban el ingeniero
municipal Marcelo Sarasola, que perteneció al jurado para evaluar la obra
premiada así como José Goicoa Bazcaiztegui, arquitecto municipal de San
Sebastián por aquellas fechas.
Quizás, los orígenes de estos bellos
puentes sobre el río Urumea están en el cuidadoso proyecto de ensanche de la
ciudad de San Sebastián que toma forma en el año 1867 debido a la intervención
de Antonio Cortázar Gorria. Arquitecto de profesión, trabajó como auxiliar
facultativo a las ordenes del ingeniero-jefe Manuel Peironcely y llegó a ser
nombrado director de Caminos de Guipúzcoa en el año 1863. Además de proyectar
numerosas carreteras en la provincia y diseñar el Ensanche de San Sebastián,
realizó el contiguo puente de Santa Catalina en el río Urumea. El segundo
ensanche de la ciudad también lo proyectó él entre los años 1873 y 1882. Los
ensanches relativos a Los Arenales y el Barrio de Gros o Zurriola son más
modernos pues datan del año 1894 y son obra del arquitecto José Goicoa
Bazcaiztegui en colaboración con Nemesio Barriocanal, punto donde se enclava y
da servicio el puente del Kursaal y se construye el muro de encauzamiento del
río en su margen izquierda al tiempo que se intentan eliminar los viejos pasos
de madera sobre el río. De hecho, nuestro puente sustituye a la pasarela
provisional de madera construida en el año 1893 y que daba servicio a las
comunicaciones hacia el casco viejo de San Sebastián. El día anterior a la
inauguración del puente se prohíbe el tránsito por la misma y posteriormente
será desmontada.
Lo más clarividente del proyecto,
características y limitaciones lo encontramos en las condiciones del concurso
convocado para su adjudicación y que recoge perfectamente la ROP del año 1904
en su tomo 33 de cuyo artículo extraigo estos párrafos: [...] El material resistente de los arcos
debe ser de sillería, sillarejo o de hormigón armado desechándose el hierro y
el acero. La decoración y aspecto deben ser ricos y monumentales advirtiéndose
que si se adopta en cemento armado, habrá de quedar completamente oculto en los
paramentos principales y recubierto con azulejo, mármol y otro elemento
decorativo.
Se fija como límite de presupuesto la cantidad de 500.000.-
pesetas sin contar los gastos de cimentación que han de costearse directamente
por el Ayuntamiento. Se deja en libertad a los autores para firmar los estudios
o presentarlos por el sistema de lemas y pliegos, fijándose el plazo para su
entrega en dos meses, que expira el
15.11.1903.
Según se dice, causó asombro la suma de inteligencia y de
trabajo que han realizado los autores de estos proyectos, algunos presentados
con hermosas acuarelas y gran lujo de detalles y otros, constituyendo unas
memorias con gran alarde de ciencia y dominio que revelan las teorías de la
mecánica aplicada a las construcciones.
El programa exigía con claridad la condición esencial de la
belleza a fin de que resulte un puente rico, monumental y grandioso en su
aspecto, a diferencia de lo que se venía haciendo por las administraciones
municipales en la mayoría de las capitales de provincias donde predominaba el
ahorro, el mal gusto y la penuria de medios.
Se presentaron 14 trabajos diferentes con lema o autor de
cada proyecto, materiales principales, número de arcos, luces, flechas,
rebajamientos, situación de los arranques respecto de la pleamar equinoccial,
espesor de pilas y apariencia de estribos, espesor de arcos en clave y
arranques, plazo señalado para su construcción, presupuesto y otros pormenores.
El proyecto número 6 es el presentado por José Eugenio Ribera
Dutaste con la colaboración del arquitecto Julio María Martínez-Zapata Rodríguez
que muestran un puente con 3 arcos escarzanos rebajados a 1/11,4 y con 24
metros de luz cada uno, ejecutados en hormigón armado en su cuerpo y con
sillería en sus frentes. Pavimento horizontal a la altura del paseo y los
arranques de los arcos penetran 0,44 metros en agua en momentos de pleamares
equinocciales. Los cálculos de las vigas principales se han ejecutado por el
método gráfico de las líneas de presiones de Mery y las demás, se han calculado
analíticamente. Se añaden pliegos de condiciones y el presupuesto se divide en
dos partidas: puente propiamente dicho por importe de 378.694,50 pesetas y
decoración con dos arcos de entrada por importe de 120.340.- pesetas.
Estudiados concienzudamente todos los proyectos, este
Tribunal otorga el primer premio al proyecto presentado por el ingeniero José
Eugenio Ribera y el arquitecto Julio María Martínez-Zapata. Entre otros
atributos de la obra se cita el detalle de los arranques de las pilas,
decoradas con la proa de una nave y sus remos como alegoría de la tradición
euskera marinera así como el coronamiento con lujosa balaustrada en relieve y
los candelabros, consiguiendo excelentes proporciones, formas y aspecto
ornamental de la obra.
Las bases del concurso también exigían que se notificara en
el plazo de 15 días el nombre del contratista responsable de la obra que, en
este caso, recaía en la propia empresa de Ribera, esto es, Compañía de
Construcciones Hidráulicas y Civiles.
Los vocales del jurado opinan que se debe suprimir del
proyecto los arcos de triunfo en cada cabecera, reemplazándolos por unos
obeliscos semejantes a los del puente de Alejandro III en París, lo cual,
también reduciría el coste final de la obra. Por cierto, el primer precio tenía
también una cuantía económica para su autor, fijada en 5.000.- pesetas.
El segundo premio tenía una cuantía económica de 3.000.-
pesetas y se concedió al proyecto presentado por Laurak-Bat, muy semejante al
del propio Ribera. Firman en Bilbao a 5 de diciembre de 1.903 los componentes
del jurado, Pablo de Alzola, Evaristo de Churruca, Enrique Gadea, Recaredo
Uhagón y Marcelo Sarasola. (ROP 31.03.1904. tomo 33) [...]. Los costes de la obra fueron financiados por la Caja de Ahorros Municipal
de San Sebastián con un préstamo a 100 años sin interés.
Quizás, existe cierta
confusión con esta segunda obra premiada a Laurak-Bat. La Wikipedia y algunos
estudios sobre el puente de María Cristina adjudican el diseño decorativo al
arquitecto Antonio Palacios Ramilo pero no es así. Palacios, en colaboración
con Joaquín Otamendi Machimbarrena y con el escultor Ángel García Díaz
participan en el concurso y son los que obtienen el citado segundo premio, pero
cuya obra no se ejecutó. También con este proyecto obtuvieron la segunda
medalla en la Exposición Nacional de Bellas Artes del año 1904.
Características
de la obra: Tiene una
longitud de 88 metros y consta de 3 arcos escarzanos con rebajamiento al 1/11
de círculo construidos en hormigón armado con diafragmas longitudinales y
rasante horizontal. Las luces libres de los vanos son de 24 metros cada uno. Las
bóvedas de hormigón de 70 centímetros de espesor en arranques y de 60
centímetros en la clave están reforzadas por 13 vigas armadas en doble T dispuestas de acuerdo con la patente de
Ribera, aplicada en los puentes del Golbardo, Ganzo y en una coetánea bóveda de
35 metros de luz construida para el acueducto del Chorro en Málaga por el
ingeniero Werner. Las pilas de hormigón están revestidas de sillería y piedra
artificial.
Se
prescinde de los arcos monumentales en las cabeceras pero se incorporan 4
obeliscos con estatuas en los ensanches de estribos a base de una bóveda sobre
3 basamentos que permiten la circulación peatonal bajo ellos. Estos monumentos,
que recuerdan a los del puente de Alejandro III en París, tiene una altura de
18 metros y están coronados por grupos escultóricos con figuras ecuestres que
son obra del escultor madrileño Ángel García Díaz, habitual colaborador de
Martínez-Zapata. Los trabajos de moldes y fundición de estatuaria y balaustradas se hicieron en la empresa madrileña Fundiciones de Hierro Francisco Iglesias. Este recurso historicista lo modificará drásticamente Ribera en
el puente del Kursaal donde aplica obeliscos luminosos sobre pilas con un
carácter quizás, más modernista. También se rematan los cantos de las pilas
centrales con proas de barcos a modo de tajamares como auténticas esculturas
que flotan en las láminas de aguas. Suelen ser habituales las críticas a estos
modelos recargados y eclécticos por parte del propio Ribera años después,
aduciendo que se trataban de proyectos de principios del siglo XX, muy
superados, cuando en los felices años 20 daba clases en la Escuela de Caminos
de Madrid y señalaba que la propia evolución del gusto arquitectónico
justificaba las críticas a su propio proyecto redactado en el año 1903.
También
resulta novedoso la aplicación de piedra artificial en paramentos y bóvedas
aunque siempre con una cuidada preparación de la piedra muy machacada, los
finos áridos con los que se mezclaba y el cemento aglutinante, consiguiendo
pigmentaciones muy logradas que hacen dificultosa su diferenciación con piedras
areniscas o calizas naturales.
El puente
se construyó en el plazo récord de poco más de seis meses, quedando concluido
en 1904. Es probable que su firme original fuera de adoquinado, como se aprecia en las fotografías de época.
En los años ochenta, ante el deterioro que al parecer
se apreciaba en el puente, el Ayuntamiento encarga su rehabilitación
a los ingenieros Arenas, Alonso y Pantaleón. El estudio de
Juan José Arenas de Pablo, un ingeniero al que debe
reconocérsele una culta sensibilidad en el desempeño de su profesión, opta
por realizar una modificación radical en la concepción estructural y una intervención
mimética en lo decorativo que logra mantener su apariencia y el espíritu del
lugar, pero que obviamente no impide que hoy debamos hablar de un puente
distinto del construido por Ribera en 1904. Según sus propias palabras: «Se demolieron las viejas bóvedas y se
sustituyeron por un conjunto de quince arcos-tímpano (cinco por cada
vano) pre-fabricados en hormigón armado. De esta manera se logró un
tablero de sección celular, mucho menos pesado» (Líneas de verdad, 2002,
15). El 20 de enero de 1985, ochenta años después de su apertura, el puente es
reinaugurado. También se tuvo que
enfrentar el equipo de Arenas con la reforma del Puente de Valencia de Don Juan
sobre el río Esla en 1990, otra obra original y paradigmática de Ribera que espero subir pronto a este blog pues ya lo visité en junio del año 2017.
A este respecto, copio
algunas opiniones de Arenas de Pablo que parten del problema con las cimbras
que Ribera intentaba resolver mediante armaduras rígidas, que no dejaban de ser
auténticas cimbras de acero pero embebidas en el hormigón y Arenas comenta: Hay casos en los que estas armaduras internas
han funcionado correctamente, colaborando con el hormigón que las envuelve en
la resistencia frente a esfuerzos de sobrecarga pero, en otros, como el caso
del Puente de María Cristina no, porque esas armaduras fueron la causa de la
ruina de sus bóvedas que tuvimos la oportunidad de reconstruir en 1983. El
puente que construyó Ribera era en el plano estructural realmente simple: tres
aberturas iguales con bóvedas macizas de 24 metros de luz rematadas por un
conjunto de tabiques delgados longitudinales sobre los que apoya la losa
superior, también de hormigón, que constituye el forjado o piso. O sea, tras la
experiencia de un puente tan ligero como el de Golbardo, cuyas vibraciones en
la prueba de cargas le resultaban molestas a Ribera pasa aquí a bóvedas macizas
y rigidizadas por todo un sistema de tabiques longitudinales. Lo hace porque es
un puente urbano y que además llevará la pesada carga de su profusa decoración,
con pilas dotadas de bellas proas y coronadas por balconadas, en la artística barandilla
y en las monumentales farolas en cuyo diseño intervino Benlliure, rematado todo
ello por los cuatro pórticos de entrada al puente, las mayólicas doradas con
figuras de dragones, los remos en bajorrelieve, las cabezas de monstruos
mitológicos haciendo el papel de canetes de las cornisas.../... Ribera no sólo
utilizó el hormigón para las pilas y las bóvedas pues la misma cimentación fue
resuelta como suma de pilotes de hormigón armado, prefabricados e hincados con
martinete en el lecho de arena del Urumea. Parte de la decoración del puente
también se realizó a base de hormigón o derivados, imitando el mármol o al
azulejo. Lo cierto es que al ingeniero Arenas de Pablo le gustó más el
Puente del Kursaal, levantado por Ribera en 1918 y del que dice: Por su perfecta inserción en la trama urbana
y en el paisaje terrestre y marítimo de esta ciudad, constituye un ejemplo de
extraordinario valor. El puente ofrece unas proporciones geométricas que, más
que estructura, es aire y llega a parecer calle o avenida sobre el río; avenida
serena y reposada que se instala quietamente sobre el Urumea. (Textos que
copio del libro de Juan José Arenas titulado "Caminos en el aire",
páginas 974 a 980 donde, además de tratar estos puentes, analiza con
profundidad la rotunda figura personal y profesional de José Eugenio Ribera).
El Diario Vasco en su
edición de fecha 04.06.2018 recoge una nueva intervención en nuestro puente,
básicamente de limpieza y mantenimiento cuyo texto es el siguiente: [...] La Junta de Gobierno del Ayuntamiento de San
Sebastián aprobará este martes el proyecto de ejecución de las obras de
restauración y limpieza de los elementos ornamentales del puente de María
Cristina. El teniente de alcalde de San Sebastián, Ernesto Gasco, ha asegurado
que «ha llegado el momento de un lavado de cara para que el puente quede
espectacular» y ha avanzado que la restauración comenzará antes de acabar el
año. La intervención consistirá en una restauración de los elementos
decorativos y escultóricos del puente «bajo la premisa de un respeto
absoluto al patrimonio existente, evitando cualquier tipo de alteración». El
presupuesto de la intervención es de 761.259 euros y está previsto
que la semana que viene pase por Mesa de Contratación y el concurso de obra
pueda quedar aprobado a mediados de este mes de junio. La previsión sería
iniciar los trabajos en torno a la primera quincena de noviembre. En concreto, se va a actuar en los cuatro obeliscos que
se encuentran en ambos extremos. Se trata de obeliscos formados por una bóveda
asentada sobre tres elementos, que permiten el paso de personas en todos los
sentidos. La base es de piedra caliza y el cuerpo central de hormigón revestido
con sillares de piedra artificial. Cada obelisco incluye elementos decorativos
dorados, elementos cerámicos, de vidrio, farolas y esculturas ecuestres que
rematan el conjunto. La restauración consistirá en la limpieza mecánica de
sales, polvo, suciedad y excrementos de ave, aplicación de tratamientos
biocidas, arreglo y sellado de elementos constructivos, reparación de
grietas y fisuras. Se sanearán y repintarán los obeliscos en color ocre, los
elementos decorativos de color dorado, se limpiarán y arreglarán los escudos de
cerámica, así como los ojos de cristal que incluyen el nombre del puente y las
farolas que están en la zona superior. Gasco ha detallado que también se va a actuar en los estribos
del puente que incluyen una figura ornamental. Se intervendrá en los
balconcillos que incluyen una farola con «angelotes», en las cerámicas con
dragones de los tímpanos, en el barandado con numerosas formas,
fundamentalmente cabezas de dragón, y farolas rematadas por dragones. El
proyecto de restauración ha sido redactado por José Luis Larrañaga Odriozola,
licenciado en Bellas Artes en la especialidad de restauración, bajo la
supervisión de las restauradoras del Museo San Telmo [...]
Para saber más: Resulta básico y muy ilustrativo el artículo de la ROP sobre el concurso
convocado por el Ayuntamiento de San Sebastián, publicado en el año 1904, tomo
XXXIII. También se hacen algunas referencias y se ponen fotos en el manual docente
elaborado por el propio José Eugenio Ribera Dutaste titulado "Puentes de
fábrica y hormigón armado" editado por Gráficas Barragán de Madrid en el
año 1925. El libro titulado "Caminos en el aire: Los puentes", volumen II, obra de Juan José Arenas de Pablo, editado en el año 2002 por el CICCP. La revista del viejo MOPU en su monográfico "Guía de los
puentes de España" con el número 345 de fecha julio-agosto de 1987 le
dedica atención y exhibe alguna foto del puente en el artículo de Gloria Otero
bajo el título "Puentes del siglo XX. De la utopía a la rutina". En
el libro "Antonio Palacios, constructor de Madrid", de varios
autores, editado por el Círculo de Bellas Artes de Madrid, en noviembre del año
2001 coincidiendo con una exposición sobre este arquitecto, se recoge
información precisa que aclaran las imprecisiones divulgadas en cuanto a la
autoría de este puente. José Ramón Navarro Vera también se refiere a esta
estructura en su libro "El puente moderno en España entre los años 1850 y
1950", tomo II, editado por la Fundación Juanelo Turriano en el año 2001
donde trata las obras en hormigón y la tradición y modernidad en la cultura
estética de los ingenieros del momento. También el libro "Puentes arco en
España", editado por el CEDEX en el año 2012 le dedica ficha en página
52. La revista del Ministerio de Fomento y Medio Ambiente número 466 de fecha julio-agosto del año 1998 se ocupa de él en el monográfico titulado "España 1898, Ingeniería, Arquitectura y Obra Pública". El CICCP organizó una exposición sobre Ribera de la que se se hizo eco el ingeniero José Antonio Fernández Ordoñez montando un artículo para El País con fecha 03.06.1982 donde además de las referencias a este puente nos hace una completa historia de la vida y obra del insigne Ribera Dutaste. En internet existen variadas entradas sobre el tema, algunas con errores
pero que añado sus enlaces porque tienen cierto interés y en algunos blogs se
detallan los puentes más significativos sobre el río Urumea en esta ciudad. La
Wikipedia, Academia-Edu., Artedemadrid sobre el escultor Ángel García,
Sansebastianturismo.com, piensaenunlugar, aunamendi o elcuaderonoviajero. La
web del CEHOPU-CEDEX también lo tiene en cuenta. La web de Arenas y Asociados
hace un buen despliegue fotográfico de su actuación en 1985 y por último, el
Diario Vasco nos informa sobre la renovación y limpieza que se efectuará en
este puente a lo largo del año 2018.
Se intenta seguir un orden cronológico en el soporte gráfico.
Puente de madera sobre el río Urumea construido en 1893 que permaneció en vigor hasta el año 1904, fecha en la que se pone en servicio el Puente de María Cristina.
Tres fotos de los dibujos del proyecto de Ribera de 1903, incluyendo los arcos de triunfo en ambas cabeceras. Figuran en la ROP del año 1904.
Acuarela que probablemente formaba parte de la memoria del proyecto pues como se anunciaba en el concurso se podían aportar también dibujos y acuarelas de los proyectos presentados. En este caso, sería del año 1903 y probablemente la hizo el arquitecto Martínez-Zapata o alguien de su equipo. Biblioteca Fundación Juanelo Turriano.
Dibujo de alzado del puente según el proyecto que consiguió el segundo premio, con el lema Laurak-Bat que se corresponde con el pliego cerrado propuesto por Palacios-Otamendi de 1903.
Vieja imagen del recibimiento real en el puente con fecha 20.01.1905
Postal del puente probablemente tomada tras su inauguración, en el año 1905
Tres fotografías que se exhiben en el manual docente de José Eugenio Ribera titulado "Puentes de fábrica y hormigón armado" y aunque sin fecha, deberemos pensar que se corresponden con el año de su inauguración en 1905.
Postal del puente hacia el año 1913
Postal de Ediciones Galarza, probablemente del año 1917 tomada de los fondos de Todocoleccion.net
Otra postal de Ediciones Galarza, seguramente de los años 20 del siglo XX tomada de los fondos fotográficos de Todocolección.net
Postal de Ediciones Galarza de nuestro puente en toma probablemente de los años 20/25 del siglo XX que tienen los fondos fotográficos de Todocolección.net
Fotografía de los años 50 del siglo XX del que desconozco autor y origen.
Fotografía del puente y del propio Ribera con la cabecera del artículo sobre el tema que escribió JAFO (José Antonio Fernández Ordóñez) para El País en la edición de fecha 03.06.1982.
Serie de fotografías de distintas fases del proceso de remodelación del puente durante los años 1985 y 1986 que he tomado de la web corporativa de Arenas y Asociados.
Dibujo de Antonio Aragüez Vela de nuestro puente para la revista del MOPU ya citada anteriormente, probablemente realizado en 1986/1987.
Maqueta del puente de María Cristina que figura en el museo virtual del CEDEX.
Dos fotografías, probablemente tomadas hacia el año 2000 y que figuran en el libro "El puente moderno en España entre 1850 y 1950", obra de José Ramón Navarro Vera.
Dos fotografías, probablemente tomadas hacia el año 2000 y que figuran en el libro "El puente moderno en España entre 1850 y 1950", obra de José Ramón Navarro Vera.
Tanda de fotos realizadas con fecha 29.10.2009
Dos interesantes fotografías de detalle de una farola, tomadas en 2014 y que figuran en el blog pieenunlugar.com
Fotografía del año 2015 de Wolfgang Pehlemann.
Dos interesantes fotografías de detalle de una farola, tomadas en 2014 y que figuran en el blog pieenunlugar.com
Fotografía del año 2015 de Wolfgang Pehlemann.
Ilustración del donostiarra Juan Álvarez realizada en el año 2015.
Fotografía reciente aunque sin fecha ni autor tomada de Internet donde se muestra un buen detalle de la balaustrada y la alegoría de un tímpano.
Fotografía de Google View realizada en el año 2016
Interesante dibujo estampado en vinilo decorativo ejecutado en 2016 que tomo de internet ignorando su autor.
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