PUENTE DE TABANERA SOBRE EL RÍO ODRA
CASTROJERIZ. Burgos
BU-400 PK 14
La villa de Castrojeriz se encuentra en la medianía territorial
burgalesa, muy cerca de la raya con Palencia, en la comarca del Odra-Pisuerga,
partido judicial de Burgos. Es pueblo viejo e histórico con vestigios
arqueológicos desde las culturas autóctonas o celtibéricas, pasando por la
dominación romana -puede que aquí se asentara la mítica Castrum Sigerici-, y
todos los períodos del Medievo, como atestiguan sus defensas, el castillo y variedad
de casonas y palacios. Históricamente fue cabecera de partido y uno de los 14
que formaban parte de la Intendencia de Burgos a finales del siglo XVIII y
principios del XIX, como se informa en el Censo de Floridablanca del año 1.787.
A nivel de caminería cabe señalar que esta población está integrada en el
Camino de Santiago francés y es muy probable que desde el siglo IX y con más
auge desde el siglo XI, tuviera una importancia capital en el tránsito, descaso
o socorro de los miles de peregrinos que todos los años y en todas las
estaciones, cruzaban la población.
La villa de Castrojeriz dispuso de
dos puentes sobre el río Odra, uno conocido como de Bárcena, donde arranca la
cuesta de Mostelares, vía de tierra de fuerte pendiente que tienen que superar
los peregrinos que siguen en dirección hacia el Ponte Fitero (preciosa obra pontonera en el límite de Burgos
con Palencia) y otro que se encontraba en el lugar o poblado de Tabanera, muy
cerca de la ruinosa iglesia de San Miguel Arcángel, territorios pertenecientes
a la municipalidad de Castrojeriz. Como ocurre en la mayoría de los casos, el
río se cruzaría por medio de vados acondicionados en períodos de estío o sequía
y antes de las épocas de lluvias copiosas se construirían puentes efímeros de
madera, quizás con algunas pilas del mismo material o de piedra que podrían
servir al caso para sortear las aguas bravas los viajeros caminantes, recuas y
quizás, carretas de tiro. No obstante, es probable que hacia el siglo XVI y con
el auge de la villa, se edificaran obras civiles de mayor consistencia, con
pilas y arcos de fábrica de piedra. Me llama la atención un blasón que existe
en una casa-palacio de Castrojeriz y donde en uno de los cuarteles se puede
adivinar las ondas o corrientes de un cauce y en el cuartel contiguo una serie
de candados, ideogramas o símbolos que pueden hacer referencia al puente de la
villa del que el noble oportuno llevaría la administración, custodia y el cobro
del pontazgo pertinente. Concretamente, este edificio es conocido como Casa de
los Gutiérrez Barona aunque parece ser que el blasón es posterior y pertenece a
otro noble; en la actualidad es una residencia de ancianos.
Sobre la base de una obra de fábrica existente, hay testimonios de que a
comienzos del siglo XVII las autoridades locales exponían al corregidor
provincial los desastres ocasionados por las avenidas en ambos puentes,
incluyendo manguardias y firmes del viejo camino. Se informa de que el puente
de Tabanera medía 1.800 pies y disponía de 14 arcos de los cuales, sólo
quedaban 9 en buen estado.
En 1627 lo inspeccionan los maestros canteros Bartolomé de Villalriego y
Lucas de Casanueva y peritan sus daños, evaluándolos en 6.300 ducados; no
existen testimonios de que se iniciaran las correspondientes obras de reparos.
De nuevo, en 1633 es inspeccionado por Andrés de la Maza y Juan de Trujeda y
sugieren su rehabilitación por medio de una serie de condiciones entre las que
se apuntaba la necesidad de construir de nuevo varios arcos "desde su
fundamento", esto es, desde las basas que soportan las pilas. En la
correspondiente subasta se presenta el conocido maestro cantero Domingo del Río
Puentecillas que anuncia una oferta por 13.000 ducados para la reparación de
ambos puentes aunque el proyecto siguió paralizado, quizás, por falta de fondos
en los municipios del entorno o bien, por el abuso que por aquellas fechas
ejercían las familias de canteros trasmeranos, muy activos en Palencia o Burgos
y que influían al modo de oligopolio, señalando costes muchas veces abusivos en
la reparación o construcción de puentes que los propios municipios no podías
soportar.
En el año 1643 es otro maestro de obra trasmerano llamado Jerónimo de
Avendaño, natural de San Pantaleón de Aras y vecino en aquellos años de la
villa de Carrión de los Condes quien que hace oferta para el arreglo de ambos
puentes por 11.300 ducados y consigue el remate, adjudicándose las obras y el
pago por repartimiento entre pueblos y aldeas en 15 leguas a la redonda. Hacia
el año 1646 los inspectores visitadores Juan Gutiérrez del Pozo y Pedro Cayón
informan al corregidor de que se está trabajando en ambos puentes y en las
calzadas a las que dan servicio. En este
caso, el pool de intervención lo
componían el propio Avendaño, su cuñado Andrés de Zorlado Ribero, Francisco del
Río Puentecillas y Juan de Trujeda, los cuales, debieron finiquitar las obras
entre los años 1652 y 1655.
Se ignoran otras posibles intervenciones en este puente aunque se supone
que sufriría diferentes daños a lo largo de los siguientes siglos. A juzgar por
su impronta y su parecido con las variadas alcantarillas en las cercanías de
esta obra, cabe pensar en que debió de repararse en profundidad cuando se
decidió construir la correspondiente calzada a finales del siglo XIX. Llama la
atención que en el mapa confeccionado por Francisco Coello de Portugal en 1.868
no se recoja esta obra civil aunque si se detalla la calle Real del Puente que
por el NW parece que su trayecto conectaba con el Barrio de Tabanera. Señalar
también que en esta calzada subsiste un viejo hito de encrucijada de caminos,
habitual en el diseño carreteril clasicista, ubicado en la rotonda de acceso a
Castrillo Mota de Judíos.
A principios del siglo XXI se diseñan nuevos tramos de esta calzada y se
construye un nuevo puente que da servicio a la BU-400 y quedando separado un
pequeño sector de la vieja calzada donde se encuentra nuestro puente y que se
utiliza para el acceso a varias fincas del entorno.
Características actuales de la obra: Se trata de una obra civil equilibrada, con cuidada geometría,
curiosamente baja en su estructura, de tablero horizontal, con una longitud de
61,50 metros más 1,80 metros de estribos en cada cabecera. El ancho regular del
tablero es de 4,80 metros correspondiendo a calzada 4 metros y 0,40 metros a
cada pretil. En cabeceras se ensancha muy ligeramente para vehículos en espera
de cruce. Dispone de 7 vanos con arcos escarzanos muy abiertos, aproximadamente
a 1/10 de círculo y luces regulares de 5,50 metros cada vano. Estos arcos
apoyan en estribos y en 6 pilas intermedias, estrechas, del tipo tabique que
hacen las funciones de tajamares-espolones con cantos redondeados y sombreretes
semicónicos; bajo pilas se observan gruesas basas a base de varias hiladas de
sillares con cantos también redondeados y que conectaran con el pilotaje y
emparrillado de cimentación.
Excelente trabajo de cantería ya sea en bóvedas y boquillas a base de un
dovelaje muy regular, canteado y con buen rejuntado. Los paramentos, muy
reducidos, se componen de unos pocos sillares que cubren los tímpanos, también
realizados con esmero, en piedra caliza. Tanto en pilas como en rasante se
dispone una imposta sobresaliente que da relieve a la obra y la embellece.
En cubierta destacan los pretiles, con una altura de 0,60 metros, a base
de secciones de ortostatos y de sillares en dos hiladas hasta extremos donde se
refuerza la obra con muretes en ángulo; sobre estos elementos, se dispone una
albardilla con la cara superior ligeramente convexa. Conserva un firme a base
de hormigonado asfáltico muy antiguo. Donde se aprecia mayor fábrica es en el
revestimiento de estribos, compuesto en hiladas horizontales y bien dispuestas
de sillar de piedra caliza.
Recibe al cauce en sentido perpendicular y sus aguas medias fluyen por
los arcos 4,5 y 6 siguiendo la típica visión desde aguas arriba y margen
izquierdo.
Aunque la obra es firme y resistente ya que no se observan limitaciones de
MMA para su cruce, su estado de mantenimiento es lamentable. Muy difícil de
observar pues se encuentra tapado prácticamente por la vegetación de ribera,
especialmente eneas y cañaverales. Sobre cubierta, abundan matorrales y plantas
que crecen junto a pretiles y sobre las grietas del asfalto y los imbornales se
encuentran ocluidos por arenas y vegetación. No parece que tenga sentido mantener cableado eléctrico a lo largo de sus impostas. Ha perdido prestancia al
construirse el puente nuevo excesivamente pegado a él.
Como suele ser frecuente en la mayoría de obras monumentales pontoneras,
ni existen señales de tráfico direccional a la obra, ni tampoco se han puesto
carteles que informen sobre su historia.
Como he dicho, el paso del puente es franco aunque a pocos metros queda
ocluida esta vieja calzada a la que daba servicio, no obstante, antes de su
cruce y por medio de un camino de tierra se puede acceder a las ruinas de la
bella iglesia de san Miguel Arcángel y a otro primitivo puente de hormigón
armado que se utiliza para el acceso a diferentes campos de cultivo y que es
conocido como Camino de la Asperilla, una vía rural alternativa a la actual
calzada BU-404 hacia Villasilos.
Además de esta obra civil, son interesantes un par de alcantarillas de los
últimos años del clasicismo y que se corresponden con este viejo camino real de
época isabelina, ubicadas a ambos lados de nuestro puente en una distancia
aproximada a los cien metros y, por último, ya cerca del pueblo de Castrillo
Mota de Judíos, una tajea original de esta vieja calzada.
Para saber más:
Básicamente, la información histórica de las intervenciones proviene del
trabajo de Inocencio Cadiñanos Bardeci titulado "Puentes de Burgos, zona
Centro durante la Edad Moderna" donde recoge testimonios del AHN (Archivo
Histórico Nacional) legajos 28068 y 28354. También se obtienen datos sobre
algunos canteros trasmeranos que intervinieron en la obra en el libro titulado
"Artistas cántabros de la Edad Moderna" de María del Carmen González
Echegaray et al. editado por la Institución Mazarrasa y la Universidad de
Cantabria. Curiosamente, la web municipal de Castrojeriz, muy detallista con
otro tipo de monumentalidad local, no hace ninguna referencia ni a esta obra ni
a la del interesante puente y calzada de Bárcenas.
Cómo llegar: Nuestra
obra se encuentra en el PK 14 de la carretera provincial con matrícula BU-400
que une las poblaciones de Villaquirán de los Infantes con Melgar de
Fernamental. La vía rápida más cercana es la A-62 (Autovía de Castilla) con
salida en su PK 32 para seguir por la BU-400 hasta el puente. También la A-67
con salida en el PK 39, localidad de Frómista, para continuar hacia el E por
las locales P-431, P-432 y BU-403 hasta llegar a Castrillo Mota de Judíos y
seguir por la BU-400 hasta el puente.
PUENTE VIEJO DE TABANERA
Tanda de fotos de fecha 30.08.2017
Hito caminero de encrucijada. Foto de fecha 30.08.2017
ALCANTARILLA I
Se encuentra situada a unos cien metros del puente de Tabanera. Zona donde están fusionadas ambas calzadas por lo que la anchura de esta obra civil es de aproximadamente 13 metros, 5 correspondientes a la bóveda antigua y una ampliación de 8 metros a base de hormigón. Dispone de un arco escarzano con luz de 4 metros y flecha aproximada de 2 metros hasta suelo de hormigón colmatado de arenas.
Dos fotos de fecha 30.08.2017
ALCANTARILLA II
En este caso, al estar separadas la calzada antigua de la nueva carretera, esta arroyada se solventa con la alcantarilla antigua, en buen estado salvo algunas dovelas de la bóveda, y una obra nueva a base de dovelas de hormigón prefabricado de 1,50 toneladas cada una que unidas, conforman el nuevo canal para las aguas.
La obra antigua dispone de un arco escarzano con luz aproximada a 4,20 metros, longitud de 6,50 metros y anchura de 5 metros, con aletas y pretiles en cubierta de fábrica de piedra caliza, en un trabajo muy semejante al de la otra alcantarilla y al del propio puente.
Tanda de fotos de fecha 30.08.2017
TAJEA EN EL CAMINO REAL. Castrillo de Mota de Judíos-BU.
Tanda de fotos de fecha 30.08.2017
Caño y solera de hormigón junto a la tajea clasicista. Foto de fecha 30.08.2017
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