PUENTE VIEJO DE BECILLA DE VALDERADUEY SOBRE EL RÍO HOMÓNIMO.
Valladolid
N-601 PK 260
Se encuentra en la
influencia de la carretera nacional N-601 aunque no sé muy bien si esto
significa algo. Recuerdo que, cuando estudié en su día esta nacional, tenía un
trayecto bastante confuso. Tradicionalmente se dice que nace en Adanero aunque
su punto kilométrico 0 lo tiene en Madrid y continua por Olmedo, Valladolid y Santas Martas para terminar en León. Lo cierto es que, desde el citado PK 0 en Madrid, se
adentraba por la sierra madrileña a través de Collado-Villalba subiendo el
Puerto de Navacerrada (todavía existen mojones del Plan Peña -años 40 del siglo XX- con la matrícula
N-601) y bajando hacia Segovia con la nueva denominación autonómica de M-601 y
CL-601. Aquel viejo trayecto se camufla ahora bajo la autovía A-601
prácticamente desde Segovia hasta Valladolid; no obstante, desde la capital
castellano-leonesa ya no hay duda pues está claro y señalado el itinerario de
la N-601 hasta la misma León.
En tierras
vallisoletanas, cerca de su límite con León, nuestra nacional N-601 pasa por el
puebluco de Becilla de Valderaduey y allí se puede contemplar un conjunto
curioso y antiguo cual leyenda que corresponde a un viejo puente y una calzada
que lo atraviesa, consistente y bien
trazada que tradicionalmente se ha asignado al mundo romano bajoimperial.
Becilla está enclavado
en la extensa Tierra de Campos castellana, que pertenece a la submeseta N y que
divide el cauce del río Duero. Amplísimas llanuras se mezclan con suaves oteros
o colinas por las que bajan lentamente varios ríos y riachuelos hacia el Esla o
el propio Duero. El río Valderaduey es un cauce mediano que tiene una longitud
de 157 kilómetros y nacimiento en las serranías que forman el piedemonte del
Sistema Cantábrico y la Montaña Palentina, concretamente nace en el paraje de
Fuententable, junto al Monte de Riocamba, en el término municipal leonés de Renedo de
Valderaduey para verter sus aguas directamente en el río Duero, en el
término de Villagodio, a pocos kilómetros de la ciudad de Zamora. Lo cierto es
que no tiene gran pendiente ya que desde su nacimiento, con altura aproximada a
los 980 metros, trascurre lento y manso por Tierra de Campos, donde las
altitudes son de 650/700 metros por lo que, difícilmente, se puede considerar
que en periodos de copiosas lluvias o deshielos rápidos en cabecera, puedan producir
avenidas catastróficas, sino más bien, inundaciones o amplios encharcamientos
en las zonas ribereñas.
Conjeturas sobre la
autoría del puente: Los estudios más técnicos y
profundos sobre el origen de esta obra pontonera razonan que su traza es
medieval, probablemente del siglo XIII cuando este núcleo poblacional toma
carta de naturaleza o fuero debido a la donación que hace el señor del lugar,
Ruy Pérez de Villalobos antes de su muerte en 1214 a la Orden de Alcántara de
lo que queda constancia en documentos fechados en 1268. El auge de esta villa se
acentúa con los frecuentes tránsitos de ganado amparados en la famosa Mesta que
en esta zona era lugar de encuentro de la Cañada Real Leonesa Occidental así
como de uno de los ramales de la Cañada de Zamora, proveniente de la zona
sanabresa y que bajaban a Tordesillas. Si bien es cierto que existe un origen
romano tanto de la villa (hacienda rural) y del camino o vía secundaria que
conexionaba Brigeco (Fuentes del Ropel-ZA)
con Pintia (Padilla o Pesquera de Duero-VA) dentro de la gran autopista
romana denominada XXVII del Iter Antonino (Asturica Augusta o Astorga a Clunia,
actual Coruña del Conde-BU). Es probable que hubiera otra conexión hacia León,
como hace la actual N-601 anexa a la vieja calzada que llegara a Lancia, la
actual Villasabariego, con gran material arqueológico de origen romano. Bien,
como decía, independientemente de su origen romano, la impronta de la obra
civil (camino y puente) es bajomedieval y quizás tenga mucho que ver con los
proyectos ganaderos que auspiciaba el poderoso Honrado Concejo de la Mesta de
Pastores, apoyado por Alfonso X desde sus inicios en el año 1273 aunque por
otra parte, yo entendería la angostura del puente como forzada y que podría servir para el
conteo de ganado pero no así la sobreelevación y anchura con pretiles de la
vía, excesivamente estrecha para el paso de ganado en épocas de embalsamiento
de las aguas en la amplia terraza que forma en este punto el río Valderaduey y que durarían incluso meses en períodos de invierno o humedad.
Situación actual del
puente: Consta de un tablero alomado de casi
30 metros, desequilibrado ya que desde el vértice o medianía se prolonga 14,10 metros
hacia cabecera S y 15,75 metros hacia la N; también hay dispersión en la
pendiente o gradiente, de 15º hacia S y 18º hacia el N. lo que indica variadas
transformaciones o modificaciones a lo largo del tiempo; la anchura es de 3,60
metros. El tablero apoya en estribos de fábrica que apean directamente en los
taludes naturales de arcilla y en dos amplias pilas de aproximadamente tres
metros de ancho; entre medias, tres vanos de arcos de medio punto con luces
5,55+8,55+5,20 metros y como refuerzos, dos tajamares en cuña con sombreretes
que llegan a claves de arcos menores en zona aguas arriba; en contraposición y
a modo de contrafuertes, dos espolones aguas abajo de características
semejantes a los opuestos tajamares.
La calzada aledaña y
que cruza el puente se corresponde con dos sectores de 170 y 156 metros y está
sobre-elevada con respecto a la antigua romana aproximadamente un metro.
Mantiene una anchura regular de 4 metros y 80x2 centímetros de pretiles o
quitamiedos. Como la calzada elevada forma un muro que contenía las aguas
embalsadas durante las avenidas, se proyectaron alcantarillas para desaguar
estos encharcamientos; quedan dos vanos construidos con bóvedas de arco de
medio punto en la zona septentrional del conjunto y otros tres semejantes en
zona meridional con luces que oscilan entre 2,75 y 3 metros.
La obra en su conjunto
está hecha con piedra caliza aunque también hay piezas de arenisca. En el
puente predomina el sillarejo tosco, elementos de sillar bien trabajado,
especialmente en tajamares-espolones, mampuesto irregular y sellado excesivo en
llagado con mortero variado. Se aprecian lienzos más o menos homogéneos así
como los trabajos en bóvedas, bien manufacturados aunque en boquillas el
dovelaje es más burdo e irregular. Parece que la cimentación en pilas fue ligera y
poco profunda, motivo que también se aduce para eliminar su factura romana. Sobre
tablero, bajos pretiles de mampuesto y fuerte mortero que desaparece hacia
cabeceras.
Respecto a la calzada,
de buena factura pues ha llegado hasta nuestros días, sobre una cobertura de
tierra arcillosa y cenizas, curvada y de traza romana se completa la caja con estratos de variadas
coberturas de origen medieval y moderno con zócalos extremos de sillar en
arranque bien labrado y elevándose sucesivamente debido a variados derribos con
mampuestos y piedra irregular hasta rasante, reforzadas ambas caras con exceso
de mortero mal mezclado en cales y aglutinantes y más recientemente con
lechadas de cemento.
Sobre la posible base
de puente romano con refuerzos de piedra en cabeceras y un par de pilas de buen
sillar de caliza existiría un tablero de madera, como en la mayoría de las
obras pontoneras romanas, que en este caso nunca se transformó en completa fábrica de piedra. Desaparecido
o arruinado éste, se proyecta un puente medieval en la segunda mitad del siglo
XIII que, a lo largo de los siglos sufriría ruinas o daños considerables,
renovándose con la impronta que da el estilo en cada época. Las primeras
huellas de resquebrajamiento se producirían en las documentadas riadas de la
zona producidas a lo largo del siglo XVI y XVII; hay testimonios de obras de
reparación en el puente en 1610 que llevaron a cabo los maestros canteros
trasmeranos Agustín de la Cajiga y Juan González de Sisniega. Otras avenidas
posteriores, muy especialmente las de los años 1776, 1844 y 1903 que fueron
terribles y que se constatan en Mansilla de las Mulas, muy cerca de Becilla, dañarían
la obra. Las posibles restauraciones se hacen sobre la base de un conocimiento
y técnica pontonera que va desde el barroco hasta el clasicismo habitual de
finales del XVIII y principios del XIX. La influencia ilustrada al diseñar los
nuevos caminos reales entre los que se encuentra la actual carretera nacional
N-601 es determinante y con la adecuación del camino se producirían otras intervenciones
en el puente. Parece probable que cuando se levanta el bello puente del camino real, en el último tercio del siglo XIX -ahora nacional N-601- y seguramente debido al mal estado de esta vieja obra, pudiera haberse actuado en él para consolidarlo.
Al descubrirse que el
conjunto tiene mérito y antigüedad, tanto el ayuntamiento como la propia junta
autonómica deciden acometer una reforma y consolidación del monumento siguiendo
planes de carácter historicista, poco respetuosos con la obra original. Entre
los años 1982 y 1988 se hacen obras agresivas con desmantelamiento de
paramentos que se sustituyen con arenisca y se reconstruyen arcos de aliviadero
en la calzada ya arruinados. Concretamente, en el proyecto de 1982/1983 que
llevan a cabo los ingenieros Jaime Sáez Vera y Freyre de Andrade y Siló se
sustituye el pavimento original colocando losas sobre solera de hormigón, se
realzan los espolones y se les apuntala con planchas de hormigón armado para
reforzar su cimentación, se sustituye la cantería en pretiles, se añade el
sombrerete del tajamar de NE, además de otras actuaciones menores; se dibuja el
primer alzado del puente. En la intervención de 1988 se restaura la obra con
cantería de piedra caliza de la zona de Campaspero, también llamada Caliza del
Páramo, se reconstruye la bóveda del arco N reponiendo dovelas de la boquilla,
se cubre o reteja el sombrerete del tajamar SE con lajas de piedra y se
encintan todos los sillares de paramentos con cemento aglutinante. Los trabajos
corren a cargo de la empresa madrileña especializada en arquitectura y
restauración Humanes Sánchez. Posteriormente, en el año 2005 y según consta en
un cartel in situ , la Diputación
Provincial vallisoletana y el Ayuntamiento acometen obras de mejora en el
entorno de la calzada romana (cito textualmente) con un presupuesto total de
39.257,45 € que lleva a efecto la empresa Construcciones Javier Caballero.
Según observo en mi
última visita, no existen señales de dirección en carretera que guíen al
monumento. Tampoco hay paneles informativos sobre la obra, historia y
vicisitudes de la misma y eso que se trata de un conjunto declarado BIC (Bien
de Interés Cultural) con fecha 31.08.1995. En 1975 se construyó el nuevo
puente, con acceso desde la VA-504 para circulación amplia de todo tipo de
vehículos pero no se ha señalizado ninguna limitación o prohibición para el
viejo puente ni en masa, ejes o tipo de vehículo pues aunque se encuentra en un
camino carretero de tierra y se presume peatonal o de ciclomotores, no sería
extraño que lo siguieran cruzando maquinaria agrícola, vehículos pesados o
automóviles. También convendría hacer limpiezas periódicas en la flora de ribera, especialmente las tupidas juncáceas y gramíneas ya que su altura impide observar y admirar la obra plena.
Cómo llegar: Desde Madrid, cogeremos
la autovía A-6 hasta el nudo de Tordesillas
en el PK 179 donde nos desviaremos hacia el NE por la autovía A-62 hasta
Valladolid y en el PK 126 tomar dirección NW por la nueva autovía A-60 que se
convierte en N-601 y llegar al PK 260-261 donde se encuentra el pueblo de
Becilla de Valderaduey; antes de llegar a la señal carreteril del cruce del
río, tomar un camino a la izquierda hasta llegar al conjunto histórico
monumental de puente-calzada. Otra opción rápida es tomar desde la capital la
A-6 hasta el PK 257 para desviarnos en el pueblo de Castrogonzalo por la N-610
en dirección NW hasta nuestro destino en Becilla, justo en el PK 61,500 de esta
vía. Hacer el camino por la vieja nacional que mencioné al principio hasta
nuestro destino es adentrarse por una ruta preciosa, interesante y con un
importante patrimonio histórico y lineal que podemos admirar. Junto a esta magnífica obra pontonera y en aguas arriba podemos admirar el puente decimonónico que presta servicio a la carretera nacional, obra mixta de sillería de caliza y ladrillo de buena factura, semejante a otras obras que salvan el Valderaduey a lo largo de su curso medio, especialmente el puente de Grajal de Campos, entre otros. En mi visita a la obra en noviembre de 2021 observo que ha desaparecido la cartelería que hacia referencia a "puente romano" pero siguen empecinados (Ayuntamiento y Junta Autonómica) en no señalar junto a la carretera nacional este puente como obra histórica y monumental con los correspondientes carteles de fondo rosa que advierten al viajero sobre una obra o monumento de interés. Por supuesto que tampoco hay clavado junto al puente un panel que nos informe sobre su historia y vicisitudes, algo extraño tratándose de una estructura verdaderamente histórica que creo que está tipificada como BIC.
Para saber más: Tanto del puente como del pueblo existen artículos interesantes en la
Wikipedia y en la web del Ayuntamiento de Becilla. La gran enciclopedia de
Pascual Madoz (Diccionario Geográfico Estadístico e Histórico de España, 1850) cita
el puente aunque no la calzada. También la memoria de excavaciones de A.
Blázquez y Sánchez Albornoz de 1917 sobre Vías romanas del Valle del Duero. El
compendio titulado "Puentes de León anteriores a 1936" que publicó en
1988 José Antonio Fernández Ordoñez et al. La interesante obra de J.M. Roldán
Hervás de 1975 bajo el título "Itineraria hispana. Fuentes para el estudio
de las vías romanas de la Península Ibérica" o la publicación de F.
Wattemberg de 1959 titulada " La región vaccea. Celtiberismo y
romanización en la cuenca media del Duero". La TIR (Tabula Imperii Romani)
hoja K-30 Caesaraugusta-Clunia en su edición del CSIC-1993 cita los testimonios
arqueológicos de Becilla, la villa rural del siglo IV d. C., apunta rasgos de
la vía romana en cuestión como secundaria y señala el puente y los tramos de
calzada sin señalar datación aunque en el mapa anexo no refleja en leyenda el
puente como romano. Conviene resaltar que el mejor trabajo al respecto es el
realizado en 2010 por Ángel Morillo Cerdán et al. bajo el título "El
puente y la calzada de Becilla de Valderaduey. Análisis arqueológico y
arquitectónico" editado por la Universidad de León y que, por fin,
desvela el posible origen medieval del conjunto monumental que aquí tratamos.
Respecto a la ruta, su historia, localidades y monumentos que pueden verse a lo
largo de la vieja nacional N-601 os remito a los artículos que publiqué en la
Revista Solo Camión, números 276 y 277 de febrero y marzo de 2013.
Tanda de fotos del puente realizadas el 04.08.2012
Tanda de fotos de la calzada y pontones-alcantarillas realizadas el 04.08.2012
Murete de la calzada y pontón en foto realizada el 12.04.2015
Reconstrucción ideal de vías y caminos romanos en el entorno de Becilla de Valderaduey con localización (puntos rojos) de yacimientos arqueológicos según el Inventario Arqueológico de la Dirección General del Patrimonio Cultural de la Junta de Castilla y León.
Lectura de paramentos del puente intervenidos en diferentes épocas sobre un dibujo de alzado de la DGPC de la Junta de CyL. Obtenido del libro "El puente y calzada de Becilla de Valderaduey" obra de Ángel Morillo Cerdán, G. Rodríguez Martín, R. Durán Cabello y E. Martín Hernández, Universidad de León, 2010.
Dibujo del alzado del puente de Becilla en sus dos caras, realizado en 2009 según encargo de la Dirección General del Patrimonio Cultural de la Junta de Castilla y León.
Fotos de la calzada, muros de contención y 2 alcantarillas del sector NW.
Tanda de fotos de fecha 08.11.2021
Excelente información sobre el puente de Becilla de Valderaduey. Lo único desdeñable es llamar "puebluco" al pueblo de Becilla. Un Saludo.
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