jueves, 16 de septiembre de 2021

PONTÓN DE ARBAS DEL PUERTO SOBRE ARROYO DE LOS POZOS

 PONTÓN SOBRE EL ARROYO DE LOS POZOS
ARBAS DEL PUERTO. León
N-630 PK 88,406

Siguiendo las huellas que pudo dejar en el tiempo el viejo camino real de León a Asturias y ya cerca de las fuentes o nacimiento del río Bernesga, cauce que habilitó desde tiempo inmemorial las rutas carreteriles hacia el norte desde la capital leonesa, nos encontramos con otro puentecillo verdaderamente histórico aun cuando no exista documentación o fuentes que nos informen sobre su fundación o evolución en el tiempo.

Parece claro que el itinerario hacia Asturias por Pajares pasaba por Arbas del Puerto y con pequeñas rectificaciones su calzada original era la que necesitaba salvar este arroyo en su periplo hacia el norte.

En este caso no podemos hablar con propiedad de una aldea o lugar como asentamiento urbano o rural ya que el enclave es más propio de refugio u hospital de auxilio y descanso para viajeros, trajinantes, peregrinos  y caminantes cuyo origen se pierde en la noche de los tiempos. Resumiendo un poco podríamos aventurar que el lugar pudiera fundarse en el siglo XI como comunidad monástica que atendía a estos viajeros y peregrinos en un viejo recinto que con el tiempo tomó relevancia y fue necesario construir una sólida colegiata bajo la advocación de Nuestra Señora de Santa María de Arbas a iniciativa o por encargo del rey Alfonso IX en el año 1216. Este trayecto y parada en Arbas del Puerto nos indica la antigüedad del camino hacia Asturias por Pajares que aunque se renovó en parte durante época barroca y se rediseñó como carretera “a la francesa” en tiempos clasicistas lo cierto es que ya existía desde el medievo y algunos documentos o testimonios sobre la fundación y expansión de la basílica así nos lo confirma. En un panel informativo dentro de la propia basílica existe un extracto de un artículo de Pablo Fidalgo Álvarez publicado en la revista Pasionario número 279 del año 1970 donde se hace una pequeña historia del monasterio-basílica e incluso de apuntan otros trabajos sobre la historia de Arbas del Puerto a la que incluso llaman villa. Aunque con poco detalle en cuanto a puentes, Emilio Valverde Álvarez en su tratado “Guía del viajero por el Antiguo Reino de León, editado en 1886, página 575, nos relata sus impresiones: Saliendo de Busdongo cruzase cinco veces el río Bernesga y dejase a la derecha el exmonasterio de Arvas con otros albergues inmediatos donde se guarecen los viajeros en la época de nieves, marchando luego la ruta en rápido descenso. Alusión parecida hace el Itinerario Descriptivo Militar del año 1866 en su ruta 1027 sobre este puebluco donde nos informa que aparecen censados 9 vecinos y existen edificios religiosos de buen porte y firmeza.

Referencias explícitas a puentes, como digo, no existen al parecen en estos tratados, ahora bien, en lo concerniente a la arqueología pontonera de este sector carreteril que ahora se engloba en la calzada nacional N-630 lo cierto es que también son escasísimas las huellas sobre puentes que pudieran tener un traza medieval que normalmente quedan desfiguradas por las obras de rehabilitación más recientes para adaptar el camino a carretera de primer orden y ahora nacional. Quizás y desde mi punto de vista, existe un buen puente en el pueblo de La Vid de Gordón que aún conserva un arco de medio punto en aparejo rústico de piedra que podría denotar una traza cuasi-medieval o al menos de los principios del barroco rural con mucha mampostería, sillarejo estrecho, lajas y mortero bastante viejuno. Otro pontón de antigüedad semejante es el que en Arbas del Puerto salva el cauce estrecho del río Bernesga, prácticamente contiguo al que presento en esta entrada del blog. También el de Villanueva de la Tercia puede que sea una de las obras pontoneras más antiguas de este itinerario hacia Asturias.

Lo cierto es que, pese a la vetustez del camino en este punto, el puentecillo sobre el Arroyo de los Pozos quedó arruinado en aquellos tiempos oscuros y se debió de levantar otra pequeña obra civil en época más moderna, quizás en el siglo XVI o XVII. He subido recientemente otro de los puentes antiguos correspondientes al término de Arbas del Puerto, en este caso sobre el río Bernesga en aguas abajo de éste y fijándonos en su aparejo pudiéramos interpretar que guardan consonancia o similitud en algunos de sus paños de sillería o incluso en su bóveda aunque se aprecian intervenciones variadas en la estructura que pudiera ser clasicistas, decimonónicas y hasta muy recientes, con el alargamiento de la bóveda y consolidación del muro de contención del lado de aguas abajo a base de pantallas de hormigón armado.

Características actuales de la obra. Es un pontón muy reducido de tamaño y constreñido a los muros de encauzamiento en su lado aguas arriba. Estas manguardias que en la ribera izquierda son los propios muros de piedra del enclave monacal tienen un aspecto antiguo, quizás anterior a la constitución del actual puente donde predomina el sillar ciclópeo más o menos escuadrado y dispuesto en seco en las zonas bajas así como añadidos de mampostería variada, mucho ripio para tapar oquedades y morteros por doquier en las zonas altas. Estos muros de encauzamiento cubren el talud original que ha conformado el arroyo por lo que la construcción de la obra civil se reduce a la bóveda considerando sus apoyos extremos a estribos perdidos que se empotran en la roca madre de calizas y esquistos del propio talud así como el placaje exterior de los propios estribos donde apoya la bóveda de cañón.

Originariamente tendría 6 metros de largo que con estribos pudiera llegar a 9 metros y una anchura de 6 metros, semejante a la profundidad de la bóveda. En tiempos recientes se ha modificado hasta la trayectoria del tablero con añadidos en ambas caras por lo que la anchura actual es de aproximadamente 12,50 metros, propia de una carretera nacional que permite dos carriles, arcenes y petos de acero. El alargamiento de la bóveda y las losas superiores son de hormigón armado. Quizás, las pantallas de protección de aguas abajo sean prefabricadas.

La obra dispone de un solo vano con luz aproximada de 5 metros y geometría de arco de medio punto muy bien ejecutado que descansa, como decía, en los muros externos de estribos. En cuanto a su aparejo cabe interpretar diferentes actuaciones. Aventuro a que la bóveda presenta tres secciones diferentes. La más antigua debe ser la central donde la sillería parece más homogénea y antigua; también el largo dovelaje empleado en las diferentes roscas que lo componen. Las zonas de zócalos donde se suele adivinar también la antigüedad de las piezas que componen la obra se encuentran bastante ocultas al incorporar unas tongadas de cemento y grueso canto rodado en alguna intervención que aunque intenta evitar socavaciones en los muros no deja de ser una solución bastante cutre. La sección de aguas abajo parece que tiene reposiciones de dovelaje en la bóveda, quizás placando otra de hormigón que se construyó por debilitamiento en la obra original y que casa o continua con otra que modifica la trayectoria del arco y que es netamente de hormigón y llega hasta esa boquilla de aguas abajo. La sección primera o de lado aguas arriba dispone de cantería en sillería de roca caliza blanca o gris que contrasta con la del resto de aparejo y pudiera ser ya clasicista, cuando se adapta calzada y pontonería a las nuevas corrientes ingenieriles europeas de la Ilustración. Es una bella obra con cuidada talla en el dovelaje de la boquilla externa aunque más burda en la disposición de la sillería de tímpanos, probablemente porque sufrió un desprendimiento en tiempos más recientes. La estructura en su conjunto parece que se ha rehabilitado muy recientemente con fijación de piezas y nuevo mortero en juntas, actuación que probablemente tiene que ver con la incorporación de las pantallas de hormigón para proteger la calzada de las avenidas del río Bernesga y que se vienen realizando en esta década del siglo XXI.

Como indica Ricardo Becerro de Bengoa, eminente físico y polígrafo de época decimonónica, las rocas del estos parajes se componen de calizas blancas, grises y rojas con masas de areniscas y conglomerados del período devónico además de arcillas cayuelas y pizarras de variados tonos y ciertamente parece que todo ello está representado en la fábrica de este discreto puentecillo.

En resumen y con independencia de las variadas reformas y consolidación de esta obra civil, deberemos de tener en cuenta su antigüedad y la utilidad que aportó y sigue aportando al viejo camino real, ahora carretera nacional N-630. Es lamentable que se haya perdido todo vestigio de su historia y vicisitudes aunque no es tarde para que las administraciones públicas involucradas en la cultura y obras públicas hagan un esfuerzo por adecentar la zona y señalizarla con algún panel informativo para que turistas y viajeros puedan advertir la presencia del monumento y visitarlo.

Se puede consultar la historia de esta carretera así como bibliografía y fuentes en las entradas para los puentes de Vega de Gordón, Tornero o Puente de Alba










































Tanda de fotos de fecha 18.08.2021 en secuencia consecutiva desde aguas arriba, aguas abajo, tablero y cauce siendo la última fotografía la de la unión de este arroyo con el Bernesga, prácticamente con caudales semejantes en pleno estío. 





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