PUENTE VIEJO SOBRE EL RÍO TUERTO
SOPEÑA DE CARNEROS. León
LE-451 PK 3,550 Y LE-6410 PK 5,05
Aunque la joya de la corona
pontonera de este puebluco es su puente arco bow-string de acero dignamente
recuperado por el clamor popular y como reacción ante la desidia o el mutismo de
una Administración de la Junta miope con respecto a al patrimonio industrial y
de obra civil que atesora su propio territorio, debo reconocer que allí que me
fui con intención de cazar esa estructura metálica realmente interesante.
Trasteando por la zona y las orillas del río Tuerto me di de bruces con una
obra pontonera totalmente diferente; la que muestro e incorporo a este blog.
Los pocos rastros
documentales sobre puentes en este pueblo, cuyas fuentes ya reflejé en el
Puente de Hierro, hablan de un viejo y sólido puente de madera que, al menos,
estaba en uso a mediados del siglo XIX. No creo que haya dudas si afirmo que se
referían a esta obra civil. Su ubicación es muy elocuente ya que se observa que
daba servicio a las dos calzadas de Sopeña. La provincial LE-451 que desde
antiguo fue un camino de carreteros maragato que desde Astorga y con
trayectoria N pasaba por estos andurriales y continuaba hacia Las Asturias y un
camino carretero menor o de "uña de caballo" que, evitando Astorga y
desde San Justo de la Vega, enlazaba con la LE-451 precisamente cruzando el río
Tuerto por este puente que también llevaba aparejado durante siglos
probablemente, un vado natural, como todavía se puede apreciar, prácticamente
pegado al puente en aguas arriba. Dada la fragilidad de muchos de estos puentes
de madera ante potentes avenidas del río, entendemos que durante muchos
periodos permanecería averiado o inservible por lo que era muy necesario un
punto o vado por donde pudieran cruzar, al menos con aguas someras, carros,
jinetes y ganados.
Su origen es difícil de
precisar aunque entendemos que se construiría a raíz del colapso de un viejo
puente de piedra que algunos historiadores citan en el entorno, hecho que pudo
ocurrir en cualquier momento aunque por su posible rusticidad y fragilidad
pudiera ser en los inicios de la Edad Moderna y como decía, para dar servicio al
influyente patronado de carreteros maragatos. Entiendo que permanecería de
madera, incluyendo pilas durante siglos y con arreglos puntuales según las
correspondientes ruinas por las riadas. Parece plausible que durante el
Clasicismo, momento en que se arreglan muchas calzadas y puentes en el ámbito
peninsular, se decidiera acometer una reconstrucción más sólida, a base de
estribos de fábrica más elevados, incorporación de pilas sólidas de piedra y
tirando un tablero de madera al uso, muy común en las comunicaciones rurales.
Aunque lo desconozco pero
por las características y escotaduras en estribos y pilas, pudiera ser posible
que un viejo tablero de madera se sustituyera a mediados del siglo XIX por otro
de vigas en madera con cruzamientos del sistema Pratt, un tipo de viga muy
utilizado por Obras Públicas en aquellos tiempos. Por el contrario y dado que
el puente metálico ya se proyectó desde principios del siglo XX, no creo que
este puente haya dispuesto nunca de un vigamen de hierro o acero.
Características actuales de
la obra. Se trata de un puente con
una longitud de 61 metros incluyendo estribos. El ancho de calzada es de
aproximadamente 4,28 metros, sin viales peatonales, exclusivamente para cruces
alternativos de vehículos aunque no existe -según he comprobado- señalización
de preferencia de paso o limitaciones por MMA. Dispone de 6 vanos adintelados
con luces semejantes de 8 metros.
Las huellas más antiguas en
cuanto a su fábrica se pueden apreciar en los estribos, donde subsiste un
variado aparejo con mezcla de buen sillar de caliza en zonas bajas y
especialmente en la calidad de los esquinazos o aristones, a base de excelente
cantería redondeando las piezas, el picado en cara vista y en su buena
disposición y colocación. Originariamente, la rasante del tablero era a menor
cota y ello se observa al comprobar el chapado o cara vista de estos estribos
que se han completado con mampostería rústica a base de piedra esquistosa y
caliza de gran tamaño y dispuesta con mucho mortero para su mejor fijación.
Entiendo que la baja flecha original (altura desde rasante de tablero hasta
lámina de aguas) y por lo tanto, la menor capacidad de desalojo de caudales
ante crecidas, originaba que el efecto barrera de la propia estructura
incidiera en que las grandes avenidas rebasaran el tablero ocasionado la ruina
o barrido de toda la estructura de madera ya fuere el tablero así como los
petos, si los tuvo alguna vez o la hipotética viga Pratt.
Este recrecido en altura de
la estructura también parece visible en las pilas intermedias donde subsisten
los cantos redondeados de buena piedra (tajamares y espolones) mientras que los
rellenos interiores se hacen con mampuestos rústicos y en un acabado grosero.
Sobre pilas y estribos también existe una imposta de piedra en buena talla
sobre la que ahora apoya el vigamen de hormigón.
La drástica modificación de
la estructura pudiera haberse producido por algún colapso del puente en los
años 40 del siglo XX. Se añaden terraplenes en ambas cabeceras a base de
hormigonados en masa, incluso creo que se ensanchan estribos y pilas, reutilizando
deficientemente la sillería original que tenía cierta calidad. Se dispone un
tablero a base de 2 vigas longitudinales de sección cuadrada adosadas a aletas
curvas que en su interior forman bóveda a base de hormigón armado y encofrados in situ, tal como se observa en la
actualidad. Se conforman los pesados pretiles de cabeceras a base de hormigón y
en los restantes pretiles intermedios se busca el apoyo sobre pilas por medio
de unos plintos también en hormigón; se adornan las cabeceras de pilas con
sombreretes semicónicos también en hormigón en masa y se colocan los petos a
base de postes de hierro fijados en los cantos de las aletas de las vigas que
disponen de pasadores por los que se despliegan tres cordones cilíndricos de
hierro que hacen de petos o barandillas, en general, muy maltratados por el
óxido e impactos de vehículos. Sobre la solera de hormigón armado se dispone
una capa de aglomerado asfáltico muy desgastada y con huecos que permiten ver
la propia losa. Dispone de un par de horribles farolas en cabeceras, de fuste
en acero cincado pero sucias y sin mantenimiento y una serie de pértigas
intermedias que sujetan en vuelo los cables eléctricos, composición o vestigios
clásicos de la España Profunda que ignoran las autoridades administrativas y
que nadie parece denunciar. También, en aguas abajo, cruza la estructura con
apoyo en pilas una curiosa tubería con gran solera, de aquellas que se hacía en
hierro fundido y que lleva grabado las iniciales de DMS, empresa de fundición o
calderería que no he podido localizar. Lo cierto es que está en buen uso pues
creo que lleva agua sanitaria y ciertamente es bella aunque ya debería de
encontrarse en algún museo de patrimonio industrial y ser sustituida por una nueva,
buscando la manera de ocultarla o pasarla por otro punto del cauce.
Se trata de un puente
fundamental en las comunicaciones de este pueblo y su entorno y por lo que he
podido apreciar en mi visita, tiene mucho tráfico. Aunque se aprecian arreglos
en algunas partes del puente, especialmente fijaciones a base de morteros de
cemento, de factura más reciente, se debería proceder a una renovación del
mismo, con un buen asfaltado, arreglo de barandillas, sustitución de
iluminación por otra más decente, eliminación de cableado y tuberías y control
o regulación de paso con las señales de tráfico adecuadas. Dentro de sus
características modestas, no deja de ser un ejemplo pontonero de transición
entre lo que fueron aquellas obras míticas de tablero de madera o vigas en
celosía a los de hormigón armado, en una evolución que duró aproximadamente un
siglo.
También entiendo que, por su
angostura, este puente suponga cierta dificultad al paso de peatones por lo que
el propio vecindario o su Municipalidad, piense en algún momento en incorporar
una pasarela para uso de peatones y ciclistas. Bien, que se haga, pero a más de
50 metros de este puente, evitando cualquier interferencia con la vieja obra y esto
lo apunto en base a la aberrante solución que se dio en el puente de San Justo
de La Vega sobre este mismo río, donde junto a un bello y esbelto puente
decimonónico alguien sin escrúpulos -ya sean artísticos o ingenieriles- decidió
adosar una cutre pasarela de acero, cosa que se pudo hacer a cierta distancia
de la obra histórica pero que no se hizo.
Para cualquier otra
información o acceso a la obra, consultar la entrada en este blog para el
Puente de Hierro de Sopeña de Carneros.
Tanda de fotos de fecha 26.06.2019
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