CAZANDO PUENTES: PUENTE DE SAN FELIZ SOBRE EL RÍO TORIO

PUENTE DE SAN FELIZ SOBRE EL RÍO TORIO. Matallana de Torio- León

LE-315 PK 5

Situado a unos pocos metros aguas arriba del actual puente que da servicio a la carretera provincial LE-315 en el lugar denominado "Vallina de la Tejera" entre el barrio de Serrilla y la pedanía de Villalfeide, al norte del término municipal de Matallana de Torio. Este itinerario hacia el puerto de Piedrafita se puede considerar muy antiguo, tal vez tardorromano, aunque sin vestigios actuales que pudieran confirmarlo pues ni existen obras pontoneras que lo atestigüen ni tampoco eran calzadas con firmes enlosados y miliarios que pudieran confirmar esa hipótesis. Durante mucho tiempo se consideró la ruta más idónea para acceder a Las Asturias y así se debatió hasta finales del siglo XVIII en que la Administración consideró más viable o accesible el camino por el Puerto de Pajares, proyecto de Marcos de Vierna que ahora tenía el beneplácito -según unos informes- del ingeniero fray Guillermo Cosío y los integrantes de la comisión carreteril Ramón de Jové Navia y Lope José de Argüelles. En el fondo y forma, se siguieron las opiniones al respecto que ya había expresado Jovellanos en dos informes al Superintendente General de Caminos ( BAE, tomo 50, páginas 456 y sigs. fechados el 08.07.1783) en cuanto a que éste, era un camino menos recto y más angosto, independientemente de las condiciones meteorológicas, más adversas en estos andurriales, con nieves casi perpetuas la mayor parte del año que hacía su tránsito muy difícil para carros y otros vehículos, quedando frecuentemente como camino de herradura para jinetes y recuas. Por aquellas fecha, Gaspar Melchor de Jovellanos era Subdelegado de Caminos en el Principado de Asturias).

Lo cierto es que, consultando cualquier mapa antiguo se puede adivinar que el viejo itinerario al N de Matallana de Torio en dirección hacia Vegacervera se hacía por este puente, ya que además, no existían ni el Puente de Serrilla ni lógicamente el puente contemporáneo ya citado. Todavía subsiste el camino carretero que, tras cruzar la puente, vuelve a la carretera actual (camino real) junto a un almacén de construcción al aire libre, aproximadamente en el PK 5,100 de la LE-315.

Respecto a nuestro puente, del que no existen informes o estudios históricos, se podría calificar como estructura medieval, especialmente atendiendo a su original anchura, probablemente de 2,50 metros que se consideraba suficiente para el paso de un carro convencional. También estaba adaptado para el paso de rebaños de ganado pues tenía -y aún conserva- abocinamiento en cabeceras, especialmente la derecha. Quizás, y tras el derrumbe de paramentos en aguas abajo, se decidió su ensanche hasta los 4 metros actuales. Ha debido sufrir ruina en diferentes ocasiones y ello se aprecia por la disparidad de fábrica en muros, estribos, bóvedas, pilas y tajamares. A mi modo de ver, su impronta actual es renacentista, pues las rehabilitaciones barrocas o clasicistas, siguieron o intentaron mantener la estructura original más antigua.

Probablemente en ruina avanzada cuando se construye el puente de La Serrilla en el último tercio del siglo XIX, desde entonces, su abandono es absoluto hasta nuestros días salvo, quizás, alguna pequeña intervención en orden a que no se desmorone. Me llama la atención su estado ruinoso pero también la decisión tomada no hace muchos años de intentar que no se derrumbe la aleta izquierda, incorporando un par de imbornales o desaguaderos en la parte baja de este muro para evitar encharcamientos por filtraciones y que parece que son de plástico o de PVC. Puede que haya existido alguna intervención recientemente e incluso el Diario de León, recogió en fecha 06.05.2004 una noticia en orden a que se aprobaba un presupuesto de 42.000.- euros para la restauración de este puente, especialmente en la consolidación de la cimentación, pero entiendo que o ha sido muy mimética y pasa desapercibida o no se ha llevado a cabo.

Características actuales de la obra: Se trata de un puente con una longitud aproximada de 44 metros, de los cuales, 32 metros corresponden a un tablero a dos aguas y el resto a estribos. Su anchura regular es de 4 metros y el vértice de las rampas hacia cabeceras se sitúa en el centro de la segunda pila (desde aguas arriba), probablemente buscando el mejor apoyo sobre roca de esa pila y evitando la disposición más habitual del punto o vértice central del puente sobre la clave de su arco central; también cabe la posibilidad de que en origen, dispusiera de cuatro ojos y entonces, el equilibrio visual se conseguía plenamente al situar el vértice en su punto actual. Lo cierto es que, en cabecera izquierda -donde se incorporó esta manguardia oblicua al cauce- nuestro puente pudo tener más desarrollo con un arco ahora inexistente.

Dispone de tres vanos, con arcos de medio punto cuyas luces son de 10,50+9,80+6 metros. La bóveda derecha ha quedado disminuida por la acumulación de lodos y arenas y actualmente no pasa cauce por ella. Las pilas tienen una anchura aproximada de 2,70 metros y su refuerzo es variopinto: aguas arriba, dispone de dos tajamares que llegan a la altura de riñones de arcos y que aparentan pertenecer a obra original pues -por derrumbes- se puede observan el contrapeado de sillería que profundiza en los rellenos de hormigón de la vieja fábrica. Aguas abajo dispone de un espolón de sección en cuña, que llegaba hasta zona de riñones de arcos, en la actualidad semiderruido y a juzgar por las marcas junto al paramento, terminaba con un tejadillo piramidal. Sin embargo, el espolón de la segunda pila, probablemente semejante al anterior, debió de derrumbarse y se dispuso otro de sección cuadrangular, del tipo contrafuerte, que tampoco superaría la altura media de arcos y que ha sido reforzado o parcheado recientemente con una nueva hilada de piedra de granito a base de tres piezas longitudinales que cubren su perímetro exterior.

La fábrica del conjunto es variopinta. Partiendo de la base de un posible ensanchamiento de tablero por medio de nuevo paramento en aguas abajo, la cara naciente de esta estructura es más bien de sillería por lo que se aprecia en tímpanos del primer arco, bien es cierto que poco visible porque el chapado se ha caído y prevalece el relleno de canto rodado y piedra menuda que constituía su hormigón original. Tampoco es muy visible esta cara del puente por el exceso de maleza que crece en prácticamente todo su muro. En este lado, las bóvedas permanecen plenas y las roscas externas están completas, observándose un buen trabajo en dovelaje por disposición y acuñación de las mismas. Resulta llamativo el refuerzo, producto de alguna de sus rehabilitaciones, del vistoso muro de contención de aguas en forma de aleta junto a cabecera izquierda, donde el arranque es de sillería de canto estrecho, buena disposición y con un llagado de mortero muy visible y los lienzos superiores, hasta rasante, a base de hiladas que no guardan la horizontalidad y con piezas de variada volumetría donde se mezcla el sillar sin labra en cantos con el sillarejo también de talla rústica o desbastada, dispuesto sin mortero y con gran cantidad de ripio para ajustar y reforzar las hiladas. Dispone, como decía, de tres desaguaderos que evacuan las aguas filtradas en el muro y en la parte superior un par de perfiles de hierro empotrados cuya función ignoro.

Aguas abajo la fábrica es más homogénea y obedece a una intervención más meticulosa y reciente, probablemente barroca o quizás, hasta clasicista, cuando se intentan mejorar todos los caminos del Reino, en los que trabajaba el propio Jovellanos, informando con detalle de muchos de estos viejos caminos y los puentes que salvaban los cauces de muchos ríos. En este caso y aunque también hay desprendimientos en el chapado, se observa una sillería regular, a veces parcheada en las zonas cercanas a rasante con sillarejo, con piedra caliza y algo de esquisto que, en general, cubre gran parte de estos lienzos. Se aprecia hasta cierto interés en que las juntas de hiladas con boquillas se hagan con piezas trapezoidales para dar mejor prestancia a las roscas exteriores. En el segundo arco, ha desaparecido la rosca exterior por desprendimiento aunque se la ve firme debido a la disposición del dovelaje a soga y tizón que traba bien la propia bóveda. No parece que haya existido una manguardia en margen izquierda, semejante a la que existe aguas arriba.

En los intradós de bóvedas se aprecia el buen trabajo de los maestros canteros, con piezas regulares, bien dispuestas y manteniendo la geometría perfecta del medio círculo. Llama la atención que, teniendo en cuenta que el extradós está a la intemperie, no se observen demasiadas humedades, líquenes o eflorescencias acusadas.

En cubierta destacan los rellenos de mampostería en extradós y algo de un antiguo firme a base de losas y canto rodado de grueso calibre bien dispuesto y afirmado en un seno de tierra y piedra menuda. El nervio central, ahora excéntrico por el ensanche de tablero, también es de buena factura, a base de mampostería o incluso sillar, muy desgastado y erosionado que presenta actualmente esquinas más redondeadas; en muchas de estas piezas se adivinan las rodadas que han ido conformado los miles y miles de carros que han transitado por este puente. No adivino si tuvo pretiles pero debo presuponer que, por su angostura, no los tuvo o se limitaron, ya en tiempos modernos, a petos a base de barandillas de madera o hierro, muy necesarios si esta obra civil se utilizaba para el tránsito de ganados pues hay que tener en cuenta que esta vía fue muy utilizada por la trashumancia durante siglos. El enlosado del puente también continua y es visible en el camino que ahora aboca a la carretera provincial.

En resumen, se trata de una obra civil histórica, que aún lucha por mantenerse en pie, pese al presunto abandono de la Administración competente cuya desidia causa perplejidad pues estamos tratando de un puente muy antiguo, de los que escasean en el catálogo pontonero leonés y que merecería los cuidados pertinentes. No se trata de hacer una intervención que lo vuelva a hacer útil para dar servicio a vehículos pero si se debería rescatar como puente-pasarela para que lo utilicen excursionistas y sobre todo, para evitar su deterioro y ruina inminente. El profesional que lo visitó hace casi 40 años para el catálogo de puentes de León ya hacía este comentario: La belleza del entorno así como la fábrica, harían recomendable su limpieza y consolidación aunque fuere para itinerarios peatonales o ecuestres alternativos. Yo, ahora añadiría para uso cicloturístico o biciruta, muy en boga actualmente, pero la desidia o inacción de nuestros organismos competentes en esta materia siguen pareciéndose a los que decidían o tenían atribuciones, como digo, hace 40 años.

Aguas abajo existe un viejo azud que retenía las aguas del cauce y existe una derivación en margen derecha que se dirigía a un molino, ahora inexistente.

Su estado actual es ruinoso y hasta parece que se pretende ocultar a turistas y visitantes pues no existe ninguna información, bien como señalización en carretera o algún panel que nos aleccione sobre su historia y vicisitudes. Bueno, también es cierto que tampoco existe nada sobre el cercano Puente de Serrilla, de evidente calidad y muy bello.

Para saber más: El "Catálogo de puentes de León anteriores a 1.936" auspiciado por JAFO y coordinado por Tomás Abad Balboa y Pilar Chías Navarro que fue editado en 1.988 por el CICCP y el CEDEX lo trata en su página 350 aunque con la escasa información que se posee de esta obra. También lo cita Pascual Madoz en su Enciclopedia Geográfico-Estadística, tomo León, voz Torio. Otra cita breve se da en la página 98 del libro titulado "Guía del patrimonio de las comarcas de los Cuatro Valles", coordinado por César Álvarez Álvarez y Joaquín Alonso González, editado en el año 2.001 por Asociación Cuatro Valles, de la localidad leonesa de La Magdalena. También en internet la web cuatrovalles.es le dedica unas líneas y, por fin, se corrige la tradición de otorgarle un origen romano por otro más plausible de época medieval. La web municipal de Matallana de Torio también aporta un par de fotos. La web leonnoticias.es, el blog serrillablogspot.com o el blog viendoleon tiene algunas fotos de este puente.También lo trata el artículo de Luis Solera Selvi sobre los puentes históricos de la cuenca del río Torio publicado en La Nueva Crónica de León con fecha 20.08.2018.

Cómo llegar: Se encuentra aproximadamente en el PK 5 de la carretera provincial LE-315, término de Matallana de Torio, desviándonos a la derecha -sentido creciente- tras cruzar el puente nuevo sobre el río Torio. Desde este puente ya se ve el medieval aguas arriba. Si seguimos por la LE-315 unos pocos metros más hacia el N, podremos tomar el antiguo camino carretero que nos lleva a su cabecera derecha. También se tiene acceso a él si al llegar al puente antiguo (ahora peatonal), nos desviamos por la derecha (sentido creciente) para seguir el viejo camino real, ahora LE-3602 hacia los pueblucos de Villalfeide y Correcillas. Tras este desvío y a unos 200 metros encontraremos el camino carretero que nos lleva a su cabecera izquierda. El acceso más rápido desde León se hace por la nacional N-630 hasta La Robla, donde cogeremos hacia el NE la carretera autonómica CL-626 hasta Robles de Valcueva para continuar hacia el N por la ya citada LE-315 hasta llegar a nuestro puente.