CULLERA. Valencia
N-332 PK 247/249 y CV-5030
A nivel histórico, el puente icónico de esta ciudad es, sin
duda, su flamante puente metálico de vigas en celosía del tipo bow-string,
poco habituales en la pontonería peninsular. Hasta ahí, todo normal, incluso
diría que parece más potente o espectacular el conocido como Pont Nou para la
carretera nacional N-332 que diseñó el equipo de CDM Ingenieros y construyó la
empresa PAVASAL en el año 2007 bajo la dirección de los técnicos de carreteras
de la Generalitat Valenciana. ¿Qué ocurre entonces con este puente…? Pues para
este cánido curioso, el sencillo hecho de su nombre o bautismo de la
estructura, esto es, Pont d´Pedra, sabiendo que en realidad se trata de una -con
perdón- puta obra menor de hormigón armado. Según el cronista al que he
consultado, ni siquiera el proyecto no ejecutado de puente de piedra debiera de
haberse ubicado exactamente en este lugar. Hay un margen de aproximadamente 445
metros entre el puente metálico y éste, donde se especula que debió de estar
asentado el antiguo ‘puente de barcas’ arruinado en el año 1766 e incluso el
que se levantó posteriormente hacia el año 1767. También me parece rara la
celeridad en estas reconstrucciones e incluso el proyecto del puente de fábrica
teniendo en cuenta que tenía que tomar la decisión el Consejo de Estado, como
era preceptivo en aquellos años del reinado de Carlos III y su entorno de obras
públicas, dirigido entonces por el comisario Marcos de Vierna. A su favor, cabe
señalar que fueron años en los que la Corona y su funcionariado ministerial iniciaron
una auténtica revolución en el mundo de la obra pública, incluyendo lógicamente
la reparación y obra nueva en la pontonería española.
Según nos cuenta el blog de l´Expressió, el origen de este
posible puente está en la destrucción del antiguo puente de barcas acaecido en
una violenta avenida del Xuquer en fecha 08-12-1766 en la que cabe señalar que
no sólo fueron las aguas bravas las que colapsaron esta inestable obra de madera
pues lo que torpedearon esta estructura flotante fueron una buena cantidad de
troncos de árboles que flotando en el cauce y a gran velocidad, se dirigían
hacia la ensenada o puerto donde deberían de ser cargados para los astilleros
de Cartagena con el fin de construir nuevos navíos para la flota de la Corona.
El impacto violento de estos auténticos torpedos sobre las barcas flotantes,
darían al traste con el liviano puentecillo de barcas. Dado que el daño
ocurrido era culpa de la Corona o de su armada, fueron estos los que,
lentamente, tuvieron que pagar los coste de este desastre. Se diseñó un
proyecto para un puente de fábrica de tres ojos con dos pilas intermedias
fundadas en cauce lo que hacía que la estructura resultara excesivamente
gravosa bien para las arcas públicas así como para la población de Cullera y
pueblos aledaños por lo que, desestimado este proyecto se resolvió la cuestión
levantando un nuevo puente de barcas cuyo coste se estimó en 5.292.- libras
españolas. La traza para el puente de fábrica es obra del arquitecto Vicente Gascó Massot (1734-1802) -ver planos- que lo levantó en fecha 30-09-1767 aunque
en la puja pública del 06-04-1768 quedo vacante por lo que nunca se construyó
esta obra civil. En el ínterin entre el colapso de la primera obra y el nuevo
puente, estuvo funcionando una barca-puente de soga o cable para los trayectos
del cruce del río ya fuere para ganados, cosechas agrarias y personas pero era
tan pequeña la embarcación que lo único que producía era lentitud, estrecheces
y largas colas para servir a estos menesteres por lo que, pronto, se decidió,
como digo, levantar un nuevo puente de barcas fijo, con su correspondiente tablero
de madera y ubicado en algún punto de las vías de comunicación que llegaban a
Cullera, esto es, la del viejo camino de Silla o el más rural que también
llegaba a Oliva o Gandía por las huertas. El viejo proyecto, muy academicista
de Gascó, quedó en el olvido aunque deberemos de recordarle por su profusión de
obras de edificación clasicistas como fueron las Casas Consistoriales de
Gandía, Cullera, Alberique, Sueca, Mascarell o Relleu, entre otros edificios
notables de época y a nivel de caminería, su intervención en el Camino Real de
Madrid a Valencia donde levantó el Puente de Catarroja.
Volviendo a la obra civil que sí existe, parece que ésta se
debió de levantar en el año 1931 según la fuente ya comentada. Debió de ser el
típico puente de normativa de época, ya en hormigón armado, probablemente
siguiendo los modelos del ingeniero Zafra Esteban que, aunque ya fallecido en
ese año, se seguían utilizando sus modelos en época republicana además de las
aportaciones de su colega Peña Boeuf. Son estructuras sencillas, de tramos
rectos y tableros consolidados con pilas-tabique de hormigón armado y pocas
licencias decorativas. De aquella obra original puede que queden las pilas de
tipo tabique con cantos redondeados que cumplían la función de
tajamares-espolones y sobre ellas se situaban las vigas, quizás de sección en
pi griega y un tablero superior más ancho de hormigón armado. Parece probable
que esta estructura del año 1931 quedara obsoleta hacia los años 70 del siglo
XX cuando se decide ampliar la cubierta o losa del tablero para lo que fue
necesario reforzar estas pilas con ménsulas, conformando una especie de forma
en T sobre la que ya se dispone un nuevo tablero a base de losas de hormigón,
tal vez ya pretensado y bastante gruesa como se puede apreciar ahora en sus
cantos.
Lo curioso de esta obra así como la de los otros puentes de
Cullera es la necesidad de prolongar las rampas de acceso al tablero obligados
por aumentar el gálibo para el paso de embarcaciones por el cauce. Es una
constante en todos los puentes, desde el más antiguo como es el puente metálico
hasta el último, conocido como puente de La Bega. Para este caso, cuyo puente sensu
stricto, tiene una longitud de 94 metros, aproximadamente, se requirió
construir una doble rampa de acceso que mide otros 197 metros en su cabecera
izquierda. Esta rampa y desde su proyecto, dispuso de varios pontones para
acceder a los diques y pantanales; además, las rampas de placaron a base de
mampostería de piedra caliza que concedía cierto aire decorativo a la frialdad
de la estructura de hormigón. En mi visita, hasta se podía ver un precioso
panel de azulejería valenciana donde se detallaba todo el cauce del río Xuquer,
desde su nacimiento hasta la desembocadura, ahora desaparecido del lugar.
Esta estructura ha sido bastante renovada en la actualidad
tras una actuación que ha debido tener lugar entre los años 2019 y 2020 con el
cambio de las barandillas, nuevas aceras más anchas, luminarias y una drástica
modificación de los terraplenes ya que han perdido ese aire antiguo que tenía
con la mampostería, siendo sustituida por placas de piedra impersonales con una
mínima decoración a base de rayas o incisiones geométricas y poco más,
desapareciendo el panel de azulejo aunque mejorando el aspecto de los pontones.
Para saber más: Su estructura es tan modesta que no le presta atención la
“Guía de puentes de la Comunitat Valenciana”, obra editada en 2016 donde
aparecen los puentes históricos o contemporáneos más icónicos de estas tierras;
se estudian los tres puentes ya señalados en este artículo, esto es, el puente
metálico, el de La Bega y el del Acceso Sur o N-332 pero ni rastro del Pont de
Pedra. Es interesante lo que aporta al respecto el blog local o provincial de l ´Expressió.
Noticias relacionadas con la reforma del puente se pueden leer en el periódico
Levante, edición de 28-05-2020, Las Provincias en su edición de fecha
25-10-2018 o en el digital de Cullera con fecha 24-10-2018 además de otras
informaciones que menudean al buscar por Google.
Se sigue cierto orden cronológico en la exposición gráfica.
Fotografía que publicó el periódico Las Provincias en su edición de fecha 25.10.2018 aludiendo a la reforma del puente y que figura en los archivos del Ayuntamiento. Interpreto que se trata de una intervención en los muros de acompañamiento de la rampa de acceso al tablero -reparación y fijación de la mampostería del muro- cuando se diseña la modificación de esta calle (Avinguda del Port) para incorporar el carril bici. Esta intervención, supongo que se realizaría en años previos, quizás en la primera década del siglo XXI.
Tomas del tablero del puente realizadas en el año 2020 donde se pone el foco en la nueva iluminación del puente. Fotos que se exhiben en la web de salvi-es, quizás como productora e instaladora de este sistema lumínico: La serie Flit nace de la fusión de los distintos elementos de los sistemas de alumbrado. Luminaria, columna y brazo forman una misma pieza de sección rectangular. Admite la posibilidad de colocar 2 puntos de luz en diferentes direcciones y alturas.
Situación actual de la estructura completa en el recorrido de Google Street View realizado en fecha junio de 2023.
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