PASARELA DE RAFAEL BERGAMÍN
M-30 PK 4,100
MADRID
Construida en el año 1978
para comunicar los nuevos barrios del norte de Madrid, concretamente y aunque
ya estén en desuso sus nombres, se intentaba conectar la amplia barriada del
Parque de San Juan Bautista y la Quinta de la Paloma con las colonias de Mahou
e Ibarrondo ubicadas en el interior del cinturón de la M-30, ahora más
conocidas como el ensanche del Barrio de Prosperidad siendo sus calles
principales la de Padre Claret y Corazón de María. Con mayor precisión podemos
decir que sus cabeceras conectan las calle de Rafael Bergamín en el NE con el
Pasaje de Dolores y Martín Machío en el NW. Respecto a su nombre podemos
señalar que se la conoce por diferentes sustantivos o epítetos ya que nunca
-según creo- se le ha bautizado ni existen rótulos con su nombre junto a la
obra. Personalmente la llamo "Pasarela Curva" aunque ya no lo sea. Lo
cierto es que la crucé muchas veces en su formato original arrastrando los
cochecitos de mis niñas y siempre con buen empuje para salvar la pronunciada
rampa del 18% de inclinación que tenía su viejo tablero. En tiempos actuales la
habré transitado cientos de veces porque me resulta muy útil para acceder desde
mi lobera a la zona de Prosperidad y me sigo fijando en algunos aspectos de la
estructura porque me parecen interesantes o atractivos. En general, es un paso
muy utilizado por el vecindario de ambas cabeceras. Anotar que la calle toma el nombre de Rafael Bergamín Gutiérrez (1891-1970) destacado arquitecto racionalista con gran actividad en los años de la II República que tuvo que exiliarse con la llegada de la dictadura, desarrollando una amplia labor en Venezuela. Era hermano del gran poeta de la Generación del 27 José Bergamín.
Siguiendo la información que
ofrece el trabajo que presentó el equipo de Torroja para el V Congreso de ACHE
sobre esta obra y su gemela de la calle Ángel Gordillo podemos sacar a la luz
los siguientes datos de interés: En la década de 1970 se proyectaron y se
construyeron varias pasarelas peatonales sobre el arco Este de la M-30 (actual
Avenida de La Paz) para mejorar la permeabilidad transversal al tráfico peatonal.
Entre estas obras se encontraban las dos pasarelas-arco proyectadas por José A.
Torroja Oficina Técnica, S.A. Se trataba de dos estructuras casi idénticas para
dar paso a la calle de Ángel Gordillo (pasarela norte) y para dar acceso al
polideportivo San Juan Bautista (pasarela sur) sobre las cuatro calzadas con
que contaba la autovía en ese tramo. Ambas pasarelas fueron finalizadas en el
año 1978.
Con el paso de los años
desde su puesta en servicio, las dos pasarelas se han convertido en elementos característicos
del paisaje urbano de la zona, estando perfectamente integradas en él. Sus
majestuosos arcos, que con una luz de 103 metros entre arranques cubren las
cuatro calzadas de la autovía han adquirido cierto carácter emblemático dada la
audacia, simplicidad, y elegancia de la solución estructural. No deja de ser
curioso o anecdótico que pese a los avances técnicos de la ingeniería
pontonera, la obra que sustituye a la original haya tenido que precisar de 5
apoyos intermedios sobre el ancho de las 4 calles que componen aquí la M-30
mientras que la obra original se lanzaba ingrávida sobre toda la calzada sin
más apoyos que el de estribos.
Pasarela
original de 1978. Constaba de un arco biarticulado de
hormigón armado de 103 metros de luz y 10 metros de flecha con un rebajamiento
de 1/10 apoyado en las márgenes de la autovía y completado con sendas rampas de
acceso construidas también en hormigón armado. En el arco se distinguían tres tramos. El central era un cajón
unicelular de canto variable, mínimo en la clave y de anchura constante, que
constituía en sí mismo el tablero de la pasarela. La anchura del forjado
superior era de 3 metros y su cara superior era la superficie transitable del
tablero. Este tramo central se completaba en ambos extremos por sendas parejas
de puntales que lo sustentaban, de sección rectangular maciza y canto variable decreciente
hacia los arranques donde se encontraban las articulaciones. El intradós de los
puntales mantenía la continuidad del intradós del tramo central completando así
el arco y dotando de continuidad visual al conjunto. Los puntales, empotrados
al tramo central en lo que constituían los riñones del arco (de canto máximo) se
apoyaban por su extremo inferior en los macizos de cimentación a través de
rótulas plásticas. Sus ejes en planta eran oblicuos al eje del arco, abriéndose
simétricamente hacia la zona de arranques, donde se encontraban arriostrados
entre sí por un tirante de hormigón pretensado. Entre cada pareja de puntales y
su tirante se formaba una célula triangular que confería a la estructura del
arco estabilidad transversal. La cimentación en ambas márgenes era profunda. El
arco se prolongaba mediante sendas parejas de tornapuntas hasta un macizo de
cimentación dispuesto en el sustrato competente, a una profundidad de 9 metros
en el lado oeste y de 13 metros en el lado este. La estructura se completaba
con las rampas laterales de acceso al tramo central del arco. El tablero de hormigón
armado tenía sección en pi griega y
parece doble donde el trasdós de su forjado era tangente al trasdós del forjado
superior del arco, dando así continuidad al tablero. La rampa de acceso del
lado oeste, interior a la almendra de la M-30 era de un único vano que arrancaba
en el estribo y terminaba apoyada sobre el riñón del arco, punto de conexión entre
el cajón y los puntales extremos. La rampa este era similar, pero al ser más
larga contaba con una pequeña pila pantalla intermedia ortogonal a la directriz
de la propia rampa, resultando de dos vanos. Por tanto, la rasante en alzado
constaba de un acuerdo parabólico convexo, correspondiente al tramo del arco, y
dos tramos rectos tangentes a dicho acuerdo, correspondientes a las rampas de
acceso.
Estribo móvil del arco: Los arcos de
ambas pasarelas contaban con un ingenioso sistema de estribo móvil. En ambas estructuras,
el estribo oeste del arco era una losa deslizante apoyada inferiormente sobre
una losa de cimentación y frontalmente sobre un tope vertical conectado a la
citada losa cuya coronación constituía a su vez el estribo del desembarco. Este
conjunto losa-tope se continuaba mediante la estructura de cimentación antes
citada. Este sistema permitía disponer una pareja de gatos de empuje horizontal
entre la losa móvil (en unos huecos habilitados a tal efecto) y el tope trasero
de reacción. Fue ideado en su momento con el propósito de permitir la puesta en
carga del arco mediante su cierre elástico tras la conexión de las piezas
prefabricadas que lo integraban. También se concibió para posibilitar un nuevo
cierre elástico del arco tras un cierto periodo de servicio de la estructura,
con el objeto de paliar los efectos geométricos de pérdida de flecha producidos
por la fluencia desarrollada por el hormigón durante ese tiempo. Con un empuje horizontal
controlado del estribo móvil hacia el estribo fijo, se conseguiría alzar el
arco con la contraflecha deseada, de modo que se recuperaría la flecha perdida
con la fluencia y se eliminarían las flexiones de segundo orden producidas por
este fenómeno reológico.
Estribo fijo del arco: En ambas pasarelas, el diseño del estribo fijo (Este) vino
condicionado por la presencia de un colector que pasaba por sus inmediaciones.
La presencia de este colector obligó a realizar un quiebro en los tornapuntas
de cimentación, desviándolos de la trayectoria de la directriz del arco, de
modo que se les dio una inclinación mayor para evitar su interferencia con el
colector. Esto obligó a reforzar este estribo con una serie de anclajes al
terreno que junto al propio peso del macizo de transferencia compensasen las
fuerzas de desvío originadas en dicho quiebro.
Proceso constructivo: Las dos pasarelas
eran prácticamente iguales, si bien existían pequeñas diferencias en las
directrices de sus arcos. Ambos arcos se construyeron prefabricándolos en seis
tramos que posteriormente se montaron en obra. El cajón constaba de cuatro
tramos de similar longitud, transportados a obra y montados con grúa sobre
apeos provisionales situados en las medianas y los bordes de la autovía. Una
vez colocados, estos tramos se conectaron entre sí mediante dovelas
hormigonadas in situ sobre los apeos
provisionales. Del mismo modo se ejecutaba el riñón de conexión entre el cajón
y los puntales de apoyo. Era en esas dovelas ejecutadas in situ donde difería la geometría de los arcos, ya que los
quiebros que formaban unas piezas del arco con sus piezas contiguas eran
ligeramente distintos en las dos estructuras, debido a las distintas
necesidades de adaptación de gálibos de cada pasarela. Una vez completado el
arco se procedía a su cierre elástico y consecuente desapeo tras lo cual se bloqueaba
el estribo móvil y se colocaban las rampas de acceso finalizando la estructura.
Nuevas necesidades de adaptación
y accesibilidad: Dentro del amplio abanico
de actuaciones llevadas a cabo durante la década de 2000 en la M-30 y su
entorno, se realizaron varios proyectos de pasarelas peatonales nuevas. Pero
esto también puso de manifiesto la necesidad de adecuar las ya existentes a los
nuevos requerimientos de accesibilidad exigidos en las normativas vigentes.
Esta necesidad afectaba directamente a las pasarelas arco, pues sus rampas de
acceso tenían unas pendientes en torno al 18% muy superiores al 8% máximo admisible que recoge la
normativa del Ayuntamiento de Madrid. Se hizo por tanto necesario llevar a cabo
actuaciones de adecuación sobre estas pasarelas a criterios de diseño actual de
rampas peatonales. La pasarela de San Juan Bautista se enfrentaba además a la
necesidad de ampliación de un carril en una de las calzadas exteriores de las
cuatro que discurren bajo su arco. Se observó que el gálibo del nuevo carril se
veía invadido por la estructura. Estos dos problemas derivaron en la decisión
de eliminar dicha pasarela y construir una nueva que respetase tanto el gálibo
de la autopista como las características de accesibilidad exigidas. El
Ayuntamiento de Madrid pidió la colaboración de Torroja Ingeniería S.L. en la
operación de desmontaje de la pasarela, efectuada en el año 2008, una vez
finalizada la nueva pasarela junto a la misma. La pasarela de la calle Ángel Gordillo, solo se vio afectada por las necesidades de adaptación de accesibilidad
peatonal. Para preservarla, el Ayuntamiento determinó la realización de un
proyecto de adecuación que contemplase la construcción de un nuevo tablero de
mayor anchura que mantuviese la estructura existente, pero diseñado en
consonancia con los criterios de la normativa vigente. Dicho tablero se serviría del arco de la pasarela
original como elemento de sustentación, conservándose así el arco original. En
un principio se barajó la solución de construir un tablero de hormigón armado
que en parte estaría apoyado en pilastras sobre el arco y en parte en un
recrecido del propio arco pero se desechó esta solución por el inconveniente de
su peso propio, incompatible con la capacidad portante de los cimientos de la
estructura actual. Torroja Ingeniería propuso resolver la estructura mediante
un tablero metálico, mucho más ligero y rápido de montar. Se aprobó la solución
planteada y se encargó a Torroja Ingeniería S.L. la redacción del proyecto de
construcción de la nueva pasarela. Dicho proyecto contemplaba no solo el diseño
del tablero peatonal y sus nuevos tramos de acceso sino también las actuaciones
de refuerzo a llevar a cabo en la estructura existente y en sus cimentaciones
así como el desmontaje de las rampas de acceso originales. La redacción del
proyecto comenzó en el año 2008 y las obras finalizaron a mediados de 2009.
Desmontaje
de la pasarela de acceso al polideportivo San Juan Bautista: Una vez tomada la decisión de
desmontar la pasarela de San Juan Bautista la empresa contratista redactó el
correspondiente proyecto en el que se planteaba como acometer dicha demolición.
Torroja Ingeniería prestó su colaboración a petición del Ayuntamiento de Madrid
a dicha actuación de demolición supervisando el proyecto preliminar, inspirando
el método a seguir y llevando a cabo su supervisión. El principal condicionante
del proyecto era el tratar de afectar lo menos posible al denso tráfico de la
M-30, por lo que el desmontaje del tramo central del arco era evidentemente la
fase más complicada de la operación, mientras que la demolición de los
elementos exteriores a las calzadas no presentaba problema alguno. Para
desmontar la estructura por tramos era necesario proceder a su apeo en torres
de apoyo provisionales situadas en las medianas de la autopista y en sus
márgenes. De esta forma se podría cortar el tramo central en cuatro piezas que
se retirarían con grúa. Estas piezas coincidirían aproximadamente con las
mismas piezas prefabricadas que se montaron en el momento de la construcción con
lo cual el desmontaje sería un proceso inverso a aquel. Para asegurar un
reparto controlado del peso del arco sobre estos apoyos provisionales se
decidió aprovechar el estribo móvil operando en sentido contrario al de su
puesta en carga original. Con una apertura controlada del arco deslizando el
estribo hacia atrás éste descendería hasta apoyarse en las torres de apeo
provisional, para posteriormente, ya sin esfuerzo axil, ser cortado en piezas
que se retirarían con ayuda de una pareja de grúas. Los trabajos de eliminación
de la pasarela se acometieron según las propuestas de Torroja Ingeniería en julio
del año 2008, una vez se finalizaron las obras de la pasarela nueva situada a escasos
metros de la pasarela a desmontar con el fin de no afectar a la continuidad del
tráfico peatonal de la zona. Se comenzó con el montaje de las torres metálicas
de apeo provisional en las márgenes de la autopista y en las tercianas entre calzadas.
Los puntales laterales del arco, ya fuera de la autopista, se cimbraron con
cimbra cuajada ortogonalmente a su directriz. También se accedió al interior
del cajón para llevar a cabo labores de refuerzo de las dos piezas centrales
del cajón que en su montaje original requerían pretensado provisional.
Aprovechando las vainas existentes en el forjado inferior, se introdujeron de
nuevo unos cordones de acero y se tesaron con el fin de permitir sustentación
biapoyada a estas piezas para evitar su rotura durante su retirada y traslado una
vez cortadas. Con la estructura aún completa, se habilitaron los huecos para
ubicar los gatos de empuje horizontal en la parte posterior de la losa móvil
del estribo 1 (oeste). Una vez posicionados los gatos y puestos en carga
recogiendo el empuje horizontal del arco, se demolió la parte posterior de la
losa deslizante situada entre los gatos para permitir su deslizamiento hacia
atrás. Hecho esto, se procedió a la apertura del arco hasta que quedó apoyado
en los apeos provisionales con el reparto isostático de origen. El siguiente
paso fue el corte en piezas del tramo central del arco. Se mantuvieron las
rampas laterales en su lugar para facilitar el acceso de la maquinaria y los
equipos de corte al tramo central del arco. El corte se llevó a cabo utilizando
hilo de diamante. Una vez cortado el arco en piezas, éstas se retiraron con
ayuda de dos grúas móviles. Esta operación se realizó en cuatro noches
consecutivas, retirando cada noche una de las cuatro piezas centrales con lo
cual solo fue preciso realizar el corte de una única calzada cada noche, sobre
la que se situaban las grúas. El resto de elementos, las rampas de acceso y los
puntales, se desmontaron posteriormente, cortándolos con hilo de diamante y
retirándolos con grúas.
En
cuanto a la memoria de esta actuación señalar que la estructura es propiedad
del Ayuntamiento de Madrid (Área de Gobierno de Obras y Espacios Públicos.
Dirección General de Infraestructuras). La dirección de la obra la llevó a cabo
el equipo de ingenieros municipales compuesto por los ICCP Juan de Las Heras
Azcona y Javier Nájera Juanes así como el ITOP Lorenzo Castro Álvarez. La
autoría de este proyecto así como la asistencia técnica corrió a cargo de
Torroja Ingeniería, S.L. estudio que dirige José Antonio Torroja Cavanillas con
la colaboración de los ICCP José Andrés del Valle Pérez, Ramón María Merino
Martínez y Javier Gamino Palomo. La empresa constructora fue Ortíz Construcciones
y Proyectos, S.A. y el jefe de obra fue el ingeniero de montes Enrique Sánchez
Ruíz.
PASARELA
NUEVA.
No
deja de ser curioso que en este evento de desguace de una estructura y de la
construcción de otra nueva y moderna, no se sepa prácticamente nada de ésta
última o quizás es que soy muy torpe y no he podido cazar noticias o
información al respecto. Desde el año 2000/2004 la prensa generalista se hacía
eco sobre el proyecto de añadir alrededor de 6 pasarelas sobre la M-30, algunas
de ellas en el sector norte de la misma e incluso se comenta que ésta
desaparecería por no cumplir algunas normas municipales como era el gálibo y
porcentaje de inclinación en las rampas pero ninguna pista sobre el proyecto
ingenieril o empresa constructora. Tampoco la profusa información que facilitó
el estudio de Torroja para el desmontaje de la vieja pasarela nos dice quién
proyectó la nueva ni la empresa constructora. He peinado bien las variadas
noticias que ofrece internet al respecto pero no consigo saber nada del asunto;
incluso la digna web pontonera de Structurae.net tiene una entrada para esta
obra civil pero añadiendo que no sabe nada de su construcción o autoría del
proyecto.
Lo
cierto es que esta nueva pasarela es interesante, atractiva y sobre todo muy útil
para mí y el vecindario que la cruza a diario y merece al menos algunas líneas.
Una de las cuestiones que obligó al desmontaje de la anterior era la nueva
anchura que se daba a las calle del la M-30 en esta zona por lo que el arranque
del arco en su cabecera derecha (sentido decreciente de la autovía) no tenía el
gálibo suficiente para la seguridad en tráfico de pesados por la calle aneja a
este borde o arcén. La nueva estructura, además de adintelada debía de ser más
larga. En concreto, su tablero tiene una longitud sobre el ancho de la M-30 de
aproximadamente 121 metros y si añadimos las rampas de acceso llega a los 205
metros. La anchura regular es de 5,50 metros aunque en rampas se estrecha hasta
las 4 metros.
Tiene
una configuración en U invertida: tablero perpendicular a la calzada y largas
rampas o brazos hacia el sur que cierran la estructura aunque en el lado que da
a la calle Rafael Bergamín también dispone de una escalinata a base de chapa de
acero antideslizante. Dispone en conjunto de 14 vanos, 6 de ellos sobre el
tablero central y 4x2 más sobre rampas. Los apoyos de producen en 5 llamativas
pilas centrales de hormigón blanco prefabricado en forma de Y que soportan
prácticamente el peso del tablero y una serie de palizadas con altura en
disminución hacia los arranques sobre los que apoyan las rampas de acceso. Estas
palizadas se componen de dos juegos de tres pilas tubulares de acero
arriostradas en sus cabeceras con jácenas o vigas de acero de sección en doble
T que se empotran en tierra sobre macizos de hormigón.
Por
lo que se observa en intradós, el tablero central se compone de una serie de
vigas-cajón de hormigón armado prefabricado de canto constante con apoyo
directo en pilas por medio de aparatos de apoyo en caucho zunchado. Sin embargo,
en rampas se utilizan tres vigas longitudinales de acero en doble T asociadas a
traviesas semejantes unidas en soldadura con apoyos en las palizadas y sobre el
conjunto, una serie de losas de hormigón que componen la cubierta de estas
rampas.
El
sistema de petos es quizás lo más original de la estructura. Se trata de una
tupida malla metálica asociada a postes curvos anclados en los impostas de
acero de todo el tablero que en los arranques tiene una altura de
aproximadamente 1,20 metros pero en la horizontalidad central juega a dos
alturas llegando incluso a los 2,20 metros simulando una especie de semitecho
tubular. Fijados a los bordes superiores de esta malla aparecen algunos
plafones que aportan iluminación nocturna a la obra.
Originariamente
disponía de un vistoso firme a base de morteros modernos o resinas sintéticas
de tono rojizo. En alguna restauración reciente de procedió a cubrir este firma
con algún componente más asociado a cementos elásticos que ha dado mal
resultado pues en los últimos años se observan daños frecuentes en este firme
que las chapuceras intervenciones municipales no terminan de solucionar.
Su
estado de mantenimiento es deficiente. Además de los desperfectos en firme
señalados, suele contener bastante suciedad en su calzada, multitud de
grafitis, manchas y hasta restos de sólidos o basura. Algunas pantallas de los
puntos de iluminación están pintados o no funcionan. Bajo los vanos extremos
asociados a las terrazas o zócalos de la propia M-30 existen sendas peatonales
muy utilizadas por paseantes. El ajardinamiento de la cabecera de Rafael
Bergamín está más logrado y completo mientras que el contrario -en plataforma
llana- suele ser un erial.
Entre
la información encontrada que trata la vieja pasarela o nos informa sobre la
construcción de la nueva se puede citar la reseña que hace el ABC en fecha
19.03.2008. El portal de madrid-es en información de fecha 05.10.2010. La web
de red-diario, la web de structurae, la web institucional del Grupo Ortíz, el
blog de asociacionapie, la web de Torroja Ingeniería o el informe o ponencia que
hizo el propio estudio de Torroja sobre el desmontaje de la vieja estructura
para el V Congreso de ACHE. Aprovechando
la cierta simpatía que siempre he tenido con este viejo paso sobre la M-30 y
cuando redacté el correspondiente artículo dedicado a José Antonio Torroja
Cavanillas en virtud de su premio nacional de ingeniería del año 2006 incorporé
alguna foto de esta pasarela. Ver revista del Ministerio de Fomento, número
extraordinario 685 de julio-agosto de 2018, páginas 61/67.
Pasarela primitiva. Cierre del arco probablemente en el otoño de 1978. Archivo de José A. Torroja Oficina Técnica, S.A.
Fotografías sin fecha de la pasarela original probablemente realizadas entre los años 1990/2000 que muestra el PDF de Torroja Ingeniería, S.L. presentado en el V Congreso de ACHE (Asociación Científico-Técnica del Hormigón Estructural) celebrado en Barcelona entre los días 25/27 de octubre de 2011.
Primeras fotografías que hice de esta pasarela en fecha 08.05.2004
Fotografía del año 2006 que exhibe el blog Historias Matritentes.
Fotografías de la vieja pasarela sin fecha que probablemente daten de los años 2006/2008 y que figuran en la web de Structurae.
Fotografía de julio de 2008. La nueva pasarela está terminada y se procede a incorporar los apeos en la vieja para el desmontaje de las secciones de vigas. Imagen del PDF ya mencionado.
Fotografía muy parecida a la expuesta arriba donde se cerraba el arco al construir esta obra civil.. En este caso se corresponde con el levantamiento de la viga central para el desmontaje de la estructura hecho que ocurrió en julio del año 2008 a razón de una sección por cada noche, prácticamente sin interrumpir el tráfico de la M-30.
Serie de fotografías del desmontaje de la estructura en julio de 2008 que exhibe la web del Grupo Ortíz.
Fotografía de la nueva pasarela tras la desaparición de la obra vieja en toma de julio del año 2008 que exhibe la web del Grupo Ortíz.
Serie de fotografías del desmontaje de la estructura en julio de 2008 que exhibe la web del Grupo Ortíz.
Fotografía de la nueva pasarela tras la desaparición de la obra vieja en toma de julio del año 2008 que exhibe la web del Grupo Ortíz.
Primeras fotos de detalle de la nueva pasarela. Tomas de fecha 08.04.2015
Toma de fecha 01.11.2015
Dos tomas de fecha 10.01.2017 circulando por la M-30.
Tanda de fotos de fecha 01.09.2017
Desperfectos en el firme. Tomas de fecha 06/20 diciembre 2017.
Nuevos arreglos en el firme en fecha 08.09.2019
Tanda de fotos de fecha 07.03.2020
Bueno, bueno. Después de casi un año fuera de mi cubil madrileño me encuentro con esta sorpresa. Parece que el Ayuntamiento ha hecho los deberes y ha decidido lavar la cara a esta digna obra. Nuevo firme que parece más robusto y elástico que el anterior y pintura de tonos amables en las celosías aunque ya florecen los grafitis. Buen trabajo también en los bajos de la estructura. No tengo claro que se hayan repuesto o arreglado los plafones de iluminación. Tomas de fecha 23.04.2021.
Nuevo cruce por la pasarela camino de mi viejo cubil. Se mantiene, sí. Quizás, el firme sea un poco flojo, excesivamente blando; el tiempo nos dirá si resiste. Tomas de fecha 05.10.2022.
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