PUENTES DE BOADILLA DEL CAMINO. Palencia
P-432 PK 2,500
El puebluco de Boadilla del Camino
se encuentra inserto en pleno territorio de Tierra de Campos. Es una villa
antigua donde todavía se pueden ver monumentos medievales o renacentistas,
desde su iglesia parroquial o el magnífico rollo de justicia, símbolo de
autoridad y jurisdicción otorgado en tiempos de Enrique IV hasta casonas
hidalgas con flamantes blasones incrustados en los pórticos de sus fachadas.
Cruzan la población algunos arroyo
o riveras, entre los que se encuentra el conocido como Arroyo del Verco,
también llamado de La Espineda, que desaloja sus aguas, cuando las lleva, en el
cercano cauce del río Ucieza.
En virtud de la categoría de este
pueblo así como por encontrarse en plena ruta del Camino de Santiago, deberemos
pensar que dispondría de algún puentecillo o pontón que salvara las aguas de
sus arroyos cuando estos llevaban aguas bravas. Pero no hay testimonios
escritos sobre esos posibles pasos. Se entiende que, al igual que ocurriría en
la mayoría de los casos, la villa dispondría de algún modesto puente con tablero
de madera que pudiera apoyar, quizás, en alguna pila intermedia del mismo
material o de fábrica. Estas estructuras de vida efímera, serían renovadas o
rehabilitadas cada vez que se producían daños por las grandes avenidas que
periódicamente se producirían a lo largo de los siglos.
Es probable que a principios del
siglo XIX, cuando se está actuando en el cercano Canal de Castilla, o bien,
cuando ya se ha terminado su tramo más cercano del Ramal Norte, se decidiera
enviar alguna cuadrilla de obreros y canteros a este pueblo para que
consolidara sus pasos sobre el Arroyo del Verco haciéndolos de fábrica de
sillería en piedra caliza.
Dispone de dos pequeños puentes en
fábrica de sillería, aparentemente muy parecidos, y otro contemporáneo llamado
Puente de la Fuente Vieja, en estilo rústico aunque duradero y que hace pocos
meses se ha hecho centenario.
Puente del
Camino de las Bodegas: Se sitúa en el arranque del camino homónimo, muy cerca de lo que en origen fue su calle
Mayor. Es probablemente el que daba servicio a los peregrinos del Camino de
Santiago y su origen, incierto, pudiera relacionarse con el Renacimiento,
cuando esta villa parece que goza de cierto auge.
Por su configuración debió de ser
un puente con tablero a dos aguas y disponía de dos arcos de medio punto,
angostos, con luces de aproximadamente 4 metros y una pila central donde se
enlazan los arranques de los propios arcos, elevados sobre una única zapata o
basa, sin refuerzos de tajamares o espolones. El apoyo en estribos es corto,
empotrándose en los taludes rocosos que ha propiciado u horadado el cauce a lo
largo de siglos.
Está construido a base de sillería
de volumen irregular y con muy pocas hiladas hasta su rasante. Sus pequeñas
bóvedas de cañón son robustas y bien dispuestas lo que se aprecia mejor en las
boquillas, con piezas grandes, acuñadas, consiguiendo la plena rosca con apenas
una docena de dovelas. Es piedra caliza, algo porosa, bien trabajada,
desgastada, lo que nos indica que ha sido trabajada hace siglos.
Su tablero, debido a alguna de sus
últimas rehabilitaciones, ha permanecido horizontal, aproximadamente con 20
metros de longitud, firme de hormigón asfáltico y bajos petos que más bien, se
correspondían con la vieja línea de impostas. Recientemente, el Ayuntamiento ha
procedido a su rehabilitación total, incluyendo parte de su entorno, como ya se
señaló aquí en Noticias pontoneras. Su impronta ha cambiado significativamente:
nuevo tablero en forma de lomo de asno, retoque y fijación del paramento con
mortero, limpieza de sillares, una nueva barandilla de acero y firme a base de
lechadas de cemento consolidado con canto rodado de poco calibre, recordando
viejos firmes antiguos. La calzada se escolta con dos aceras peatonales. Sigue
siendo un puente en uso ya que se permite el tránsito de vehículos. Lástima que
no se haya decidido eliminar el cutre lecho de cemento que subsiste en el
cauce, aguas abajo, junto a sus arcos y que son protecciones innecesarias si la
base de estribos y pila central se encuentra bien fijadas o ancladas en el
subsuelo y se procede a fijar el propio lecho con canto rodado. También parece
contradictorio el intento de otorgar a esta obra una pátina de antigüedad al
tiempo que permanecen en el cauce y junto a los arcos, variadas arquetas de
canalizaciones, tapas de alcantarillado y tubos de colores que entiendo deben
ser para desagües del tablero en vez de haber construido algunos imbornales de
época.
Puente
carretero: A pocos metros del anterior y aguas abajo del
Arroyo del Verco se encuentra esta joya pontonera de la ingeniería carreteril
decimonónica, que probablemente se levantó cuando se decidió hacer una nueva
carretera de tercer orden que conexionara probablemente Castrojeriz con
Frómista y abriendo un acceso para los pueblos del entorno con el cercano
Camino Real, actualmente carretera nacional N-611, que permitiría acceder a
capitales importantes como son Palencia o Valladolid y hacia el norte con
Reinosa y Santander.
Se trata de un puente de
aproximadamente 22 metros de largo y 6 metros de anchura que dispone de dos
preciosos vanos escarzanos y un par de tajeas de gran mérito. Está construido
sobre la base de una excelente estereotomía que recuerda los estándares que
figuraban en los viejos catálogos de obras públicas de época isabelina
redactados por Subercase o Lucio del Valle.
Se utiliza piedra caliza del
entorno y se talla con gran maestría, diría que en algunas piezas,
especialmente en el dovelaje, con medios mecánicos de corte. Sus paramentos son
mínimos pues se da preponderancia a las luces de sus dos vanos, aproximadamente
de 6 metros cada uno. Una de sus bóvedas se encuentra con lodos y arenas que
impiden observar su arranque pero la de la derecha (visto desde aguas arriba) y
debido a que es por donde pasan las aguas ordinariamente, no está cenegada y se
pueden ver los puntos de sostén de estribos y pila central; llama la atención
que -sobre una posible cimentación de hormigón en masa oculta y quizás con
algún emparrillado de maderas- se dispongan una serie de hiladas de mampuestos
en seco que hacen las veces de arranques, sobre los que se dispone una primera
línea de imposta a base de sillares amplios aunque de talla grosera y que
cumplen la función de basamento de arranque de estribos así como de salmeres de
ambos arcos fusionados con la pila central. Sobre estos muros de apoyan las
bóvedas escarzanas de muy buena fábrica y disposición en las roscas, mejor
observable en las boquillas.
La pila central se refuerza con un
bajo tajamar-espolón de sección semicilíndrica, coronado con un tejadillo en
forma semicónica. Aguas arriba se observa el descalce del tajamar con su basa
separada ostensiblemente de la columna vertical. Estribos que se empotran en
los taludes del cauce, con poca fábrica y parcialmente tapados por las aletas
que posee el puente para encauzamiento de corrientes.
Sobre extradós y en cantos se
dispone una gruesa imposta lineal sobre la que reposan amplios ortostatos de
piedra caliza que componen los pretiles de época. Todavía subsisten algunos
guardarruedas históricos de perfil cónico en las cabeceras del puente.
Como esta obra civil aún no ha sido
rehabilitada se puede adivinar su deterioro, desgaste y fatiga al tiempo que
también son observables algunas intervenciones groseras para fijación de paramentos
o lecho del río con cementos portland. En superficie, un recrecido de hormigón
asfáltico bastante reciente y dada la estrechez de su calzada, carece de
arcenes o viales peatonales.
A mi modo de ver y dado que se
trata de una obra civil bastante usual en la carretería ingenieril, lo que más
me llamó la atención de este pequeño puente es la dotación aneja a su arco
derecho -desde aguas arriba- de dos tajeas, aparentemente preciosas y bien
ejecutadas que ahora no tienen función alguna al encontrarse colmatadas de
lodos y arenas. Son dos vanos adintelados con luces de no más de un metro cada
una. Es obra de fábrica de caliza con sillería muy bien trabajada y dispuesta;
dispone de una pila central de sección cuadrangular, parece que dispone de
aletas aunque totalmente ocultas y sus dinteles son tan esmerados que hasta se
adornan con un biselado en las esquinas superiores. La fuerte imposta superior a
base de cuatro sillares longitudinales también dispone de esa decoración con
los esquinados a bisel y no parece que hayan tenido pretiles.
Es de esperar que en una próxima
rehabilitación de este puente se actúe sobre estas singulares tajeas y se pueda
poner en valor todo el conjunto pontonero tipificándolo como monumento
carretero y teniendo en cuenta que no hay muchos ejemplos semejantes en la
zona. Destacar que, a pocos metros de este puente y sus ocultas tajeas, se
encuentra también bajo la misma calzada de esta carretera un interesante alcantarilla
de factura semejante, con gran mérito, y que merece su propia rehabilitación
para exhibirla con el conjunto de obra pública que posee el pueblo de Boadilla
del Camino.
Puente de la
Fuente Vieja: Ubicado precisamente junto a una ancestral
fuente pública que aún sigue dando servicio a los peregrinos jacobeos que
acceden a ella al llegar a Boadilla por el viejo Camino de Peregrinos.
Es probable que allí existiera
algún pontón de madera para pasar el Arroyo de La Espineda pero ante su
desgaste o ruina, el entonces alcalde de la localidad, Emilio Mediavilla Arija,
decidió erigir en el año 1.917 y a expensas del municipio este robusto puente,
según se lee en un mojón clavado junto al puente.
Bien, nos encontramos ante un
puente centenario, construido al estilo antiguo, rústico, como se harían la
mayoría de los puentes sobre pequeños cauces en todo el mundo y desde hace
milenios, cuando todavía no se había inventado el arco como sostén de un
tablero. En este caso se hace con tres vanos con luces de un metro cada uno y
bóveda adintelada que apoya en otras piedra que conforman los estribos y dos
pilas intermedias donde se aprecia la modernidad del caso, al construirse a
base de hormigón en masa pues aún destacan las rugosidades o excrecencias del
viejo encofrado.
En las zonas de intradós parece que
las bóvedas se cierran a base de lajas de piedra aunque también aparecen
intrusiones de hormigón. En extremos se elevan las boquillas con otras hiladas
se piedras de talla deficiente y todo el conjunto se corona a modo de pretiles
con albardillas de piedra con su cara superior convexa dando un sentido
decorativo al conjunto. Desmerece la obra el excesivo cemento hormigonado sobre
el lecho del río, agrietado y con desprendimientos que entiendo se puso para
evitar descalces en pilas o estribos que pudieran arruinar la obra.
Por lo que observo en mi visita, se
ha prestado atención a su estado en alguna inspección reciente y se ha llegado
a la conclusión de que se debe reparar. Como es puente carretero que da
servicio -no sólo a peregrinos- sino también a vehículos que, además, por su
condición de vía agrícola, pudieran utilizar maquinaria pesada, se han colocado
allí mismo un par de vallas con un bando municipal donde se puede leer : Puente
cortado por peligro de hundimiento. Pese a esta advertencia y dado que siempre
hay una valla tirada, los vehículos siguen pasando tranquilamente por nuestro
puente. Es de desear que se rehabilite pronto y al mismo tiempo, se intenten
retirar las lechadas groseras de hormigón que existen en el cauce del
riachuelo, sustituyéndolas por algún empedrado más natural.
Para saber más: Sobre
la reparación del llamado Puente de las Bodegas hay cierta información en la
web de la Diputación Provincial. También recogía esta noticia el periódico
regional El Norte de Castilla en su edición de fecha 17.03.2018. No conozco
otras informaciones que se refieran a estos puentes de Boadilla del Camino.
Obviamente y dado que la localidad es ruta jacobea pues existen muchos blogs o
webs que citan la localidad como punto del Camino pero nada, absolutamente
nada, de sus obras pontoneras. Como referencia se pueden consultar los lugares de interés de la web municipal.
Cómo llegar:
Boadilla del Camino se encuentra en la carretera provincial P-432 y los puentes
principales están en la entrada al pueblo, a la altura del PK 2,500 de esta
calzada. El acceso más frecuente se hace a través de la carretera nacional
N-611 (Palencia-Santander) con salida en Frómista, donde hacia el E tomaremos
la vía provincial P-431 dirección Santoyo hasta llegar a un desvío a la
izquierda que señala dirección Boadilla de Camino y Castrojeriz, y que se
corresponde con nuestra carretera P-432 hasta llegar a nuestros puentes. Lo
cierto es que no supone un gran esfuerzo continuar por esta calzada y llegarse
hasta Itero del Castillo donde se encuentra el bello Ponte Fitero sobre el río
Pisuerga y más adelante, en las inmediaciones de Castrojeriz, podremos
contemplar dos puentes históricos sobre el río Odra muy interesantes: El Puente de Tabanera y el Puente Largo o de Bárcena , éste último sobre el propio Camino
Francés.
PUENTE DEL PASEO O CAMINO DE LAS BODEGAS
Tanda de fotos de fecha 05.04.2018
Tanda de fotos de fecha 05.04.2018
PUENTE DE LA FUENTE VIEJA. Camino de Santiago
Tanda de fotos de fecha 05.04.2018
Reliquias carreteriles. Antiguo mojón del Plan Peña señalando el PK 2 de la provincial P-432 poco antes de llegar al puente. Toma de fecha 05.04.2014
PUENTE DE LA FUENTE VIEJA. Camino de Santiago
Tanda de fotos de fecha 05.04.2018
Reliquias carreteriles. Antiguo mojón del Plan Peña señalando el PK 2 de la provincial P-432 poco antes de llegar al puente. Toma de fecha 05.04.2014
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