jueves, 29 de noviembre de 2018

PUENTE DEL PONTARRÓ. Onda-Castellón

PONT DEL PONTARRÓ SOBRE EL RIU MILLARS
Partida de Miralcamp-Onda. Castellón
CV-21  PK 11



En este bello paraje donde se encierra el cauce en profundos cañones de piedra con sotobosque de pinos y parcelas de naranjos en bancales fue siempre necesario salvar la barranca con algún puente que permitiera las comunicaciones desde Onda hacia el N y que conectara con Alcora, Villafamés y otros núcleos del Maestrazgo. Desde el siglo XVIII esta zona tiene cierto auge económico, bien desde el punto de vista agrícola con la naranja o de carácter industrial con la multiplicación de empresas dedicadas a la cerámica por lo que esta calzada resulta imprescindible para el comercio zonal del entorno de Onda.

El primer proyecto carreteril data del año 1861 momento en que se decide proyectar una calzada de tercer orden entre Onda y Burriana que se inaugura en 1869 siendo por aquellas fechas el ministro del ramo Manuel Orovio Echagüe en los tiempos convulsos de la Revolución llamada La Gloriosa que provocó la caída provisional de la reina Isabel II. En el proyecto se incluía el puente original ubicado en Miralcap y construido en el año 1867. A decir de Pascual Madoz que lo visitó y así lo refleja en su Diccionario Geográfico-Estadístico, se trataba de una obra espectacular que salvaba un profundo barranco y en esa enigmática sensación que nos produce el vértigo y la potente elevación artificial de una estructura, decía que era como el Puente del Diablo, construido con ciertas dosis de magia. Quizás, de ahí le viene el nombre a esta obra, Puente del Pontarrón, al mostrarse ante el espectador como un gran puente.

Lo cierto es que las fuertes y violentas avenidas del río Mijares, dañaron muy pronto uno de sus estribos por lo que la Municipalidad, con fecha 16.06.1884 eleva una petición a la Comisión Provincial de Obras Públicas solicitando su reparación urgente porque impedía la comunicación y el comercio con los núcleos del norte. Se reparó de nuevo y fue inaugurado con fecha 10.10.1887 según proyecto del ingeniero Luis Alfonso y cuyos planos están depositados en el Archivo-Biblioteca de la Diputación Provincial de Castellón. Por aquellas fecha y los turnos de gobernanza, ocupaba el Ministerio de Fomento el liberal Carlos Navarro Rodrigo, en tiempos de la regencia de la reina María Cristina ante la minoría del futuro Alfonso XII.

Esta estructura debió de subsistir hasta bien entrado el siglo XX aunque no se sabe nada más de él ni tampoco del porqué de eliminó sustituyéndose por otra estructura. He consultado las listas de puentes destruidos en la Guerra Civil, que en la provincia de Castellón fueron muchos, pero no hay referencias a esta obra aunque sí se cita la voladura parcial del cercano puente de Almassora sobre el río Mijares, estructura que por cierto, guarda similitud con la de nuestro puente antiguo. Lo cierto es que, tras en los primero años de la postguerra y cuando ejercía como ministro del ramo el ingeniero Alfonso Peña Boeuf se construye en este punto un nuevo puente, quizás sobre la estructura anterior pues en las zonas bajas de pilas y especialmente en los fuertes muros de los estribos se aprecian lienzos del chapado en mampostería que ya no era muy propio de los años 40 del siglo XX, cuando por cuestiones de carestía de materiales y ahorros de coste, se solían construir los puentes básicamente en hormigón, ya fuere en masa o armado, como en este caso, con pocas concesiones a su aspecto decorativo, especialmente en obras públicas que estaban fuera del entorno ciudades o núcleos poblaciones importantes.

Se levanta una obra un tanto ecléctica que sigue recordando los viejos puentes decimonónicos por los volúmenes de mampuestos y sillería averrugada pero respetando las instrucciones de los modelos aún oficiales de la época de Ribera y Zafra en donde predomina efectivamente el hormigón armado para puentes rectos en arco de muchas carreteras de primer y segundo orden. No obstante, en este caso, los aligeramientos de tímpanos siguen siendo más pesados que los que proponían aquellos modelos oficiales pues se sigue recurriendo a arquillos con bóvedas de medio punto y con flechas o vanos muy altos, más pesados que las ligeras palizadas de pilas que se suelen observar en otras obras de los años 20 y 30 del pasado siglo.

Características actuales de la obra. Se trata de un estructura larga pues debe salvar este cañón del Mijares y aunque lo hace en uno de los puntos más estrechos del entorno, su longitud es de 100 metros exactos, incluyendo estribos, uno de ellos en curva. La anchura regular es de aproximadamente 8 metros, destinados a calzada de doble sentido, estrechos arcenes y los gruesos pretiles de mampostería y hormigón.

Dispone de un gran vano central con arco rebajado que salva la zona central del cauce construido en hormigón armado cuyos tímpanos se aligeran en ambos lados con 4 arquillos de medio punto muy peraltados que apoyan en los extremos del arco central y lindan con las enormes pilas que escoltan el arco mayor. Entre estas pilas y estribos se diseñan dos a dos bóvedas de cañón también muy peraltadas que sirven también para aligerar el peso de la estructura pues es difícil que ni en las mayores crecidas de este río, alcancen las aguas la base de estos 4 arcos. Aunque de por sí, el arco mayor es sobrio y hasta elegante, no dispone de ningún adorno que lo realce, sin embargo, arquillos de tímpanos o arcos laterales disponen de una gruesa moldura sobresaliente que además de hacer la función de basa de estas bovedillas, añade cierta belleza a la secuencia de vanos y muros. Donde se aprecia más volumen de hormigón grosero es en los arranques de las pilas, quizás donde se fraguaron las basas de hormigón para el apoyo de la cimbra.

Lo más llamativo de esta estructura son sus fuertes y gruesos muros incluyendo estribos, dotados de un chapado en mampostería interesante y que pienso se corresponden con la obra anterior del siglo XIX. Predomina la mampostería concertada de gran volumen, bien dispuesta y rejuntada; en otros lienzos de las pilas, aparece la sillería en hiladas con poca horizontalidad y donde se mezclan piezas ciclópeas con otras menores, siempre con cara vista tosca y sobresaliente sobre muros. Otras zonas se rellenan directamente con sillarejo y mampostería irregular menor muy aglutinada con el mortero. Prevalece el hormigón, ya sea en masa como armado, en bóvedas, boquillas, molduras e incluso en la serie de aristones que rematan exteriormente los arcos, imitando la piedra.

Sobre extradós y corrido todo el puente se diseña una gruesa imposta sobresaliente en la que apoyan los pretiles. Estos, se forman a base de mampostería irregular muy aglutinada con mortero de época y añadidos de cemento. Estos muretes se coronan con una albardilla convexa también de mortero. La cubierta actual aunque con baches y faltas  de hormigón asfáltico. En las cabeceras todavía subsisten las viejas barandillas de hierro de época pintadas de amarillo aunque muy oxidadas.

Sigue siendo un puente en servicio aunque muy local ya que en esta zona la carretera autonómica ahora con matrícula CV-21 se desdobló en su momento y el tráfico habitual se produce por el nuevo puente, aguas arriba de esta obra histórica y en dirección hacia Alcora.

A pocos metros del arranque de pilas de nuestro puente y en su lado derecho desde aguas arriba, podemos observar restos de un viejo estribo de mampostería que correspondería más que al puente primitivo al que aquí nos referimos, quizás a una obra anterior de época medieval o renacentista que daría servicio durante siglos a la propia Vía Augusta o a algún ramal de ella.

Pese a tratarse de una obra civil que todavía no llega al siglo de existencia lo que no cabe duda es que se debe mantener y restaurar en lo necesario pues está ubicada en un enclave excepcional de gran belleza donde lo natural y escabroso de la geografía ya se ha fusionado con el ingenio artificial del ser humano y así debe seguir.

Existe una campa junto al estribo izquierdo del puente donde podremos aparcar para observar la obra y el entorno. Es una zona algo degradada en la que empieza a acumularse basura y restos de diferentes materiales. No existe ningún acceso civilizado al lecho del río para poder observar mejor la obra o hacer fotografías de las bóvedas. Por supuesto que tampoco hay señalización viaria hacia este monumento y tampoco hay un cartel in situ que nos informe de su historia y vicisitudes.

Para saber más: Lo trata en exclusiva la "Guía de puentes de la Comunitat Valenciana" editada en el año 2016 por la Generalitat Valencia según trabajo de Antonio Sarabia y coordinación de los expertos en pontonería Inmaculada Aguilar Civera y Miguel Aguiló Alonso que se refleja en la ficha 26. No hay más rastro en internet sobre esta interesante obra pontonera.

Cómo llegar. La vía rápida más cercana es la llamada Autovía de la Plata con matrícula autonómica CV-10 que tomaremos hasta su PK 8 aproximadamente para coger la CV-20 en una rotonda hacia el W y al llegar al centro de Onda cogeremos la carretera CV-21 en dirección N o hacia Alcora hasta el PK 11 donde cogeremos un camino de servicio que también lleva a la planta de RSU hasta que alcancemos el río Mijares y nuestro puente. Si circulamos por la AP-7 deberemos tomar la salida 48 hacia Alquerías del Niño Perdido para continuar hacia el NW por la CV-222 hasta la localidad de Betxi donde seguiremos por la CV-10 ya citada anteriormente hasta destino. Saliendo del puente por su cabecera izquierda hacia la CV-21 nos encontraremos con un viejo mojón del Plan Peña, probablemente de cuando esta era la carretera comarcal hacia Alcora.




























Tanda de fotos de fecha 22.11.2018

PUENTE NUEVO






Tanda de fotos de fecha 22.11.2018


Panorámica del puente en toma de Google View del año 2018


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