miércoles, 23 de septiembre de 2015

PUENTE DE SERRANOS. VALENCIA

PUENTE DE SERRANOS SOBRE EL RÍO TURIA 
VALENCIA

Viajando por los míticos caminos que bordeaban la costa mediterránea en el oriente peninsular y que son conocidos como Vía Hercúlea o Vía Augusta se atravesaba la antigua zona indígena de Edetania, destacando su ciudad ya romanizada llamada Valentia Edetanorum (Valencia) junto al río Turius o Turia. Era una antiquísima ruta que ya conocían fenicios o cartagineses y que los romanos consolidaron según las propias normas carreteriles de época republicana. Actualmente coincidirían con las actuales carreteras nacionales N-332 y N-340 en lo que se refiere a su paso por las modernas Valencia y Sagunto.

Si nos atenemos a estas premisas y a los trabajos recientes de arqueólogos en la ciudad, donde van apareciendo vestigios de una ciudad plena y consolidada, deberíamos de pensar que habría algún puente de fábrica romana que permitiera vadear el río Turia para seguir hacia el N pues desde la fundación de la ciudad por Junio Bruto Galaico en 138 a.C. hasta el Bajo Imperio transcurren más de 4 siglos en los que, por fuerza o necesidad se construirían variados puentes. En la dominación visigoda así como en la musulmana también se construirían otros o se repararían los romanos pero no hay nada de ello. Si continuamos en el tiempo, se llega al largo periodo bajomedieval que aporta en este campo viejos puentes góticos pero que no dejaron huella sobre el río Turia. Como bien es sabido, las siempre terribles riadas que sufre este río acabarían con cualquier obra pontonera en los diferentes momentos de la historia. 

Es en el periodo renacentista, prácticamente en el siglo XVI, cuando se hacen puentes en Valencia  que aún perduran en algunas de sus estructuras y un claro ejemplo es el de esta obra, llamada Puente de Serranos porque era el camino obligado hacia lo que se conoce actualmente como Comarca de Los Serranos o Alto Turia y que tiene la famosa puerta medieval de la vieja muralla llamada también de Los Serranos por el mismo motivo.

Sobre la base de un puente altomedieval anterior conocido por los árabes como Bab al-Qantara (El puente) arruinado en las riadas del año 1088 y que fue reparado tiempo después ya que se hace referencia a él en el Llibre del Repartiment de 1244, como digo, sigue manteniéndose una obra en piedra o madera, ya que se le cita en crónicas de 1248, 1254 y 1262 probablemente de pilas de fábrica y tablero de maderamen y en ruina tras las nuevas riadas que lo vuelven a tumbar y el Concejo de la Ciudad decide en 1349 acometer obras para su restauración. Hay constancia de que las nuevas avenidas de 1358 y 1406 lo dañan y la de 1427 destruye varias bóvedas; tras la riada de 1457 queda muy tocado y la gran avenida de 1517 lo hunde definitivamente y se ordena una obra nueva auspiciada por la administración de la época que lo encomienda a la Junta Vella de Murs e Valls valenciana (algo así como una actual consejería de obras públicas). El proyecto está fechado el 22.06.1518 y se encarga al maestro de obra Juan Bautista Corbera, auxiliado por el escultor Joan Gilart para los motivos decorativos en pretiles, especialmente los templetes votivos y otras esculturas. Lo cierto es que la obra parece que se termina hacia el año 1550 y se le considera el segundo puente más antiguo de la ciudad tras el llamado de La Trinidad, habiendo resistido las acometidas de nuevas riadas producidas en 1590, 1883, 1897, 1949 y, especialmente la de 1957 de la que hay mucha documentación gráfica.

El trabajo de Corbera, del que no queda constancia o dibujos del proyecto, se efectuaría con tablero horizontal y oblicuo sobre el cauce con 8 vanos de arcos de medio punto y luces regulares salvo los arquillos de cabeceras que eran más pequeños, 7 tajamares y 6 espolones en cuña acentuada hasta rasante que permitían habilitar descansaderos en calzada y altos pretiles que embocaban hacia la ciudad por la citada Puerta de Serranos. Aguas abajo, entre el 2º y 3º espolón se construye una escalinata para acceder al cauce y en cabecera sur parece que diseña una rampa para que los carruajes accedan a la margen del río. Pequeños muros de acompañamiento en estribos (los refuerzos de piedra en márgenes datan de 1591). Esta suposición está basada al observar el excelente trabajo del pintor de corte flamenco Anton van der Wyngaerde, conocido como Antonio de las Viñas que por encargo de Felipe II viaja por varias provincias haciendo planos y recopilando información urbanística, destacando el dibujo-plano de Valencia que realiza en 1563 y en el que se puede observar perfectamente el alzado y planta  de nuestro puente recién construido. Por último, la calzada original era de mortero de cal y gravas consolidadas.

Como hecho curioso parece que en 1808, ya con vistas al conflicto bélico con los franceses y para evitar que el puente pudiera tomarse como trinchera de ataque, el Consejo municipal decide derribar los antepechos que rodean los descansaderos y traza nuevo pretil tipo barandilla a lo largo de todo el tablero, cegando estos,  para evitar que sirvieran de parapetos a la tropa enemiga. (Especialmente amplio es el estudio sobre esta cuestión que hacen Luis Bosch Roig et al.)

La consolidación o refuerzo del cauce con muros de contención se produjo hacia 1591 y tiempo después se mejoraría la rampa de acceso al río para carruajes como ya se aprecia en los planos del Padre Tosca de 1704 o en la actualización del plano que hace Fortea en 1738.

En 1810 se excava una galería en la pila 4 con objeto de diseñar una voladura del puente ante el asedio francés; más adelante, hacia 1811 se desmonta o derriba el 2º vano ante el tercer y definitivo asalto francés que toma la ciudad bajo el mando del mariscal Suchet el 09.01.1812. Probablemente los daños fueron mayores ya que el periodo de restauración se prolonga desde 1813 a 1816 y no sólo afectó al 2º vano, pues se diseñaron nuevos arcos rebajados, propios del periodo clasicista, alargando el tablero, renovando pretiles y retocando la rampa de carruajes.

En 1875 se instalan sobre calzada los raíles para el hipomóvil (vehículo tirado por caballos) que luego servirán para el tranvía valenciano, reformando la calzada con sólida obra de adoquín granítico. Entre los años 1950 y 1960 se desmonta el camino de hierro y se repavimenta la calzada con capa de hormigón asfáltico. Entre los años 2005 y 2009 se ha procedido a la restauración del conjunto, actuando sobre la consolidación de la estructura, limpieza, reposición de piezas, consolidación e hidrofugación del material pétreo, recuperación de 13 descansaderos y prolongación de la bajada de carruajes. En otras intervenciones de 2012 se adapta el tablero para uso peatonal y se consolidan paramentos y arcos dentro del propio proyecto de reacondicionamiento del puente y del propio cauce, jardinería, paseos, vías de bicicleta y otros elementos que han dejado este inútil cauce en una bella obra en forma de parque lineal para disfrute de los valencianos y turistas.


Situación actual: Consta de un tablero plano de aproximadamente 159 metros de longitud y 11 metros de ancho que apoya en estribos muy consolidados en los muros de contención del cauce y nueve vanos de arcos rebajados con luces semejantes, aproximadamente de 14 metros cada uno, con refuerzos de tajamares y espolones al estilo del puente primitivo medieval. Bóvedas perfectas con excelente dovelaje y acusados mechinales cuadrangulares donde apoyaban las cimbras. Todavía mantiene un acceso al cauce cerca de la cabecera izquierda por medio de una vieja escalera de piedra muy deteriorada. Toda la obra parece efectuada es buen sillar de caliza trabajada con esmero, regular y asentada a hueso aunque se han reafirmado los paramentos con exceso de mortero en alguna de sus rehabilitaciones. Los templetes, añadidos en 1538 y 1670 llamados respectivamente de Santa Cruz y San Pedro Nolasco han desaparecido (probablemente en 1810 cuando se destruyó el vano o el puente) y actualmente mantiene un tablero sencillo con fuertes pretiles de piedra sin ninguna decoración. En mayo de 2012 este viejo puente se convierte en peatonal.

Este bello parque lineal del viejo cauce del río Turia también resulta espectacular para los amantes de los puentes ya que en el recorrido longitudinal por el viejo cauce se puede disfrutar de más de una veintena de obras pontoneras entre puentes y pasarelas de variadas épocas entre los que destaca el decano de La Trinidad ya citado , obra de Mateu Texidor, o el de San José, construido por Negret y Gurrea, entre los más antiguos; entre los más modernos cabe señalar el Pont de les Arts , diseñado por Norman Foster y ejecutado bajo la dirección del estudio de ingeniería de Carlos Fernández Casado o el Puente de l´Assut d´Or obra de Santiago Calatrava además de otros muchos de los que haré referencia en próximas entradas para el blog.

Para saber más: Las claves de la construcción del puente de Serranos en Valencia.  Luis Bosch, Valeria Marcenaç, Nuria Salvador e Ignacio Bosch. Actas del 6º Congreso Nacional de Historia de la Construcción, Valencia. Madrid, Instituto Juan de Herrera. 2.009. 
YEPES, Victor. (2010).  Puentes históricos sobre el viejo cauce del Turia. Un análisis histórico, estético y constructivo a las obras de fábrica. Inédito. En internet podemos encontrar más información en la Wikipedia.

Otros blogs o webs interesantes son: jdiezarnallovevalenciajuanansolerla web municipal con una información muy ramplona o la web de biodiversidad virtual, por poner unos pocos ejemplos.





Foto de fecha 20.08.2008 cuando se estaba reformando el tablero y viales del puente.







Tanda de fotos de fecha 12.05.2012 con reformas en el puente y paseo.


Foto de fecha 10.11.2013 desde el mismo enfoque que la anterior


Dibujo de 1563 del pintor Anton van den Wyngaerde donde se observa con detalle el puente.



Dos viejas postales de finales del siglo XIX


Vieja fotografía del año 1927 con detalle de la escalinata del puente.



1 comentario :