viernes, 25 de diciembre de 2020

PUENTE PAULÓN. León

 PUENTE DE PUENTE PAULÓN SOBRE EL RÍO ÓRBIGO
REQUEJO DE LA VEGA. T.M. SOTO DE LA VEGA
LEÓN
CL-622  PK 39,130

Dentro de esta amplia paramera leonesa por la que circulan varios cauces entre los que destaca el Duerna y el Tuerto que por la zona se unen al río Órbigo debieron de existir variados puentes y pontones desde antiguo. La mayoría de ellos se construían con maderos y servían a los diferentes caminos que conectaban estas aldeas y pueblos. Quizás, el camino más recurrido para el comercio y movimiento de gentes era el que desde La Bañeza se dirigía hacia León por la ruta a la que presta servicio el puente que presento, o mejor dicho, un antecesor que pudo ser también de madera, quizás con pilas de fábrica pero liviano o quebradizo ante las severas envestidas de este río en momentos de grandes lluvias y deshielos en su cabecera. Algunos apuntes históricos nos describen obras en madera y proyectos más elaborados para puentes de piedra que pudieran estar relacionados con la obra civil que ahora ocupa este punto del río Órbigo y que desgraciadamente desapareció a lo largo del siglo XVIII volviéndose a levantar una estructura de madera hasta que, por fin, se aprobó nuestro puente de hormigón. Desde hace siglos era también camino ganadero trashumante ya que estaba enclavado en la ruta de la famosa Cañada Real de la Vizana uno de cuyos exponentes pontoneros históricos es el Puente de la Vizana en Alija del Infantado, también sobre el río Órbigo.

La tradición lo denomina Puente Paulón en referencia a un posible barquero de nombre Pablo o Pablón que ejercía en este punto su labor de transportar viajeros, bestias y mercancías entre ambas orillas del Órbigo cuando éste venía crecido y no había puente ni vado natural seguro. El puente ha dado nombre a un posible lugar o caserío dependiente ahora del puebluco de Requejo de la Vega bajo la administración municipal de Soto de la Vega, lugar donde está el ayuntamiento, todo ello encuadrado en la comarca de Vega del Tuerto o Tierra de La Bañeza, dentro del partido judicial de La Bañeza, ciudad y capital central de este páramo leonés.

El camino carretero histórico que se dirigía a León desde La Bañeza probablemente de tierra se proyectó mejorarlo como carretera de tercer orden -carretera vecinal- en el año 1906. Parece ser que se terminó en 1909 pero quizás por falta de presupuesto o por las dificultades de levantar una nueva estructura sobre este río, se decidió acondicionar el puente viejo de madera con algunos refuerzos para que siguiera dando servicio a esta ruta, no sólo para carros como creen algunos sino para vehículos a motor incluyendo camionetas y quizás, pesados de hasta 12/15 toneladas. Puede que la construcción del puente tomara forma en los años 20 del siglo XX, momento en que cobró auge la obra pública en todo el territorio español aunque hay noticias de prensa que citan el año 1932 como fecha de su inauguración. Ignoro el proyectista y la empresa constructora pero parece cierto que se sigue el estilo que marcaba el “Catálogo de puentes de hormigón armado para caminos vecinales” inspirado por el ingeniero José Eugenio Ribera Dutaste en colaboración con su colega Luis Barcala Cervantes y otros técnicos, normativa que ya se utilizaba con el nuevo siglo por lo que podemos considerar que pertenece a esa colección de puentes pioneros en el uso del hormigón armado. Según esta hipótesis cabría pensar en que por aquellos años tanto Ribera como otros ingenieros de la provincia eran muy activos en la construcción de puentes como es el caso de José María Rodríguez Valbuena o Rafael Zumárraga Egorene, estos ocupados en las obras del puente metálico de La Bañeza o el máximo responsable como ingeniero-jefe provincial Manuel Díz Bercedóniz que también proyectó y construyó varias estructuras en León y que pudo dirigir o intervenir en el proyecto carreteril de 1906 así como en el diseño del puente que presento. Ribera había trabajado por aquellas fechas en los puentes de Carrizo de la Ribera y Valencia de Don Juan. Pese a que su levantamiento pudiera ser ya a principios de los años 30 del siglo XX parece probable que se respetara su proyecto original con algunos retoques, quizás la implementación de bi-arcos como bóvedas, modelo pontonero que se utilizó mucho en la ingeniería de la II República.

Características actuales de la obra. Se trata de un puente largo con una longitud aproximada de 93 metros incluyendo estribos y aterramientos anejos en cabeceras. La longitud sensu stricto de la obra entre márgenes es de 74,60 metros. Su ancho regular es de 6,25 metros. Dispone de 5 vanos semejantes de arcos muy abiertos, rebajados a 1/10 de círculo y 13 metros de luz cada uno de ellos. Estos vanos constan de dos arcos gemelos con un canto constante de 0,50 metros sin arriostramiento intermedio que descansan en salmeres de hormigón en la parte superior de pilas. Los tímpanos son huecos pero disponen de un apoyo continuo en pilastra que cubre la profundidad de cada bóveda y tienen un canto de 0,25 metros.

Los apoyos se producen en fuertes estribos de H.A. empotrados en los taludes de cabeceras y 4 pilas intermedias también de H.A. que se fundan en el lecho del río quizás profundizando su cimentación con cajones de aire comprimido de H.A. como ya había puesto en práctica el propio Ribera en algunas de su obras y que ofrecía basas y pilas robustas, en este caso, la anchura de pilas llega a 1,20 metros pero los basamentos son mayores. Tanto las basas como las pilas disponen de tajamares en cuña mientras que en aguas abajo carecen de refuerzos.

En cubierta destacan las losas de hormigón armado con una anchura total de 6,25 metros, canto regular de 0,70 metros y vuelo en ambos lados de 0,70 metros. Originariamente la plataforma se componía de barandillas de cordón de hierro empotrado en témpanos intermedios de hormigón, pequeñas aceras y una calzada libre de unos 4 metros. En la actualidad se prescindió de los témpanos y se dispusieron barandillas de acero homologadas a base de perfiles y tubos de acero con cabezas de rosca, muy habituales en los años 60 del siglo XX. Se ensanchó la calzada hasta los 6 metros para permitir un tráfico de doble dirección aunque algo angosto.

El resultado final es una obra civil sólida, de cierta armonía e incluso bella, donde predomina más la línea geométrica visual que un contenido más controvertido por lo discreto o poco atractivo de los hormigones vista que además, con el tiempo, adquieren manchurrones y tonos sucios. Se comentó en su día que al construir el puente nuevo era probable que se demoliera éste pero prevaleció un juicio acertado en las autoridades decisorias y ahí sigue, un poco arrumbado y distorsionado por la cercanía de la obra nueva pero orgulloso de permanecer en pie y servir a paseantes, excursionistas y bicicleteros. Debió de prestar servicio a esta carretera comarcal, ahora autonómica, hasta el año 2003/2004 en que entró en servicio el puente nuevo.

Aunque la zona es atractiva para domingueros y bañistas en verano, debería de acondicionarse mejor con jardines, bancos y aparcamiento normalizado para vehículos. También debería de actuarse sobre este viejo puente, casi centenario, con un buen lavado de cara, eliminación de manchas, humedades y eflorescencias. Entiendo que ya forma parte de la historia pontonera de nuestro país y así se debería reflejar con una señal de tráfico que advirtiera al viajero de un monumento de obra pública -las de fondo rosa- y algún panel informativo a pie de obra para los curiosos visitantes. A veces, este tipo de reclamos y advertencias en obras civiles que ya son patrimonio lineal evitan o disuaden a los grafiteros muy proclives a pintar bóvedas y pilas en puentes, como es este caso, donde aparecen algunos grafitis sin mérito alguno y que se deberían de eliminar.

Otra cuestión muy patente en este puente o en su entorno, especialmente en lado aguas arriba es la desmesurada presencia de hormigones y rocas enormes por doquier. Bien es cierto que hay una especie de azud que crea una pequeña retención de aguas, incluso existe todavía una compuerta de hierro por donde se derivaban ciertos caudales del Órbigo y que sería un aliviadero de la presilla. Parece plausible que esta plataforma de cementos pudiera usarse como vado artificial para vehículos agrícolas y siempre nos quedará la duda si bajo estos añadidos queden restos de algún puente histórico. Yo recorrí el tramo del río aguas arriba hasta la zona donde se forma una isleta y existe un merendero pero no descubrí restos de posibles puentes derruidos. No obstante y siguiendo lo estudiado por algunos historiadores del tema, el viejo y enigmático Puente de Hinojo, también conocido como Puente de San Martín de Monferruel o Puente de los Pilares pudiera estar ubicado en este punto, dando servicio al viejo camino carretero de León y ciertamente, muy cercano a La Bañeza. Aunque existen documentos fidedignos de estos proyectos con las firmas de sus proyectistas, hay ciertas dudas en cuanto a que se trate de la misma obra y que ciertamente se hubieran levantado cualesquiera de ellos. Sí parece que no debería de haber confusión con otro proyecto semejante para el Puente de Hinojo que algunos estudiosos lo incorporan en sus trabajos. Entiendo que el llamado puente de Hinojo o Ynojo debió de ser el antiguo paso junto a La Bañeza que fue sustituido por el metálico en arcos bow-string que todos conocemos. Algunas referencias escritas también incorporan la puente de Cebrones del Río en esta controversia debido a diferentes pleitos entre estas localidades y el Señor del lugar, Francisco José Castañón por la prevalencia local en la reconstrucción de estas obras tras varios colapsos.

Quiero fijar la atención en el que podría ser más viable y lógico por su situación, esto es, el conocido como Puente Paulón o de San Martín de Monferruel. Los cronistas nos cuentas al respecto: […] Cerca de La Bañeza junto al punto de confluencia de los ríos Tuerto, Duerna y Órbigo, se levantó un puente primero de piedra y después de madera conocido como puente de San Martín de Monferruel o puente de Los Pilares. Estuvo junto a la Granja de Hinojo sobre el río Órbigo. Este poblado fue del conde de Miranda y en el año 1734 se vendió en favor de la familia Castañón […]. Ciertamente, aunque en principio lo ajusta a la confluencia de estos cauces, al final determina que se levantó sobre el propio río Órbigo y entraría en los famosos pleitos de la casa de Castañón que en unión con la municipalidad de La Bañeza, evitaban que se reconstruyera el de Cebrones y se arreglara el propio. Por otra parte, se piensa que si le llamaban puente de Los Pilares era porque en origen pudo ser puente medieval, arrasado pero que permitía que sobre pilas, se pudieran disponer con algunos pies derechos una serie de maderos que harían de tablero, útil hasta para el paso de carruajes. Parece ser que se reconstruyó en madera en 1574. Citado ya como puente de San Martín de Monferruel tuvo varios daños y ruinas a lo largo de siglos posteriores entre las que destacan las avenidas de 1750. Ciertamente y dado que daba servicio a la vía principal entre La Bañeza y León, parece plausible que se prestara atención a su estado y se intentara reconstruir en madera las veces que fuere necesario pues eran actuaciones siempre baratas al no precisar de canteros o alarifes. Dada su importancia se solía costear por medio de gabelas entre los pueblos aledaños citándose en algún caso que deberían pechar los pueblos ubicados en 10 leguas a la redonda y donde habitualmente la localidad de La Bañeza intentaba zafarse del asunto aduciendo que ya tenía venia del Consejo de Estado y que atendía a los gastos de otros muchos puentes de su contorno. Entre los arreglos o reconstrucciones de las que hay constancia, figuran las de los años 1764, 1769 y 1776. Entre los maestros de obra que levantaron planos y estudiaron la estructura figura el proyecto conjunto de Ventura de Rueda y Blas Suárez Gavilanes que según Cadiñanos sería obra alomada, con siete machones y otros dos medios en los extremos y cuyo coste ascendería a los 87.934.- reales de vellón. Existe otro proyecto de Bernardo Miguélez que parece levantó planos en fecha 08.11.1763 al encontrarse interviniendo en el histórico Puente de Cacabelos. En su propuesta figuran 9 cepas y otras dos medias, tablero casi horizontal y presupuesto de 171.500.- reales. Parece ser que uno de los problemas que agravaba su reconstrucción era la salida de madre del río en este punto lo que originó el levantamiento de muros de contención y manguardias de derivación o reconducción como se observa en alguno de estos planos, obra del propio Miguélez que entre otros muchos proyectos, es el autor del precioso Puente de Carlos III sobre el río Torío en Puente Castro. Definitivamente, parece que el proyecto final es del prestigioso maestro de obras Hilario Alonso de Jorganes que ideo una estructura enteramente de madera, incluyendo pilas. Parece ser que muy pronto se lo llevó una riada por lo que se tuvo que reconstruir bajo la dirección de Bernardo Miguélez cuyo presupuesto fue de 48.0000.- reales aunque también debió de tener una vida efímera pues ya en 1767 se dice que estaba arruinado. Durante esos años existió una barca que daba servicio a los que querían cruzar este cauce y que explotaba el citado Calderón. El último testimonio escrito al respecto se corresponde con la cruel avenida de fecha 21.02.1879 que arruinó puentes, campos de cultivo y varios pueblos del contorno por lo que se efectuó una reparación de la obra en profundidad cuyo coste ascendió a 92.215 pesetas y que fue financiado por partes iguales entre el Estado, la Diputación y la municipalidad de La Bañeza. Deberemos de entender que permaneció en uso y dando servicio a este importante camino hasta que se levantó nuestro puente de hormigón. 

Para saber más. Como puente moderno de hormigón lo trata en detalle el  "Catálogo de puentes de León anteriores a 1936", obra auspiciada por José Antonio Fernández Ordoñez a través de su cátedra de Estética de la Ingeniería en la ETSICCP de la UPM donde coordinaron esta trabajo Tomás Abad Balboa y Pilar Chías Navarro con la inestimable colaboración de un nutrido grupo de estudiantes de la Escuela, destacando en los referente a las obras civiles de León durante los años 1984 y 1988 Carmen Andrés, Rafael Castejón, Pablo Otaola, Julio Suances, Consolación Pérez Alda y Ana San Salvador del Valle Zarrabeitia, libro editado por el CICCP y CEDEX en 1988. En la revista del Ministerio de Fomento número 685 especial de julio-agosto de 2.018 y con motivo de los Premios Nacionales de la Ingeniería Civil, el historiador de puentes Luis Solera Selvi  se ocupó de la obra y semblanza de José Antonio Fernández Ordoñez o JAFO -como se le conocía popularmente- con un artículo al respecto publicado en las páginas 32 a 39 donde se pone de relieve su labor como ingeniero así como la de divulgador de la pontonería histórica. El trabajo de Inocencio Cadiñanos Bardeci titulado “Puentes de León en la Edad Moderna”, editado por la Revista Tierras de León, número 113 del año 2001 hace referencias al puente antiguo, si es que es el mismo que aquí tratamos como antecedente u obra primigenia y aporta varios planos de estas obras en madera. También en este sentido lo trata o lo estudia el libro titulado “El Páramo Leonés”, obra de Francisco Rodríguez Juan editado por la Mancomunidad de municipios de El Páramo, financiado por la Junta de Castilla y León, LEADER, MAGRAMA y otros organismo, editorial MIC en junio de 2012. Existe un buen artículo de este puente en la web de ibaneza-es de fecha 29.09.2014 que parece se basa en el libro titulado “LOS PROLEGÓMENOS DE LA TRAGEDIA”, Historia menuda y minuciosa de las gentes de las Tierras Bañezanas -Valduerna, Valdería, Vegas del Tuerto y el Jamuz, La Cabrera, el Páramo y la Ribera del Órbigo- y de otras de la provincia, de 1808 a 1936) recientemente publicado en Ediciones del Lobo Sapiens por José Cabañas González. En la red hay varias sites que ponen fotos pero poco más como leonocio o duriosaquae y existe un vídeo que rueda la crecida del 17.10.2019. También Google View tiene varias fotos interesantes de este puente.

Cómo llegar. La vía más rápida de acceso es la autovía A-6 con salida en el PK 298 para seguir hacia La Bañeza por la N-VI o bien la salida del PK 303 para entrar en esta ciudad por la LE-125. En ambos casos y al N de La Bañeza tomaremos la carretera LE-420 durante un pequeño tramo hasta Requejo de la Vega donde seguiremos ya por la vía autonómica CL-622 hasta llegar a nuestro puente.



Entrada al lugar de Puente Paulón. Toma de fecha 26.09.2020


Mapa Topográfico Nacional del Instituto Geográfico Nacional editado en el año 2001, hoja 231 de La Bañeza. Se subraya en rojo el puente (todavía no se había levantado el nuevo), la ubicación del Campo de Hinojo y el pueblo de Requejo de la Vega. 


Dibujo del alzado del puente que exhibe el libro "Catálogo de puentes de León anteriores a 1936", probablemente realizado hacia el año 1986.



Dos tomas del puente que probablemente se hayan realizado hacia del año 1986 y que figuran en el citado "Catálogo de puentes de León anteriores a 1936".




Dibujos de detalle estructural de los puentes-arco en hormigón armado diseñados por José Eugenio Ribera Dutaste con la colaboración de Luis Barcala Cervantes en el año 1931 para el "Catálogo de puentes-arco en H.A. para carreteras de tercer orden o caminos vecinales", normativa en que se basa la construcción de esta obra civil.





Fotografías del puente desde la plataforma del nuevo en tomas de fecha 06.09.2014. La flecha roja indica el camino de tierra por el que se accede a esta obra. 




























































Tanda de fotos de fecha 26.09.2020

PUENTE ANTIGUO

Con todas las cautelas posibles, presento varios proyectos que pudieran ser para este puente histórico que siguiendo a Inocencio Cadiñanos -de cuyo trabajo los tomo prestados- aluden al puente de San Martín de Monferruel, al puente del Hinojo o a los proyectos del propio Señor Calderón para sus tierras de aquel lugar. 


Proyecto de Ventura Rueda y Blas Suárez Gavilanes, probablemente realizado hacia el año 1750, período en el que hay constancia que trabajaban en León.


Proyecto de Bernardo Miguélez realizado hacia el año 1763.


Proyecto de Hilario Alonso de Jorganes que debió de trazar en el año 1767.


Mapa de situación que debió de trazar el señor de la Granja de Hinojo Francisco José Castañón hacia el año 1777 donde detalla su proyecto de presas, cauce, derivaciones, caminos y hasta un puente que pretendía rehabilitar y que pudiera ser éste. En el Consejo de Estado se accedió a su petición autorizándolo en 1780 según consta en el AHN (Archivo Histórico Nacional), contenido en legajo 31766.



Una mata de Ajonjera creciendo junto al puente. También se le llama Mantisalca, Pan de pastor o Escobera (Mantisalca salmantica (L.) Briq. & Cavill. Compositae).


Planta invasiva de Lúpulo que se expande por todo el territorio leonés y aquí en el puente pues también (Humulus lupulus L. Cannabaceae). 



2 comentarios :

  1. Buenos días, me gustaría contactar con usted en privado. Puede contactarme a través de mi mail: robjuan@hotmail.com

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