VALDERAS. León
LE-512 PK 52,300
Quizás, la característica más importante del pueblo de
Valderas sea su abultada colección de obras pontoneras. Bien es cierto que
tratándose de un núcleo poblacional inserto en una especie de crossroad cabe
siempre la posibilidad de que haya que salvar variados ríos o arroyos en su red
de comunicaciones. Son siete las calzadas que cruzan el pueblo o lo rodean y se
podría incrementar el asunto si consideráramos la red ferroviaria, en este
punto desaparecida, pero que también concedió un puente sobre el río Cea con
una vieja celosía de hierro que ahora ha desaparecido aunque todavía subsisten
sus estribos de buena fábrica de sillería (Tren Burra). Entre la red caminera local se data
un antiguo camino de origen romano que ha dejado alguna pequeña obra civil como
es una alcantarilla y pequeños sectores de la vía strata a la que
pertenecía, esto es, camino romano que disponía de un firme a base de empedrado,
al menos en las zonas de posibles encharcamientos como ocurre en este punto
donde el río Cea se desborda fácilmente con las crecidas así como la serie de
regatos y fuentes anejas que también acumulan caudales en momentos de grandes
lluvias e incrementan los acúmulos de aguas y después los lodazales que hacían
estos caminos intransitables por lo que era obligado una última capa de
rodadura más sólida que actuaba como firme además de la elevación en talud o
aterramiento de la propia calzada y las cunetas o vierteaguas por donde se
deslizaban las lluvias.
Este sistema de vanos en las carreteras actuales seguía en
cierto modo, las técnicas romanas. Como se puede apreciar en las alcantarillas
modernas que presento, la manera de evitar los desbordamientos, salidas de
madre del río Cea o los continuos encharcamientos zonales, era precisamente
añadiendo a la calzada una serie de vanos pon donde pudiera desaguar esta masa
de agua y continuar su ruta por gravedad hasta volver al cauce madre o
canalización al efecto.
En la vieja carretera secundaria llamada de Villanueva del
Campo a Palanquinos, modernamente matriculada como LE-512 subsisten dos ejemplos
de estos modelos pontoneros de cierto interés. Probablemente y desde antiguo
existiría un camino carretero de tierra que utilizaban -cuando era practicable-
los arrieros y caminantes de estos lugares con el agravante de que en estos
puntos o vados naturales, sería frecuente el encharcamiento y los barros que
haría problemático su circulación por el camino. Entre la época del reinado de
Isabel II, los tiempos convulsos de La Gloriosa, la I República y al fin,
cierto sosiego durante la regencia de María Cristina -entre otros
acontecimientos políticos de relevancia- se produce lentamente un auge
carretero que intenta mejorar las comunicaciones rurales y que en esta zona se
hace realidad con el proyecto del año 1861 para la calzada citada de Villanueva
del Campo a Palanquinos que pasaba por Valderas y Valencia de Don Juan. Este
proyecto siguió ejecutándose hasta el año 1892 en que parece que se termina.
(Archivo del Ministerio de Fomento, DGOP, ejecuciones 1861-1863, 1864-1866,
1873-1881 y 1892).
Son momentos de gran esplendor en la ingeniería decimonónica
por la profesionalidad y técnica en la elaboración de todo tipo de obras
públicas y especialmente en la pontonería donde se realizan primorosas y hasta
artísticas obras con placajes en sillería de excelente calidad y solidez.
JUEGO DE 25 ALCANTARILLAS.
Están ubicadas a la salida del pueblo en dirección N tras
cruzar el viejo puente sobre el río Cea y en una vaguada donde descargan un par
de arroyadas cuyos caudales se incrementan con las salidas de madre o desbordamientos
del propio Cea en momentos de fuertes crecidas. En la actualidad este sector de
la calzada empalma con una variante nueva que ha precisado la construcción de
un moderno puente sobre el Cea. Al ensancharse la calzada y por desgracia, esta
serie de alcantarillas se han modificado drásticamente en cuanto a su tablero
lo que incide en que la perspectiva de las arcadas quede difuminada en sombras
y su bella impronta quede disminuida. Creo sinceramente que dada la ubicación
de este paso, se debió de hacer una nueva carretera a lo largo de unos 150
metros que sorteara esta estructura, dejándola limpia y sin postizos como el
que ahora tiene y que en todo caso, nos hace pensar en la solidez de este paso
de alcantarillado que ya tiene aproximadamente 130 años de historia y que
aguanta los tráficos actuales de todo tipo de vehículos, incluyendo pesados de
hasta 40 toneladas.
La obra civil tiene una longitud aproximada de 98 metros con
pequeños estribos. Dispone de 25 vanos de arcos escarzanos que apoyan en pilas
intermedias y estribos de extremos. Las luces son de 3,20 metros cada una y el
grosor de pilas es de 50 centímetros, aproximadamente. Lo que más llama la
atención es el extraordinario trabajo de cantería. Las zonas de tímpanos parece
que han sufrido debido a la intervención del ensanche del tablero pero el resto
de obra es singular. Perfecta sillería en cara vista para pilas y mejor
dovelaje en boquillas exteriores cuyos arcos descansan plenamente en los
salmeres de piedra sobre cada pila perfectamente conjugados. Los zócalos de
estas pilas tabique se conforman con gruesos sillares de cara vista simplemente
picada ya que no se ven exteriormente. La labor de cantería en los
tajamares-espolones también es de gran esmero con piezas curvas perfectamente talladas
y con cierto relieve sobre el aplomo de tabiques. A modo decorativo, disponen
de tejadillos semicónicos también de piedra. Entre el perfecto dovelaje de
boquillas en piedra se conforman bovedillas a base de ladrillo dispuesto a
tizón para dar mayor grosor o fortaleza a cada bóveda. En base a otras
intervenciones carreteriles de época muy cercanas, parece probable que se
proveyeran de piedra caliza un tanto porosa en las canteras de La Polea y el
canto rodado silíceo para hormigones y firme en la de La Chana, cerca de
Roales.
Esta obra disponía de un tablero con una anchura regular de 6
metros con pretiles de mampostería y témpanos intermedios de piedra como se
observa en alguna vieja fotografía. Parece probable que la actuación de
ensanche se produjera en el año 2009 según el proyecto de modernización de la
carretera provincial LE-512 en su tramo hasta Valencia de Don Juan dentro del
Plan Regional de Carreteras 2002-2007 con un presupuesto global de
aproximadamente 5,50 millones de euros. La contrata para este proyecto recayó
en COLLOSA (Construcciones y Obras Llorente, S.A.) por lo que parece plausible
que fuera la que realizara este ensanchamiento. Se eliminaron los pretiles
originales actuando en imposta y extradós del tablero, se colocaron una serie
de losas de hormigón armado en sentido transversal a la longitud del tablero
con amplio vuelo y en cubierta, aglomerado asfáltico que cubre calzada y
pequeños arcenes, bordillos de hormigón donde se empotran las barandillas de
acero tubulares pintadas de verde. En todo caso y para disimular el canto de
estas gruesas losas se cubrieron con un enlosado de mampuesto fino de variado
colorido bien aglutinado en cemento; también se actuó así en los estribos. El
nuevo ancho es de 8,50 metros que permite la circulación cruzada sin
limitaciones pero carece de aceras seguras.
Pese a que la obra se encuentra en un punto donde existen dos
vías de tierra agrarias y es fácil entrar en ellas con vehículos para aparcar y
visitar la bella estructura no parece que las autoridades tengan ningún
interés. Ni existe una señal de tráfico que advierta sobre este monumento -las
de fondo rosa- ni hay paneles que informen al visitante o turista sobre la
historia del mismo. Aunque la explanada está más o menos limpia, en algunos de
los vanos se va acumulando basura y otros restos sólidos que deberían de
eliminarse.
JUEGO DE TRES ALCANTARILLAS.
Se ubican en el viejo camino, poco antes de llegar al puente
viejo. Parece que dan servicio a un arroyo de aguas intermitentes. En este
caso, se trata de un juego de 3 vanos con bóvedas de cañón espléndidamente
ejecutados teniendo en cuenta que se trata de una obra menor, de poca
importancia. No obstante, se muestra una labor de cantería cuidadosa ya sea en
frentes, impostas, dovelaje de boquillas, zócalos de pilas y
tajamares-espolones. El intradós, al igual que en la otra obra, se completa con
ladrillo. La longitud de la estructura es de 15 metros y las luces de los vanos
no llegan a los dos metros. El ancho del tablero original era de 5 metros y su
cutre ensanchamiento se ha producido por el lado de aguas arriba donde se ha
empotrado un muro de hormigón que debe reposar en el saliente de espolones y
que también se ha placado recientemente con láminas que imitan la mampostería.
En origen, tenía unos potentes pretiles a base de ortostatos de piedra caliza
con borde en relieve que marcaba la albardilla. No sé donde estarán. Ahora se
han clavado postes metálicos que soportan las feas biondas de acero cincado. No
estoy seguro pero por lado aguas arriba puede que circule una canaleta. La
maraña de vegetación en ese lado impide contemplar la obra que al parecer,
también tenía unos metros de manguardia o muros de canalización en piedra. Su
anchura actual es de 6 metros. Aguas abajo de estas alcantarilla y para salvar
el talud de la nueva carretera se ha construido un juego de 6 caños de buen
diámetro en hormigón con aletas que también se han placado en losetas simulando
mampostería para mantener cierto aspecto decorativo del conjunto.
Esta digna obra también requiere de limpieza, desbroces,
rehabilitación y señalización pues es una estructura más que centenaria que
debería exhibirse con orgullo ya que forma parte de la histórica caminería
leonesa.
ALCANTARILLA DE POSIBLE ORIGEN ROMANO
Esta inserta en un sector del viejo camino romano o
altomedieval donde se construye un aterramiento para evitar encharcamientos de
algo más de 50 metros de longitud. El vano tiene una luz de 2,30 metros y se
conforma en bóveda de cañón a base de dovelaje de piedra. La flecha de claves
hasta rasante es de 1,30 metros. El extradós de bóveda es visible aunque se ha
reforzado con mortero. La obra es de sillería y dovelaje de caliza de buena
labra. Los mínimos tímpanos se cubren con mampuestos. La imposta-pretil es a
dos aguas y parece original. En algunos sectores del trayecto de este camino
subsisten los bordillos de piedra que componen la caja de las diferentes capas
de la subestructura. La anchura media de esta vía vecinal oscila entre los 3,40
y los 4,50 metros.
Para saber más. Los tres conjuntos se tratan en el libro titulado
"Catálogo de puentes de León anteriores a 1936", obra
auspiciada por José Antonio Fernández Ordoñez a través de su cátedra de
Estética de la Ingeniería en la ETSICCP de la UPM donde coordinaron esta
trabajo Tomás Abad Balboa y Pilar Chías Navarro con la inestimable colaboración
de un nutrido grupo de estudiantes de la Escuela, destacando en los referente a
las obras civiles de León durante los años 1984 y 1988 Carmen Andrés, Rafael
Castejón, Pablo Otaola, Julio Suances, Consolación Pérez Alda y Ana San
Salvador del Valle Zarrabeitia, libro editado por el CICCP y CEDEX en 1988. Ver
páginas 509 a 511. En el citado catálogo se recogen referencias a otras fuentes
y archivos. Se alude a carreteras anejas y sus cruces en Valderas en la ROP del
año 1899, tomo II para la calzada de Valderas a Fuente de Ropel, ahora LE-513.
Emilio Valverde Álvarez trata esta carretera como itinerario 111 (Carretera
regional de Villanueva del Campo-Palanquinos) en su obra titulada “Guía del
viajero por el Antiguo Reino de León”, página 546, en edición de Madrid, año
1886. También se trata Valderas en la Enciclopedia Geográfico-Estadística de
Pascual Madoz Ibáñez, tomo XV, páginas 289/290 pero sin referencias a puentes o
alcantarillas históricas. Un librito sobre Valderas interesante aunque apenas
hace referencia al puente viejo y una serie de arroyos de esta población es el
titulado “El libro de Valderas”, obra de Teodoro Domínguez de Valdeón, editado
por Imprenta Católica de León en 1925. Existe más documentación y fuentes de
consulta en las entradas de este blog para el Puente Viejo y el Puente Metálico
sobre el río Cea de esta localidad.
Cómo llegar. La Tierra de Campos es tan extensa que, una vez se adentra el viajero por ella, lo cierto es que se encuentra lejos de todo, no obstante, buscando vías rápidas en el entorno, quizás la más cercana a nuestro puente y el río Cea se la A-6 (Autovía del Noroeste), antiguo Camino Real hacia A Coruña y que deberemos seguir hasta su PK 255 donde nos desviaremos hacia Castrogonzalo por la nacional N-610 en dirección N/NE para seguir por las provinciales ZA-513 (estamos en tierras zamoranas) y continuar por la LE-513 hasta Valderas y sus puentes históricos. Otra posibilidad nos la ofrece la Vía de la Plata, ahora bajo matrícula A-66 que en su PK 194 nos permite coger dirección E/SE por la provincial LE-412, cruzar la nacional N-630 a la altura de Villaquejida y seguir por la LE-524 hasta Valderas.
Tanda de fotos de fecha 08.07.2019
Juego de 6 caños con aletas que se incorporaron a la variante de la nueva LE-512 y que recogen las aguas de estas arroyadas. Tomas de fecha 19.06.2012
Dos tomas de la obra así como dibujos de alzado y planta con mediciones probablemente realizados entre los años 1986 y 1987 que se muestran en el libro titulado "Catálogo de puentes de León anteriores a 1936".
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