CAZANDO PUENTES: PUENTE ROMANO DE GOLMAYO EN SORIA

PUENTE ROMANO SOBRE EL RÍO GOLMAYO-SO

N-122 PK 170,600

La N-110 o N-122 pues juntas van en parte del tramo soriano, nos depara multitud de sorpresas ya sean estas artísticas o monumentales además de sus incomparables paisajes. Pero también, desde un punto de vista meramente arqueológico, dispone en su largo recorrido de testimonios carreteriles muy dignos, como son determinados mojones (hitos kilométricos) de los años 40 del pasado siglo -Plan Peña de Carreteras- , quitamiedos de hormigón, casillas de peones, vieja señalización vertical, pequeños tramos ocluidos de la propia calzada ya fuera de uso y variados puentes fabricados por el antiguo MOP con su robustez característica.

En algunos tramos, la carretera N-110/N-122 está montada sobre el antiguo Camino Real que a su vez, aprovechó muchos kilómetros de las calzadas medievales que no dejaban de ser reliquias de otras de origen romano. En este caso, se trataría de la Vía XXVII del Itinerario Antonino que unía Zaragoza con Astorga, probablemente construida en el siglo I d.C., quizás en tiempos de Tiberio o Augusto. El tramo Uxama (ahora El Burgo de Osma) hacia Augustobria (Muro de Ágreda) prácticamente discurría por lo que ahora es la convencional carretera nacional que cito, a la vera del río Abión y siempre cerca del Duero.

Saliendo de Soria hacia el SW nos encontramos en seguida con el puebluco de Golmayo, en el PK 160,700 de la N-122 en donde existe un cartel que indica que se cruza el río homónimo. Para verificar su origen romano he consultado la carta K-30 de la Tabula Imperii Romani y efectivamente, figura en el mapa y hasta existe una pequeña reseña fundamentando que es obra romana al tiempo que se indica que cerca de allí, apenas unos 200 metros, subsisten un pequeño tramo de aproximadamente 60 metros de longitud y un ancho uniforme de 2,80 metros de lo que fue calzada romana.

El río Golmayo nace en el conocido manantial de La Toba en las faldas del Pico Frentes, junto a Soria capital y desagua en el río Duero tras un corto recorrido. Generalmente lleva poca agua aunque en épocas de lluvias copiosas es de suponer que rebasará los vanos y se desbordará por las terrazas aledañas.

Situación actual: Este puentecillo consta de dos vanos con arcos de medio punto desiguales y un tablero ligeramente alomado con longitud aproximada a 8,50 metros y anchura incluido pretiles de 2,80 metros. Construido en piedra caliza con variada manufactura. Al estar el cauce muy colmatado de arenas y lodos no se pueden examinar los arranques aunque se observa que es donde existe mejor trabajo en sillares, homogeneidad, talla y colocación. En los paramentos también hay disfunciones: aguas arriba existe una variada factura de sillares, mampuestos y piedra tosca, además de ripio y abuso de argamasas. Sin embargo, aguas abajo se mantiene un paramento más uniforme y de mejor factura lo que da a entender que no parece que haya habido ruina en arcos o tablero sino más bien que ha habido desprendimiento de paramento y rehabilitaciones groseras. Mantiene un pequeño tajamar en cuña de buena obra y aguas abajo no tiene soporte central, ni como espolón ni como contrafuerte, al menos que esté visible (pudiera haber cimientos). Hacia estribos, sobre todo en margen izquierda, mejora también la fábrica. Como decía, el tablero es a dos aguas aunque no se aprecia mucho dado que los elevados y poderosos pretiles de piedra caliza mantienen una horizontalidad forzada. En ambas cabeceras, acusados abocinamientos para el buen tránsito del ganado que cruzaba el puente. La calzada, al uso medieval, está compuesta de canto rodado y un eje central con grandes adoquines de caliza. Se puede observan el desgaste por rozamiento de las ruedas de carruajes que transitaron durante los últimos siglos. Actualmente tiene clavados dos bolardos para evitar la circulación de vehículos permaneciendo como un puente peatonal.

Se encuentra bien conservado y resulta grato observar que se ha creado un pequeño parque alrededor del monumento, con arbolado, bancos, aparatos de ejercicios físicos, fuente y hasta un pilón o abrevadero que no deja de ser un antiquísimo sarcófago de piedra arenisca tardo-romano o medieval. Sin embargo, no se observan señales de tráfico que informen sobre este monumento ni panel indicativo de su historia y vicisitudes para el curioso visitante.

Para los amantes de puentes este lugar es interesante pues además del citado puente de origen romano, existen en los alrededores otras obras pontoneras: Un excelente viaducto ferroviario, un puente de época de Carlos IV (recordemos que esto era Camino Real) ubicado en la antigua carretera N-122 , ahora en un desvío como camino de paseo o el viejo puente de origen romano llamado de Los Tres Ojos sobre el río Mazos, muy cerca de nuestra carretera.

Acceso: Como he dicho, se encuentra en la carretera nacional N-122 PK 160,700 muy cerca de la ciudad de Soria. Si se accede desde el centro peninsular por autopista, la más cercana es la A-1 con desvío en Aranda de Duero hacia el E precisamente por la N-122 hasta llegar al puente aunque también se puede coger el desvío de la A-1 antes, en Cerezo de Abajo, y seguir por la N-110 que se fusiona con la N-122 en San Esteban de Gormaz para continuar hasta el destino en Golmayo.

Para saber más:

Sobre esta maravillosa carretera, su entorno, su patrimonio lineal así como fotos de este puente, escribí un artículo doble en la revista Solo Camión, números 289 y 290 de marzo y abril de 2.014.

Para las cosas serias y en lo referente a estudios arqueológicos e históricos, pequeñas referencias en los trabajos de Itineraria Hispana de José Manuel Roldán Hervás, Madrid-1975; variadas citas del ingeniero Eduardo Saavedra en trabajos del último tercio del siglo XIX y quizás, lo más específico aunque conozco la obra sólo por breves referencias, un estudio monográfico de la historiadora Carmen García Merino titulado "El puente romano inédito de Golmayo" en Dialnet, tomo 39 pág. 415-422 del año 1.973.

Salud, colegas camioneros o lectores curiosos y siempre, buena ruta.