PUENTE VIEJO SOBRE EL
RÍO CARRIÓN
GUARDO. Palencia
CL-626 PK 174 Y 179
GUARDO. Palencia
Está situado sobre el antiguo camino real que accedía a los puertos cántabros y asturianos desde la ladera sur del Sistema Cantábrico, denominado actualmente Eje Subcantábrico. Hay constancia de que en el medievo fue un gran paso de ganado merino y punto de acceso hacia Asturias, Valdeburón y Liébana de arrieros, carreteros y reateros que llevaban harinas y vinos procedentes de Castilla para su exportación a ultramar.
Las primeras
referencias apuntan a un puente de tablero de madera -como en la mayoría de los
casos- que apoyaba en 4 machones de piedra hincados en el lecho del río, dos de
ellos como estribos y otros dos centrales que permitían tres vanos adintelados
que puede que alcanzaran los 15 metros de luces cada uno.
También están
documentadas sus primeras reparaciones que se producen en 1.519, en 1.610 con
un presupuesto de 140.500.- reales y en 1.619 con otros 36.850.- reales. En
1.750 se informa al Consejo Real en época de Fernando VI de que el puente está
en ruinas. Estudia su reparación el cantero José de Mendoza que se encontraba
allí trabajando en la casa consistorial y determina que está en ruina completa.
También el maestro cantero Hilario Alfonso de Jorganes -uno de los más
prestigiosos contratistas de la época perteneciente a la saga de artistas
trasmeranos- informa en 1.751 sobre la conveniencia de levantar un puente
nuevo. La primera traza de la que hay conocimiento y que se parece a la silueta
que presenta actualmente se debe a Juan de la Teja y Juan de la Vega. Dado de
que no hay conformidad al presupuesto se llama a otros proyectistas como
Fernando de la Llama y Francisco de Montesomo cuya obra la presupuestan en
196.251 reales de vellón incorporando a la obra el encauzamiento de un arroyo cercano y el
acondicionamiento de la calzada real. La influencia que tenía Jorganes hace que
se le remate la obra pese a las discrepancias con el fiscal provincial
y en 1.754 se le adjudica el proyecto por 175.000.- reales y se ordena el
primer repartimiento entre las localidades vinculadas al puente.
Lo cierto es
que, al igual que ocurre en la actualidad, se produjeron confabulaciones en las
subastas y precios que se ofrecían para este proyecto con rebajas ficticias
para luego, facturar sobrecostes. Hay constancia de la intervención en este
sentido de canteros como José de la Viesca y Francisco Antonio de Agüero que rebajan
la obra hasta los 100.000.- reales o la de Pedro de la Puente que aún lo
disminuye hasta los 90.000.- reales. Todos ellos canteros con cierta reputación
por muchas obras realizadas anteriormente en Castilla. Ante esta disparidad de
criterios de valoración, el Consejo Real ordena un nuevo reconocimiento
de obra a los maestros de obra Santiago de la Sierra y Juan Antonio de la Enguera, siendo éste
último el que diseña un puente de tres ojos muy desiguales en luces cuyo vano
central media 70 pies de anchura -aproximadamente 20 metros- y dos vanos
laterales de 40 pies, exageradamente alomado y desproporcionado, acentuadamente
medieval y lejos de las nuevas corrientes que, desde el renacimiento, se
estaban ya ejecutando y que consistían en tableros horizontales, pilas más estrechas y hasta bóvedas abiertas o escarzanas. Se tasó este proyecto en 250.000.- reales de vellón pero tampoco se llevó a
efecto la obra. Como decía anteriormente, la influencia en la corte del equipo
de Jorganes fue determinante y ante una nueva oferta de 235.000.- reales tanto
el Consejo como el Fiscal acceden a su remate, eso sí, advirtiéndole de que no
pidiera mejoras posteriores en el precio. El equipo de Jorganes y de Manuel de
la Carrera Calderón iniciaron las obras en 1.757 tendiendo un paso provisional
de madera para no interrumpir los tránsitos. Tras diversas vicisitudes, nuevas
solicitudes de sobre-precios, percances e inspecciones, como la de Bartolomé
Alonso, José de Palacios y Sancho Meléndez, prestigiosos canteros, se da por
concluída la obra en 1.762. Hay documentación de la época en la que la
inspección gubernamental tacha proyecto y obra de colusión y confabulación
entre esta tropa de contratistas y sus encubridores para hacerse con ella, nada
nuevo que no se produzca en la actualidad, donde la corrupción en la contrata y
ejecución de todo tipo de obras públicas es tan generalizada. Curiosamente, el
Consejo de Castilla (o Consejo Real), quizás a instancias del concienzudo Comisario General de
Obras y Caminos, Marcos de Vierna, encarga a su paisano -también trasmerano-
Fray Antonio de San José Pontones (el conocido Padre Pontones) un nuevo informe
en el que el fraile opina que se ha construído "a modo de tejadillo"
y es una claro desatino ya que es demasiado alto en su centro, con 44 pies de
elevación, mientras que los más recientes construidos en Saldaña, Villoldo,
Monzón y Dueñas no pasaban de 20 pies; así mismo, su costo resultaba demasiado
corto para tener calidad y evaluaba en 357.045.- reales de vellón el monto total para que
resultara una obra fiable y sólida. Criticaba las cepas hincadas en ángulo
recto (pilas cuadrangulares) que oponían mayor resistencia al cauce en grandes riadas que las de caras curvas y
apuntaba que los arcos deberían ser elípticos, ovalados o rebajados.
Probablemente el
padre Pontones tenía razón en cuanto a la debilidad de la obra pues apenas unos
años después, esto es, en 1.766 no soportó las avenidas de la primavera y ya
estaba en ruina. Según legajos consultados de aquella época, parece ser que en
1.776 se contrata un nuevo proyecto a cargo de los maestros de obra Juan
Antonio García, José Ruíz de Otero, Francisco de la Sierra y Miguel Baldor que
tasan las reparaciones en 581.702.- reales, cantidad que deberá ser satisfecha
entre las villas que se encuentran en 20 leguas a la redonda a lo largo de 6
años; En 1.788 se dan por terminadas las obras del puente (Archivo Histórico
Nacional, legajos 28554 y 31784). Es un proyecto muy diferente al medievalista
que diseñó Enguera pues las
intervenciones de finales del siglo XVIII alteraron su impronta imprimiendo un
estilo más barroco, incluso clasicista. El diccionario geográfico contemporáneo
del cartógrafo Tomás López dice de él: El tránsito por esta villa facilita un
buen puente de piedra de cinco ojos, nuevamente acabado de construir en el
pasado año de 1.788. Curiosamente, en ese año acaba el reinado de Carlos III, uno de los monarcas que más apoyó -dentro de un orden- el desarrollo de vías y caminos carreteros en España así como la rehabilitación de viejos puentes y un gran impulso en la obra nueva. Se da a entender que la estructura se parece más al
proyecto de Juan de la Teja y Juan de la Vega con 5 vanos, semejante al actual,
según opina Inocencio Cadiñanos a finales del siglo XX y añade: Los cinco arcos de medio punto van
ligeramente rebajados y sus salmeres arrancan casi a ras del caudal del río;
son de distinto tamaño, mayor el central, cuya clave llega hasta el tablero;
los dos que le flanquean son algo menores y todavía más pequeños los extremos.
Sus espolones presentan perfil en huso y los de los costados son cilíndricos
formando aparcaderos a la entrada y salida del puente. Una cornisa marca la
separación entre puente propiamente dicho y los pretiles. En toda la obra
predomina la mampostería con algo de sillarejo.
Por su parte, el
estudioso sobre pontonería palentina, Miguel Ángel Aramburu-Zabala cita para
este puente reparos en los años 1.580 y 1.610 y nuevamente en 1.620 sin otros pormenores que mencionar.
Características
actuales del puente: Se trata de un puente largo,
de aproximadamente 193 metros de longitud incluyendo estribos y muros de
acompañamiento que cubren el caudal ordinario del río Carrión y amplias terrazas fluviales que se anegas con las crecidas. Si parece probable la primitiva construcción de un tablero
acentuadamente alomado pues para darle mayor horizontalidad se han precisado
muros de aterramiento de 63 y 60 metros en cada una de las cabeceras y pese a
eso, aún es ligeramente curvo en su zona central. Los vanos conforman arcos
de medio punto, alguno ligeramente abierto aunque es verdad que la acumulación
de limos y arenas a lo largo de los últimos siglos tapan los arranques de las pilas y hasta los
riñones de los arcos extremos. La luz del vano central puede llegar a los 12
metros, siendo la de los restantes de 11 metros. Las pilas son gruesas,
llegando a los 3 metros de anchura. Los tajamares y espolones son de forma
ahusada y no llegan a la faja de impostas o línea de claves; están bellamente
cubiertos con seis hiladas de lajas formando tejadillos. En cabeceras existen
tajamares-espolones de forma semicilíndrica hasta coronación que se utilizaban
como apartaderos de tránsito. Las aguas normales actualmente discurren exclusivamente
por los tres primeros arcos desde su margen derecha. La primera bóveda con arco rebajado de
margen izquierda es atravesado por un camino, actualmente enlosado. Las bóvedas
tiene una profundidad aproximada de 5,50 metros, semejante al del tablero original incluido
pretiles.
Entre sus
diferentes reformas cabe señalar la producida hacia los años 80 del siglo XX
para dar la anchura homologada a una calzada autonómica de gran tráfico. El tablero actual tiene
una anchura de 8 metros, siendo los de la calzada aproximadamente del mismo
ancho que el original. Se han insertado voladizos laterales de 1,20 metros cada
uno con placas de hormigón armado prefabricadas que apoyan en tornapuntas de acero, ahora muy oxidadas. Sobre estos vuelos se sitúan las actuales aceras de baldosas rematadas en bordes con sencillas barandillas
de hierro y a modo de guardarruedas, la parte superior de los antiguos pretiles
de piedra caliza delimitan la calzada actual. Dispone de iluminación por medio de discretas farolas historiadas. Obviamente, cualquier modificación de un estructura histórica como es el caso del ensanchamiento de tablero, afecta a la impronta de la obra original, a su geometría y armonía.
En general, la
fábrica es de buen porte. En los largos muros de acompañamiento predomina la
piedra caliza en sillar bien conformado, de buen tamaño, muy tapado en juntas
por el mortero reciente de su última rehabilitación. En los arranques y zonas
de bajas de muros se aprecia un buen trabajo de cantería y de colocación, con
sillares regulares; en zonas medias y tímpanos, prevalece el sillar estrecho y disposición más descuidada, incluyendo algo de sillarejo. Así mismo, la calidad en la ordenación de hiladas es sensiblemente inferior en las zonas altas, producto de
las últimas restauraciones. Las bóvedas, en conjunto, son de buena factura en
cuanto a su dovelaje, disposición de la piedra, curvatura y entremezclado de
piezas a soga y tizón para dar mayor consistencia al intradós. En boquillas
también hay cierto esmero y buena conexión con los sillares de las hiladas contiguas que se tallan en forma trapezoidal para ajustarse a la curvatura de las roscas de boquillas. A la altura de rasante se añade un listel o imposta sobresaliente que
recorre todo el tablero y sirve de asiento a los pesados pretiles de piedra
caliza, apenas visibles ahora desde el exterior del puente por el ensanche en voladizos. Quizás, desde mi
punto de vista, el trabajo más esmerado corresponde a tajamares y espolones
donde se ha cuidado la talla del sillar -muy regular- con la curvatura exacta
para dar la forma de huso; sobre estos y quizás más modernos, se han añadido
sombreretes con seis hiladas de lajas de piedra a modo de tejadillo muy bien
trabajados y que acentúan la decoración de esta obra civil.
También
recientemente se ha dotado al conjunto con un amplio parque para el disfrute de
vecinos y visitantes; se ha incorporado una escalera con peldaños de
galvanizado y barandilla de hierro para acceder a las orillas y se ha solado el
camino que orilla el cauce. Puede parecer una barbaridad que en un puente histórico de piedra se adose una escalinata metálica con peldaños de chapa de acero oxidados sin que ninguna administración o autoridad cultural opusiera reparos al asunto pero lo cierto es que con ese postizo ha quedado nuestro puente. La anchura de la calzada del puente permite la
circulación cruzada aunque con limitación para vehículos con MMA hasta 5,5 Tm.
Por demás y como ocurre en la mayoría de los casos, resulta difícil contemplar
la obra plena o fotografiarla pues el creciente arbolado dificulta la vista
panorámica de este monumento. Por supuesto que, como es norma, carece de
carteles viarios que señalen la ubicación del puente (señales de tráfico con fondo rosa) y no existe ningún panel informativo sobre la historia y vicisitudes de este bello puente que ilustre al paisano, turista, curioso o estudioso que se acerca a esta obra civil para contemplarla o fotografiarla. Convendría eliminar el ramaje de plantas y arbustos cuyas raíces medran en el llagado de los muros y tajamares y que influyen en que pierda consistencia la sillería al disgregarse el mortero que las aglutina. También requiere de una limpieza de la piedra ya que abundan las manchas negras por humedades, eflorescencias y algunos grafitis.
Junto a este
puente podemos ver también una bella pasarela de hormigón, otra pequeña de
madera junto a un estanque y por último, un interesante puente de hierro
ferroviario con viga en celosía a base de cruces de San Andrés construido a finales del siglo XIX y recientemente
restaurado, que cubre la línea de vía métrica La Robla-Bilbao y es conocido
como "El Hullero".
Para saber
más. Mi fuente básica y a la que he hecho muchas referencias es el trabajo de Inocencio Cadiñanos Bardeci titulado "Puentes de la
provincia de Palencia durante la Edad Moderna", cuaderno número 69 del año 1998 editado por el Instituto Tello Téllez de Meneses. El manual de Miguel Ángel
Aramburu-Zabala Higuera titulado "La arquitectura de puentes en Castilla y
León entre 1.575 y 1.650", editado en el año 1992 por la Junta de Castilla y León. También es interesante al respecto el estudio titulado
"La construcción de puentes en el siglo XVIII: Innovación y
tradición" de Miguel Ángel Aramburu-Zabala y María José Redondo en Actas I
Congreso Nacional de Historia de la Construcción, Madrid 1.996-CEHOPU. También conviene fijarse en la historia de la caminería asociada a este carretera autonómica CL-626, interesante trayecto de 238 kilómetros que une el Puerto de Cerredo en la raya de Asturias-León con la localidad palentina de Aguilar de Campoo con bellos paisajes, impresionante patrimonio cultural ya sea religioso o civil en las localidades que atraviesa así como el patrimonio lineal que representan los variados puentes históricos de este camino también conocido como Eje Subcantábrico. A este respecto, escribí un par de artículos muy ilustrativos sobre el tema para la revista Solo Furgo en los números 188 y 189 de octubre y noviembre de 2016, uno titulado "Un lobo en Babia" y el otro "El Eje Subcantábrico", periplo enormemente interesante que aconsejo a aventureros, viajeros, turistas, curiosos y amantes de la pontonería hispana.
Cómo llegar: Guardo y su río Carrión se encuentran entre el PK 174 y 179 de
la carretera autonómica CL-626 (Eje Subcantábrico). Aunque tiene variante hay
que seguir en dirección centro-villa para coger la Avenida de Castilla y León,
donde nos encontraremos con este digno puente. Desde la carretera nacional N-621 en
la provincia de León se puede coger hacia el S la LE-215 en Boca de Huérgano que se
convierte en P-215 al entrar en la provincia de Palencia hasta que lleguemos a Guardo y sus puentes.
Instantánea de los años 50 del siglo XX (Biblioteca digital de Castilla y León) en la que se aprecia la obra antes de su ensanche de tablero. También se hacen evidentes las correcciones a lo largo de su historia para suavizar la pendiente a dos aguas de la obra civil que se aprecia en las menores flechas de los arcos laterales al elevar el extradós para conseguir una mayor horizontalidad del tablero.
Postal de puente en su estado original antes del ensanchamiento, probablemente circulada en los años 50 del siglo XX editada en Zaragoza por Ediciones Sicilia.
Fotografía de nuestro puente en toma del año 2005 de Alejandro Polanco que figura en los archivos de la Wikipedia.
Postal de puente en su estado original antes del ensanchamiento, probablemente circulada en los años 50 del siglo XX editada en Zaragoza por Ediciones Sicilia.
Fotografía de nuestro puente en toma del año 2005 de Alejandro Polanco que figura en los archivos de la Wikipedia.
Tanda de fotos de fecha 11.07.2016
Imagen del hito reflejado en la anterior foto pero visto desde su cara exterior, hacia la calzada. Es un témpano o protección que cierra en un extremo la línea de pretiles probablemente originales de este puente. Me pasó desapercibido cuando visité este puente y no hice fotos de detalle de la posible leyenda con intención de descifrarlo aunque creo que sería imposible por su degradación y texto incompleto. Dada la fecha de reconstrucción final de la obra, terminada en el año 1788, cabe en lo posible que sea un hito conmemorativo dedicado a la figura de Carlos III. En ocasiones, se situaban en el centro del tablero y otras veces en las cabeceras del puente. Lo cierto es que los más habituales son los del reinado de Carlos III con otros raros ejemplos dedicados a Fernando VI o Carlos IV. En este blog dispongo de algunos de estos monolitos en el ámbito castellano como el del Puente de Astudillo, Cordovilla la Real o Zarzosa de Riopisuerga, entre otros más. Al Puente de Torquemada le pasa algo parecido a éste, con una epigrafía muy borrosa que hace imposible su descifrado. La foto que presento es de Google View tomada en mayo de 2012 y me la ofrece un lector del blog llamado Pedro que además me facilita información de la obra y de otras pasarelas de esta villa (Ver comentarios abajo)
PASARELA DE HORMIGÓN SOBRE EL RÍO CARRIÓN
Interesante pasarela sobre el río Carrión donde destaca especialmente la buena rejería de los petos y las farolas historiadas. Fotos de fecha 11.07.2016.
PASARELA JAPONESA DEL PARQUE FUENTES CARRIONAS
Modesta pasarela curva en madera del tipo japonés ubicada en un estanque del Parque Fuentes Carrionas de Guardo. Fotografías de fecha 11.07.2016
Hola,
ResponderEliminarEnhorabuena por tus artículos, están realmente bien.
Me permito hacerte algunos comentarios por si sirven, o igual estoy equivocado, pues no soy historiador.
Tenía un vecino hace años muy mayor. Su familia coleccionaba el Diario Palentino desde principios de siglo, y me contaba que la riada de 1909 fue la más tremenda. Que se llevó por delante todos los puentes del Carrión menos el de Guardo hasta, no recuerdo la distancia, tal vez Saldaña, o quizá decía Palencia, pero eso me parece exagerado. Cuando él murió, sus herederos tiraron a la basura los casi 100 años de periódicos, y el Palentino, no tiene digitalizada su hemeroteca. Lo que sí recuerdo es que me enseñó un ejemplar de 1909.
Veo en internet esta foto, que si es de la ciudad de Palencia, madre mía, teniendo en cuenta la distancia hasta las montañas.
https://www.todocoleccion.net/postales-castilla-leon/palencia-riada-23-diciembre-1909-fotografica-39707~x53535432
Por otra parte, en Guardo hay otras dos pasarelas (veo en tu blog que también las reseñas), muy cercanas al puente de piedra.
Una facilita el acceso a pie al barrio de Las Rozas. De principios de los años 90 de siglo pasado.
https://www.google.com/maps/@42.7898845,-4.8565094,3a,51.2y,86.85h,78.3t/data=!3m7!1e1!3m5!1sL0jclToz_SKoB8XKHHJjyQ!2e0!6s%2F%2Fgeo3.ggpht.com%2Fcbk%3Fpanoid%3DL0jclToz_SKoB8XKHHJjyQ%26output%3Dthumbnail%26cb_client%3Dmaps_sv.tactile.gps%26thumb%3D2%26w%3D203%26h%3D100%26yaw%3D345.44046%26pitch%3D0%26thumbfov%3D100!7i13312!8i6656
La otra permitía pasar por encima del ferrocarril en un punto pegado a la antigua fábrica de Explosivos Río Tinto, tanto a empleados como a los vecinos del barrio de la fábrica. No sé si es de los 50, 60, 70 u 80. Pero la inclinación de las escaleras es mucha.
https://mapio.net/images-p/12409889.jpg
Por último, en el puente de piedra, el mismo "mojón" que tú has fotografiado y al que le han puesto en los últimos tiempos un escudito de metal como adorno, en la cara que da a la calzada hay una inscripción bastante deteriorada, que imagino alude a su construcción. Pienso que alguien que sepa, podría sacar una suerte de plantilla para ver que pone... o yo mismo, jejeje (puedes verla aquí, ampliando la imagen)
https://www.google.com/maps/@42.7892627,-4.8490057,3a,85.4y,32.28h,33.05t/data=!3m7!1e1!3m5!1s0NdVtGVlXw_p_Y1aKOHwGw!2e0!5s20120501T000000!7i13312!8i6656
Y por último, ahora sí, yo también me quedo perplejo por el poco interés que ponen las administraciones en señalar, mantener e informar de los restos históricos de los pueblos. Con el dinero que se derrocha en otras cosas. Para mí es especialmente sangrante un parking de bicicletas que tuvo el comedor de la fábrica de Explosivos, de los años 50 ó 60. Realizado en hormigón, con una puerta central, y una techumbre en forma de píldora, como las de las estaciones de servicio, calculo que para más de 100 bicis. Un gobierno anterior del pueblo ha estado a punto de derruirlo para dejar simplemente un cesped... En estos días en los que carriles bicis y sostenibilidad están tan en boga.. Pues mira tú que hace 70 años la necesidad ya dotó al pueblo de una infraestructura ciclista para los trabajadores de una fábrica... y que luego nos hablen de la sede de Google... En fin. Enhorabuena de nuevo. Pedro
https://www.google.com/maps/@42.7842345,-4.8567341,3a,25.7y,138.29h,86.04t/data=!3m6!1e1!3m4!1sumGGIFwS22bqtRu4hChdxQ!2e0!7i13312!8i6656
Estimado Pedro,
ResponderEliminarLástima que se perdieran esos interesantes documentos gráficos de El Diario Palentino. Respecto a riadas y violentas crecidas, debo señalarte que en general y debido a la quebrada orogenia peninsular, son muy frecuentes estas hecatombes, preferentemente cuando se produce la conjunción de lluvias y cambio repentino de temperatura hacia arriba, acelerando los deshielos en nuestras cumbres, además de las gotas frías mediterráneas lo cual ha supuesto multitud de avenidas y arroyadas que han arruinado muchos puentes, no sólo los históricos o viejunos.
La riada de 1909 fue generalizada en media península. Hace poco trabajaba el puente de Puebla de Sanabria que precisamente colapsó en 1909. Pero según mis controles y a modo informativo y exclusivamente para la provincia de Palencia se pueden documentar avenidas más o menos violentas que perjudicaron muchos puentes en los siguientes años:
1586,1614,1636,1642,1666,1727,1731,1737,1739,1769,1771,1774,1777,1784 y 1785.
Evidentemente, tras la construcción de los embalses en las cabeceras del Carrión y del Pisuerga con el consiguiente control de cauces, se han evitado muchos desastres a partir del siglo XX pero no olvidemos, por ejemplo, las avenidas de hace unos pocos meses, a finales del año 2019 cuando también hubo puentes que sufrieron daños, como por ejemplo, el de Saldaña entre otros muchos, incluyendo los de la vertiente mediterránea. Sólo en León, donde me encontraba entonces, quedaron inutilizadas tres pasarelas de hormigón armado por el volumen de arbolado y ramaje que quedó incrustado en sus barandillas de acero a las que venció y retorció violentamente. A este respecto, intentaré poner en el blog la foto que me indicas del Puente de Puentecillas en Palencia.
Por otra parte, agradezco su aportación sobre las pasarelas de Guardo. He decidido incorporarlas a la entrada para el Puente Ferroviario del FEVE ya que son estructuras asociadas al ferrocarril.
También considero de interés tus comentarios acerca del aparcamiento de bicicletas para Explosivos. Incorporo algunas fotos del tema en la misma entrada de estas pasarelas y añado críticas e ideas para intentar que se salve esta estructura.
Por último, agradezco tu aportación a la existencia del monolito de piedra en el Puente Mayor de Guardo pues probablemente indicaría en su epigrafía algunos datos sobre su construcción, detalle que me pasó desapercibido cuando fotografié este hito.
Eres muy amable con tus comentarios sobre la calidad de este blog y te estoy muy reconocido por tus aportaciones.
Un fuerte abrazo.
El lobo Quirce