PUENTE CARRETERO SOBRE EL RÍO AMADORIO
EMBALSE DE AMADORIO
T.M. LA VILA JOIOSA. Alacant
CV-770 PK 6
Nos encontramos ante otra de
las huellas arqueológicas carreteriles que aún subsisten en estas vías
secundarias que serpentean por las estribaciones de la Sierra de Aitana en su
vertiente meridional y salvan las innumerables barrancas por medio de puentes y
pontones como el que presento. Medio arrasado y bajo las aguas del embalse de
Amadorio cuando éste eleva su cota de caudal resulta difícil adivinar el camino
al que daba servicio. En momentos de sequía, cuando el pantano tiene poca agua
se pueden observar los restos de algunos caminos y concretamente el que
embocaba con este puente: es un trayecto que sale de la actual carretera
provincial CV-770 en línea recta hacia aguas arriba del río Amadorio al que
cruza por esta obra civil para continuar en sentido creciente hasta encontrase
de nuevo con el barranco del propio Amadorio en aguas arriba y volver a
salvarlo por medio del puente de un ojo que ya he subido al blog y continuar su
periplo hacia las poblaciones de Orxeta y Sella.
Las conclusiones que podemos
sacar de este pequeño trayecto es que desde antiguo, la vieja carretera de
Villajoyosa-Alcoy, en este sector, cruzaba el río Amadorio por estos dos
puentes, evitando la barranca más ancha del río Sella que por aquellas fecha,
parece plausible que no tuviera el precioso puente que ahora podemos admirar. Precisamente, las diferencias marcadas
entre los puentes anejos y ya comentados en el blog nos hace pensar en momentos
diferentes de construcción, pero las características de éste con el viejo
puente del Amadorio de aguas arriba sí parecen semejantes y se corresponden a
un proyecto carreteril uniforme decimonónico del último tercio del siglo XIX,
independientemente de que a lo largo del tiempo, hayan existido otras
actuaciones de reparación o modificación de la obra civil.
Como de esta obra pontonera
no existen referencias, documentos o testimonios al respecto -ni siquiera la
Guía de puentes de Alicante que editó la Generalitat Valenciana lo cita- entro
de lleno en la explicación del puente.
Características actuales de
la obra. Nuestro puente tiene una
longitud aproximada de 74 metros muy marcada por los estribos que permanecen en
su totalidad. La anchura del tablero, que coincide con la del camino al que
daba servicio es de 6 metros, semejante -como decía- al otro puente sobre este
río. En origen tenía tres vanos de tipo escarzano, abiertos a 1/8 de círculo con
luces semejantes de 12 metros cada una. La flecha o altura desde claves hasta
lodos es de 8 metros aproximadamente en
el único arco que conserva. Los apoyos se producían en los soberbios estribos
que aún conserva, especialmente el de margen derecha (desde aguas arriba) que
todavía permanece completo así como en dos pilas intermedias con un ancho
aproximado de 2/2,30 metros cada una.
Otra cualidad semejante a la
del otro puente mencionado es su fábrica externa. También se prescinde de la
mampostería barata y la piedra, aunque no sea a base de sillería ortodoxa, mantiene
formas de paralelepípedos. Los alarifes, con canteras de piedra caliza y
margosa a pie de obra, tallan piezas más o menos homogéneas, desbastando y
afinando su cara vista aunque sin escuadrar los sillares y completa los lienzos
con sillarejo menor en hiladas perfectamente horizontales. Es el aparejo que se
puede observar en los tímpanos del arco existente. La forma de la piedra en
zonas de estribos también es idéntica a la que muestra el otro puente con
piezas de variado volumen aunque intentando darle forma de rectángulo, cara
vista picada o averrugada y fijada con grueso mortero.
El buen trabajo de canteros
se muestra en los aristones con piezas de excelente acabado y disposición así
como en boquillas donde el dovelaje tiene una geometría perfecta, ligeramente
acuñadas, acomodadas en seco y trabadas en rosca interior alternando soga y
tizón en su disposición. Las pilas también son de excelente sillería. La
bóveda, al igual que en el otro puente, es enteramente de ladrillo.
Los aspectos decorativos se
manifiestan en las pilas, del tipo tabique y que se refuerzan con
tajamares-espolones de baja altura junto a zona de salmeres con los que enlaza
por medio de una imposta perimetral en cada pila. Estos tajamares-espolones se
coronan con un tejadillo en forma de cuarto de esfera también de buena talla en
piedra caliza. También junto a estribos aparecen semipilas empotradas con los
mismos motivos decorativos que en las pilas. Sobre muros se dispone una gruesa
imposta de piedra con esquinas biseladas que también aportan belleza al
conjunto que se cierra con los pretiles apoyados en impostas y que se forman al
igual que en el otro ejemplo- con tres hiladas de sillería tosca coronados por
una albardilla de piedra, ahora sustituida por una capa de cemento. Respecto al
estribo dañado también es interesante su situación actual mostrando la caja de
la obra chapada en piedra y su relleno de piedra y áridos aglutinado con
lechadas de cemento formando un hormigón que se va deteriorando poco a poco.
Ignoro por completo su
auténtica impronta pero da la sensación de que se trataba de un puente
equilibrado, bien construido y con múltiples detalle que embellecían una
modesta obra civil perdida en los secarrales o cárcavas de un entorno agreste y
seco la mayor parte del año. Tampoco sé cuando colapsó pero intuyo que debió de
ocurrir cuando ya formaba parte del pantano y estaba sujeto, no sólo a
humedades continuas sino que debía aguantar las embestidas de alguna gota fría
que produciría en la zona violentas avenidas y que acabarían socavando la pila
que ahora falta y los dos arcos que soportaba.
Cierto es que cualquier obra
civil, especialmente las antiguas, se integra en el paisaje con mejor acomodo y
el observador parece que la contempla asociándola al tiempo y a su propia
historia. La cosa cambia cuando interviene otro elemento nuevo como suele ser
el mar de aguas, el pantano, obra civil nueva que aunque no se vea, salvo que
lo observes por su presa de retención, imaginas que es un ecosistema
artificial, novedoso y hasta feo cuando por sequías, lo que queda a la vista es
la marca de aguas, tierras arrasadas, vegetación esquelética y muchos lodos. Bueno
pues, en estos terribles casos, cuando lo que subsiste en vertical o emerge
entre las aguas es un campanario, un viejo molino o alguna casa de labranza
abandonada al crear el embalse, tendemos a prestar más atención al conjunto de
agua y edificación y hasta nos desplazamos a ese embalse semivacío a cazar
sensaciones, a fotografiar la ruina, a observar el desastre porque el asunto
nos impacta. Esta sensación de la ruina que nos sobrecoge aún se acentúa más
cuando lo que observamos en el vaso del pantano semivacío es un puente. Puedes
ver la estructura elevarse sobre la lámina de aguas pero es probable que no
adivines el camino al que daba servicio. Dudas y te quedas perplejo pero la
sensación de curiosidad y admiración es mayor que la que percibes cuando los
restos visibles son los de un molino o la torre semiderruida de una iglesuca
que allí quedó olvidada. El puente fuera de su camino es raro pero si le
rodeamos de aguas y lodos todavía parece más extraño. Normalmente estos viejos
puentes bajo el agua se encuentran en zonas de embalses donde no suelen sufrir
las embestidas de avenidas y se suelen mantener erguidos aun cuando vayan
perdiendo pretiles, tajamares o incluso haya caído alguna bóveda. Obsérvense un
par de ejemplos que tengo en el blog y en los que, curiosamente, en momentos de
sequía y cuando eran visibles, la sociedad reaccionó con curiosidad y se
formaban auténticas romerías para fotografiar estas estructuras y admirar la
vieja obra pontonera aún enhiesta. Me refiero al Puente sobre el río Pisuerga
(Pantano de Aguilar de Campoo) y al Puente sobre el río Yuso (Esla) en el
Pantano de Riaño. Dos estructuras de probable origen medieval, muy modificadas
en el tiempo pero de gran belleza.
Termino esta entrada con
otra reflexión que me surge mientras esto escribo. Por lo que he podido
observar en la zona, existen varias estructuras pontoneras de cierto interés e
históricas pero abandonadas desde un punto de vista cultural o patrimonial.
Incluso muy recientemente, apenas hace unos meses, se ha modificado
drásticamente el tablero del viejo puente sobre el río Sella sin que nadie -al
parecer- haya expresado la mínima queja. Si los puentes y pontones que dan
servicio a esta calzada así como a otras muy cercanas (carreteras CV-775,
CV-70) les visibilizamos, les catalogamos y conseguimos crear una ruta cultura
de puentes con sus carteles de información, zonas de aparcamiento y descanso en
las inmediaciones de cada obra, estaremos aportando o creando un nuevo interés
turístico para la sociedad culta que también quiere conocer el patrimonio de
obra civil, en este caso alicantino. De toda esta colección de obras en el
entorno del Sella y del Amadorio, me quedo con este puente arruinado por su
calidad y belleza y parece vergonzoso que ninguna administración pública,
incluyendo la propia CHJ (Confederación Hidrográfica del Jucar) bajo cuya
propiedad se encuentra este puente, haga algo por poner en valor estas vetustas
obras de la ingeniería civil. Quizás, debo eximir de esta desidia al
Ayuntamiento de Alcoi, localidad que ha sabido conservar sus viejos puentes: Co
el proyecto de reformar y canalizar el barranco del río Barxell, espacio que
además se ha enriquecido con paseos, jardines y zonas de recreo para el
disfrute de su población, decidió trasladas sus antiguos pontones de época
barroca a otros lugares donde pudieran estar más seguros pues era evidente que
la capacidad de desalojo de estas pequeñas obras era insuficiente ante grandes
avenidas y peligraba la integridad de los mismos. Siempre es discutible la
traslación de un puente de su punto de origen a otro pero en estos casos
podemos considerar la actuación acertada y los puentes son ahora más visibles
en un entorno adecuado. Lo cierto es que, según mi opinión, entre los
puentecillos que ha cambiado de lugar Alcoi , aunque muy interesantes, ninguno
tiene la calidad y compostura de este puente que presento. Dado que Alcoi es la
ciudad de los puentes, sería un auténtico puntazo
que consiguieran hacerse con esta obra, reconstruirla tal como se encuentra
actualmente y exhibirla con orgullo ante sus paisanos al tiempo que
incrementaba su importante catálogo de puentes.
Tanda de fotos de fecha 20.11.2018
Panorámicas del puente de Google View probablemente del año 2017
Tomas del puente y de la vieja carretera de Villajoyosa en fecha 07.10.2019
Tanda de fotos de fecha 01.02.2024 en secuencia consecutiva desde aguas arriba del puente, tablero y aguas abajo.
Punto kilométrico de esta carretera donde se encuentra un aparcamiento y el mirador desde donde se puede contemplar el pantano y este puente cuando las aguas bajas lo permiten.
EMBALSE DE AMADORIO.
Se
trata de una presa de gravedad construida en 1957 con capacidad de 16 Hm.
cúbicos aunque normalmente no sobrepasa los 5/6. Ocupa una superficie de
103.000 Ha. y los administra la CHJ. En el año 2009 intervino la empresa
Freyssinet para reparar el puente sobre los aliviaderos cuyo tablero ya presentaba
fisuras y oxidaciones además de otras reparaciones menores.
Se añaden fotografías de la
presa, túneles, instalaciones de origen como eran los depósitos de áridos y
hornos de cal además de detalles de las nuevas instalaciones de ocio como
paseos, miradores o caminos en torno al embalse así como panorámicas y flora del lugar.
Tanda de fotografías de fecha 20.11.2018 y 04.04.2019
Coronilla de hoja fina o Ginestera (Coronilla juncea L. Leguminosae). Foto 20.11.2018
Manto de la Virgen, Abrojo de Creta (Fagonia cretica L. Zygophyllaceae). Foto 04.04.2019
Curiosa mata de Tomate común (Solanum lycopersicum L. Solanaceae) medrando en el suelo o lecho pedregoso del pantano en zona seca. Fotos de fecha 01.02.2024.
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