PUENTE FERROVIARIO DE ENTRAMBASAGUAS
T.M. de Luco de Jiloca. Teruel
N-234 PK 198
Transitaba por esta digna
carretera nacional para hacer un artículo y llevaba apuntada la parada obligada
en este punto pues debía cazar un antiquísimo puente de posible origen romano que se
encontraba precisamente aquí. Dada la orografía del terreno, dentro de un valle
pero con un zócalo muy allanado por la erosión de varios ríos y riveras, este
puente es muy visible desde la propia calzada. Existe hasta una indicación de
tráfico para los visitantes que circulan en automóvil y se ha diseñado una
pequeña área de recreo entorno al puente. Más información en el citado puente de Luco de Jiloca sobre el río Pancrudo.
Bien, al tiempo que zascandileaba
por el viejo puente y la zona, observé que existía tras él un puente
ferroviario con tablero de hierro en celosía, muy deteriorado. Existe en este
parque varios paneles que ha clavado la Diputación de Teruel y el Gobierno de
Aragón y que nos informan del puente de origen romano, de los restos arqueológicos
del Cabezo Raso, de un sifón medieval, la Ermita del Rosario así como de la zona, denominada
Entrambasaguas. En otro panel se informa sobre el famoso accidente ferroviario
también llamado de Entrambasaguas y en el que este puente de hierro cobra
relevancia.
Se trata de una infraestructura
que pertenecía a la línea ferroviaria Calatayud-Valencia que explotaba la
empresa Ferrocarril Central de Aragón con capital belga y que se empezó a
construir en 1888. El tramo completo se inauguró en 1903 y a los pocos meses,
el 22.06.1904, surgió este desastre, no
sólo en este puente pues las arrambladas fueron tan intensas que dañaron muchos
puntos de la línea en territorio turolense. En lo que respecta a
Entrambasaguas, donde confluyen varios arroyos con el río Pancrudo que, a su
vez, a pocos cientos de metros, desemboca en el río Jiloca (de ahí viene el
topónimo) las avalanchas de aguas elevaron el nivel en algún punto hasta 4
metros sobre lámina normal de cauces. La propia calzada de primer orden se encontraba
un metro bajo las aguas y cabe la posibilidad que también su puente carretero pudiera ser dañado. Sin embargo y según cuentas algunos testigos el puente de piedra tardo-romano o medieval parece que se mantuvo en pie dignamente.
Respecto al puente de hierro,
parece ser que el estribo izquierdo, sin romperse o dañarse aparentemente, se
deslizo en su propia cimentación con cierta torsión sobre sí mismo, sin que el
tablero acusara la deriva. El tren, que circulaba muy lentamente debido a las
circunstancias de la propia avenida, atravesó el primer tramo del puente y tras
rebasar la máquina y el tender este punto, el estribo cedió y ambas unidades se
hundieron formando cuña en un segundo vano. En fin, un desastre con algunas
víctimas mortales, entre ellos uno de los ingenieros de la línea, el Señor
Shaw, decenas de heridos y mucho ruido mediático que aún tiene eco en esta
zona, donde se cita como legendario. Más documentación al final de este
artículo.
Características de la obra: Se trata de una especie de pontón
o puente doble. Sobre el cauce del río Pancrudo se diseñan dos fuertes estribos
de hormigón revestidos con piedra caliza de menor tamaño y reforzada en
esquinas con sillares más grandes, del mismo material (puede ser piedra artificial)
y se tiende un tablero de hierro con
viga en forma de U del tipo celosía con bastidores centrales en cruces de San
Andrés y en extremos con un simple cruzamiento entre ambos cordones. La luz es aproximada a los 12 metros y altura sobre
cauce de 4,50 metros. Sobre estribo izquierdo se apoya otra estructura plana
que salva un cauce de un arroyo, normalmente sin aguas y que también es camino
de herradura, que finalmente apoya en estribo extremo, finalizando la obra; se
consigue una longitud total de 44 metros y dos vanos que aportan una luz total
de aproximadamente 22 metros, aunque insuficiente para absorber aquella crecida
imponente, tampoco debió ser determinante para arruinar la obra. Está claro que
la mayoría de los derrumbes de pilas y arcos obedecen a la deficiente
construcción en cimentación y pilotaje, que ocasionan socavamiento y
deslizamientos en pilas o estribos y arruinan la obra.
En general, toda la obra es de
laminados de acero, elaborándose una serie de perfiles, simples, en forma de I, T, L o pletinas lisas que bien ensamblados y cosidos con remaches, forman la
viga de alma llena. No se ven piezas de acero fundido ni se observan acabados o
juntas de soldadura, todo ello, al más puro estilo de las construcciones
pontoneras ferroviarias de finales del siglo XIX. En 1985 se puso fin al
servicio y se cerró esta línea.
Actualmente aún conserva las
traviesas de madera y lienzos de chapa para viales de inspección aunque han
desaparecido los raíles y algunos huecos se han tapado con más chapa
galvanizada para evitar posibles caídas. Su estado es de abandono absoluto y
sería interesante, dado lo popular que es, que se procediera a su recuperación
ya que se encuentra en una zona ajardinada y de recreo, donde el visitante
puede admirar una construcción romana según dicen -más bien medieval- al tiempo que lo contrasta con otra obra
digna, que podemos catalogar dentro de nuestra pequeña revolución industrial.
Para saber más: Consultar
el PDF titulado "La catástrofe ferroviaria de Entrambasaguas" de
Agustín Martín Soriano y Ana V. Martín Tolón. Por otra parte, la ROP (Revista
de obras Públicas) le dedicó un par de artículos en los números 1502 y 1503 del
año 1904.
Para mejor conocimiento de la
bellísima calzada N-234 (Sagunto-Burgos), su itinerario, núcleos que atraviesa,
monumentalidad y patrimonio lineal, escribí un artículo para la revista Solo
Camión que se publicó dividido en los números 280 y 281 correspondientes a
junio y julio de 2013.
Cómo llegar: Como ya he
indicado se encuentra en la carretera nacional N-234 PK 198 junto a la Ermita
de Nuestra Señora del Rosario y en las cercanías del pueblo de Calamocha. Dado
que esta carretera está montada con la nacional N-330 por estos lares, pues si
circulamos por ella estaría en el PK 396 de la misma. Desde Madrid hay que
salir por la autovía A-2 hasta el PK 232 (antes de llegar a Calatayud) donde ya
podemos coger la nacional N-234 dirección SE por el Valle del Jiloca hasta
nuestro destino. Desde Valencia se cogería la autovía A-23 (que marcha junto a
la nacional N-234) hasta el desvío de Calamocha en el PK 185 donde tras cruzar
este pueblo ya podemos coger la carretera convencional hasta el mismo puente.
También, y aprovechando el paso por Calamocha, se puede visitar otro puente
romano muy interesante llamado "De las Fábricas" restaurado en el año
2002 y que está situado junto a los viejos lavaderos de lanas con acceso fácil
si seguimos las indicaciones de dirección en el propio pueblo.
Fotografía del puente en un panel informativo sin fecha. Probablemente se haya realizado a finales del siglo XX.
Plano de situación de los variados puentes en el lugar. Panel informativo in situ.
Tanda de fotos de fecha 14.05.2012
Tanda de fotos de fecha 29.10.2014
Foto del Heraldo de Aragón, con detalle del desastre, tomada desde aguas abajo; al fondo se puede ver el puente romano.
Tanda de fotos del puente metálico y estribos del pontón anejo tras su rehabilitación en tomas de fecha 14.12.2021.
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