PUENTE DE LOS SAPOS EN TRUCHAS-LE SOBRE EL RÍO ERIA.
LE-126 PK 28
[...] Entre montañas del Teleno y el Bierzo
se erige La Cabrera y en ella resalta el pueblo de Truchas. Se encuentra a 90
kilómetros al oeste de la capital provincial y cuenta con unos 80 habitantes
(500 en el municipio). El Ayuntamiento de Truchas se
compone de 13 pedanías:
Baillo, Corporales, La Cuesta, Cunas, Iruela, Manzaneda, Pozos, Quintanilla de
Yuso, Truchas, Truchillas, Valdavido, Villar del Monte y Villarino.
La bienvenida al pueblo de Truchas como tal
la da un puente romano llamado Los Sapos, sobre el río Eria, probable paso de
una vía minera hacia las explotaciones del Teleno y hacia los canales que
llevaban agua a Las Médulas y que se conserva prácticamente entero. Como elemento
de interés histórico-artístico también destaca la iglesia de Truchas, que data de 1736 (siglo XVIII), tiene espadaña
aguda y atrio con crucero de roca arenisca. Está dedicada
a Santa Colomba y "ha sido restaurada hace tres años", indica el
alcalde, Francisco Simón. [...] Ver web municipal aquí.
Otras referencias al asunto hablan de
caminos antiguos, de rutas, como la que lleva hacia el castro romano: La ruta comienza al norte de la localidad de Truchas,
al pie de la carretera que parte hacia La Cuesta. El camino, bien definido, asciende
por una ladera entre matorrales, alcanzando el lugar donde se encuentra el
Castro de Truchas, identificado mediante un viejo cartel. Varios cientos de
metros más adelante, hemos de abandonar este camino, que continua ladera
arriba, para girar a la izquierda y proseguir por una senda ganadera, siguiendo
las curvas de nivel. Ya cerca del inicio de la ruta, al norte de Truchas, se
sitúa el puente de Los Sapos, sobre el río Eria y probablemente de época
romana. Merecen ser visitados otros lugares de la localidad, como su iglesia
parroquial. En Truchas el Eria recibe las aguas de uno de sus principales
afluentes en el municipio, el río Truchillas. Este rico paisaje fluvial es
divisado durante el transcurso de la ruta, que recorre en altura un tramo del río
Eria. Al poco de comenzar la ruta ascendente llegaremos al entorno, invadido
por la vegetación, en el que se sitúa el Castro de Truchas, que fue uno de los
asentamientos romanos vinculados a la dominación de esta cultura en la zona y
contribuyó a la organización de la explotación de oro que se desarrolló en la
comarca. Web municipal.
Esto es todo lo que he
cazado en internet. Ni siguiera la web municipal tiene foto del puente, o al
menos, yo no la he visto. Sin embargo, algo queda en el mítico "Catalogo
de Puentes de León anteriores a 1.936" donde se le cita con foto incluida
de antes de su restauración y un dibujo del mismo.
Me ha parecido un pueblo
que se visita con frecuencia por excursionistas, curiosos y guiris pues, en
parte restaurado, su ambiente rural es aceptable. Dispone de un Museo Agrícola
llamado de La Cabrera y hay carteles que nos informan de que estamos en los
Montes del Teleno. Es de destacar el esfuerzo realizado para la rehabilitación
de un viejo molino, junto a nuestro puente, dentro de una proyecto de
"Restauración Patrimonial de Inmuebles de Interés Etnográfico",
actuación que tuvo lugar en el año 2.015.
Como amante de la historia
e hitos carreteriles, debo señalar que a la salida del pueblo en dirección a Ambasaguas, junto al cartel
del PK 28 se halla un viejo mojón del Plan Peña con el mismo guarismo y
capirote amarillo, de cuando era carretera local.
Respecto al cauce que
salva nuestro puente cabe decir que el río Eira nace en los Altos del Teleno y
tiene una longitud aproximada de 100 kilómetros hasta su desembocadura en el
río Órbigo.
Pensando en las conexiones
de esta aldea y las aledañas con las explotaciones mineras de Las Medulas así
como con las canalizaciones de agua necesarias para la perforación de túneles
mineros, cabe inferir que estos caminos carreteros fueron construyéndose por
los romanos y el cauce del río Eria se atravesaría por vado en aguas bajas y
con algún pontón de madera cuando los caudales eran gruesos. No obstante, por
lo que ahora se puede ver de obra, la impronta del puente parece medieval,
efectuada con roca madre del río y su entorno, predominando esquistos y
pizarras de labra sencilla además de canto rodado del lecho del río.
Características actuales
de la obra: Se trata de un puente de tablero pronunciadamente alomado,
relativamente equilibrado pues la longitud de los lados es de 12+13,50 metros; la anchura del tablero es de
1,40 metros más 0,50x2 metros adjudicados a pretiles, siendo el de cabeceras
abocinadas de 3,50 metros. Es más que probable que, en origen, fuera un puente
sin pretiles, imitando la pontonería romana peninsular para vías secundarias. Dispone
de un sólo vano con un arco de medio punto bastante preciso y luz de 9,50 metros.
Esta característica -salvo que haya sufrido ruina en algún momento de su
historia- nos hace pensar en una obra original románica, probablemente del
siglo XIII aunque con las consiguientes rehabilitaciones o reparos,
especialmente de la bóveda y Pascual Madoz apunta en su Diccionario
Geográfico-Estadístico de 1845 que se debió reconstruir en el siglo XVIII sobre
la base de otro existente que él apunta como de madera, habitual en la zona. Yo
me inclino por otra reconstrucción, también muy habitual, que consistía en
intentar reflejar lo que ya existía y se conocía, esto es, el puente antiguo,
en ocasiones con buena técnica de cantería y otras muchas veces, procediendo de
un modo más rústico y económico.
Aunque la reciente
restauración ha sido muy agresiva, incorporando piedra nueva y tapando
excesivamente paramentos y juntas con grueso mortero, se puede adivinar que las
zonas más antiguas son los bajos de la obra: arranques de paramentos y riñones
del arco; éste, apoya en roca madre y piezas largas y aplanadas de pizarra, en
lo poco que es visible. Los lienzos de muro se corresponden con mampostería
ordinaria tosca aunque desbastada en su cara exterior, con cierto cuidado;
probablemente se disponían las piezas sin aglutinantes o muy poco mortero. La
parte alta de paramentos y la cara externa de pretiles, sin diferenciación, son
obra contemporánea donde se introduce mampostería tosca con variado cubicaje y
forma, incluso canto rodado con un fuerte llagado de mortero de cemento y
arenas que le dan un aspecto tosco y rural, para parecer obra antigua.
En intradós cabe también
diferenciar los elementos originales que constan de piedra más o menos regular
en cuanto a volumetría en la zona de salmeres y riñones del arco a base de
lajas de piedra esquistosa bien dispuesta y una zona superior -probablemente la
zona de la bóveda arruinada o que se restauró en el siglo XVIII- donde el
intradós se rellena con un dovelaje variado e irregular. Sin embargo, el
trabajo de boquillas, en ambos lados, tienen una factura más profesional, con
piezas regulares de 50 centímetros de alto aunque de variado grosor que embocan
bien en el arco, en ligera cuña y tal vez, con poca utilización de argamasas o
aglutinantes; se han cincelado las caras vistas. Toda la masa cementosa en los
cuerpos del puente debemos pensar que es obra de la última intervención de
restauración, probablemente en los últimos años.
Por lo que respecta a la
parte superior, tanto el tablero, con firme de canto rodado y los pretiles al
efecto, es un trabajo muy artificioso; hay que recordar que antes de la
reforma, era visible el extradós y prácticamente, carecía de pretiles. No veo
razón por la que no se ha intentado, simplemente, reforzar el firme de dovelas
y rechazar la implantación de pretiles falsos. Lo mismo ocurre con las
manguardias o muros de encauzamiento que se fusionan con el puente nuevo en una
obra también de mampostería a base de canto rodado y cemento como aglutinante.
La obra civil resulta
atractiva o fotogénica aunque se aprecia demasiado una intervención de
rehabilitación, como digo, excesiva. Actualmente da servicio como pasarela, muy
útil ya que el puente nuevo carece de viales peatonales y el paso de gente que
lo cruza es más arriesgado.
Para colmo del asunto, en
tiempos modernos, cuando se precisó un ensanchamiento de la calzada, pues se
optó por hacer otro puente, con tan poca imaginación o ganas de cavilar que se
hizo prácticamente pegado a la obra antigua, a no más de 10 metros, calculo yo.
Evidentemente, se distorsiona la esbeltez del monumento y las interferencias
que produce el nuevo puente son evidentes. Si a esto añadimos que todavía no
han eliminado la caseta que hay adosada junto al estribo derecho, una cutrez a
base de bloques bastos de hormigón prefabricado, algo de ladrillo y techumbre
de uralita pues tenemos la certeza de que había una intención clara por parte
de las autoridades de arreglar el puente para que lo fotografiaran los
turistas, pero sin asociarlo a una obra monumental pontonera del patrimonio del
pueblo de Truchas. Esto parece evidente pues tampoco existe una panel que nos
informe de la obra, su historia y vicisitudes.
Ya que estaba allí, junto
al cauce y bajo el arco del viejo puente, me fijé con cierto detenimiento en la
obra contigua. Parece obra civil de catálogo normativo, que se proyectó en 1.919 aunque no se terminó hasta 1.925. Es un puente firme
y soberbio, teniendo en cuenta la carencia de elementos decorativos así como la
eficiencia de trabajos y economía de medios y materiales. Dispone de 3 vanos
con arcos rebajados a 1/5 de de buena factura; las pilas se adornan con
tajamares semicilíndricos y cupulines semicónicos. Prácticamente no tiene
paramentos -más ahorro- y los tímpanos diría que son fábrica de mampuestos,
ahora más tapados por alguna capa de cemento. Las basas de las pilas se
componen de cemento hidráulico, actualmente ligeramente socavadas por la fuerza
de las aguas y en el resto, predomina el cemento en masa, también muy
erosionado por efectos del tiempo, el golpeo de arbolado que llevan las
avenidas o la baja calidad de las mezclas, pues en algunas zonas queda a la
vista el canto rodado de la base. Las bóvedas están bien realizadas y se
observan las marcas del encofrado de las cerchas; actualmente tiene humedades y
eflorescencias. En los muros, medran en exceso matorrales y otras hierbas. En
superficie, el tablero se flanquea con grandes bloques de hormigón a modo de
pretiles muy maltratados por golpes y el firme actual es de hormigón asfáltico.
Tiene anchura suficiente para el cruce de vehículos y no hay señales que
limiten el tránsito por tonelaje. En fin, una obra robusta, también antigua,
que merece un mínimo mantenimiento y embellecimiento.
Cómo llegar:
Situándonos en León, por poner un ejemplo, saldremos por la autovía AP-71 o la
carretera nacional N-120 hasta Astorga. Seguir hacia el sur por la provincial
LE-133 a través de Santiago Millas y Destriana hasta el cruce con la LE-125 que
cogeremos hacia el W en dirección a Nogarejas y tras cruzar el río Eria y
llegar a Castrocontrigo tomaremos la LE-126 hacia el NW siguiendo el curso del
propio río Eria hasta llegar a nuestro destino en Truchas. Esta última
carretera es difícil, estrecha y con muchas curvas pero también es atractiva,
interesante y con preciosos paisajes.
PUENTE VIEJO O DE LOS SAPOS
Interesante grafiti en una nave de la calle de la Cuesta que parece que evoca la lucha contra el fuego. Aunque la foto la realicé el 29.06.2017 observo que ya está ahí, al menos desde el año 2.013. Curiosamente, en agosto de 2.017 se produjo quizás, el mayor incendio en el territorio leonés y casualmente también afectó al entorno de Truchas.
Dos fotos realizadas el 29.06.2017 del molino restaurado en el año 2.015
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