PONTÓN VIEJO DEL ARROYO DE FRANCAMUERTA
REDIPUERTAS. León
LE-321 PK 41,600
Lamento que esto se
acabe pero el periplo por el río Curueño, las cañadas ganaderas, ya sean
cordeles, galianas o veredas, el histórico itinerario de la Calzada de la
Vegarada y sus ramales así como la preciosa carretera convencional LE-321 se
dirigen a un fin que se adivina a medida que, tras dejas atrás Redipuertas, nos
abrimos al valle y podemos buscar los últimos repechones que se encaraman hacia
el Puerto de Vegarada.
Antes de cazar un
penúltimo puente del camino, conviene mirar detenidamente la maravilla del
paisaje, las praderías, la roca agreste que se muestra poderosa en las
cresterías que circundan el valle, con picos que sobrepasan cotas de 2.000
metros y que erguidos y majestuosos nos delatan y marcan la raya con Las
Asturias y tienen nombre, claro que sí: Pico Agujas, Toneo, Jeje, Pico del Oso,
La Cuerna, Nogales, Pico de la Fuente, La Morala o el Huevo del Faro, entre
otros menores.
También se observan
depresiones que tajan estas faldas montañosas por las que pasan varios
arroyucos y riveras que juntan sus caudales hacia la Vega del Coruñón, donde
tiene origen este mítico río llamado Curueño. También el Arroyo de Francamuerta
vierte sus aguas al Curueño a unos cientos de metros de la propia calzada y su
discreto puentecillo. Obra menor pero que lucha (luchaba) por mantener su porte
y acentuada curva, imposible de caer, como queriendo seguir en forma, dando
paso a ganados en trashumancia, a arrieros o a buhoneros que querían llegarse el Cantábrico a
vender sus preciadas mercancías. En los últimos tiempos también servía a
excursionistas, cicloturistas, caminantes y montañeros que buscan el alivio, un
viento amigo o el silencio que produce la naturaleza de aquel valle espléndido.
Con buen criterio aunque excesivamente cercano a la obra histórica, se
construyó hace poco un nuevo paso que es el que utilizan ahora caminantes y
vehículos.
Características del
pontón. Probablemente, en origen no debió de
ser muy diferente a como lo podemos ver ahora. Una sencilla bóveda a base de un
buen dovelaje, bien dispuesto y que descarga sobre extremos con apoyo sobre los
taludes rocosos del arroyo que hacen las
veces de estribos y todo ello se chapa con unos paños de sillería o
mampostería. La cubierta pudo ser enlosada o sencillamente se rellenó con
piedra machacada y arenas (puede que con algún aglutinante que formara una
especie de hormigón con los áridos, para darle más firmeza), suficiente para el
paso de sus usuarios habituales, carros, jinetes, caminantes y rebaños. Como en
muchos casos parecidos es probable que careciera de pretiles o defensas en
cantos pues reducían la anchura de ese paso.
Tiene una longitud
aproximada de 10 metros, un arco rebajada con luz de 6 metros y el tablero
original pudo medir alrededor de 4,50 metros de ancho. De su obra original
queda exclusivamente la bóveda a la que también le faltaba alguna rosca
exterior o boquillas. En los arranques de esta bóveda es donde se aprecia más
calidad en el trabajo de ingeniería y cantería: son piezas planas, de larga
soga, de buena talla y escuadría, erosionadas con el tiempo, las escorrentías y
la intemperie pero de excelente calidad. Dado que el arco es abierto, estas
hiladas actúan de salmeres del pontón y recogen toda su carga. El resto de
roscas hasta clave es más rústico, probablemente de rehabilitaciones posteriores,
aunque el dovelaje sigue conformándose con piezas amplias, bien dispuestas y
contrapeadas aunque el intradós presente irregularidades, incluso algún lienzo
ha cedido algunos centímetros. El aspecto rudo de las dovelas externas se
aprecia bien en la única fotografía que he podido observar antes de su
restauración aunque debemos entender que las boquillas tendría buena labra.
Tampoco en la actualidad se puede observar bien la bóveda por dentro debido a
la dificultad de acceder a ella y a que tiene exceso de costras calcáreas,
musgos y líquenes, pero parece que se encuentra en buen estado.
Puede que además del
arco quedaran testimonios de material original (o de sus rehabilitaciones) en
sus pequeños estribos o en los rellenos pero nos quedaremos con la duda. Como
ya he comentado en la entrada para el Pontón de Villarias, lo razonable hubiera
sido dejar los restos históricos de esta obra tal como estaban antes de su
nefasto rescate. Si además, se ha adoptado la decisión de construir otro paso
de hormigón que sustituye su función, pues estupendo, no hacer nada en él más
que pequeñas intervenciones para su consolidación. Consolidar no es
reconstruir, pues además, ignoramos algunos aspectos de cómo era. No, en los
tiempos actuales y con las normas técnicas y administrativas de respeto por las
obras monumentales históricas, me cuesta creer que se pueda reinventar un
puente por el mero hecho de que no se caiga o atendiendo a excusas meramente
turísticas. En general y teniendo en cuenta que esta bóveda ha permanecido así
muchos siglos, no debemos creer que, justamente ahora, se vaya a colapsar.
Imagino que en los últimos decenios y sin controles de ningún tipo, por ese
pontón han cruzado máquinas agrícolas, pesados todoterrenos y hasta camiones de
obras o de ganado, seguro, y se ha mantenido.
Entonces, ¿Qué ha
ocurrido?. Pues que entre los años 2003 y 2.005 y siguiendo las pautas u
ordenanzas que marcaron sus promotores que, según figura en la cartelería de
información, parece que son el Ayuntamiento de Valdelugueros y la Mancomunidad
del Curueño, ya que la otra institución, denominada "Los Argüellos,
Reserva de la Biosfera" me despista en este tema, todos juntos -o
separados- decidieron que para promocionar bien el valle y atraer turismo
deberían rehabilitarse sus puentes. Ciertamente que, algunos de ellos, han
quedado bien, otros no tanto y en el caso de los pontones han sido muy
desafortunadas las actuaciones. El trabajo de reconstruir éste ha sido
impecable, por supuesto (hasta han empotrado unos tubos de PVC como
desaguaderos de posibles filtraciones en estribos y tejadillo sobre boquillas) , pero era innecesario, simplemente
por respeto a su antigüedad. Como ya señalé en lo referente al Pontón de Villarias, tenemos muchos ejemplos en la pontonería peninsular donde, con
ruinas parecidas o incluso más acusadas, a nadie se le ha ocurrido añadir
roscas de dovelas a un puente en boquillas, reconstruir íntegramente los
estribos o enlosar-adoquinar el extradós para que lo puedan cruzar unos
turistas. Lamentable. Si además, entendemos que estos organismos han sido los
que han decidido plantar el otro puentecillo de hormigón con dos caños,
prácticamente pegado a esta obra civil histórica, pues nada, tienen premio
doble.
En fin, respecto a su
mantenimiento pues es obvio que le pasa como a la mayoría de los puentes
antiguos o históricos de la geografía peninsular, esto es, le crecen los
matojos, arbustos y hasta árboles en su contorno por lo que se dificulta la
visión y el fotografiado de la obra plena. En este caso, es muy difícil
observarle por los costados debido al vergel en que se encuentra y hay que
añadir que su acceso al cauce o bóveda todavía se dificulta más pues se ha diseñado
un encauzamiento a base de hormigón muy profundo que disuade a cualquiera que pretende
bajar a las orillas del arroyo. Dispone de un panel informativo de calidad
cerca de la obra en el que se cita a Ángel Fierro como autor del texto y a
Manuel Martín, entre otros, como autor de las fotografías que allí se exhiben y
el diseño y cartografía es a cargo de Red Ambiente, S.L. No existe señalización
de tráfico en la calzada provincial que advierta de este monumento. Tampoco
existen señales de prohibición o barreras que impidan el tránsito de cualquier
tipo de vehículo por su tablero por lo que interpreto que está en uso y es
viable su cruce.
También me llama la
atención que, siguiendo hacia el Puerto de Vegarada, aproximadamente a unos dos
kilómetros de este punto y en el paraje conocido como "Las Tiendas",
exista otro pontón al que como éste, dan un origen romano pero que,
desgraciadamente, hace pocos años quedó enterrado en un alud de lodos y piedras
sin que, hasta el momento, ningún organismo competente haya iniciado acciones
para su rescate.
A unos pocos metros de
esta obra y siguiendo la carretera provincial en sentido creciente nos
encontraremos con otro pontón soberbio que pertenece al histórico proyecto de esta
calzada decimonónica y al que daré una nueva entrada en este blog.
Para saber más: Me remito a los textos, trabajos, bibliografía y enlaces de internet que
se muestran en otras obras civiles del río Curueño, especialmente en el Puente de Lugeros. No obstante y dado que se hace referencia a este pontón o se
muestran fotografía de él, señalo algunas webs y blogs de interés: el que no se
olvida de ningún puente del camino es tolibiaybodon, ciertamente muy logrado.
También la web municipal o vegarada.net. Hay un blog de senderismo muy
interesante con foto del puente que se llama car-trails. También se le cita en
un buen artículo de Diario de León titulado "El Curueño tejido de
piedra" en la edición de fecha 25.02.2011. Otros blogs que se pueden
consultar son jfcamina.es, leonishiki y Mancomunidad del Curueño. Recientemente se le cita en el artículo de Luis Solera Selvi publicado en el periódico La Nueva Crónica de León de fecha 03.09.2018 titulado "Los puentes históricos del Alto Curueño".
Cómo llegar: Nuestro
puente -dentro del término municipal de Valdelugueros- se localiza en el PK 41,600 de la carretera provincial LE-321 tras dejar
atrás el pueblo de Redipuertas si circulamos en sentido creciente. Hay una
campa para dejar el coche junto al panel informativo y se desciende bien por un
camino de tierra hasta llegar al puente. Desde
León se sale por la LE-20 buscando la N-621 hasta Ambasaguas de Curueño donde
tomaremos la LE-321 desde su PK 0 hasta La Vecilla, lugar de desvío hacia la
autonómica CL-626 que seguiremos hasta la estación para, de nuevo, seguir en
dirección N por nuestra carretera desde el PK 19 recorriendo el río Curueño
hasta llegar al PK 41,600 de esta calzada y nuestro puente. No hay autovías
cercanas pero otro itinerario lo marca la N-630 (Carretera de La Plata) que
tomaremos en dirección N desde León hasta La Robla para seguir por la
autonómica CL-626 dirección NE hasta la estación de La Vecilla de Curueño,
donde, sin entrar en la localidad, tomaremos a la izquierda la LE-321 hasta
destino.
Entrada a Redipuertas por la carretera LE-321. Nuestro puente se encuentra al norte de este lugar.
Ruta de los puentes históricos de la Calzada de la Vegarada con señalización de este pontón.
Sector septentrional de la Calzada romana del Puerto de Vegarada, según el estudio de Arenillas et al. y al que que podría pertenecer este pontón.
Cartel de dirección hacia el pontón.
Fotografías de antes y después de la restauración y un bonito dibujo del pontón, todo ello en el panel informativo junto a la obra civil.
Fotografía sin fecha de la web Vegarada.net de este puente antes de su reconstrucción.
Excelente fotografía del año 2.015 tomada de un pdf de LAlonso sobre geología de Asturias y León.
Otra imagen tomada en el año 2.015 del pdf de Ricardo Martínez sobre la Calzada del Puerto de Vegarada, publicado en RE.CO.PA.R.
Tanda de fotos del Pontón de Francamuerta realizadas con fecha 01.07.2017
Dos fotos de detalle del nuevo paso con dos caños junto a la obra histórica, realizadas con fecha 01.07.2017
No hay comentarios :
Publicar un comentario