domingo, 19 de mayo de 2019

PUENTE DE JÁNOVAS. Huesca

PUENTE COLGANTE SOBRE EL RÍO ARA
JÁNOVAS. Término Municipal de Fiscal. Huesca
N-260 PK 451,300



El puebluco de Jánovas pertenece a la corporación municipal de Fiscal, dentro de la propia comarca del Sobrarbe y a la vera del río Ara, en su margen derecha. Al igual que ocurrió con otros pequeños núcleos de la zona y debido al proyecto fallido de construir un embalse en este valle del río Ara hacia el año 1.951, sus habitantes, aunque resistiéndose durante años,  fueron abandonando el pueblo hasta que en 1.984 quedó definitivamente desierto. Nuevamente, hacia el año 2001 se elaboraron otros proyectos sobre la viabilidad de este embalse pero quedaron rechazados, entre otras cuestiones,  por sus elevados costes y dudosa rentabilidad. Desde el año 2010 y también de acuerdo con varios estudios, alguno iniciado por la municipalidad de Fiscal, se pretende rehabilitar alguno de estos enclaves para que puedan ser colonizados de nuevo. Ciertamente, entre sus ruinas, todavía se puede uno sorprender por sus tesoros etnológicos y su urbanismo rural con pedigrí.

El paraje del desfiladero de Jánovas, o congosto, como se dice por estos lares, es espectacular y además, se dispone de vías de tierra alternativas, en ambas márgenes del río, para excursiones o paseos donde poder admirar el bloque montañoso que lo encierra, su tupida masa forestal con una variadísima comunidad de hierbas y matas de especies botánicas, la luz, el silencio -que es también el rumor de las aguas del Ara- y como colofón para los cazadores de puentes, llegarse hasta su soberbio puente colgante y fotografiarlo con alegría, después de haber disfrutado transitando por la bellísima carretera nacional N-260 o Eje Pirenaico, motivo que me acercó a este paraje ya que trataba de estudiar la larga calzada, complicada, dura por su dificultad aunque narcótica que, ciertamente, enamora a cualquier viajero con interés que se adentre por ella.

Se sacudía el polvo este lobo montaraz al llegar al lugar, después de haber recorrido en unos días esta señera carretera desde su PK 0 en Portbou y sabía de antemano que todo tiene un final y que se encontraba cerca ya que la N-260, tras zigzaguear con violencia durante 520 kilómetros y sin someterse a las crudas estribaciones pirenaicas ya que siempre las vence, acababa no lejos de aquí, en el pueblo de Sabiñánigo. Más preocupado por el itinerario que por los puentes, observaba en sus mapas históricos y rancios cuál era la calzada original y la que ahora era la variante, al llegar a Fiscal. ¿ Debía seguir subiendo -es un decir- por la vieja ruta para alcanzar Broto y Biescas, enredándose en curvas y toboganes hasta llegar a Sabiñánigo...? ¿ O, quizás, era conveniente y facilón seguir por el sur, siguiendo la ruta hacia Yebra de Basa y Osán para terminar, igualmente, en Sabiñánigo...? Bueno, la curiosidad mató al gato, dicen, pero no así al lobo, que contumaz, se hizo las dos rutas aunque la de verdadero interés por ser la antigua, era la de Broto y Biescas, más espectacular y bella, aunque sensiblemente más larga, matriculada como N-260a. Pendiente de la orografía y del propio trayecto, este cánido olvidó visitar otro puente colgante en Lacort y lo que aún queda de otra pasarela colgante camino de Ligüerre de Ara que aún mantiene enhiesto un pórtico en piedra de aquella estructura sobre el río. Bien es cierto que, aunque despistado, al aterrizar en Broto pudo conocer las ruinas de su emblemático e histórico puente medieval. También allí existe un puentecillo curioso sobre el Arroyo de Sorrosal, muy reformado aunque ha perdido encanto al construirse prácticamente pegando estribos, un puente decimonónico que es el que da servicio al camino hacia Oto.

Volviendo al tema, señalar que el puente-pasarela de Jánovas, independientemente de su belleza que conjuga perfectamente con el paraje natural en que se encuentra, tiene cualidades muy especiales: Se trata de una obra verdaderamente antigua dentro de la pontonería colgante y hasta tiene grabada su posible fecha de construcción: Año 1881. La segunda cuestión a valorar es que, en la actualidad, no hay otros testigos históricos de ese buen hacer pontonero. Desaparecieron los puentes colgantes, algunos incluso antes de que se construyera el de Jánovas, y me vienen a la memoria, por citar unos pocos, el puente de Santa Isabel sobre el río Gállego, el precioso y conflictivo puente de Arganda sobre el río Jarama, el impactante puente sobre el río Pisuerga en Dueñas o el de Fuentidueña de Tajo, algunos de estos atribuidos a Jules Seguin. Colapsados o volados en diferentes conflictos bélicos, lo cierto es que, quizás, sólo se mantiene en pie el de Amposta sobre el río Ebro, también volado en la Guerra Civil , recompuesto y con importantes rehabilitaciones recientes, añadiendo que en este caso, es una estructura levantada en 1921, aproximadamente 50 años después de que, por diferentes criterios técnicos y económicos, dejaran de construirse puentes colgantes de envergadura.

Características actuales de la obra. Tiene una longitud aproximada de 58/60 metros incluyendo sus robustos estribos. El ancho es de 2,50 metros  entre bordes de tablero aunque en los pasos bajo pórticos se reduce a casi 2 metros, anchura suficiente para el paso de vehículos de rueda, ya fueren carromatos, carros de tiro o vehículos a motor ligeros. El único vano adintelado que posee tiene 48 metros de luz y se eleva sobre lámina de aguas aproximadamente 5 metros. Entiendo que, tanto la amplitud de luz, la carencia de pilas intermedias, la flecha hasta cauce, todo ello muy holgado así como el buen basamento de estribos, ha permitido que, en momentos de agresivas avenidas, nuestro puente no haya sufrido mucho las fuerzas de este caudal y se haya podido mantener en pie durante tanto tiempo.

Los puntos de apoyo y sostén de la estructura lo constituyen las torres de cabeceras, dos a dos y de sección cuadrada, reduciendo su perímetro hacia su cénit y con una altura de 3 metros levantadas probablemente en hormigón y chapadas con amplias losas o piezas de sillería de caliza de cara vista lisa y bien dispuestas. Los cúmulos de líquenes y humedades son tan acusados que es difícil observar si existen, como parece, lienzos en los que predomina el hormigón exterior. Las torres del lado izquierdo (desde aguas arriba) debieron de rectificarse o reafirmarse ya que en zonas altas, sí hay presencia de hormigón, incluso sus pináculos, se han reafirmado con una faja de acero a modo de abrazadera para reforzarlas y que aguanten la tensión del cableado. Este refuerzo metálico ya se observa en las fotos de Zerkowitz de los años 30 del siglo XX. Las pilas, para su consistencia, parten de una profunda base de hormigón excavada en los zócalos de tierra donde se sitúan los estribos.

Los cables principales parten de las zonas traseras de estas pilas, donde se anclan en basas de hormigón al efecto y atirantan la estructura flotante. El paso del cableado por las torres, en una solución diferente a las habituales, se produce por unas sillas metálicas fijadas al cenit de cada pila a base de pernos de acero y con una forma peculiar, moldeadas a base de aceros duros (ya se utiliza el convertidor Bessemer desde hacía años) que en este caso, refuerza las aletas de estas sillas con cartabones horizontales para conseguir mayor consistencia de las piezas (Fernández Troyano lo explica muy bien en su trabajo al respecto). Estas sillas o bielas recuerdan mucho a las de la pasarela de Saint-Georges sobre el río Saône en la ciudad de Lyon, construida en 1852. Otra de las peculiaridades que tiene esta obra es la de que, en sus cables principales, se utilizan mazos de alambre no helicoidales o enrollados sobre un eje, sino que son los alambres libres, juntos y paralelos los que, debidamente encamisados con otros alambres aproximadamente a cada metro (cuellos de embutido) se despliegan a lo largo de toda la estructura de extremo a extremo, incluyendo sus anclajes tras cabeceras. Se trata de alambres gruesos, con un calibre de 3,50 milímetros que forman un único mazo con un calibre aproximado de 3 centímetros. Los cuellos o zunchos que envuelven estos cables, se hacen con alambre fino de 2,20 milímetros y en estos casos, el calibre tras el envoltorio llega a los 5 centímetros ya sea en espesor o longitud. Siguiendo las explicaciones de Fernández Troyano, se sugiere que el sistema de cableado mayor (cables paralelos) es original y que sigue las pautas del sistema inventado por los hermanos Seguin, especialmente Marc Seguin (1786-1875). La compañía francesa de Seguin también actuó en varias obras de puentes colgantes en España por lo que se especula con que pudo intervenir en el proyecto del puente de Jánovas, del que hasta el momento, se ignora proyectista y constructor.

El cableado superior consta de dos unidades quizás de calibre diferente en cada lado del tablero y en toda su longitud se asocia a éste por medio de péndolas, seriadas a cada metro y compuestas también de alambre. El enganche superior de estas péndolas se hace por medio de horquillas dobles (una para cada cable) y en el inferior, ancladas a los travesaños previa perforación de los mismos, acoplando unas argollas o mosquetones de acero donde enrolla el alambre y ciñéndolo o anclándolos en las caras inferiores de los travesaños con sistemas de pernos de rosca con cabeza de pasador.

El tablero se compone de estos macizos de madera o traviesas de sección cuadrada anclados a las péndolas y sobre los que se disponen 4 largueros de madera en toda la longitud del puente. Sobre estos largueros se clavan las tablas que componen el firme. En la actualidad el maderamen del firme se encuentra bastante deteriorado, con tablas agrietadas y alguna de ellas rota por las que se puede ver el vacío. Aunque antiguas y probablemente de roble, no parece que sean las originales.Completan el tablero unas barandillas de hierro en redondos engarzados a las traviesas de madera inferiores y anudados con alambre a las péndolas. Estos redondos conectan con el pasamanos plano a base de remaches en cada barra. En general, su estado de conservación es mejorable. 

A mi modo de ver y ciertamente importante en la robustez de la obra, es la construcción de los estribos. Son anchos y hasta en el izquierdo disponen de aleta de fábrica en su lado aguas arriba. Se forman empotrándose en los taludes rocosos de las orillas y su basamento en zona de cauce será sobre losas de roca madre del lecho del río previamente picadas. Hacia su interior, se conformarán a base de sólido hormigón con grandes piedras aglutinadas con cemento en masa o hidráulico. Exteriormente se completa la obra con un chapado en piedra caliza, bien agrupado en hiladas de mampostería y sillarejo de cara vista poco picada y con mortero en juntas que, en la actualidad, se muestra firme. Las zonas de esquinas se embellecen con aristones mejor labrados de sillería. Tampoco descarto intervenciones de rehabilitación en algunos lienzos de estos muros pues también se advierten diferenciaciones con respecto a las fotos de Zerkowitz. En concreto, me llama la atención que en la cara externa del estribo izquierdo, a nivel de aguas, aparezca un macizo de hormigón en forma y posición diferente al que ahora se muestra, chapado en piedra y que en algún momento se levantó para asentar alguna cercha o pie derecho en esa cabecera para recomponer la obra o intervenir en el tablero. También parece curiosa la tubería vertical que en esa estribo llega hasta lámina de aguas y que en superficie, junto a la pila izquierda de esa cabecera, se aglutina o adapta a una pilastrilla cuadrangular hueca por donde emboca la tubería y que da la sensación de que se trata de los restos de una fuente a base de bomba de agua hidráulica manual cuyo mecanismo ha desaparecido. Tampoco parece que existiera en los años 30 según las fotografías de Zerkowitz.

Respecto a su estado de forma y teniendo en cuenta que su uso actual es para excursionistas o ciclistas, se puede considerar que no está mal del todo, aunque siempre es deseable que se revise y en este caso, se proceda a la sustitución de las traviesas en peor estado y cuando digo traviesas me refiero a muchas de las jácenas transversales que soportan el resto de entarimado, algunas con oquedades preocupantes, además de muchas tablas del firme. También convendría revisar las barandillas, fijando algunos tramos actualmente muy frágiles. Falta información en calzada que avise al viajero sobre la situación de este monumento aunque en este caso y al menos, se advierte al conductor con una señal de "panorámica o vista pintoresca fotográfica" la posibilidad de contemplarlo desde el Mirador de Jánovas. 

Para saber más. Es obligada la lectura del trabajo ya mencionado de Leonardo Fernández Troyano que se divulgó en la ROP número 3565 de mayo de 2.015. Es un amplio y detallado estudio de nuestro puente y también cita referencias de puentes análogos, muy cercanos al que nos ocupa. De este trabajo, Incorporo a mi artículo una serie de fotografías de detalle de la obra, imprescindibles para conocer la estructura en su plenitud. No es habitual en el mundo ingenieril que los profesionales se dediquen a la historia del mundo pontonero y menos aún, a su divulgación. Fernández Troyano, probablemente influenciado por su propio padre, Carlos Fernández Casado, que también fue un pionero en la catalogación histórica pontonera de nuestro país, ha tenido la paciencia suficiente añadida a su propia curiosidad para poder legarnos un amplio compendio de puentes de todo tipo estudiados y fotografiados por él mismo y que ahora, podemos consultar los amantes de estas estructuras. También es muy interesante el libro de Fernández Troyano titulado "Tierra sobre el agua. Visión histórica universal de los puentes", editado en 1999 por el CICCP en la colección Ciencias, Humanidades e Ingeniería número 55. Se ocupa de los puentes colgantes con gran minuciosidad en el tomo II de este tratado, página 170 y ss. aunque no se hace referencia a estas modestas pasarelas colgantes del Sobrarbe o Alto Aragón. También trata este puente el libro titulado "Arquitectura sobre el agua. Puentes del Alto Aragón", número 6 de la Colección de Losa Mora, editado en 2010 y trabajado aunque con brevedad por PRAMES y la Diputación de Huesca en páginas 54 y 55. Existen muchas sites, generalmente locales o regionales que tratan esta obra, algunas de ellas con enlaces en mis entradas, como por ejemplo, la del Pontón de Moscarales sobre el Arroyo de Ferrera cerca de la localidad de Boltaña. Algunos textos sobre la comarca del Sobrarbe de Lucien Briet nos remontarían a soportes gráficos de este puente entre los años 1904 y 1911. También y como ya he señalado, los archivos fotográficos de Adolf Zerkowitz, depositados en Barcelona aunque visibles en parte a través de Flickr, nos permiten conocer la estructura en los años 30 del pasado siglo XX. Una web muy interesante y que no sólo se fija en esta obra sino que nos muestra otros puentes colgantes y sus historias es magnet-xataka. También es de calidad, como suele ocurrir en la pontonería oscense que siempre nos muestra, la web huescasonora que además de fotos, incluye un vídeo del asunto. Entre la información o referencias a esta obra o al pueblo por vía internet, se pueden consulta el pdf de ceddar que nos informa sobre la posible rehabilitación del pueblo de Jánovas. La web de pasoapalmo, la revista elgurrion, el Diario del Alto Aragón, la web cesobrarbe también tiene un pdf sobre el tema y la web de Exploraciones y Expediciones de la Sociedad Geográfica Española, entre otras muchas, fáciles de encontrar en la red. El diario.es en edición de 20.08.2018 ya informa de que se están incorporando redes eléctricas o de agua sanitaria en este pueblo con vistas a su futura colonización. Una buena web que muestra una interesante colección de estructuras colgantes es la de arquitecturaenacero.

Respecto a la ruta carreteril de esta preciosa calzada, sus posibilidades viajeras, su amplitud de panorámicas, puertos de montaña, sus testigos a nivel de patrimonio lineal, pueblos, monumentos, ríos y por supuesto, puentes, me remito a los artículos que escribí para la revista Solo Camión en los números 320 y 321 de fecha octubre y noviembre de 2016.

Cómo llegar. La ruta más sencilla parte de la propia carretera nacional N-260 donde, cerca del citado Mirador de Jánovas, concretamente en el PK 452, existe un desvío de tierra sin indicación alguna que se corresponde con el viejo camino que llevaba al puebluco de Jánovas. Con cierta pendiente y en trayecto recto de unos 200 metros, giraremos luego a nuestra izquierda para seguir otro camino que progresivamente baja hasta la cabecera izquierda del puente. Según parece, el tramo recto lo siguen utilizando los vehículos, especialmente los de tipo todoterreno, pero ellos pueden continuar bajando en otro tramo más o menos recto hasta un vado natural, reforzado con una plataforma de hormigón de unos 15/20 metros de longitud y que salva el río en cauces mínimos, permitiendo entrar en Jánovas por su calle principal a paseantes, bicicleteros o incluso vehículos. La otra opción es cruzar el puente colgante y seguir por esta vía de tierra hasta alcanzan las ruinas del propio pueblo.






Tres imágenes de los años 30 del siglo XX. Colección fotográfica de Adolf Zerkowitz con archivo propio en Barcelona que se puede consultar en Flickr. Existen fotos más antiguas, como las de Lucien Briet, entre los años 1904 y 1911 pero no he podido cazar ninguna. 


Tampoco es que en tiempos recientes existan muchas fotografías del puente visibles en internet. Ésta se corresponde con un evento escolar que divulgó El Diario de Aragón el 08.06.2006 donde, al menos, podemos observar el tablero.


Buena toma del puente, probablemente de la primavera del año 2.008 y que divulgó la revista del puebluco de Labuerna llamada El Gurrión en su número 112.







Tomas del puente desde el Mirador de Jánovas con fecha 31.10.2014



Dos fotos tomadas por un ciclista con fecha 08.09.2015










Serie de fotografías del trabajo sobre el tema de Leonardo Fernández Troyano que se publicaron en la ROP (Revista de Obras Públicas), número 3565 de mayo del 2015. 





Tres buenas tomas del puente del año 2.015 que exhibe la web miradoresdeordesa.





Tres interesantes fotos de detalle de la obra, tomadas en enero de 2.019 que muestra la web de magnet-xataka.







Tres tomas de detalle de la obra, sin fecha aparente aunque recientes que muestra la web de huescasonora.



Aparcamiento de la carretera N-260 en su PK 451,300 lugar en el que encuentra el mirador desde donde podemos contemplar el desfiladero del río Ara y nuestro puente. 






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