CAZANDO PUENTES: PUENTE DE LA NAVATA SOBRE EL RÍO GUADARRAMA

PUENTE DE LA NAVATA SOBRE RÍO GUADARRAMA
Término Municipal de Galapagar. Madrid
M-519 PK 6

Para terminar con las obras pontoneras que tienen alguna relación con los caminos reales al Real Monasterio de El Escorial, incorporo el viejo puente de La Navata que era utilizado por los viajeros que provenían del norte (Camino Real de Francia) así como las carreras de postas que, sorteando la capital y a través de Hoyo de Manzanares, enlazaban en Galapagar con la ruta habitual hacia el Real Sitio. También fue obligado paso de carreteros que venían del Cordel de Valladolid y que transportaban cereales y vinos hacia los ricos núcleos de Colmenar Viejo, Hoyo y Manzanares El Real.

Al caer en ruina el antiquísimo puente de Alcanzorla (en la vieja calzada romana y camino fronterizo musulmán en el siglo IX), se construyó esta obra bajomedieval, probablemente en el siglo XIV. Se sabe que el Marqués de Santillana, constructor y dueño de los ingenios molineros de allí, pudo potenciar el lugar rehabilitando el viejo puente. También se tienen referencias de él en el Catastro del Marqués de la Ensenada de 1.752 que cita el puente y los complejos de molienda del lugar. Tampoco se descarta que estuviera en decadencia o ruina durante parte del siglo XVI al construirse el Puente de Herrera, más sólido y con mayor anchura para el paso de carros y carretas. Por testimonios fotográficos de los años 40 del siglo XX parece que la plataforma está aún en uso y es utilizado para el transporte harinero de los molinos anejos. Desde entonces, se aprecia el deterioro de su tablero -con ausencia de pretiles y extradós irregular- utilizándose exclusivamente para caballerías en recua, jinetes o paseantes. Con el auge urbanístico de la zona y para evitar el paso peatonal por el estrecho puente de la carretera local cercana, se decidió inverosímilmente adosar un tablero-viga de hormigón como puente-tubería camuflado, que daba servicio a una estación de bombeo de aguas y que servía de pasarela vecinal con lo que se solucionaba de paso el problema de comunicación entre ambas márgenes. Lo cierto es que, observando la zona y el cauce del río Guadarrama, se podían haber tomado otras decisiones más racionales. La solución que se tomó es auténticamente salvaje y espero que, ahora que se construyen preciosas pasarelas de madera, la CAM, el Ayuntamiento y la propia Confederación Hidrográfica, estudien la posibilidad de ubicar la tubería de trasvase en otro lugar (si es que sigue en funcionamiento) y decida de una vez por todas, desmontar el engendro ingenieril que se ve ahora y rehabilite este puente en la medida de lo posible, que puede seguir siendo, precisamente, una bonita pasarela. No, no tenemos muchos puentes en la CAM tan antiguos como éste y -aunque peatonal- podría seguir dando un buen servicio a este barrio de Galapagar.

Características de la obra actual: Se trata de una espléndida obra en fábrica de piedra granítica de la zona con predominio de sillar de variado cubicaje aunque bien trabajado y con aceptable escuadría. Es robusto y firme pues se asiente sobre roca madre, bien en estribos así como en pilas. Dado que el cauce discurre muy encajonado, se logra salvar con un tablero relativamente corto, de 27 metros. La anchura en la zona original de extradós es de 2,20 metros.

La piedra, tanto en paramentos como zona de estribos y pilas aunque regular, es ciclópea y pretende formar pequeñas hiladas horizontales con piezas trapezoidales que enlacen y guarden armonía con las boquillas. Dispone de 3 vanos con arcos de medio punto muy meritorios; las bóvedas siguen manteniendo su buena geometría y se cubren, prácticamente, con tres piezas (dos dovelas exteriores con longitud variable en su tizón y una dovela central que cierra la trabazón); es un buen trabajo y pese a su falta de mantenimiento, no se observan filtraciones recientes que deterioren las dovelas, aunque en las juntas hay calcificaciones antiguas. En boquillas se observa una disposición aceptable en el dovelaje, aunque es evidente el desgaste de las piezas, reafirmadas en algunas zonas con ripio y diverso mortero provenientes de sus variadas rehabilitaciones. Las luces aproximadas son de 6,50+8+6,50 metros y en los arcos laterales se aprecia colmatación de lodos y arenas. Aguas arriba dispone de dos tajamares en cuña de muy buena factura, sin sombrerete, el derecho, con apoyo evidente en roca madre, más deteriorado; el izquierdo, asociado a la pila en las mismas hiladas. En las viejas fotografías parece que estos, llegaban hasta coronación y servirían de apartaderos. Aguas abajo, quedan rastros del primer espolón (margen derecha) y algún muñón en la zona de arranque del segundo, muy tapado por las colmataciones de arenas y los arbusto que allí medran. No dispone de pretil original aunque subsisten algunos mampuestos con cemento de actuaciones más recientes en el tiempo y queda al descubierto el extradós de la obra, resultando un empedrado muy gastado y con algunas marcas de las roderas de los carros que por ahí han transitado a lo largo de los siglos.

No dispongo de información sobre su transformación reciente. Parece un trabajo de los años 80 del siglo XX en el que se decide no tocar la obra vieja pero se sobrepone una viga-tablero de hormigón armado prefabricada de perfil en T por cuyo hueco interior pasa el colector de aguas residuales y que apoya en extremos sobre basas cuadrangulares del mismo material. En margen izquierda y para salvar el desequilibrio con rasante se dispone una escalera. Sobre viga y hasta extremos, tramos de losas de hormigón. La protección en cantos se hace por medio de barandillas sencillas de hierro en forja galvanizado.

El estado del puente parece bueno aunque es difícil el acceso a los bajos para observar las bóvedas. Hay demasiada vegetación en torno a la obra que impide una visión del conjunto y se observa un abandono evidente en la limpieza de las márgenes junto al puente. También es convenientes eliminar plantas y arbustos que crecen en las fisuras de la estructura.

Dispone de un buen panel informativo de la obra aunque no existe señalización de tráfico que dirija a la obra. Desde el puente se abren varias vías de tierra como rutas pedestres dentro del sistema de sendas del Parque Regional del Curso Medio del río Guadarrama. También quedan restos de las viejas construcciones molineras que explotaban el cauce, y debido a ello, también es conocido como Puente del Molino o Puente Viejo.

Ver otros puentes de estos caminos reales al Real Monasterio de El Escorial:
Puente de Herrera

Puente del Herreño

Puente del Rosario

Puentes del Camino de Monesterio del Campillo

Pontón del Tercio

Pontón sobre el Arroyo del Pontón

Pontón sobre el Arroyo del Cacho

Puente del Retamar

Para saber más: Quizás, la web de alisio.net es la que ofrece más información y fotos. La web del Parque Regional del Guadarrama aporta una mínima información de esta obra pero refleja un catálogo de varias de las obras que se asocian a los caminos reales a El Escorial. La web de Todosobremadrid así como la de caminoshistoricos.

Cómo llegar: Desde Madrid, tomando la A-6 hasta el PK 18 donde nos desviaremos por la derecha para coger la M-505 desde su PK 0 (Carretera de Ávila) hasta el PK 14,300 donde, al llegar a una rotonda, cogeremos la carretera M-510 dirección Guadarrama-Torrelodones hasta llegar al PK 9,500 (justo antes de entrar en Galapagar) y tomaremos a la derecha la carretera local M-519 hasta el PK 6 donde se encuentra La Navata. Antes de cruzar el río cogeremos la calle Picasso, a la derecha y que nos llevará hasta la calle del Puente, donde se encuentra nuestra obra. También podemos seguir por la A-6 hasta la salida de Las Matas, en el PK 24 y seguir por la vía de servicio hasta Torrelodones para coger la M-519 hasta el río que cruzaremos por el puente nuevo y luego tomaremos a la izquierda la calle Picasso hasta localizar nuestro antiguo puente.

Entrada número 200 de puentes específicos.