domingo, 21 de abril de 2019

ACUEDUCTO DE LA FONT DEL FERRO.

ACUEDUCTO DE LA FONT DEL FERRO
PINEDA DE MAR. Barcelona
N-II PK 670 Y C-32 PK 124


Este vetusto acueducto formaba parte de una larga conducción de agua que desde la zona elevada de Can Bufí, descendía hasta la mansio de Can Roig, ubicada junto a la vieja calzada romana conocida como Vía Augusta, actualmente en el término de Pineda de Mar, cerca del litoral. Se cree que tenía una longitud aproximada de 3,5 kilómetros y salvaba algunos zócalos de arroyadas o vaguadas por medio de pequeños acueductos, como éste que presento o bien, con otros de mayor longitud, como el llamado Acueducto de Can Cua. El resto de la conducción se hacía por medio de tuberías soterradas, canales de mampostería debidamente cubiertos con losas de piedra o bien, horadando el suelo pétreo y dándole forma de acequia estrecha por la que circulaban los caudales de agua hasta su término en la citada finca agraria romana donde se embalsaba en aljibes o albercas para uso doméstico o riego.

En este caso, se construyó una derivación en la Riera de Pineda, aguas arriba, por la que se desviaba un caudal determinado por una serie de conducciones hasta llegar a la pequeña vaguada que forma en este punto el arroyo y fuente del Ferro, un regato de aguas que vierte en la Riera de Pineda a unos 200 metros aguas abajo. Para salvar este zócalo se construye un puentecillo de un solo vano con un arco de medio punto y estribos que se empotran en los taludes naturales de roca madre esquistosa. Tiene una longitud aproximada de 15 y una anchura de 1,22 metros. Como decía, dispone de un vano en forma de arco de medio punto con luz aproximada de 3 metros y flecha desde rasante hasta lecho del cauce de 3,40 metros. En cubierta se diseña una canalización por la que discurre el agua y parece probable que se tapara con losas de piedra o tableros de madera para proteger los cauces de suciedades y polvo.

El aparejo es muy rústico y básicamente se compone de mampostería de piedra de esquisto y caliza con un tamaño regular y pequeño aglutinando las piezas y el tapado de grietas con mortero de cal y arenas. La bóveda, muy rústica, se compone de un intradós a base de hormigón (relleno) compuesto de cascajo, piedra menuda y un aglutinante de cal, cemento y arenas. Las boquillas, más regulares y bien dispuestas formando las roscas del vano, se forman con lajas de esquisto pizarroso y fijadas también con mortero de cal.

Desde mi punto de vista lo más llamativo de la obra es la composición del canal de aguas, protegido exteriormente por dos frentes de mampostería estrechos que hacen de murete del propio canal y del que todavía quedan restos. Interiormente y por donde ahora podemos cruzar este puentecillo, subsisten pequeñas secciones planas de lo que fue la solera o suelo de esta conducción hidráulica. Se trata de un tipo de hormigón frecuentemente utilizado en el mundo romano aunque no hay que descartar que también se siguiera utilizando en tiempos medievales o modernos cuya característica principal era la de ser impermeable. Los romanos le llamaban opus signinum y se trataba de una pasta u hormigón fabricado con restos de cerámica (de tejas o ladrillos cocidos, por poner un ejemplo) que bien moldurada y mezclada con otros aglutinantes como podía ser cemento, cales grasas o hidráulicas y otros áridos cribados o molidos, se les añadía agua y con un lento batido de estas materias se conseguía un concreto u hormigón, firme y duradero aunque con cierta elasticidad que evitaba fracturas o fisuras, muy idóneo como cubierta para las canalizaciones por donde discurriría agua, o bien, para el sellado de juntas. Por extensión, este tipo de hormigón, también se empleó como recubrimiento de aljibes, depósitos de líquidos, estanques y como firme o suelo de muchas de las estancias domésticas de una casa.

Ciertamente, el conjunto de este acueducto se construye con un aparejo rústico y económico donde la factura o impronta del mismo se aleja de los modelos pontoneros romanos al uso que han llegado hasta nuestros días y aunque la cultura del agua también se desarrolla y se extiende desde el mundo árabe por todo el mediterráneo hispano a partir del siglo X y XI de nuestra Era, con modelos pontoneros más parecidos al que aquí se presenta, algunas referencias de estudiosos del tema, adjudican a estos acueductos de Pineda un origen romano según se desprende de los propios rótulos y carteles que informan sobre ellos.

En agosto del 2012 este acueducto fue objeto de trabajos de restauración promovidos por la Plataforma Salvem la Vall de la Riera de Pineda,  con financiación del Parc Natural del Montnegre-Corredor y dirigidos por la restauradora María Cardenal. También, y desde el Servicio de Arqueología y Paleontología de la Generalitat de Catalunya se consideró necesario continuar los trabajos de consolidación y restauración para actuar sobre el coronamiento del puente el cual sufría un grave deterioro de los restos del canal con desprendimientos de piedras y crecimiento de vegetación. Los trabajos, desarrollados entre los meses de octubre y noviembre, fueron encomendados al empresa Átics, S.L. y dirigidos por la arqueóloga Roser Pou y la restauradora María del Carmen Ruiz. (Información de La Vanguardia).
Para saber más. Consultar la entrada en este blog para el Acueducto de Can Cua donde hay algunos enlaces interesantes al respecto. La web municipal dispone de una entrada específica para esta obra. El periódico La Vanguardia nos informa de los trabajos de mantenimiento y rehabilitación de este monumento.

Cómo llegar. Las vías rápidas cercanas son la autovía C-32 y la nacional radial N-II. La autonómica C-32 nos permite acceder al lugar al tomar la salida 124 (Pineda de Mar) para seguir por una carretera vecinal sin matrícula que en dirección E se dirige hacia Pineda y que desemboca en otra vía llamada Passeig d´Hortsavinyá que, en dirección N nos llevará hasta el acueducto, tras pasar bajo el viaducto de la C-32 ya mencionada y tomar otro camino que también nos puede llevar a la iglesia de Sant Pere de Riu o a la Font del Ferro, punto éste donde se encuentra nuestra obra. La otra opción es la carretera nacional N-II que tomaremos hasta Pineda de Mar, aproximadamente en el PK 670 en cuya travesía tomaremos el llamado Passeig d´Hortasavinyá desde su inicio hasta llegar al acueducto y la famosa fuente. Este paseo está a la izquierda de la carretera (sentido creciente) y también se puede tomar por un paso inferior de la N-II si venimos o accedemos desde el casco urbano de Pineda de Mar.



Cartel de dirección en la encrucijada de caminos. Para ir al acueducto deberemos seguir la dirección de la Font del Ferro y a unos 70/80 metros del arranque, tomar una senda a la derecha que nos lleva a esta estructura hidráulica.



















Dibujo recreando los trabajos de mantenimiento y limpieza de la canalización.

Tanda de fotos de fecha 20.03.2019

PASARELA DE LA FONT DEL FERRO



Tampoco de la pasarela de la fuente hay mucha documentación gráfica. He encontrado esta fotografía sin fecha aunque reciente, donde se aprecia la rehabilitación de la fuente aunque todavía con la vieja pasarela de madera. Toma de Alberto g-robi para el blog Escapadarural.



Cuando se acometió la rehabilitación del acueducto en el año 2.012, entiendo que se debió de proceder a reafirmar esta pasarela. Mantiene los largueros antiguos de troncos de madera y quizás, las traviesas que hacen de firme del tablero. Se han renovado íntegramente los petos como se puede apreciar por la fotografía anterior y posiblemente el anclaje de los largueros inferiores con los estribos de hormigón. 









Tanda de fotografías de fecha 20.03.2019


LA FONT DEL FERRO




Tomas de fecha 20.03.2019








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