PUENTE BAJERO DE CERULLEDA SOBRE EL RÍO CURUEÑO. León
LE-321 PK 38,200
Siguiendo el camino de
la vieja Calzada de Vegarada o la propia carretera provincial hacia el puerto,
nos encontraremos este pontón sobre el río Curueño al sur de la localidad de Cerulleda.
Curiosamente, carece de apodo o nombre por lo que se le suele denominar Puente
de Abajo o Puente Bajero.
Es la obra más pequeñas
del periplo pontonero que hemos recorrido junto a este río y se localiza en un
entorno urbano, al que daría (y da) servicio, además de que también se ha
utilizado para el tránsito ganadero de merinas en trashumancia pues como se
observa y pese a su tamaño reducido, tiene amplios abocinamientos en ambas
cabeceras para la buena entrada de estos rebaños.
Es una estructura de
construcción rural, de difícil tasación porque durante varios siglos desde el
incipiente medievo hasta el renacimiento así se levantaba un puente: buscando
el mayor encajonamiento del río para ahorrar materiales, asentamiento sobre
roca viva, angostura de tablero como cuestión económica y para evitar exceso de
peso en los rellenos que solían acabar derribando el aparejo exterior,
utilización de la piedra y materiales del lugar y a ser posible muy cercano,
prácticamente obtenidos del mismo punto donde se intentaba construir el puente,
empedrado de la cubierta, los ensanches en las entradas, su disposición a dos
vertientes, la trayectoria de los arcos y especialmente, la fábrica de la obra,
muy rústica donde muchas veces, no existía presencia de maestros canteros profesionales
o estos, se limitaban a configurar la bóveda y poco más. Durante buena parte de
la época altomedieval hasta el siglo XV muchos de los puentecillos de la
cornisa cantábrica y de Pirineos se construían siguiendo este modelo de obra
civil, semejante al que ahora presentamos. Pero también y dada la tradición en
esta zona por hacer estructuras fáciles y económicas a base de tableros de
madera que en este punto resultaba muy factible por la estrechez y
encajonamiento del propio río, apoyo de estribos en roca y hasta una amplia
piedra con superficie plana en el medio del cauce y que podía ser el apoyo
central de la cercha, es probable que durante mucho tiempo lo que hubiera en
este lugar era un pontón sencillo y barato de ejecutar en maderamen y que pudo
ser sustituido por otro de piedra en tiempos más recientes de lo que pensamos.
Características
actuales de la obra. Es obra reducida pues dispone de un
tablero a dos aguas con una longitud modesta de 15 metros más otros 7 metros de
muro oblicuo en cabecera derecha (desde aguas arriba). Muy angosto ya que la
anchura libre para el tránsito de carruajes es de 2,10 metros a los que hay que
añadir el grueso de pretiles (0,70x2 metros). Tiene un bello arco de medio
punto muy logrado con una luz de 7,70 metros y flecha hasta lámina de aguas de
7,20 metros lo que le permite recoger los posibles caudales en momentos de
crecidas con bastante holgura.
Los estribos completos
y hasta lo poco que tiene de muro de acompañamiento apoya directamente en
placas de roca pizarrosa. La bóveda, con una profundidad semejante a la del
tablero, se ve firme y bien asentada teniendo en cuenta su longevidad y en todo
caso, señalar que pese al nuevo pavimento, se observan filtraciones con
humedades recientes. Hay alguna pieza faltante en los arranques de la misma que
podrían obedecer a desprendimiento o a que se utilizaron estos huecos o
cajeados para el soporte de una cimbra de madera que se pudo utilizar para
realizar la bóveda, bien en su construcción original o en los reparos que sufrió
la obra en su larga vida. En este caso, el dovelaje que componen las diferentes
roscas que forman la bóveda, se conforman a base de piezas de largo tizón, de
canto estrecho y caras planas, muy imbricadas entre ellas y consolidadas con
fuerte mortero de cal grasa en un trabajo muy propio de la albañilería de época
que estaba acostumbrada a trabajar los arcos de los vanos en edificación con
fábrica de ladrillo. El mayor lucimiento se consigue en boquillas donde las
roscas son visibles y se observa muy buena disposición, aunque en labra tosca,
de las dovelas que conforman los arcos exteriores en un contraste de colorido
pues las hay de esquisto y otras de pizarra. Quizás, como motivo decorativo y
apreciable en parte, aguas arriba, dispuso de una arquivolta en relieve sobre
boquilla pues todavía se asientan varias placas en curvatura que así parece
indicarlo, en lado izquierdo del arco, pero no deja de ser una suposición.
En cuanto al aparejo
cabe decir que va por secciones. En general y en zonas bajas de muros y aletas,
predomina la laja de pizarra esquistosa desbastada, canteada y lisa en cara
vista, bien aglutinada con su argamasa correspondiente y que pudiera ser la
fábrica más antigua. Sobre estos restos, se disponen diferentes paños de mampostería
variada -incluso de obra reciente- a base de piezas menudas, otras no tanto,
con retoques de cantería para darle forma de paralelepípedo a algunas piezas,
otras más toscas e inclusión de canto rodado, poco frecuente en la pontonería
que se ve en el río Curueño. En fotos antiguas y pese a los mantos de hierbas y
arbustillos que cubren sus muros, se aprecia mayor relieve en la disposición
del aparejo, quizás por desgaste de su mortero o bien, porque se construía de
tal modo pero en lo que ahora apreciamos, hay un exceso de mortero en todo el
conjunto que quita prestancia y antigüedad a la obra. Me da la impresión que
estos revoques son intervención de la última restauración, quizás excesiva.
Respecto a cubierta
cabe señalar los mismos excesos. Se han mantenido los pretiles que deben ser
antiguos, aunque cabe señalar que los puentes angostos y especialmente los de
corto recorrido prescindían de petos, pero ahora se muestran también
excesivamente firmes por los revoques de mortero y cemento. En este caso, cabe
considerar que exteriormente el paramento fusiona tímpanos y pretiles lo que no
es habitual pues siempre debe existir una línea de imposta o rasante entre
extradós y cubierta, tenga la obra pretiles o no. Aquí se ha producido una
modificación importante: para conseguir rebajar los fuertes desniveles en ambas
cabeceras pues hay que tener en cuenta que este pontón ha estado en uso hasta
no hace muchos años, se debió de rebajar el extradós sacando el relleno de
tierras y piedras para suavizar el tablero, con lo que parte de los pretiles
actuales se corresponden con los paramentos de obra original y se rematan estos
con una protección superior o albardilla a base de lajas en disposición
vertical también muy aglutinadas con mortero y que dan a la obra quizás, la
impronta más vetusta y medieval. En cabecera izquierda se acondiciona o alarga
el pretil con mampostería y una cubrición a base de losas de caliza, bien
dispuesto y de factura reciente.
También en la cubierta
cabe distinguir los diferentes paños de pavimentación. La más central y aunque
lo ignoro, pensaría que es muy antigua, se hace a base de mampuestos que
podrían ser de canto rodado muy regulares en volumen y asiento, de largo tizón,
variado colorido (en la zona central hasta podrían ser piezas del extradós de
la bóveda) y tres nervios centrales longitudinales con piedras de canto
estrecho y más menudo que realzan este firme, dejándolo verdaderamente bello.
(Nota off the record: En el año 2.017
estando un tiempo en mi cubil leonés conocí y estuve al tanto de la larguísima
polémica con la rehabilitación o modificación de la pavimentación que se quería
hacer en su famosa y emblemática Plaza del Grano. Ciertamente, los técnicos y
artífices que llevaron el proyecto deberían haber visitado este puente y parte
de su firme, donde también puede crecer el césped, y sin más disquisiciones,
copiar su disposición y técnica para el de su vetusta plaza.)
En la reciente
rehabilitación de nuestro puente y quizás, por deterioro del antiguo firme o
para sustituir capas de cemento o de hormigón, se ha dispuesto un solado
diferente, a base de losas rectangulares de caliza a dos colores, bien tallada
y dispuesta, con amplio llagado que se corta con un vierteaguas y continua con
empedrado de adoquín de aspecto más rústico. La entrada por cabecera derecha es
más homogénea a base de un enlosado uniforme. Las últimas intervenciones efectuadas por canteros de la zona tuvieron lugar en los años 2.002 y 2.009.
Su estado actual es
bueno aunque sería deseable que se eliminaran los matojos de hierbas y arbustos
que medran en la estructura. También se debería de acotar mejor las cabeceras
para evitar que los vehículos aparquen en ellas. Ha sido un puente carretero
hasta finales del siglo XX en que se construye en hormigón armado el
puentecillo actual. Tampoco estoy seguro de que sea exclusivamente peatonal
pues no he visto señales de tráfico que prohíban la circulación de vehículos. Aunque
dispone de un estupendo cartel informativo del monumento a pie de obra, no hay
señalización en carretera que nos indique que existe una obra histórica cercana
que se puede visitar.
Bueno, pues así queda
la explicación de esta bella obra pontonera que podemos admirar en el puebluco
de Cerulleda.
Para saber más: Me remito por entero a la información facilitada en otros puentes del
río Curueño que ya he subido a este blog y especialmente a la del Puente de Lugueros donde también existen enlaces al resto de las obras pontoneras de este
itinerario. En todo caso, anotar que en la reseña que hace Pascual Madoz en su
Diccionario Geográfico-Estadístico, voz Cerrulleda (con dos erres) , página 92
del tomo León, se alude al camino de herradura hacia el Puerto de Vegarada pero
no cita ni este puente ni el siguiente de este pueblo. Tampoco lo hace en la
voz Vecilla , página 298 donde pormenoriza más en caminos e itinerarios desde
este partido judicial hacia los diferentes puntos cardinales, incluyendo algún
puente, pero no estos del Alto Curueño. También se escribe sobre esta obra en el artículo de Luis Solera Selvi para el periódico La Nueva Crónica de fecha 03.09.2018 bajo el título "Los puentes históricos del Alto Curueño".
Cómo llegar: Nuestro
puente se localiza en el PK 38,200 de la
carretera provincial LE-321 a la entrada de Cerulleda, aguas abajo del puente
contemporáneo y dentro del término
municipal de Valdelugueros. Desde León se sale por la LE-20 buscando la N-621
hasta Ambasaguas de Curueño donde tomaremos la LE-321 desde su PK 0 hasta La
Vecilla, lugar de desvío hacia la autonómica CL-626 que seguiremos hasta la
estación para, de nuevo, seguir en dirección N por nuestra carretera desde el
PK 19 recorriendo el Curueño hasta llegar al PK 38,200 de esta calzada y
nuestro puente. No hay autovías cercanas pero otro itinerario lo marca la N-630
(Carretera de La Plata) que tomaremos en dirección N desde León hasta La Robla
para seguir por la autonómica CL-626 dirección NE hasta la estación de La
Vecilla de Curueño, donde, sin entrar en la localidad, tomaremos a la izquierda
la LE-321 hasta destino.
Entrada a Cerulleda. Toma de fecha 19.05.2015
Ruta de los puentes históricos del río Curueño con señalización de nuestro puente.
Imagen antigua, anterior a la restauración, probablemente tomada hacia el año 1.977 que figura en el trabajo de Arenillas et al. titulado "Calzada romana de La Vegarada".
Dibujo del alzado y planta del puente y un par de fotografías de la obra, anterior a su restauración, probablemente tomadas entre los años 1986 y 1987 que figuran en el "Catálogo de puentes de León anteriores a 1.936"
Bonito dibujo del puente y fotografía, ambas figuran en el panel informativo y fueron realizados -según consta ahí- por A. Fierro y M. Martín.
Tanda de fotos de fecha 01.07.2017
PUENTE NUEVO DE CERULLEDA
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