PUENTE DE SANTA QUITERIA SOBRE EL RÍO MIJARES
Vila-real y Almassora. Castellón
N-340 PK 970
Otro de los puentes históricos de la ciudad de Villarreal es el llamado
de Santa Quiteria, por encontrarse junto a la ermita con el mismo nombre.
Recordemos que era muy común -desde tiempos altomedievales- que al amparo del
puente se construyera un humilladero donde el viajero, peregrino o caminante
creyente pudiera recogerse para hacer oraciones o rogativas y agradecer el buen
resultado de su viaje hasta ese momento. Estos sencillos humilladeros se van
desarrollando y solían convertirse en ermitas o iglesias bajo la advocación de
algún santo, generalmente local; al amparo de puente y ermita, con el tiempo,
se incrementan otros servicios de hostelería, comercio y talleres para el
viajero que producen el origen de muchos pueblos y ciudades de nuestra
geografía peninsular. En muchas ocasiones y ante la falta de datos o
testimonios sobre la construcción de puentes, se recurre al estudio o
antigüedad de la ermita aledaña para ajustar fechas en la propia historia del
puente. En este caso y aunque el actual templo parece que se reconstruyó en el
siglo XVII, han aparecido testimonios escritos fechados en 1.330 donde se alude
a un pequeño templo junto a la cabecera izquierda del puente, en la raya con
Almazora, término municipal al que pertenece esta ermita.
También en este caso han aparecido determinados documentos escritos -difundidos
por el historiador P. Ramón de María- que aluden a la construcción de esta obra
civil y que hacen referencia a una concesión o permiso que otorga el rey Jaime
I en 1.275 en favor de Pere Dahera para el levantamiento de un hospital de
auxilio así como la supervisión de un puente que se construiría en ese punto y
que reforzaría el camino real de gran tránsito al que pertenecía, esto es, la
conocida Vía Augusta. En base a esta premisa, la opinión de algunos
historiadores locales es la de que esta obra civil pudiera tener un origen
romano, reconstruido más adelante por los árabes, que ocuparon estos
territorios durante siglos. Ciertamente, la vía romana debería salvar el cauce
del río Mijares en algún punto cercano pero no hay seguridad en que fuera a
través de este puente. En mi visita al lugar, hice un intento de cruzar unas
ramblas por medio de unos vados que existen en caminos de alquerías pero las
aguas del Mijares corrían violentas y crecidas y me fue imposible el intento.
No obstante, junto a una de ellas (probablemente en la rambla de la Viuda),
pude observar los restos de un viejo puente, con algunas pilas caídas y parte
de los estribos originales de una obra civil que pudieran corresponder al
puente original que daba servicio a esta calzada romana, aunque probablemente de
tiempos más cercanos, durante la dominación musulmana del Levante peninsular.
Es más que probable que en los conflictos bélicos de los últimos siglos,
ya sea la Guerra de Sucesión o la de Independencia, nuestra obra haya sufrido
daños o voladuras en algunas secciones del mismo, al tiempo que, la violencia
de las riadas del propio río, habrán ocasionado múltiples quebrantos en la
estructura, por lo que podemos inferir que se trata de un puente que pese a su
impronta medieval en algunos de sus arcos (el arquillo del estribo derecho es
ojival) o los pronunciados tajamares, existen otras características, como la
regularidad y directriz de vanos o el tablero horizontal, que nos hacen pensar
en reconstrucciones barrocas y clasicistas.
Características actuales de la obra. Se trata de un puente largo, con 125 metros de longitud y un angosto
tablero de aproximadamente 3 metros de ancho, característica ésta que también
coincide con los diseños habituales de muchos de puentes medievales. Dispone de
8 vanos, siete de ellos muy regulares con arcos de escarzanos cuyas luces
oscilan entre los 10 y 12 metros a los que hay que añadir junto a la cabecera
derecha un pequeño arco ojival, muy enterrado en lodos, de aproximadamente 2
metros de luz pero que originariamente podría llegar a los 7/8 metros de luz. La
característica peculiar de estas bóvedas es que para aligerarlas de peso se
construyen por medio de 4 arcos fajones o perpiaños -aunque los perpiaños
siempre se han considerado de directriz ojival y el ejemplo en este puente lo
representa el arquillo de cabecera derecha- y un extradós a base de piezas de
conglomerado de arenisca que constituyen la losa o solera del tablero
horizontal y que descansan en los propios arcos, transmitiendo sus esfuerzos
hacia las correspondientes pilas. Para conjugar la curvatura de los 4 arcos de
cada bóveda con un extradós más o menos horizontal, se recurre a la
modificación del macizo de estos arcos, haciéndolos más anchos en las zonas de arranques
-hasta con cuatro hiladas de sillares- que se van reduciendo hasta claves,
donde prácticamente se monta una única rosca. Este recurso no es apreciable
exteriormente porque se han enfoscado con la argamasa correspondiente parte de
las boquillas o arcos exteriores, dejándonos a la vista únicamente la sección
de arco que forma un dovelaje. Tampoco se aprecia que los cantos de estas losas
en ambas caras de la estructura hagan la función decorativa de impostas ya que
han sido tapadas absolutamente con el mortero del enlucido. También es raro o
inusual que en tiempos medievales se hicieran puentes con bóvedas tan abiertas
luego deberemos pensar que la gran reforma de esta obra civil pudiera ser de
época clasicista según mi opinión.
Los apoyos de la obra se producen en los dos estribos exteriores y siete
pilas intermedias. Respecto a los estribos, cabe señalar su longitud,
probablemente aumentada para modificar un tablero originariamente en lomo de
asno que también se corrige adoptando bóvedas rebajadas que sustituirían las
antiguas de cañón u ojivales. Estos rellenos para producir la horizontalidad,
por su pesadez y las filtraciones de agua históricas, han motivado que fueran
unos puntos débiles de la estructura hasta la rehabilitación del año 2.000. Respecto
a las pilas, son del tipo tabique y gruesas, de aproximadamente 2,50x2,50 metros
de ancho/largo que se protegen, aguas arriba, con tajamares de sección en cuña
que llegan hasta coronación; aguas abajo, muy semejantes aunque más bajos, los espolones llegan hasta el arranque de las bóvedas.
En el caso de la séptima, sin defensas, más que pila es muro de
acompañamiento con el arquillo o aliviadero comentado. En general, las basas de
estas pilas apoyan en la roca madre del lecho del río.
En cubierta, destaca el tablero, recto, horizontal en su amplia zona
central y ligera pendiente hacia cabeceras, plenamente perpendicular al cauce y
cañón que forma el río. Existe cierto abocinamiento en cabeceras para los
vehículos posicionados que esperan cruzarlo. Tiene una anchura aproximada a los
tres metros, correspondiendo 0,50x2 metros al ancho de pretiles y una calzada
libre de 2,50 metros sin viales peatonales. En lado aguas arriba dispone de 6
descansaderos en forma de cuña, como continuación de los propios tajamares y en
lado aguas abajo, el pretil es continuo. En la plataforma del cuarto
descansadero se levantó en tiempos barrocos un pequeño monumento a base de un
altar de piedra de buena sillería coronado por una cruz de hierro que en su día
y según recoge una placa al efecto, soportó la caída de un rayo que destruyó la
citada cruz pero -al parecer- no causó daños en la obra civil. Tiene la
siguiente leyenda: "En el año de 1.692 cayó un rayo aquí en uno de junio y
dio en esta cruz". El firme de la calzada era de aglomerado asfáltico
hasta su última reforma en que se dispone adoquín de granito y en bordes, se
hicieron canalizaciones de desagüe que conectan con nuevos imbornales de piedra. Aunque hace tiempo el paso estaba regulado por semáforos,
yo no he observado que existan. Su cruce se hace alternativamente desde
cabeceras. Se permite el tráfico alterno aunque no hay señales de preferencia
de paso. Tampoco las hay que marquen limitación de MMA. Para adaptar el paso a
las características del puente se han clavado en ambas cabeceras unos
bastidores de hierro o pórticos que marcan la anchura y el gálibo, limitándose
a 2,40 metros el ancho de vehículos y una altura de 2,30 metros, que permite el
paso para todo tipo de berlinas y furgonetas. Hay también una señal que indica
preferencia de paso para peatones y una limitación de velocidad a 10 kilómetros
por hora.
Respecto a la fábrica, cabe señalar una zona inferior donde predomina la
sillería de buena labra y colocación, a base de piedra caliza, algo porosa y
con fuerte llagado en las juntas. También hay lienzos de arenisca y
conglomerados. Obra parecida a la de bóvedas, donde la cantería del dovelaje es
cuidada y dispuesta con esmero así como
las propias pilas, también de fábrica. El resto de paramentos, ya sean estos
los tímpanos, muros de acompañamiento, estribos y pretiles se componen de
mampostería, incluyendo canto rodado y que resulta bastante pobre e irregular, aglutinada con mortero y
que ha sido toda ella tapada con un revoque o enlucido recientemente, a base de
cemento y arenas de tonos terrosos, a imagen y semejanza de los cubrimientos de
tapiales que se hacían antiguamente. En la rehabilitación del año 1.944
predominó el uso de cemento portland para fijar paramentos y la drástica
transformación de esta estructura se produce entre los años 2000 y 2.001 a
iniciativa de la Consejería de Cultura y Educación de la Generalitat
Valenciana bajo proyecto y dirección de
obra del arquitecto Juan Francisco Noguera Giménez con un presupuesto cercano a
los 42 millones de pesetas y cuya empresa constructora fue EDYCON,
Edificaciones y Construcciones La Vall, S.A. de Castellón. Entre las
fotografías de este artículo figura la correspondiente a la ficha técnica y
otras de algunos aspectos de la intervención.
El cauce, salvo crecidas, cruza por los dos arcos más centrales. Por el
arco extremo derecho pasa un camino de huertas de grava y en su parte opuesta,
la del primer arco, también existe una senda. Esta cabecera izquierda se ha
adecentado con una escalinata que accede a la margen del río y una explanada.
En cabecera derecha existe un panel que informa de aspectos naturales de la
zona aunque no se hace referencia al puente o a su historia. También hay postes
que señalizan algunas rutas pedestres, una de ellas llega hasta la
desembocadura del río Mijares, a 10,71 kilómetros de este punto. No obstante,
pese al intento de formalizar en la zona una especie de área de visita
turística o excursionista, este paraje permanece abandonado y sucio, muy lejos
de haber logrado una fusión entre el paisaje, el río y el excepcional monumento
que representa nuestro puente. Tampoco existe señalización de tráfico que lleve
hasta este puente histórico aunque si la hay para la ermita aneja de Santa
Quiteria. La obra está declarada BIC (Bien de Interés Cultural) con fecha
16.06.2006.
En los aledaños del puente se puede ver el famoso azud y una serie de
derivaciones o acequias que sirven para el riego de áreas agrícolas cercanas y
cuyo origen parece que es árabe. También es interesante la citada ermita, junto
a la cabecera izquierda, ya ubicada en el término de Almassora. En las
cercanías de nuestro puente y dentro del término de Almassora, existen un par
de vados sobre el brazo norte del río Millars o Mijares que en mi visita no
pude cruzar porque el cauce llevada aguas bravas que rebosaban ampliamente el
vado. Estos viejos pasos daban servicio a la mítica Vía Augusta, calzada romana
que por la costa, comunicaba Gadir (Cádiz) con Dertosa (Tortosa) y Barcino
(Barcelona) y que en la actualidad, también avocan a la nacional N-340. Junto
al vado principal u occidental, todavía se pueden observar las ruinas de un
viejo puente, probablemente de origen romano aunque quizás, reconstruido en
tiempos de la dominación musulmana y que nos muestra restos de los estribos y
algunas pilas.
Para saber más.
Básicamente me apoyo en la información que recoge la "Guía de puentes de
la Comunitat Valenciana", coordinada por Inmaculada Aguilar Civera y
Miguel Aguiló Alonso, editada por la propia Generalitat Valenciana en el año
2.016. En este caso excepcional, he podido acceder a una información
valiosísima y poco común en el ámbito pontonero que ofrece una especie de
memoria de la intervención en el monumento producida entre los años 2.000 y
2.001 con gran despliegue fotográfico de la actuación y que es obra del propio
arquitecto director de la rehabilitación, Juan Francisco Noguera Giménez y cuyo enlace
coloco aquí. Por otra parte, la Wikipedia dispone de información de esta obra
en la voz "Puente de Santa Quiteria". Añado algunos enlaces a
diferentes webs o blogs que sin prestar demasiada atención a este monumento,
nos informan sobre la historia y monumentalidad de la ciudad de Vila-real, como son caminodelcid, turismodecastellón, Comunitatvalenciana o la propia web municipal. Otras
informaciones proceden del periódico Mediterráneo y aluden al cierre del puente
en 2.004 por las obras de unos colectores y a la más reciente, en octubre de 2.018 en que se reúnen los alcaldes de Villa-real y Almassora para diseñar un
proyecto urbanístico que abra esta zona al disfrute, esparcimiento de la población
y una mayor visualización de la estructura pontonera como monumento inserto es
este bello paisaje.
Cómo llegar. Se
encuentra en la órbita de la autovía AP-7 cogiendo la saluda 48 (Alquerías del
Niño Perdido) y seguir en dirección NE por la N-340 hasta Vila-real. En la
población lo único que tenemos que hacer es seguir las indicaciones de la
cartelería que dirige a la Ermita de Santa Quiteria, donde se encuentra nuestro
puente. La CV-20 que viene de Onda es otra de las carreteras que van a
Vila-real y por lo tanto, a este puente. Lógicamente, la mítica nacional N-340
a su paso por esta ciudad tiene varias salidas que nos llevarán al puente o a
la ermita a través de la calle de la Encarnación.
Tanda de fotos, probablemente tomadas en el año 1.999, que muestran el estado del puente antes de la intervención del año 2.000. Imágenes tomadas del trabajo de Juan Francisco Noguera Giménez al que hacemos referencia en el artículo.
En esta otra tanda de imágenes se recogen diferentes trabajos de la rehabilitación del puente entre los años 2.000 y 2.001 realizados por la empresa EDYCON según el excelente informe elaborado por su arquitecto-director Juan Francisco Noguera Giménez así como la ficha técnica y las llamadas numeradas de su trabajo que expongo aquí porque en sí mismas, ya nos facilitan cierta información de esta actuación.
Imágenes de nuestro puente, probablemente del año 2.015 tomadas de la "Guía de puentes de la Comunitat Valenciana".
Tanda de fotos realizadas con fecha 22.11.2018
Escalinata de acceso al cauce en cabecera izquierda del puente. Toma de fecha 22.11.2018
Ermita de Santa Quiteria en toma de fecha 22.11.2018
ACEQUIA MAYOR (Séquia Major o Jussana)
ACEQUIA MAYOR (Séquia Major o Jussana)
Junto a la cabecera derecha del puente de Santa Quiteria discurre esta acequia. Me he fijado en este pontón que hay que cruzar para acceder al monumento o al propio río. Lo que debió de ser un puentecillo discreto pero bien hecho, con bóveda de ladrillo, algunos buenos sillares bien labrados en tímpanos, una imposta interesante y garboso pretil de ladrillo coronado con una excelente albardilla de piedra blanca caliza, se ha convertido en un auténtico adefesio cutre, lo cual podría pasar desapercibido en otro lugar pero no aquí, un sitio visitado por turistas y curiosos que pretenden admirar y fotografiar el histórico puente y el paraje del entorno.
Fotografías del pontón de la acequia de fecha 22.11.2018
BADENES Y PUENTE ARRUINADO
En las cercanías del puente de Santa Quitería, en dirección N hacia el otro brazo del río Mijares habitualmente seco, nos podemos encontrar en períodos de aguaceros con que el cauce rebasa holgadamente el pequeño talud sobre el que se construyó esta carretera que da servicio a un polígono y es un viejo camino hacia Almassora.
Junto al badén podemos observar los restos de un antiguo puente que cruzaba el río Mijares, probablemente de origen romano, reconstruido por los árabes y del que apenas quedan en pie el relleno de hormigón de un par de pilas y algo de estribos.
Tanda de fotos de fecha 22.11.2018
Que tristeza produce ver tanta dejadez. Esos pocos restos de lo que fue un puente, abandonados y olvidados junto a la Rambla de la Viuda, son un ejemplo de lo que somos y una señal de nuestra arrogancia .Un monumento al olvido de nuestra historia.
ResponderEliminarAsí es, H/V. Restos abandonados y olvidados. Nuestra arrogancia, efectivamente.
ResponderEliminarAquí, al menos, en esta ventana, podemos exhibir alguna foto del vetusto puente histórico para que no permanezca en el olvido.
Saludos cordiales.