martes, 6 de agosto de 2024

PONTÓN FERROVIARIO II DE ALCOY. Alacant

 PONTÓN FERROVIARIO II
ALCOI. Alacant
N-340 PK 796,013
Línea FFCC Alcoi-Alacant PK 0,418

Podemos considerar que este pontón o paso inferior ferroviario es la primera estructura pontonera de la línea en sentido creciente desde Alcoi hacia Alacant pues aunque en la anterior entrega se hace referencia a otra obra ubicada junto a la estación, parece más que probable que estuviera diseñada para la línea de Xátiva-Alcoy.

Aunque los estudios oficiales de expertos sobre esta vieja línea ferroviaria no hagan referencia a esta pequeña obra civil lo que parece evidente es que, tanto por su impronta, materiales y aparejo, alineamiento con el antiguo camino de hierro así como por encontrarse pegado o fusionado con el conocido Puente del Barranc del Zinc deberemos de aceptar que es una estructura más de la inacaba línea del ferrocarril que aquí tratamos. Más difícil es dilucidar el camino al que daba servicio dado que, en la actualidad y con la amplia expansión urbana de la zona, resulta complicado adivinar su trayectoria. Me inclino a pensar que fue necesaria su construcción para dar servicio al Camí de Serelles hacia el N (Paraje del Puntal de la Mina) que llegaba hasta algunas minas de lignito, muy útiles para la industria papelera alcoyana durante el siglo XIX aunque su poder calorífico fuera inferior al de hullas o carbones y si bien es cierto que estas perdieron importancia en el último tercio del siglo XIX, al inicio del XX y debido a la escasez de combustibles -carbón inglés que provenían del puerto de Gandía a través de la antigua línea ferroviaria- se consideró rentable volver a explotarlas por lo que, a efectos del diseño de nuestra línea ferroviaria, se consideraría necesario y urgente construir un paso superior, en este caso, para el Camí de Serelles, evitando el cruce con paso a nivel de las vías de nuestro ferrocarril. Su desnivel tan pronunciado origina que, además del pontón, fuera necesario construir un largo muro de contención que hacía las veces de rampa en descenso hacia la calle o vía principal de la ciudad, que era la carretera de Xátiva a Alacant, actual N-340. El amplio desarrollo urbano por esta zona ha modificado la linealidad del viejo pontón aunque subsiste un largo muro de acompañamiento como continuación del pontón que abocaría a esta artería mencionada. Es probable que el levantamiento del moderno ‘Puente de Rafael Terol’ haya modificado o eliminado los restos del camino y muro de acompañamiento de nuestra obra que llegarían a cota 0 o a ras de suelo de la vía a la que accedía.

Características actuales de la obra. Se trata de una robusta obra mixta en hormigón y piedra con una longitud total aproximada a los 35 metros incluyendo sus muros de acompañamiento. El puentecillo sensu stricto mide 8,50 metros y dispone de un vano adintelado con luz aproximada de 4,40 metros por donde circularía el tren. El ancho del tablero es de 3,68 metros y probablemente se corresponde con un firme de cascajo y arenas semejante al camino minero mencionado, probablemente para caballerías y carros de carga con tiro de bueyes o mulas, propios de la actividad minera. Todavía mantiene la cubierta de tierra.

Si observamos su estribo izquierdo podemos entender que la obra se conforma al tiempo que se levanta el puente transversal a esta obra que sería el primer puente de la línea. En cuando al barranco anejo, cabe señalar que -según que planimetría se consulte y hay mucha- se le nombra como Barranc del Zinc, Barranc del Sinc, Barranc del Cint y Barranc del Benisaydó o Benisaidó. Lo cierto es que se trata de dos o tres arroyos -cuando llevan agua- que confluyen o se unen muy cerca de este punto; hay mapas que a uno de ellos lo denomina como Zinc y tras su unión con el otro, lo llama Benisaydó. Para Coello de Portugal en su mapa del año 1859 así como para la interpretación que hace José Cortés Miralles del mismo, se le nombra como Barranco de Benisaydó. José Martí Casanova en su plano de la ciudad de 1864 lo cita como Barranco de Benisayó y por último, en los mapas del IGN, por ejemplo, el de 1997, se le cita como Barranc del Zinc y así lo dejamos.

Como ya comentábamos, su aparejo es mixto con predominio del hormigón armado para el tablero, buena sillería para estribos y mampostería irregular en el muro de acompañamiento.

Desde el punto de vista de la estética, belleza y cualidades de la obra, lo más significativo es la cantería de estribos: paños completos de a base de sillería de excelente labra, cubicaje, horizontalidad de hiladas y buen contrapeo en esquinas con aristones bien definidos, con cierto relieve y borde moldurado, todo ello en cara vista uñeteada (picado de la uñeta o trinchante de labra) cuya línea se rompe junto a los taludes pues estos se completan con mampostería basta u ordinaria muy aglutinada con mortero de cemento. El cenit de los estribos se adorna con una imposta en relieve de piedra de buena talla. En los muros de acompañamiento, especialmente el izquierdo (visión sentido creciente del camino o vía), prevalece la mampostería grosera mientras que en la otra cara, la labor canteríl es excepcional ya que se aplica un muro ataluzado de sillería que continúa corrido hasta el extremo también con sillería y sillarejo de calidad.

La zona central del tablero se compone de dos losas de hormigón unidas con armazón de acero que se han fraguado con cerchas de madera cuya huella de los tablones es evidente en intradós. La losa se cierra en un mínimo arco en extremos con apoyo directo en los plintos que conforman los estribos. Dispone de pretiles corridos de hormigón en masa con incisiones que conforman rectángulos. Sobre estos, se hincan las barandillas a base de dos líneas de cordón de acero que pasan por cinco montantes de perfiles en L y se terminan en espirales; un tipo de petos muy frecuente y de catálogo normativo en la obra civil ferroviaria. En extremos todavía subsisten sectores de pretiles de sillería en buen estado.

Su estado de conservación es deficiente, de presunto abandono y es una pena ya que es una estructura interesante y antigua. Hay de todo: piezas faltantes de todo tipo de aparejo, mordidos en el hormigón del tablero que exhibe el entramado interior de aceros que aceleran su oxidación, desconchones, manchas, humedades y grafitis completan su deterioro. Sería conveniente que, una vez rehabilitado, se mostrara como una reliquia más de este viejo ferrocarril que nunca pudo activarse y se pusiera a pie de obra un panel informativo sobre la historia y vicisitudes tanto del pontón así como del puente anejo sobre el Barranco del Zinc.

Por la cercanía a la estación podría aventurar que nuestro pontón se levantaría hacia el año 1927 o incluso en años anteriores ya que el primer proyecto para la línea de Próspero Lafarga arranca en 1911.

A continuación y tras la exposición de fotos se exponen algunos estudios y artículos de interés sobre la historia de esta línea ferroviaria, proyectos y modificaciones, actores de todo tipo que intervienen, compañías comercializadoras, presupuestos, decretos y leyes que fueron determinantes en la aprobación y proyecto de la línea así como estructuras ya sean puentes, viaductos o túneles. Brevemente comentaré que las obras se inician en el año 1927 y se terminan, más bien se abandonan, en el año 1932. 




Visión del paso inferior al paso de Google Street View en mayo de 2012.


Detalle del canto del tablero en una fotografía de David60 en fecha 17.03.2014 que se expone en la web de Flickr. 


Toma de fecha julio de 2015 al paso de Google Street View por la zona. 










Tanda de fotos del paso inferior en fecha 19.11.2016.







Visión del pontón según Google Street View en fecha diciembre de 2022.


Plano de situación del pontón (círculo rojo) según Google Map.

EL FERROCARRIL ALICANTE-ALCOY. Una obra inacabada

Pese a estas primeras líneas construidas entorno a la actividad industrial de Alcoy la ciudad no tenía un enlace directo entre Valencia y Alicante. Tal carencia se intentó subsanar con el ‘Plan Urgente de Ferrocarriles” de 1926 aunque el proyecto primitivo tiene su origen en 1873 cuando se otorgó la concesión a Eleuterio Maisonnave Cutayar quien lo traspasaba en 1902 a Camilo Gisbert Terol  y que incluía un ramal al puerto de Alicante. El ingeniero Próspero Lafarga Navarro fue el encargado de abordar el proyecto desechando la idea de su construcción con vía ancha (ancho ibérico) y proyectando una línea férrea de vía estrecha (métrica) a través de la Hoya de Castalla. Estas concesiones quedaron sin efecto hasta que el proyecto fue incluido por R.O. de 5.03.1926 en el referido “Plan Preferente de Ferrocarriles de Urgente Construcción” también conocido como “Plan Guadalhorce” por ser éste, Rafael Benjumea Burín, conde de Guadalhorce el que, como ministro de obras públicas en la dictadura de Miguel Primo de Rivera, alentó el proyecto, llevándose a cabo todas las obras de fábrica. La ejecución de las mismas fue adjudicada a Ildefonso González-Fierro Ordóñez entre las que figuraban la construcción de 6 grandes viaductos, todos ellos formados por tramos metálicos rectos sobre pilas y estribos de fábrica. Pronto se acordó su modificación por obras de hormigón armado, consecuencia de la decisión tomada en 1925 de la sustitución de muchos de los antiguos puentes metálicos ferroviarios por puentes de fábrica para la modernización de las líneas y el establecimiento de la doble vía. La modificación fue encargada al ingeniero de la jefatura de Estudios y Construcciones de Ferrocarriles, José Roselló Martí, quien redactó en 1927 el “Proyecto de Viaductos de H.A. sobre el río Polop y Barrancos de Siete Lunas, Barxell, Uxola y Zinc”. En 1932 finalizaba la construcción completa de la infraestructura, obras de fábrica y explanación, quedando sin efectuarse la extensión del balasto, el tendido eléctrico de vías y la construcción de las estaciones intermedias entre Alcoy y Agost. Destacar también la figura del ingeniero José María Serra Alonso del Real (fallecido en 1937) pues muy pronto actuó como director de este proyecto ferroviario. Muy vinculado a Alacant comentar que fue el ingeniero constructor y primer director del ferrocarril Alicante-Denia con obras tan relevantes como el Viaducto de Santa Ana. También ejerció como ingeniero-jefe de la Real Compañía de Riegos de Levante.

En los años 40 del siglo XX un informe del Banco Mundial desaconsejaba, entre otros proyectos, la finalización de las obras de la línea, dada su poca viabilidad económica lo que provocaba su suspensión temporal, manteniéndose la obra ya construida en situación de vigilancia y guardería. El ferrocarril nunca llegó a ser inaugurado. Posteriormente fueron varios los intentos para dar continuidad a las obras pero resultaron infructuosos por el auge del transporte por carretera y el descenso del tráfico de mercancías por ferrocarril. En 1984 el Consejo de Ministros acordaba el abandono definitivo de la construcción y la enajenación de las instalaciones, comenzando el proceso de reversión de los terrenos, pasando a dominio público aquellos comprendidos en el sector entre Agost y Puerto de Maigmó.

Tras abandonar la estación de Alcoy el trazado sigue por la falda de la Sierra de San Cristóbal remontando a continuación el valle del río Polop por su margen izquierda hasta salvar la enorme depresión de su cauce a través del Viaducto del Polop (PK 69/065). Una vez en el margen derecho la traza asciende constantemente hasta llegar al barranco de la Batalla, muy sinuoso y de márgenes muy quebradas. La dificultad del estrecho paso se salva con dos grandes túneles de 900 y 1.020 metros separados por un barranco secundario para el que hubo que proyectar otro viaducto denominado “de La Batalla o de Las Siete Lunas” en PK73/715. La segunda acepción corresponde en realidad al puente de la carretera N-340 que está formado por siete arcos y que se encuentra dispuesto en paralelo a aquel, 20 metros aguas abajo. Más adelante, el trazado ha desaparecido con la construcción de la nueva autovía, volviendo a recuperarse a partir del Puerto del Maigmó, donde la hoy Vía Verde homónima atraviesa la Sierra del Ventós superándola mediante un túnel a la altura del collado de La Horma. A continuación la ruta atraviesa las estribaciones del Maigmó por su vertiente sur entre importantes trincheras y terraplenes además de numerosos túneles. Dos espectaculares viaductos de H.A., Fontanars (190 m de longitud y 30 m de altura) y Forn del Vidrie (167m de longitud y 40 m altura en PK 119/265) salvan las principales estribaciones orográficas en esta zona. Superado el tramo, la vía se eleva por las lomas de Tarraig describiendo un gran arco hasta alcanzar las zonas de huerta y vid del término de Agost para finalizar en los terrenos del actual apeadero de la línea férrea de Renfe de Madrid-Alicante que se encuentra alejado algún kilómetro de la población. La transformación en sendas Vías Verdes ha asegurado el mantenimiento de los importantes puentes de hormigón, todos originales y que, acondicionados para su nuevo uso, se conservan en buenas condiciones.

Esta línea es la que mejor representa el triunfo del hormigón armado como material constructivo en el siglo XX pues aunque su origen y primeras experiencias sean a finales del siglo XIX, la imagen del mundo moderno está, en buen arte, asociada a las formas de hormigón armado. Este material ya había hecho su aparición en la Comunitat Valenciana en manos de ingenieros con la construcción de puentes, como la pasarela de la Exposición Regional sobre el Turia (1908/1909) proyectada por el ingeniero José Aubán Amat y algo después, en el Puente de Canalejas en Elche (1912/1913) proyectado por Mariano Luíña Fernández con un tramo central de 50 metros y dos laterales de 12 metros de luz cada uno, obra que fue en su momento la de mayor luz de toda España. Las obras del FC de Alicante-Alcoy pertenecen ya a un periodo de consolidación y proliferación del uso de este material. Estos viaductos ferroviarios fueron detalladamente descritos en 1929 en la ROP donde el ingeniero José Roselló como encargado del ferrocarril describe detalladamente el trazado y el diseño, material y cálculos de las bóvedas de los viaductos. Todos ellos se construyeron con hormigón armado excepto el situado sobre el Barranco de Uxola que se hizo con hormigón en masa.

Para el ingeniero José Eugenio Ribera Dutaste los viaductos del ferrocarril de Alicante a Alcoy tuvieron cierta importancia dentro de la historia de los puentes en hormigón armado. Estas obras fueron, en varias ocasiones, descritas, referenciadas y defendidas en su libro “Puentes de fábrica y Hormigón Armado” (Tomo IV) siendo ejemplo de las ‘armaduras semi-rigidas’ y sobre ellas Ribera comenta: En los viaductos del ferrocarril de Alicante a Alcoy el ingeniero José Roselló, autor de sus proyectos, propuso una disposición mixta que podemos designar como armaduras semirrígidas. Consiste este sistema en el empleo de cerchas rígidas de angulares dobles en la cantidad suficiente y precisa para resistir el peso de la bóveda durante su construcción; pero como no son suficientes para el peso de las sobrecargas móviles, se suplementan con varillas redondas en el número y posición que el cálculo requiere. Es una disposición recomendable pues permite alguna economía en el coste de las armaduras cuyo peso puede afinarse también. (Guía de puentes de la Comunitat Valenciana. Pág. 103/106).

Esta ferrocarril entre Alicante y Alcoy, se concedió por el Decreto de 10 de Mayo de 1873  del Gobierno de la I República (Gaceta de Madrid, 19.08.1882) a Eleuterio Maisonnave sobre un pliego de condiciones de la concesión  aprobado en la orden de la República de 10 de abril de 1873, quien posteriormente solicitó,  y se le concedió el 6 de junio de 1882, autorización para transferir sus derechos de la concesión a la “Sociedad Crédito General de Ferrocarriles”, de la que era director gerente Joaquín de Angoloiti, quien se subrogó la concesión en nombre de la compañía a partir del 9 de agosto de 1882. No obstante, en el Decreto de 27 de junio de 1882 se le rehabilitó sin derecho a perpetuidad.

Otra de las actuaciones encaminadas a establecer un ferrocarril entre Alicante y Alcoy, la conocemos  por la Gaceta de Madrid del 19 de junio de 1879 autorizando a Rafael Santoja Pérez para que en el plazo de un año estudie un ferrocarril de Alicante por Alcoy a Játiva.

Hasta que por la Ley de Ferrocarriles  de 1877, se contempló la posibilidad de incluir las líneas de vía estrecha, por la que nacieron los ferrocarriles secundarios y complementarios. Los efectos de la Ley de 1877 contemplaron Alcoy como nudo de ferrocarriles secundarios al quedar Alcoy aislada de las actuaciones de vía ancha llevadas a cabo a mediados del siglo XIX. Los informe solicitados a las autoridades locales y provinciales priorizaron los enlaces  de Alcoy con Villena, Alicante y Játiva, manifestando que de llevarse a cabo, los productos manufacturados en Alcoy se beneficiarían hasta en una tercera parte del costo del transporte. Ello propició diversas solicitudes, entre ellas la de  otro ferrocarril, suponemos que de vía estrecha, formulada el 12 de julio de 1900,  por Camilo Gisbert Terol, contemplando un Ferrocarril económico de Alicante a Alcoy  por Ibi y Castalla con ramal de Alicante al puerto; al que se le otorgó por Ley especial de 28 de abril de 1902, sometido al pliego de condiciones particulares (Gaceta de Madrid, 10.05.1902 y 22.03.1902) del que no tenemos otras noticias. (nota: en la Biblioteca Nacional de España, se puede consultar este proyecto que figura bajo el título de  “Estudio Económico del Ferrocarril Alicante-Alcoy y ramal al puerto de Alicante” año 1902, autor: Camilo Gisbert Terol).

Los distintos cambios de concesionario, no estuvieron documentados oficialmente, en especial el de la Sociedad de Crédito General de Ferrocarriles. Decidiendo finalmente el Banco de Crédito Colonial presentar instancia junto con la Sociedad del Ferrocarril  de Alcantarilla a Lorca, recabando la titularidad de la concesión del ferrocarril, otorgada por una Real Orden de 6 de mayo de 1907, a favor de la Sociedad del Ferrocarril  de Alcantarilla a Lorca (GCH, 16.05.1907). Orden que fijó la posición definitiva de Fomento respecto de la situación legal del Ferrocarril de Alicante a Alcoy. En el contexto de que Alcoy contara con la terminación del de Villena en el de Agrés a Alcoy que junto con el de Alcoy a Gandía y el de Játiva a Alcoy dejarían magníficamente enlazadas todas las líneas concurrentes en Alcoy. Esta concesión del de Alicante a Alcoy estuvo pendiente de desarrollar durante 39 años, desde 1873.

Tras su paso en 1907 al Alcantarilla a Lorca, con el inconveniente de no tener enlace físico con el de Alcantarilla a Lorca.  Una concesión que obedeció  a una instancia formulada por Pedro I. de Sotolongo en su calidad de vicepresidente del Banco Hispano-Colonial, y por Juan de Dios Soler como administrador del de Alcantarilla a Lorca, solicitando las transferencias que el Crédito General de Ferrocarriles tenía pendientes de llevar a cabo de la concesión de Alicante á Alcoy a favor del Banco Hispano Colonial, y éste a su vez a la Sociedad del Ferrocarril de Alcantarilla a Lorca, solicitando que la Administración considere a ésta subrogada en todos los derechos y obligaciones del primitivo concesionario. En la certificación ministerial sobre esta línea, se vertieron datos conocidos por el lector; entre ellos el decreto de la República de 19 de mayo de 1873 por el que se otorgó la concesión a Eleuterio Maisonnave, sobre la base del proyecto presentado y aprobado el 10 de abril del mismo año. Finalmente tras varios considerandos, la R.O. de 9 de agosto de 1882 autorizó la transferencia a la Sociedad General de Ferrocarriles, cuya Junta General de accionistas, celebrada el 19 de julio de 1890 tomó el acuerdo de proceder a la liquidación y disolución de la misma, autorizando a su vez a dicho Consejo  a ceder los derechos societarios al Banco Hispano Colonial domiciliado en Barcelona (Los Transportes Férreos , 16.05.1907).

Siguiendo la cronología de estas transferencias, el Consejo de Administración del Banco Hispano Colonial a su vez , el 23 de agosto de 1890 , tomó el acuerdo de ratificar la adquisición de los activos de la Sociedad General de Ferrocarriles, entre los que se encontraba el Ferrocarril de Alcantarilla a Lorca  y los terrenos de su propiedad cedidos notarialmente el 20 de abril de 1891, ante el notario madrileño  José Gonzalo de las Casas, pasando a ser registrados en el Registro de la Propiedad, entre los que se incluía el proyecto del Ferrocarril de Alicante á Alcoy.

La nueva sociedad recibió el plácet de la Dirección General de Obras Públicas por el que se restituyeron  a la compañía de los Ferrocarriles de Alcantarilla a Lorca, la concesión legal del de Alicante a Alcoy, regularizando con este acto la concesión legal y reconociendo las anteriores transferencias no comunicadas por la Administración (Los Transportes Férreos , 16.05.1907).

Una vez reconocida por la Administración como concesionaria de esta línea a la Compañía del Ferrocarril de Alcantarilla a Lorca, se presentó en el Senado una proposición para ampliar  por cuatro años la construcción de este ferrocarril ( Los Transportes Férreos, 01.06.1907) en cuyo caso, aparece de nuevo este ferrocarril, al contemplar (Gaceta de Madrid, 24.05.1908) el escrito del Alcalde de Alcoy, Santiago Reig Aguilar Tablada, solicitando la cesión de los derechos de concesión de este ferrocarril cedida a favor del Ayuntamiento de Alcoy por Rafaela Julia Montllor,  el 2 de abril de 1908 ante el notario de Alcoy Enrique Oltra y Fanz, siendo autorizada la transferencia por la Dirección General de Obras Públicas en la R.O. de 21 de mayo de 1908. La inclusión del mismo en el Plan de Ferrocarriles Secundarios con subvención del Estado, por Real Orden de 11 de enero de 1909, admitiendo la Administración, que pese a tener concesión dada y proyecto aprobado por la R.O. de 22 de enero de 1902,  sobre el que se concedió en su día este ferrocarril. ( Los Transportes Férreos, 01.03.1909).

Al acogerse por la  Real Orden de 11 de enero de 1909 al Plan de Ferrocarriles Secundarios la Dirección General de Obras Públicas dispuso en la orden de 13 de febrero de 1909 ( Gaceta de Madrid, 27,02.1909) que se abriera concurso para admitir otros proyectos en competencia con el presentado, señalando el 12 de abril de 1911 para la subasta. Apareciendo (Gaceta de Madrid, 15.05.1911) nueva solicitud, de este ferrocarril secundario, formulada  por Dionisio Arcarazo y Arnó, que pasó a información pública. El anuncio de la Dirección de Obras Públicas de 15 de noviembre de 1910, fijó la fecha del 18 de enero de 1911, para la adjudicación, en pública subasta, de la concesión de este ferrocarril. La licitación versaría, en primer término, sobre disminución del capital cuyo interés garantiza el Estado, cuantía de interés, y disminución  de los plazos de concesión de la garantía, modificación de la fórmula por la que hayan de calcularse los gastos de explotación, siendo el  peticionario de la concesión el Ayuntamiento de Alcoy …/… No encontrando a partir de esa fecha referencia alguna al mismo, no hemos querido soslayar la referencia a esta línea de vía estrecha  casi coincidente con la de vía ancha que nos ocupa. No obstante habría que profundizar en los términos de la caducidad decretada sobre la concesión de un ferrocarril de Alicante a Alcoy (Gaceta de Madrid, 21.02.1910). Únicamente hemos localizado, la autorización concedida en 1911, al entonces ingeniero jefe de negociado de 1ª clase Prospero Lafarga Navarro, para redactar un proyecto de ferrocarril de vía estrecha de Alicante a Alcoy, pasando por la Hoya de Castalla. Por una noticia de la revista Los Transportes Férreos (Edición 16.05.1911) conocemos la solicitud formulada, por Domingo Alcarazo, sobre el secundario de Alicante a Alcoy previsto en el Plan en cuyo caso, la Dirección General de Obras Públicas abrió plazo de 30 días, a partir del 30.05.1911, para presentar proyecto. En las variadas notas tomadas sobre este ferrocarril, encontramos la reflejada en la Gaceta de Madrid del 27 de febrero de 1909, sobre lo manifestado en el párrafo anterior, al incluirse en el Plan de Ferrocarriles Secundarios subvencionados por el Estado con garantía de interés, el de Alicante a Alcoy con un ramal de la estación de Alicante al puerto, sobre un proyecto aprobado por la R.O. de 22 de enero de 1902 …/… El 18 de enero de 1911 se celebraría en el Ministerio de Fomento la subasta pública  para adjudicar la concesión del ferrocarril secundario de Alicante a Alcoy, con garantía del 5% por el Estado, sobre la cantidad máxima de  7.237.562,41 pesetas. Figurando como peticionario el Ayuntamiento de Alcoy, quien por ser el propietario del proyecto, gozaría del derecho de tanteo en la subasta (GCH, 01.12.1910). Se exigió  una fianza provisional de 72.376 pesetas a quienes desearan participar, advirtiendo por la Ley de 15 de noviembre de 1910, que el Ayuntamiento de Alcoy, como solicitante y propietario del proyecto, gozaría del derecho de tanteo en el acto de la subasta, y atenerse al pliego de condiciones particulares, aprobadas en la misma fecha en las que destacaba un plazo de 90 años para explotar la concesión. Hubo otras subastas del proyecto -ya que la anterior quedó desierta- como la fijada para mayo de1911, la de enero de 1916 o la de junio de 1916. De hecho, no sería hasta el año 1926 cuando arranca el proyecto bajo la gestión del Directorio de Primo de Rivera cuando se promulga la orden convocando concurso para las obras de explanación y fábrica del ferrocarril de Alicante a Alcoy, con un presupuesto de contrata de  27.651.493,65 pesetas, consignando un depósito de 276.514,94 pesetas como garantía para los interesados en participar. Advirtiendo que por la R.O. de 2 de agosto de 1926 se le reconoció el derecho de tanteo al propietario del primitivo proyecto, aprobado hacía 20 años, a condición de que presente una baja  mínima del 2 % del presupuesto de contrata aprobado y que admita que el pago de las obras se realizará en su totalidad, en títulos de la Deuda Especial Ferroviaria del Estado (Gaceta de los Caminos de Hierro, 01.09.1926). A la subasta se presentó un único postor, con un pliego firmado por Ildefonso González-Fierro en nombre de la Sra. Viuda de Lafarga y concesionaria del ferrocarril, en el pliego se ofrecía la construcción con una baja del  2 % de lo presupuestado (Gaceta de los Caminos de Hierro, 01.11.1926).

Pese a que esta línea no entró en funcionamiento, se ejecutó en su mayor parte, estando en la actualidad su itinerario dedicado a vía verde en un trayecto de gran belleza que atraviesa 11 túneles y tres viaductos, restos de la primitiva construcción. La única conexión ferroviaria entre Alicante y Alcoy  pasa por acceder  a través de Xátiva. En tanto que Alcoy estuvo integrada por ferrocarril, en vía estrecha, mediante el Ferrocarril de Alcoy-Gandia conectando con el mar a través del puerto de esta última población, y en dirección contraria con el Ferrocarril de Villena-Alcoy y Yecla (Vay).

El proyecto de la línea corrió a cargo del ingeniero de caminos José Roselló Martí destinado en 1927 a la 3ª jefatura de Estudios y Construcciones de Ferrocarriles del Sureste de España, donde se encargó de la redacción del proyecto del viaducto sobre el rio Polop y los de los barrancos  de Siete Lunas, Barchell, Uxola y Zinc en Alcoy. Todos ellos del ferrocarril de vía estrecha  de Alcoy a Alicante incluido en el “Plan Preferente de Ferrocarriles de Urgente Construcción”, siendo este ferrocarril el primero que inició las obras de todos los incluidos en aquel plan. Con cargo a este Plan y dedicado a las partidas de explanación y obras de fábrica se adjudicaron obras por 27.098.464 pesetas, con un plazo de ejecución de cuatro años, de las que en 31 de diciembre de 1929 se llevaban ejecutadas obras por valor de 26.562.131,43 pesetas , quedando pendientes de invertir 536.332 pesetas.

La escasa documentación al respecto nos obliga a extractar  parte de las notas tomadas en la Revista de Obras Públicas, especialmente las publicadas en los número 2533/2534/2535 del año 1929. El Plan  de Ferrocarriles de Urgente Construcción  propiciado por el Directorio de Primo de Rivera a través de su ministerio de Obras Públicas el Conde de Guadalhorce, propuso entre otros la construcción del ferrocarril de Alicante a Alcoy, siendo este el primero de todos ellos, en acometer las obras de construcción. El primitivo proyecto partía de Alicante paralelo a  la línea de MZA hasta alcanzar Agost, no obstante  para evitar la duplicidad de trayectos hasta Agost y economizar la construcción, el Gobierno  dictó la R.O.  de 5 de mayo de 1926, en la que se obligaba a empalmar en Agost consiguiendo una reducción de 15,300 km , por lo que un  el primitivo trazado proyectado  de  81,500 km quedaría reducido a 66,200 km  y su presupuesto de contrata a 28.233.209,21 pts.

La R.O. de 3 de agosto de 1926 autorizó al Ministerio de Fomento que se contratara mediante concurso las obras de explanación, de fábrica y túneles, sobre un presupuesto de contrata de 28.273.209,21 pts, adjudicado  por la cantidad de 27.651.493,65 pts (Gazeta de Madrid, 28.08.1926) a Idelfonso Fierro ; siendo adjudicada la contrata el 27 de noviembre de 1926, iniciadas el 8 de marzo de 1928 con un plazo de ejecución cuyo limite se establecía para el 8 de septiembre de 1931. La contrata adjudicada  al contratista Idelfonso González-Fierro Ordoñez, en nombre y representación de María Bruquetas y Álvarez-Reyero, viuda de Lafarga, única proponente,  quien transfirió sus derechos (Gaceta de Madrid, 04.03.1930) a  “Constructora Fierro, S.A.”, iniciando los trabajos, en cuanto a las obras de fábrica y túneles se refiere,  bajo la dirección técnica del ingeniero de caminos  José María Serra por delegación del contratista (Gaceta de Madrid del 5 de diciembre de 1926).

Por el lado de Alicante el trazado debería vencer la Sierra de La Carrasqueta por su parte más baja a 800 metros de altura  mediante un extenso túnel ; este trazado inicial se evitó al  acceder por Maimó al collado del Hort a tan solo 600 metros de altura con la construcción de un túnel de  360 ml. Por el lado de Alcoy la línea enlazaría  con el ferrocarril de Xativa a Alcoy, bordearía la Sierra de San Cristóbal  y remontaría el valle del rio Polop al que atravesaría mediante un viaducto de 230 ml de longitud  y 46 metros sobre el fondo del cauce, el viaducto consta de cinco arcos de medio punto  de hormigón armado y 30 ml de luz y otros tres arcos de 12 ml de luz. En estos primeros  11 km de trazado se atraviesan terrenos con  depresiones muy profundas que obligan a establecer costosas obras de fábrica. Para atravesar los barrancos de Zinc, Uxola y Siete Lunas, así como los de los ríos Barchell y Polop. El trazado sigue por la margen izquierda del Barranco de La Batalla, entra mediante dos grandes túneles  de 900 ml y 1.020 ml  salvando el  barranco intermedio llamado de Las Siete Lunas, hasta alcanzar el Barranco de Mal Any, punto más alto de la línea a 854,40 ml, llegado a este punto el trazado ha recorrido  16 km desde su origen en Alcoy alcanzando un desnivel desde aquel punto de 292 ml en 16 km.  En el hormigonado de todos los puentes y viaductos actuó la sociedad  Max Jacobson.

Características de los principales viaductos :

Viaducto

longitud

Nº de arcos en ml

Altura sobre el lecho

Rio Polop

230

5 de 30 y 3 de 12

46

Barranco de Fontanas

190

1 de 30 y 5 de 12

30

Barranco del Forn del Vidre

167

2 de 30 y 4 de 12

40

Rio Branchell

150

2 de 30 y 3 de 17

30

Barranco de Siete Lunas

69

1 de 44

20

Barranco de Uxola

77

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Barranco del Zinc

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El lector que interese mayor documentación sobre estos acueductos, deberá consultar la Revista de Obras Públicas año 1929, páginas 349, 365 y 381.

A partir de ese punto el trazado desciende hasta Ibi, Castalla y Tibi, desde este último lugar el trazado desciende hasta las estibaciones del Maimó hasta el Collado de l´Hort a 600 metros sobre el nivel del mar, siguiendo el trazado del barranco  y manteniendo la cota, atravesando los viaductos de Fontanars y del Forn del Vidre  va desarrollando el trazado  hasta alcanzar Agost a 218,30 ml sobre el nivel del mar punto de enlace con MZA.

El 18 de mayo de 1929, se procedió al calado del túnel de Agost , de 360 ml, realizado bajo la dirección del ingeniero de caminos José Roselló Martí. Este túnel fue el primero de España cuyo revestimiento se ejecutó enteramente en hormigón ( Revista Ingeniería y Construcción , junio de 1929, página 325 ).

Por  la Gaceta de Madrid del 3 de julio de 1930 conocemos que se aprobó un reformado en el presupuesto del FC Alicante a Alcoy sobre un presupuesto establecido en 32.615.058,31, quedó incrementado  en 4.381.239,10 pesetas.

La O.M. de la República del 23 de junio de 1932, signada por Indalecio Prieto, en su calidad de Ministro de Obras Públicas, detallaba en el artículo 4º que se arbitrarían recursos suficientes, para terminar las líneas contempladas en la Ley de 13 de abril de 1932, presentando para esta línea un nuevo cuadro de inversiones. La última subasta destinada a la continuidad de este ferrocarril, de la que tenemos noticias, aparecida en el BOE del 18 de diciembre de 1941,  convocaba la segunda subasta para la ejecución de los edificios de estaciones, al quedar desierta la primera subasta. Lamentablemente este proyecto de ferrocarril quedó en el olvido, con evidente perdida de las inversiones realizadas, truncando las esperanzas de los alcoyanos de contar con un ferrocarril directo hasta Alicante, como prolongación del de Xátiva a Alcoy.  (Spanish Railway. Juan Peris Torner).

La línea Alcoy-Alicante fue un proyecto ferroviario español que debía enlazar entre sí los municipios de Alcoy y Alicante, buscando de hecho prolongar el trazado existente de la línea Játiva-Alcoy. Las obras se iniciaron durante la dictadura de Primo de Ribera y debido a diversos factores se alargaron varias décadas, pero nunca llegaron a completarse. El proyecto quedó finalmente abandonado a comienzos de la década de 1980, si bien para entonces las obras se encontraban abandonadas desde hacía años. Actualmente, las diversas obras de ingeniería hechas en esta línea forman parte de dos vías verdes, la de Alcoy y la del Maigmó.

Los primeros intentos de establecer una línea que conectara Alcoy y Alicante por tren surgieron en la década de 1870. Se preveía que fuera un servicio, especialmente, para el transporte industrial desde la comarca de la Hoya de Alcoy hasta el Puerto de Alicante. El 10 de mayo de 1873 un decreto de la I República concedió la construcción de la línea a Eleuterio Maisonnave, quien, a su vez, transfirió el derecho de la concesión a la "Sociedad de Crédito General de Ferrocarriles" el año 1882. Por otro lado, en 1879, el Gobierno Español había autorizado un estudio sobre la línea ferroviaria entre Játiva y Alicante, pasando por Alcoy. Dos años antes, la Ley de Ferrocarriles había contemplado la capital alcoyana como un enlace de trenes secundarios (de línea estrecha) entre Alicante, Játiva y Villena.

Cabe tener en cuenta que la Hoya de Alcoy había quedado al margen de las infraestructuras de vía ancha de mediados del siglo XIX. El Marqués de Campo, propietario de la Sociedad de los Ferrocarriles de Almansa a Valencia y Tarragona (AVT), se hizo con la concesión para la construcción de una línea férrea entre Játiva y Alcoy. No obstante, las obras serían llevadas a cabo por la Compañía de los Caminos de Hierro del Norte de España, inaugurándose el trazado en 1904.

En 1902, Camilo Gisbert Terol, industrial alcoyano, solicitó la construcción de una línea que comunicara las dos ciudades por Castalla e Ibi, con un ramal hacia el puerto alicantino. El documento, llamado "Estudio Económico del Ferrocarril Alicante Alcoy y ramal al puerto de Alicante" se puede encontrar en la Biblioteca Nacional de España.

Por otro lado, no quedaba claro quién ostentaba la concesión de la obra a causa de la falta de documentación oficial al respecto. La "Sociedad de Crédito General de Ferrocarriles" se había disuelto en 1890 y su activo había pasado al Banco Hispano Colonial. Esta entidad financiera, en 1907, tramitó la concesión a la "Sociedad del Ferrocarril de Alcantarilla a Lorca". Al año siguiente, se personó en el Ayuntamiento de Alcoy pidiendo los derechos de concesión. En medio de esta complicada situación administrativa, en 1909, la Dirección General de Obras Públicas incluye el recorrido dentro del "Plan de Ferrocarriles Secundarios subvencionados" y se abre un concurso para admitir la participación de otros proyectos en competencia, mediante subasta. En 1910, el Gobierno Español declara que la primera concesión había caducado y en 1911 se concede una autorización al ingeniero Próspero Lafarga Navarro para la redacción de un proyecto de vía estrecha entre Alicante y Alcoy, atravesando la Hoya de Castalla.

La subasta de la concesión se celebró el 18 de enero de 1911 en el Ministerio de Fomento. El consistorio alcoyano acudió como peticionario y propietario del proyecto, disfrutando del derecho de tanteo a un pliego que incluía condiciones como concluir las obras en cuatro años, una caducidad de la concesión de 90 años o la puesta en funcionamiento de tres locomotoras para viajeros, otros tres para mercancías, hasta 24 coches de viajeros y 90 vagones de mercancías.

En 1916 se celebró una nueva subasta, con derecho de tanteo para el ingeniero Domingo Arcarazo Arnó. El pliego de condiciones mantiene que las obras han de seguir el proyecto aprobado en 1912 y el concesionario tiene que poner en funcionamiento 6 locomotoras, 28 coches, 7 furgones y 58 vagones (abiertos, cerrados, de grúa y de aljibe). Tanto esta subasta como otra celebrada en junio del mismo año quedaron desiertas.

En el año 1924 reavivó el interés en el proyecto y una comisión se desplazó a Madrid para proponer la materialización de la obra ideada por el ingeniero Próspero Lafarga y la convocatoria de nuevas subastas. Ésta tendría lugar dos años después y con un único participante, la viuda de Lafarga, representada por Ildefonso González-Fierro. Posteriormente, su sociedad "Constructora Fierro S.A." se haría con los derechos de contratación. En el “Plan Preferente de Ferrocarriles de Urgente Construcción” que aprobó la dictadura de Primo de Rivera en 1926, más conocido como el Plan Guadalhorce, se contemplaba la construcción de la línea Alcoy-Alicante.

El ingeniero de caminos José Roselló Martí se hizo cargo del proyecto de la línea en 1927. Se ocupó de la redacción de los diversos viaductos que tenía que contar la línea: Polop, Siete Lunas, Barxell, Uxola, Sinc y Alcoy. El "FC Alicante-Alcoy" fue la primera en iniciar las obras de las vías incluidas en el Plan Preferente de Ferrocarriles de Urgente Construcción y se destinaron 27.098.464 pesetas para la explanación y la obra de fábrica. El 31 de diciembre de 1929 ya se habían iniciado las obras.

Durante el período en que se ponen en marcha las obras, el proyecto padece algunas modificaciones respecto al inicial. En mayo de 1926, para evitar que el tramo entre Alicante y Agost se duplicaran las vías al discurrir junto a la línea de la MZA, se vio obligada a empalmar a la altura de Agost. Esto conllevó que el trazado proyectado en 81,50 km se quedara en 66,20 km. En verano del mismo año se autoriza el concurso para las obras de explanación, fábrica y túneles.

A inicio de las décadas de 1930 diversas Órdenes Ministeriales proporcionaron más presupuesto al proyecto. En el verano de 1932 acabaron las obras de fábrica (puentes y túneles) y la explanación del terreno, pero la vía se quedó sin electrificar y con solo dos estaciones construidas (Alcoy y Agost), situación que se mantuvo hasta el inicio de la Guerra Civil. Después del conflicto en 1941, salió a concurso una subasta para la ejecución de los edificios de las estaciones.

Al remate, la línea ferroviaria entre Alcoy y Alicante se quedó a medias ya que la política del gobierno franquista apostó por la reconstrucción de las líneas principales. Entre las décadas de 1960 y 1980 se intentó revitalizar la comunicación por tren, pero sin éxito. En 1984, el Gobierno Español archiva el proyecto, dado que se considera una nula rentabilidad, mientras que el trazado no es apto para las velocidades ferroviarias de la época. Actualmente, la línea de ferrocarril Alcoy-Alicante continúa siendo una demanda, sobre todo desde la capital de la Hoya de Alcoy. En el año 2010, la posibilidad de una vía entre las dos ciudades quedó fuera del Plan de Cercanías de la Comunidad Valenciana.

A día de hoy queda en pie parte del recorrido de esta vía de tren tanto del tramo de Alcoy como del tramo de Agost, incluyendo todos los viaductos y túneles en perfecto estado. Además quedan en pie la estación de Alcoy que se utiliza todavía como enlace entre Alcoy-Xátiva-Valencia y la estación abandonada de Agost. Las vías de tren se retiraron en las zonas en las que ya habían sido colocadas, a pesar de que las piedras que se iban a utilizar para las vías de tren siguen en el mismo lugar a la espera de ser utilizadas.

Las obras de construcción de viaductos y túneles comportaron que finalmente, la línea entre Alcoy y Alicante continuara el siguiente recorrido: La vía empieza de enlace con la línea de ferrocarril que baja de Játiva. Rodea la sierra de San Cristóbal y se remonta el valle del río Polop, atravesando el río con un viaducto. Este tramo pasa por profundas depresiones que obligó a costosas obras de fábrica. A continuación, la vía pasa por encima de diversos barrancos y cauces de ríos. Continúa por el margen izquierdo del Barranco de la Batalla. Un túnel separa este y el posterior barranco de las Siete Lunas y otro túnel hace lo mismo con el barranco del Mal Año. Aquí se llega a la altitud máxima de la línea, 854 metros. A partir de aquí, el trazado desciende en busca de IbiCastalla y Tibi. Pasa por el Maigmó hasta el Coll de l'Hort. Evita con sendos viaductos el Fontanars y el Forn del Vidre, y llega a Agost, donde empalma con la vía de la MZA, a 218 metros de altitud.

El trazado de la línea Alcoy-Alicante contó con la construcción de 17 túneles y 7 viaductos para salvar la difícil orografía de las comarcas de la Hoya de Alcoy y el Campo de Alicante. Hoy en día, los puentes de arco aún destacan por su monumentalidad. Son los siguientes en sentido decreciente de la línea, esto es, desde Maigmó-Agost hacia Alcoi.

Viaducto sobre el barranco dels Fontanars: 190 metros de longitud y 30 de altura sobre el cauce.

Viaducto sobre el barranco del Forn del Vidre: 167 metros de longitud y 40 de altura sobre el cauce.

Viaducto sobre el río Polop (Puente de las Siete Lunas): 230 metros de longitud y 46 de altura sobre el cauce.

Viaducto sobre el barranco de las Siete Lunas (Puente de San Antonio): 69 metros de longitud y 20 de altura sobre el cauce.

Viaducto sobre el río Barxell: 150 metros de longitud y 30 de altura sobre el cauce.

Viaducto sobre el barranco de Uxola (actualmente puente José Luis González): 77 metros de longitud y 20 de altura sobre el cauce.

Viaducto sobre el barranco del Zinc: 56 metros de longitud y 25 de altura sobre el cauce.

VÍAS VERDES

Desde el año 2001, dos tramos del previsto trazado ferroviario han sido adaptadas y condicionadas como Vía Verde, para actividades deportivas al aire libre: senderismo, cicloturismo, etc. Estas son la Vía verde de Alcoy y la vía verde del Maigmó. 

Vía verde de Alcoy

Tiene un recorrido de 10,3 kilómetros, entre la estación de Alcoy y el paraje de la Canal. Su trazado pasa por lugares de gran valor natural y paisajístico, como el Carrascal de la Fuente Roja y la Sierra de Mariola. Cuenta con 15 túneles y los viaductos del río Polop, río Barxell y barranco de las Siete Lunas en su totalidad del recorrido desde el barrio de Batoi. En 2011 se añadieron nombre a los túneles de la vía verde: El Collao, de Batoi, de El Pontet, de Riquer, de La Glorieta, de El Salt, de El Mas de la Mota, de El Mas del Pinar, de El Mas de Sant Benet, de El Mas de l’Ombria del Manco, de La Font de l’Olivereta, de Cantagallet, de la Caseta de la Sal, de Sant Antoni y del Estepar. ​ Sobre la vía verde de Alcoy no transcurren los viaductos sobre el barranco de Uxola y sobre el barranco del Sinc ya que se encuentran dentro de la población, así como uno de los túneles cercano al viaducto del barranco del Sinc y la estación de Alcoy.

Vía verde del Maigmó

Tiene un recorrido de 22 kilómetros, entre la estación de Agost (a 4 km del núcleo urbano) y el puerto del Maigmó. Atraviesa siete túneles y los viaductos del Forn del Vidre y dels Fontanars. (Fuente: Wikipedia).








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