T.M. GUMIEL DE IZÁN. Burgos
N-I PK 169,671 + Cº de Villanueva de Gumiel PK 1,140
Ya hemos presentado en el blog el discreto puente carretero del viejo camino real, ahora N-I, que salva el río Puentevilla.
Dentro del término municipal de Gumiel de Izán existen otras obras pontoneras,
algunas incluso más antiguas o históricas que la del río Puentevilla. Aunque el
más icónico es precisamente el Puente de San Pedro, trasteando o consultando
libros observo que muy cerca de éste se haya una vieja alcantarilla en el mismo
camino de tierra y que salva el magro cauce del caz de San Pedro, pequeño
afluente del río Gromejón y más adelante, en esta misma vía de tierra, camino
de Villanueva de Gumiel, se encuentra el vetusto puente de San Antonio sobre el
río Gromejón. Si en vez de coger este camino agrario hubiéramos seguido por la
nacional N-I hacia el S, unos metros antes de que se fusione con la A-1
subsiste aunque muy oculto otro pontón del siglo XIX sobre el río San Pedro
(Caz del Molino de San Pedro) cuya bóveda en dovelaje de piedra ha quedado
emparedado con un recrecido de hormigón para dar mayor anchura a la carretera
nacional.
Con respecto a nuestro Pontón de San Pedro, ya
tenemos algo de información pues existe a pie de obra un panel informativo que
nos ilustra sobre él. Poco habitual esto de los carteles hasta en puentes
históricos y patrimoniales ya que, en general, todas las Administraciones, y
especialmente las locales, siguen renuentes a considerar a una obra civil como
elemento artístico o histórico a mantener, valorar y difundir. Esto es así y es
mi lucha permanente para su difusión y conocimiento general ante la ignoraría
que demuestras estos organismos públicos.
En este bello cartel con una estupenda foto-ilustración
incluida se nos cuenta: […] Al igual que el puente de San Antonio, la
tradición dice que este puente fue construido en época romana. Sin embargo su
diseño y características son posteriores. De hecho, coincide con la descripción
que se hace de él en un documento antiguo donde se cita que fue construido en
1647. Teniendo en cuenta que esta es una zona de paso entre Gumiel de Izán y el
monasterio de San Pedro, a buen seguro, en su lugar hubo otro anterior, al
menos de época medieval que salvaba las aguas del río Gromejón. Su construcción
es sólida, presentando un gran ojo con sillares de piedra colocados a hueso,
sin argamasa […].
Si nos fijamos en la información que ya nos
ofrecía Carlos Fernández Casado en el libro referenciado abajo, pues se insiste
en un posible origen romano y así nos cuenta: […] En la “Vía XXVII Ab
Asturica per Cantabriam Caesar-Augusta” tenemos el puente de Gumiel de Hizán
sobre el Gromejón con un solo vano, del que se conserva la bóveda arrancando
desde el nivel del agua con una fábrica muy sana y muy regular y tímpanos de
inferior calidad enrasados a nivel de clave sin pretil […]. Inocencio Cadiñanos
Bardeci en su tratado sobre “Los puentes del sur de Burgos” editado en 1996,
comenta al respecto: […] Otro puente existió más al sur, sobre el Gromejón,
cuya rosca luce muy buena sillería y en el resto mampostería. Hoy se halla
deteriorado. Fue levantado en 1647. […]. Respecto a geógrafos y viajeros
que describen la zona así como el camino real, comenzamos por Pascual Madoz, en
1846, no comenta de puentes en Gumiel, sino más adelante y sobre el río
Gomejón (leáse Gromejón) en el pueblo de La Aguilera donde existe un buen
puente de dos ojos en sillería. Por su parte, Valverde Álvarez, en 1886, al
tratar esta calzada real y al respecto no nos dice nada de este histórico
puente, sin embargo, hace una breve referencia al pontón sobre el río
Puentevilla al que se refiere así: A la salida del pueblo de Gumiel (en
sentido creciente) se salva el río Villar por un puente de piedra. Podríamos
entender que se refiere al río Puentevilla(r) y dada la fecha de edición de su
tratado, coincidiría con nuestra opinión de que aquel puente se levantó en la
segunda mitad del siglo XIX. El nombre de río Villar también lo recoge el IDM
(Itinerario Descriptivo Militar) editado en 1866 donde se comenta: A la salida
de Gumiel de Izán -sentido norte- se cruza el río Villar. El paso de este río
se hace por puente de piedra. En cierto modo, parece obvio que estos tratados
más de carácter logístico no presten atención a nuestro viejo puente de San
Pedro porque éste se encuentra en un camino carretero o agrario.
El libro que presta la debida atención al Puente
de San Pedro Gumiel es el titulado “Puentes singulares de Burgos” donde se le
cataloga en la página 289, “Cuenca Duero-Subcuenca Gromejón” y ahí se dice: Puente
sobre el arroyo Gromejón. Bóveda de cañón de sillería. Boquilla de dovelas
regulares. Sillares unidos sin argamasa. Carece de pretil. Sillares alineados
con el trasdós de la clave. Firme de hormigón. Perfil alomado. Un vano de 4,50
metros de luz con 8 metros de longitud, 4,30 metros de anchura y 2,70 metros de
altura.
Características actuales de la obra. Se trata de un puentecillo con una longitud
aproximada de 12 metros con estribos que se empotran en los taludes de rellenos
construidos para elevar la obra y producir este camino carretero. Cabe pensar
en que a lo largo de siglos este punto fluvial se cruzaba con vado natural pero
bien, por los continuos cauces recurrentes elevados o posibles encharcamientos
más o menos permanentes que impedían el paso de carros, caballerías y
caminantes, se decidió levantar un puente para lo que se construyeron
aterramientos con rellenos de piedra y arenas para elevar la cota de la rasante
del camino y su consiguiente puente. De hecho, junto al puente y en aguas abajo,
subsiste lo que debió de ser el primitivo vado natural, ahora reforzado con
gravas y hormigón.
La anchura de la obra oscila entre los 4/4,50
metros. Parece probable que no haya tenido defensas o pretiles pues es obra
civil agraria para carruajes o cañada ganadera. Dispone de un vano de medio
punto en una geometría que sigue manteniendo perfecta pese a los siglos de
existencia y a las cargas que habrá soportado su bóveda. La luz del arco es de
4,50 metros y la flecha habitual desde claves a lámina de aguas es de 2,70
metros. Lo más llamativo de la estructura es su fábrica, más que por su calidad
-que la tiene- es por su capacidad de resistencia a lo largo de casi 4 siglos,
independientemente de que haya tenido reformas o rehabilitaciones en el tiempo.
Algún autor ya nos señalaba que se encontraba un poco abandonado pero lo cierto
es que se mantiene bastante firme. Su secreto está en la bóveda, perfectamente
construida con piezas de larga soga, bien contrapeadas con las roscas anejas lo
que refuerza su resistencia. Parece que el llagado no existe o es mínimo lo que
aún da mayor firmeza al conjunto de dovelas al evitar deslizamientos entre
piezas. La bóveda descansa directamente en los salmeres que son simplemente
refuerzos longitudinales de piedra -con algo de relieve- que se posan o hincan
en la roca madre de este río. Aunque el intradós presenta un dovelaje manchado,
quizás con humedades y líquenes, costras, desconchones y piezas fracturadas, se
mantiene sólido. Las boquillas externas o visibles se han ido descolgando de la
bóveda interna, seguramente debido a las sobrecargas de tractores o vehículos
agrarios con gran masa que lo habrán cruzado durante muchos años; parece
probable que lo sigan haciendo pues las enormes rocas que se pusieron en ambas
cabeceras para evitar el paso, se han echado a los lados, precisamente para que
puedan seguir cruzando el pontón. Entiendo que, tratándose de un monumento de
obra civil ya tipificado y al que se quiere dar relevancia, debería de tener
controles de paso y señales de tráfico con limitaciones de MMA, velocidad y
anchura de ejes.
Parece probable que los frentes, especialmente los
tímpanos, tuvieran también un placado de sillería acorde con lo que muestra el
intradós pero, imagino, que se habrán desprendido una o varias veces a lo largo
de la vida útil de la estructura. En algún lienzo subsisten sillares de gran
volumen, buena talla aunque cara vista irregular y sin escuadría pero que se
esmeran por casar con la curvatura del arco. La mayoría de la fábrica externa
actualmente es de mampostería irregular de piedra caliza, bien aglutinada
quizás ya con morteros más o menos modernos. Como bien se comenta
anteriormente, su tablero es ligeramente a dos aguas, corregido con aterramientos
en zona de estribos para conseguir mayor horizontalidad. En la cubierta actual
se observan secciones de cemento, quizás aglomerados asfálticos y en las
entradas firme de cascajo prensado con arenas. Los bordes del tablero coinciden
con la cara superior de las dovelas que componen el vano y se alargan con mampostería hacia los
extremos.
Las zonas de muros de acompañamiento hasta
estribos se encuentran demasiado tapadas por vegetación; también el entorno,
por lo que la obra plena no se puede observar con detenimiento, especialmente
en lado de aguas arriba que parece ser que se conserva mejor.
Si bien es cierto que carecemos de datos sobre su
construcción y maestros canteros que lo levantaron, parece plausible que
relevantes especialistas que estuvieron un tiempo en esta localidad
-generalmente dedicados a la construcción y rehabilitación de iglesias- se les
requiriera para reparos varios en nuestro puente u otros anejos. En los
protocolos notariales que refleja el libro “Artistas cántabros de la Edad Moderna”
destaca sobre todo el clan de canteros trasmeranos -muy activos en toda la
provincia de Burgos- perteneciente a Sebastián del Castillo. A éste se le cita
en Gumiel en 1620 para reparaciones en la Iglesia de Santa María. A Pedro Díaz
del Palacio, maestro cantero en 1641 también trabajó en la iglesia parroquial
de Gumiel de Izán. Francisco del Hornedal trabajó con el anterior mencionado.
Bartolomé de la Rada trabaja aquí hasta 1590 o Miguel de Nates, éste último
llega a empadronarse en el pueblo en 1581 porque se supone que tiene trabajo
para años. Estos alarifes y maestros canteros, evidentemente no utilizaban esa
mampostería grosera que luce el puente en la actualidad pero bien pudieron ser
protagonistas de su levantamiento o de alguna rehabilitación en el digno Puente
de San Pedro Gumiel en la segunda mitad del siglo XVI y antes de la violenta
riada que menciona Aramburu-Zabala en el año 1590 y que, pudiera ser, arruinó
el puente existe anterior al que ahora contemplamos.
Para saber más. El libro que trata más directamente la obra y hasta con
mediciones es el titulado “Puentes singulares de Burgos”, obra de varios
autores coordinados por el ITOP Miguel Ángel Moreno Gallo, editado por la
Diputación de Burgos en 2018, página 289. Este tratado es muy interesante
porque también saca a la luz otros puentes y pontones singulares que se
encuentran en el entorno de Gumiel de Izán. Inocencio Cadiñaños Bardeci elaboró
un trabajo titulado “Los puentes del sur de Burgos en la Edad Moderna”, editado
por el Ayuntamiento de Aranda de Duero y “Biblioteca de Estudios e
Investigación”, tomo XI, año 1996, página 18, donde se hace una breve cita. En
el libro titulado “La arquitectura de puentes en Castilla y León” obra de
Miguel Ángel Aramburu-Zabala Higuera, editado por la Junta de Castilla y León
en 1992, página 114 se alude al camino de Burgos-Madrid con referencias a los
puentes de Gumiel de Hizán que tuvieron reparos en el año 1590 y que la riada
del año 1647 arruinó tres puentes de la localidad. Ciertamente y según esta
información, pudiera ser que con anterioridad ya existiera un puente de piedra
de tipo renacentista y arruinado, en el año 1647 se procediera a levantar uno
sencillo, de características barrocas. También tiene interés la referencia a
nuestro puente por parte del ingeniero Carlos Fernández Casado en su tratado
titulado “Historia del puente en España. Puentes romanos”, editado por el CSIC
en el año 1980, reedición 2008, página 382 donde si bien, se especula con el
origen romano del puente -actualmente opinión desechada- la fotografía que
exhibe es un auténtico monumento gráfico con casi medio siglo de antigüedad. El
famosos “Diccionario Geográfico-Estadístico” de Pascual Madoz Ibáñez, editado
en Madrid en 1846, tomo IX, página 143, voz Gumiel de Izán, no aporta
información salvo la de que por allí pasa el río Gromojón (Gromejón) mientras
que en el tomo VIII, página 440, voz Gomejón -no hay errata- alude al bello
puente sobre este río en La Aguilera, sin dato alguno de los de Gumiel. Emilio
Valverde Álvarez, al menos aporta algo en su tratado titulado “Guía del Antiguo
Reino de Castilla”, editado en Madrid en 1886, página 335, donde cita el río
Villar y su puente de piedra (hace referencia al otro puente subido en este
blog sobre el río Puentevilla). La serie de maestros canteros y alarifes
mencionados y que tuvieron vecindario en Gumiel de Izán se relacionan en el
gran vademécum titulado “Artistas cántabros de la Edad Moderna”, obra de María
del Carmen González Echegaray et al. editado en el año 1991 por la Institución
Mazarrasa y la Universidad de Cantabria. En la red podemos encontrar
fotografías e información del puente, destacando la web municipal, la de
Verpueblos, Terranostrum, Rutadelvino, Gomelia, Clunia o TurismoBurgos.
Se sigue cierto orden cronológico en la exposición gráfica.
Buena imagen del puente, con cierta antigüedad, 10 años, cuyo autor es Juan Carlos Ontoria-Edición Ribe y que sirvió para una noticia en el Diario de Burgos, edición de fecha 26.09.2013.
Fotografía del pontón en lado aguas abajo que figura en el libro "Puentes singulares de Burgos" y que probablemente se tomó hacia el año 2016/2017, antes de su edición.
Buena toma del puente desde aguas abajo realizada por Félix Nuño en fecha 17.08.2017 que se exhibe en la web de Ver Pueblos.
Dos bonitas imágenes del pontón y su entorno nevado en fecha enero de 2022 que exhibe Alfredo Calle Ontoria en Google View Street.
Cachurrera menor o Cadillo (Acanthoxanthium spinosum (L.) Fourr. subsp. spinosum. Compositae).
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