domingo, 3 de junio de 2018

PUENTES DE BOADILLA DEL CAMINO. Palencia

PUENTES DE BOADILLA DEL CAMINO. Palencia

P-432 PK 2,500



El puebluco de Boadilla del Camino se encuentra inserto en pleno territorio de Tierra de Campos. Es una villa antigua donde todavía se pueden ver monumentos medievales o renacentistas, desde su iglesia parroquial o el magnífico rollo de justicia, símbolo de autoridad y jurisdicción otorgado en tiempos de Enrique IV hasta casonas hidalgas con flamantes blasones incrustados en los pórticos de sus fachadas.

Cruzan la población algunos arroyo o riveras, entre los que se encuentra el conocido como Arroyo del Verco, también llamado de La Espineda, que desaloja sus aguas, cuando las lleva, en el cercano cauce del río Ucieza.

En virtud de la categoría de este pueblo así como por encontrarse en plena ruta del Camino de Santiago, deberemos pensar que dispondría de algún puentecillo o pontón que salvara las aguas de sus arroyos cuando estos llevaban aguas bravas. Pero no hay testimonios escritos sobre esos posibles pasos. Se entiende que, al igual que ocurriría en la mayoría de los casos, la villa dispondría de algún modesto puente con tablero de madera que pudiera apoyar, quizás, en alguna pila intermedia del mismo material o de fábrica. Estas estructuras de vida efímera, serían renovadas o rehabilitadas cada vez que se producían daños por las grandes avenidas que periódicamente se producirían a lo largo de los siglos.

Es probable que a principios del siglo XIX, cuando se está actuando en el cercano Canal de Castilla, o bien, cuando ya se ha terminado su tramo más cercano del Ramal Norte, se decidiera enviar alguna cuadrilla de obreros y canteros a este pueblo para que consolidara sus pasos sobre el Arroyo del Verco haciéndolos de fábrica de sillería en piedra caliza.

Dispone de dos pequeños puentes en fábrica de sillería, aparentemente muy parecidos, y otro contemporáneo llamado Puente de la Fuente Vieja, en estilo rústico aunque duradero y que hace pocos meses se ha hecho centenario.

Puente del Camino de las Bodegas: Se sitúa en el arranque del camino homónimo,  muy cerca de lo que en origen fue su calle Mayor. Es probablemente el que daba servicio a los peregrinos del Camino de Santiago y su origen, incierto, pudiera relacionarse con el Renacimiento, cuando esta villa parece que goza de cierto auge.

Por su configuración debió de ser un puente con tablero a dos aguas y disponía de dos arcos de medio punto, angostos, con luces de aproximadamente 4 metros y una pila central donde se enlazan los arranques de los propios arcos, elevados sobre una única zapata o basa, sin refuerzos de tajamares o espolones. El apoyo en estribos es corto, empotrándose en los taludes rocosos que ha propiciado u horadado el cauce a lo largo de siglos.

Está construido a base de sillería de volumen irregular y con muy pocas hiladas hasta su rasante. Sus pequeñas bóvedas de cañón son robustas y bien dispuestas lo que se aprecia mejor en las boquillas, con piezas grandes, acuñadas, consiguiendo la plena rosca con apenas una docena de dovelas. Es piedra caliza, algo porosa, bien trabajada, desgastada, lo que nos indica que ha sido trabajada hace siglos.

Su tablero, debido a alguna de sus últimas rehabilitaciones, ha permanecido horizontal, aproximadamente con 20 metros de longitud, firme de hormigón asfáltico y bajos petos que más bien, se correspondían con la vieja línea de impostas. Recientemente, el Ayuntamiento ha procedido a su rehabilitación total, incluyendo parte de su entorno, como ya se señaló aquí en Noticias pontoneras. Su impronta ha cambiado significativamente: nuevo tablero en forma de lomo de asno, retoque y fijación del paramento con mortero, limpieza de sillares, una nueva barandilla de acero y firme a base de lechadas de cemento consolidado con canto rodado de poco calibre, recordando viejos firmes antiguos. La calzada se escolta con dos aceras peatonales. Sigue siendo un puente en uso ya que se permite el tránsito de vehículos. Lástima que no se haya decidido eliminar el cutre lecho de cemento que subsiste en el cauce, aguas abajo, junto a sus arcos y que son protecciones innecesarias si la base de estribos y pila central se encuentra bien fijadas o ancladas en el subsuelo y se procede a fijar el propio lecho con canto rodado. También parece contradictorio el intento de otorgar a esta obra una pátina de antigüedad al tiempo que permanecen en el cauce y junto a los arcos, variadas arquetas de canalizaciones, tapas de alcantarillado y tubos de colores que entiendo deben ser para desagües del tablero en vez de haber construido algunos imbornales de época.

Puente carretero: A pocos metros del anterior y aguas abajo del Arroyo del Verco se encuentra esta joya pontonera de la ingeniería carreteril decimonónica, que probablemente se levantó cuando se decidió hacer una nueva carretera de tercer orden que conexionara probablemente Castrojeriz con Frómista y abriendo un acceso para los pueblos del entorno con el cercano Camino Real, actualmente carretera nacional N-611, que permitiría acceder a capitales importantes como son Palencia o Valladolid y hacia el norte con Reinosa y Santander.

Se trata de un puente de aproximadamente 22 metros de largo y 6 metros de anchura que dispone de dos preciosos vanos escarzanos y un par de tajeas de gran mérito. Está construido sobre la base de una excelente estereotomía que recuerda los estándares que figuraban en los viejos catálogos de obras públicas de época isabelina redactados por Subercase o Lucio del Valle.

Se utiliza piedra caliza del entorno y se talla con gran maestría, diría que en algunas piezas, especialmente en el dovelaje, con medios mecánicos de corte. Sus paramentos son mínimos pues se da preponderancia a las luces de sus dos vanos, aproximadamente de 6 metros cada uno. Una de sus bóvedas se encuentra con lodos y arenas que impiden observar su arranque pero la de la derecha (visto desde aguas arriba) y debido a que es por donde pasan las aguas ordinariamente, no está cenegada y se pueden ver los puntos de sostén de estribos y pila central; llama la atención que -sobre una posible cimentación de hormigón en masa oculta y quizás con algún emparrillado de maderas- se dispongan una serie de hiladas de mampuestos en seco que hacen las veces de arranques, sobre los que se dispone una primera línea de imposta a base de sillares amplios aunque de talla grosera y que cumplen la función de basamento de arranque de estribos así como de salmeres de ambos arcos fusionados con la pila central. Sobre estos muros de apoyan las bóvedas escarzanas de muy buena fábrica y disposición en las roscas, mejor observable en las boquillas.

La pila central se refuerza con un bajo tajamar-espolón de sección semicilíndrica, coronado con un tejadillo en forma semicónica. Aguas arriba se observa el descalce del tajamar con su basa separada ostensiblemente de la columna vertical. Estribos que se empotran en los taludes del cauce, con poca fábrica y parcialmente tapados por las aletas que posee el puente para encauzamiento de corrientes.

Sobre extradós y en cantos se dispone una gruesa imposta lineal sobre la que reposan amplios ortostatos de piedra caliza que componen los pretiles de época. Todavía subsisten algunos guardarruedas históricos de perfil cónico en las cabeceras del puente.

Como esta obra civil aún no ha sido rehabilitada se puede adivinar su deterioro, desgaste y fatiga al tiempo que también son observables algunas intervenciones groseras para fijación de paramentos o lecho del río con cementos portland. En superficie, un recrecido de hormigón asfáltico bastante reciente y dada la estrechez de su calzada, carece de arcenes o viales peatonales.

A mi modo de ver y dado que se trata de una obra civil bastante usual en la carretería ingenieril, lo que más me llamó la atención de este pequeño puente es la dotación aneja a su arco derecho -desde aguas arriba- de dos tajeas, aparentemente preciosas y bien ejecutadas que ahora no tienen función alguna al encontrarse colmatadas de lodos y arenas. Son dos vanos adintelados con luces de no más de un metro cada una. Es obra de fábrica de caliza con sillería muy bien trabajada y dispuesta; dispone de una pila central de sección cuadrangular, parece que dispone de aletas aunque totalmente ocultas y sus dinteles son tan esmerados que hasta se adornan con un biselado en las esquinas superiores. La fuerte imposta superior a base de cuatro sillares longitudinales también dispone de esa decoración con los esquinados a bisel y no parece que hayan tenido pretiles.

Es de esperar que en una próxima rehabilitación de este puente se actúe sobre estas singulares tajeas y se pueda poner en valor todo el conjunto pontonero tipificándolo como monumento carretero y teniendo en cuenta que no hay muchos ejemplos semejantes en la zona. Destacar que, a pocos metros de este puente y sus ocultas tajeas, se encuentra también bajo la misma calzada de esta carretera un interesante alcantarilla de factura semejante, con gran mérito, y que merece su propia rehabilitación para exhibirla con el conjunto de obra pública que posee el pueblo de Boadilla del Camino.

Puente de la Fuente Vieja: Ubicado precisamente junto a una ancestral fuente pública que aún sigue dando servicio a los peregrinos jacobeos que acceden a ella al llegar a Boadilla por el viejo Camino de Peregrinos.

Es probable que allí existiera algún pontón de madera para pasar el Arroyo de La Espineda pero ante su desgaste o ruina, el entonces alcalde de la localidad, Emilio Mediavilla Arija, decidió erigir en el año 1.917 y a expensas del municipio este robusto puente, según se lee en un mojón clavado junto al puente.

Bien, nos encontramos ante un puente centenario, construido al estilo antiguo, rústico, como se harían la mayoría de los puentes sobre pequeños cauces en todo el mundo y desde hace milenios, cuando todavía no se había inventado el arco como sostén de un tablero. En este caso se hace con tres vanos con luces de un metro cada uno y bóveda adintelada que apoya en otras piedra que conforman los estribos y dos pilas intermedias donde se aprecia la modernidad del caso, al construirse a base de hormigón en masa pues aún destacan las rugosidades o excrecencias del viejo encofrado.

En las zonas de intradós parece que las bóvedas se cierran a base de lajas de piedra aunque también aparecen intrusiones de hormigón. En extremos se elevan las boquillas con otras hiladas se piedras de talla deficiente y todo el conjunto se corona a modo de pretiles con albardillas de piedra con su cara superior convexa dando un sentido decorativo al conjunto. Desmerece la obra el excesivo cemento hormigonado sobre el lecho del río, agrietado y con desprendimientos que entiendo se puso para evitar descalces en pilas o estribos que pudieran arruinar la obra.

Por lo que observo en mi visita, se ha prestado atención a su estado en alguna inspección reciente y se ha llegado a la conclusión de que se debe reparar. Como es puente carretero que da servicio -no sólo a peregrinos- sino también a vehículos que, además, por su condición de vía agrícola, pudieran utilizar maquinaria pesada, se han colocado allí mismo un par de vallas con un bando municipal donde se puede leer : Puente cortado por peligro de hundimiento. Pese a esta advertencia y dado que siempre hay una valla tirada, los vehículos siguen pasando tranquilamente por nuestro puente. Es de desear que se rehabilite pronto y al mismo tiempo, se intenten retirar las lechadas groseras de hormigón que existen en el cauce del riachuelo, sustituyéndolas por algún empedrado más natural.

Para saber más: Sobre la reparación del llamado Puente de las Bodegas hay cierta información en la web de la Diputación Provincial. También recogía esta noticia el periódico regional El Norte de Castilla en su edición de fecha 17.03.2018. No conozco otras informaciones que se refieran a estos puentes de Boadilla del Camino. Obviamente y dado que la localidad es ruta jacobea pues existen muchos blogs o webs que citan la localidad como punto del Camino pero nada, absolutamente nada, de sus obras pontoneras. Como referencia se pueden consultar los lugares de interés de la web municipal.

Cómo llegar: Boadilla del Camino se encuentra en la carretera provincial P-432 y los puentes principales están en la entrada al pueblo, a la altura del PK 2,500 de esta calzada. El acceso más frecuente se hace a través de la carretera nacional N-611 (Palencia-Santander) con salida en Frómista, donde hacia el E tomaremos la vía provincial P-431 dirección Santoyo hasta llegar a un desvío a la izquierda que señala dirección Boadilla de Camino y Castrojeriz, y que se corresponde con nuestra carretera P-432 hasta llegar a nuestros puentes. Lo cierto es que no supone un gran esfuerzo continuar por esta calzada y llegarse hasta Itero del Castillo donde se encuentra el bello Ponte Fitero sobre el río Pisuerga y más adelante, en las inmediaciones de Castrojeriz, podremos contemplar dos puentes históricos sobre el río Odra muy interesantes: El Puente de Tabanera y el Puente Largo o de Bárcena , éste último sobre el propio Camino Francés.

PUENTE DEL PASEO O CAMINO DE LAS BODEGAS













Tanda de fotos de fecha 05.04.2018

PUENTE CARRETERO Y TAJEAS ANEJAS. P-432 PK 2,500






















Tanda de fotos de fecha 05.04.2018

PUENTE DE LA FUENTE VIEJA. Camino de Santiago










Tanda de fotos de fecha 05.04.2018


Reliquias carreteriles. Antiguo mojón del Plan Peña señalando el PK 2 de la provincial P-432 poco antes de llegar al puente. Toma de fecha 05.04.2014












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