PUENTE VIEJO SOBRE EL RÍO NORA
LUGONES. Asturias
AS-381 PK 1 y AS-17 PK 23
Este puente
asturiano está ubicado en la parroquia de Lugones o San Félix de Lugones en el
amplio término municipal de Siero. Por aquí discurre el río Nora, uno de los
cauces más largos del Principado con una longitud de 67 kilómetros hasta su
desembocadura en el río Nalón. La propia configuración de este río y la erosión
que ha podido producir en este suave relieve ha originado que se crearan, desde
antiguo, diferentes vías o caminos, más de uña de caballo que carreteros que se
asocian a otros que apuntan como romanos. Incluso se cita un vetusto camino que
enlazaba Astorga (Asturica Augusta)
con Lugo de Llanera (Lucus Asturum),
puebluco cercano a Oviedo. Algunos puentes que cruzan el Nora o incluso el Nalón
se cree que tienen un origen romano y estudiosos del tema consideran que tanto
el puente de Lugones como el conocido puente de Colloto podrían pertenecer a
épocas romanas.En asturiano o bable se le conoce como Puente Vieyu de Llugones.
Tampoco existe
una apoyatura testimonial que nos indique su posible origen romano y desde
luego, su fábrica e impronta no cuadran con los catálogos de pontonería romana,
ni siquiera con los de tradición romana tardía. Entiendo que se trata de un
puente, semejante a otros muchos de esta región, bastante rústico, levantado
con piedra del lugar, normalmente calizas, margas, esquistos y pizarras en los
que los canteros no se esmeraban demasiado en la geometría de las piezas. Se le
podría adjudicar un levantamiento en el Alto Medievo con innumerables arreglos
y reconstrucciones a lo largo de su historia aunque tampoco sabemos nada de los
posibles alarifes que actuaron en estos reparos hasta llegado el siglo XV en
que algunos autores dicen conocer determinados arreglos que están documentados.
Los maestros canteros trasmeranos, de larga tradición y excelente ejecución de
obras en sillería no parece que actuaran en estos puentes asturianos pues ello
se reflejaría en el aparejo dispuesto, la forma y escuadría de las piezas y
hasta en la impronta del puente, arcos y tajamares. Buceando entre las familias
cántabras de cantería sobresalen los de La Roza, ya sea Gregorio, Juan,
Santiago o Pedro, activos entre mediados
del siglo XVI y principios del XVIII con los que colaboraban Pablo de Cubas
Ceballos o Pedro de Horna pero siempre referenciados a obras de edificación
asturiana. También la amplia familia de los Cajigal tuvieron obras en toda la
zona de Asturias, especialmente Ignacio y Lucas de Cajigal con el que
colaboraba Gonzalo de la Bárcena de los que se sabe que actuaron en algunos
puentes asturianos pero tampoco parece que se refieran a estos puentes rústicos
donde predomina la mampostería y no hay demasiada armonía o equilibrio en las
obras. Algunos autores o historiadores de la pontonería asturiana suelen
comentar que no existen profundos o pormenorizados estudios de estos puentes
por falta de documentos o testimonios conocidos que se refieran a ellos. Incluso
para el mayor icono de la pontonería asturiana representado en el Puente de
Cagas de Onís no existe pleno acuerdo en cuanto a su origen romano.
Como ya se ha
indicado, a lo largo de los siglos nuestro puente sufriría daños que serían
reparados en diferentes ocasiones manteniendo siempre su impronta de obra medieval.
Se tiene información sobre la violenta riada del año 1522 que al parecer, dañó
este puente y se tuvo que reparar. En tiempos recientes, quizás en el año 1998,
se repararía en mayor profundidad al igual que ocurrió con el Puente de Colloto,
reafirmando la obra, recomponiendo un firme de piedra y acondicionando los
pretiles antiguos e incorporando nuevos tramos hasta su cierre. Otro
mantenimiento de la obra se produce en el año 2008 con limpiezas de paramentos,
fijación de piezas con mortero e instalación de iluminación en la obra. En el
año 2011 se le cataloga como obra de interés en el "Inventario del
Patrimonio Cultural del Principado de Asturias" según consta en el BOPA en
fecha 30.05.2011. Por último, en noviembre de 2016 se procede a una nueva
actuación en orden a la limpieza de vegetación bien en sus paramentos así como
en zonas aledañas pero según observo, poco meticulosa ya que en seguida,
volvieron a proliferar matojos y arbolado cuyas raíces se introducen entre las
rendijas de la sillería en pilas, tajamares y estribos erosionando o moviendo
muchas piezas de esta estructura y socavando las basas de apoyo. A este
respecto y como dato curioso quisiera reflejar una crónica periodística donde
por primera y única vez se refleja claramente el mal que hace la vegetación
aledaña a una obra civil histórica y por
lo tanto monumental en lo concerniente a su visibilidad u obtención de
panorámica plena para su observación o fotografiado. Es una auténtica lucha que
tengo con los municipios donde hay monumentos pontoneros así como a sus
confederaciones hidrográficas involucradas que parece ser están más preocupadas
por plantar choperas pegadas a estas obras patrimoniales que por todo lo
contrario, procurar llevar a cabo una buena labor de policía, o sea,
mantenimiento regular de la estructura, revisiones técnicas y labores de
limpieza de residuos o eliminación de grafitis. Esta crónica la hace Lucas
Blanco para La Nueva España en su edición de fecha 11.10.2016 y entre otras
agudas observaciones, nos cuenta: [...] Ante tal situación, los lugareños reclaman que se actúe de manera
urgente. La llegada del invierno y con ello las fuertes precipitaciones es
argumento mayor si cabe para que la Confederación Hidrográfica del Cantábrico
tome cartas en el asunto. "Hay árboles que bloquean los ojos del puente y
en caso de riada eso puede tener consecuencias negativas", señala un
vecino que suele frecuentar la zona. Sin embargo, las consecuencias van más
allá y provocan también que muchos visitantes y curiosos que se desplazan hasta
la zona para conocer el puente no puedan disfrutarlo como deberían ante la
dificultad que entraña el simple hecho de verlo tras las hojas. "Más de la
mitad del puente ya no puede verse desde aquí", sostienen unos habitantes
de Lugones que para demostrar los efectos del abandono comparan la imagen
actual con otras del pasado [...]. Llevo años observando y fotografiando
puentes y es la primera vez que leo en la prensa una noticia referente a un
puente catalogado como histórico donde se hace esta apreciación sobre lo
negativo del arbolado que circunda una obra civil para su visionado o
fotografiado. Tampoco es frecuente leer en un periódico que la disminución de
luces en bóvedas por efecto del crecimiento de arbustos o arbolado puede producir
efectos perniciosos en los posibles desalojos de cauce (hidrometría o
hidrodinámica) advirtiendo éste rotativo sobre posibles daños por riadas o
crecidas importantes en el cauce del río Nora.
Características actuales de la obra. Nuestro
puente tiene una longitud aproximada de 44,30 metros con un tablero muy
acentuado a dos aguas o en lomo de asno.
La disposición del tablero es plenamente perpendicular al cauce del río Nora en
este punto. Dispone de 3 vanos desiguales con una geometría de medio círculo aunque
modificada por las cargas o presiones a lo largo de siglos que han originado
modificaciones en la curvatura del medio círculo así como en la cuerda
imaginaria que debería de cortar esta trayectoria circular en su diámetro. No
obstante, podemos decir que las bóvedas presentan arcos de medio punto
aparente. Las luces aproximadas de estos son de 9+10+6 metros (visión aguas
arriba desde margen izquierda). Los apoyos se producen en estribos donde la
estructura se empotra en los taludes rocosos de las orillas así como en dos
enormes pilas intermedias cuya anchura aproximada oscila entre 5/6 metros.
Estas pilas se refuerzan en sus frentes de este modo: en aguas arriba por medio
de dos tajamares de sección en cuña que llegan hasta la altura de los arranques
de las bóvedas, sensiblemente mayor el de la pila segunda (arcos 2 y 3), ambos
con una gran carga de vegetación que impide ver su estado de mantenimiento.
Carecen de tejadillos y su cenit se cierra con losas horizontales. En aguas
abajo la situación es parecida: Dos espolones de sección en cuña sin
tejadillos, mayor el que se opone al tajamar en pila segunda con el que
conforma un auténtico refuerzo ciclópeo muy propio de estructuras medievales. El estribo derecho también se refuerza en aguas abajo con una especie de matacán semicilíndrico bajo de factura semejante. Se observa un refuerzo en basas y lecho del río a base de una solera de
hormigones hidráulicos que obedece a alguna actuación de consolidación de la
obras, quizás a finales del siglo, cuando también se reforzaron las márgenes
del cauce con taludes de roca o escolleras para su mejor encauzamiento evitando
desbordamientos.
La anchura regular del tablero es de 2,68
metros que descontando el ancho de pretiles permite una calzada libre de
aproximadamente 2 metros lo que permitiría históricamente el cruce de carros,
ganados, reatas y viajeros en general, ya fuere andariegos o jinetes con el
problema de superar los desniveles agudos en ambas rampas de acceso,
especialmente con lluvias o barros situación donde suelen resbalar las ruedas
de carros o incluso las caballerías. En una de las fotografías que aporto de ve
claramente lo que debió de ser durante siglos un vado natural que utilizarían
carros, carretas y reatas para vadear el río, especialmente en momentos de
estiaje, evitando el paso por el puente precisamente debido a la dificultad de
superar esas rampas con inclinación superior al 10% respecto a la horizontal. Su
proyección entre cabeceras tiene cierta curvatura desde su mediana y parece que
dispuso de abocinamientos en las entradas aunque ahora corregidas al cerrar el
tablero con estos altos pretiles de mampostería. Como firme reciente se ha
incorporado un empedrado rugoso de caliza.
En cuanto a la fábrica cabe mencionar cierta
regularidad en todos sus paramentos donde como decía, no se observa cantería de
buen sillar. Predomina el sillarejo de labra regular y la mampostería de
variada forma y tamaño, de mala escuadría, cara vista poco picada, irregular,
cubriéndose el llagado con fuerte mortero de cal y ripio en muchos de sus
lienzos. Estos paramentos tienen tanta vegetación, manchas y líquenes que es
difícil adivinar el componente de la piedra, aparentemente de calizas, margas y
esquistos. Tampoco la labor canteríl de bóvedas es significativa aunque bien es
cierto que su fábrica ha durado cientos de años. En general su dovelaje se
compone de piezas poco canteadas, bien encajadas y aglutinadas en cada rosca de
intradós y donde hay cierto esmero en las boquillas con dovelas de mejor talla,
acuñadas y contrapeadas a soga y tizón para la mejor trabazón de las roscas,
evitando grietas o deslizamientos interiores.
Respecto a su mantenimiento ya hemos indicado
que deja mucho que desear pues sigue existiendo demasiada maleza, arbolado y
matojos en general medrando por todo su perímetro, rendijas, estribos, pilas y
tajamares. Tratándose de un monumento ya catalogado, no parece correcto que
sobre los tajamares y espolones se hayan hincado unos proyectores para la
iluminación nocturna, técnica muy superada en nuestros días y que se debería de
hacer desde cierta distancia y sin afectar al monumento. Estos proyectores
además se acompañan de su cableado y cajas de distribución que se encuentra
también a la vista y afecta a las bóvedas del puente. Sin embargo, se ha dotado
a la obra de caminos -quizás ya existían- que se asocian a determinadas rutas
pedestres o bicicleteras, especialmente la llamada PR-AS-239 que permiten al
caminante encontrarse con este vetusto monumento, conocerle, admirarle o
fotografiarle en un intento urbanístico muy loable de integrar en el paisaje
fluvial una obra civil histórica. Aunque existe un panel informativo del puente
junto a su cabecera izquierda, éste se encuentra deteriorado y con pintadas por
lo que es difícil su lectura. Sin embargo, creo haber observado que en
cualquier itinerario desde el núcleo de Lugones no existe señalización de
dirección hacia el puente (la cartelería de tráfico con fondo rosa) por lo que
los visitantes curiosos ignorarán que en las cercanías pueden visitar una obra
civil de interés y gran belleza cuyo origen se aproximada a los mil años y ya
es decir.
Para saber más. Lo cierto
es que poco a nada se puede consultar con ciertos visos de fidelidad sobre esta
obra y su historia. Lo que ya informa la propia web del Ayuntamiento de Siero y
que se repite en obras sites o en
información periodística al respecto. La Wikipedia tiene voz propia para
Lugones, Siero, el río Nora o incluso para el Puente de Colloto, obra mejor
documentada y con la que mantiene cierta identidad. En la prensa digital se
informa sobre la puesta en servicio de su iluminación, ver en El Comercio
crónica de fecha 08.02.2008. Respecto a las limpiezas de esta obra también se
informa en El Comercio con fecha 28.11.2016 o en La Nueva España con fecha
11.10.2016. En el blog Grucomi se informa de un sello conmemorativo del puente
y de un matasellos en una información sobre el puente de cierto interés. Entre
los estudios académicos sobre pontonería de la zona o ingenios molineros
históricos en el Nora cabe mencionar el trabajo de José Luis García-López del Vallado
titulado "Los molinos de Xinicio" publicado en la revista Ería en el
año 2006. Un trabajo interesantísimo que aunque se circunscribe al Puente de
Colloto nos permite comprender el mundo pontonero asturiano, su evolución y su
historia es el de Vicente Rodríguez Otero, meticuloso y muy técnico que titula
"El puente romano de Colloto-Asturias" y que firma en Villaviciosa
con fecha mayo de 1993. Obras de consulta siempre pertinentes para conocer la
pontonería de origen romana y su transición son "Historia del puente en
España. Puentes Romanos", del ingeniero e historiador Carlos Fernández
Casado, editado por el CSIC en el año 2008. También es de interés el trabajo de
otro ingeniero e historiador de puentes como es Manuel Durán Fuentes titulado "La
construcción de puentes romanos en Hispania", obra editada por la Xunta de
Galicia en el año 2005. Un trabajo concienzudo aunque muy generalista es el de
María del Mar Merino para la revista del viejo MOPU, número extraordinario 345
de julio-agosto de 1987 titulado "Castillos en el agua" donde se
detallan y explican muchos puentes medievales, entre los que cita y pone foto
para el puente de Olloniego sobre el Nalón o el de Santo Adriano sobre el río
Trubia (páginas 52 a 78). También es este monográfico se tratan los puentes de
Cangas de Onis, Cangas de Tineo o Colloto aunque erróneamente ubicados en el
artículo "Puentes romanos. El poder y la gloria" elaborado por
Gerardo Bustos y publicado en las páginas 12/45.
Cómo llegar. Parece
complicado acceder a este puente desde cualquier vía de primer orden. Yo
procedía de León por lo que gran parte del itinerario lo hice por la autovía
A-66/AP-66 hasta la salida del PK 26 donde se coge la AS-II para seguir hacia
el N hasta la salida 5, seguir por la autonómica AS-17 hasta su PK 23 y
continuar por la local AS-381 hasta el casco urbano de Lugones y allí buscar el
puente. Otra opción quizás más clara es coger la salida indicada de la A-66 en
PK 26 y acceder a la autonómica AS-266 que cruza el pueblo de Lugones y al llegar
a la zona del tanatorio y antes de cruzar el Nora por un puente moderno, coger
hacia el N/NW una carreteruca local que cruza bajo la autovía AS-II y nos
acerca al puente. Se puede tomar como referencia la instalación de la EDAR para
aparcar pues por estos caminos junto al puente está prohibida la circulación de
vehículos. Lo cierto es que, en este galimatías de carreteras, calles y
caminos, lo mejor es poner el GPS hasta llegar a las cercanías del puente. Yo
recuerdo que entré por la calle que llaman Puente Viejo hasta llegar a la casa
ubicada en el Número 31 donde se encuentra esta obra. Aunque he apuntado como
vía rápida la autovía A-66 no hay comparación a nivel de paisaje y patrimonio
lineal con el periplo de la vieja nacional N-630 (Vía de la Plata) que para
aquellos que como decía el anunció de coches "te gusta conducir"
gozarán mucho más si corren esta carretera nacional hasta las inmediaciones del
pueblo de Lugones. Salud y buena ruta.
Cartel informativo de esta obra civil junto a la cabecera izquierda. Fotos de fecha 23.02.2020
Postal de puente de Ediciones Collada, probablemente en toma de los años 30 del siglo XX.
Fotografía de los años 30/40 del siglo XX. Trabajo de José Luis García López del Vallado sobre los Molinos de Xinicio, Revista Ería, 2006.
Fotografía de Pablo Nosti para el periódico El Comercio en su edición de fecha 08.02.2008 con motivo de la inauguración de la iluminación del puente.
Fotografía nocturna de fecha 15.02.2008 que divulgó el periódico La Nueva España con motivo de la puesta en marcha de la iluminación nocturna.
Buena fotografía de fecha 20.03.2008 cuyo autor es ralvarezlugones para la Wikipedia.
Tres tomas de Google View de fecha 10.10.2008
Interesante imagen del puente nevado en toma de fecha 09.01.2010 efectuada por Alejandro para el blog Foro Ciudad.
Esta preciosa imagen del puente la tengo en mis archivos desde hace años y fue tomada en fecha 02.11.2010 aunque ignoro su autor y site donde aparece. Imagino que será asturiana porque lo llama Puente Vieju.
Una de las dragas y limpieza del cauce que se realizó en el año 2008 fecha probable de su última restauración. Fotografía que se divulgó en el periódico La Nueva España edición de fecha 11.10.2016 con motivo de la última limpieza del puente.
Otra toma efectuada tras la última limpieza de vegetación (no completa como se puede comprobar en la instantánea) de fecha 28.11.2016 que divulgó el rotativo El Comercio.
Correos siempre al loro de conmemorar eventos culturales. Con fecha 07.05.2018 elaboró este matasellos alusivo al patrimonio de Lugones con un bonito dibujo de este puente. Lo exhibe el blog de grucomiblospot.com
FOTOS DEL PUENTE DESDE AGUAS ARRIBA
FOTOS DEL PUENTE DESDE AGUAS ABAJO
FOTOS DEL TABLERO DEL PUENTE Y SU CAUCE.
Tanda de fotos de fecha 23.02.2020
Cartel de la senda PR-AS-239 que nos lleva al puente.
Panorámica de Google Map con la situación del puente en círculo rojo.
Entiendo que llegar al puente es jodidamente complicado. Yo seguí este periplo aunque creo recordar que hay otro más sencillo como reflejo en el apartado "cómo llegar".
Este auténtico nicho ecológico con humedad, a la solana y con sustratos ricos en nutrientes debido a los lodos y arenas que acumulan las orillas del cauce además de la temperatura suave pese a la época del año en que visité este puente, en pleno invierno, pues tuve la suerte de hallar algunas plantas en flor como estas que presento.
Robusto ejemplar de Diente de León, Taraxacón, Meacamas o Achicoria amarga (Taraxacum teres Sonck. Compositae)
Mata de Fumaria, Conejillos o Palomillas (Fumaria muralis Sond. ex W.D.J. Koch. Papaveraceae)
Hierba de la canónigos o Valerianella (Valerianella locusta (L.) Laterr. Valerianaceae) medrando entre las rendijas de la mampostería del puente.
También crecía allí la Lechetrezna girasol, Tornagallos o Mamona (Euphorbia helioscopia L. Euphorbiaceae).
Robusto ejemplar de Diente de León, Taraxacón, Meacamas o Achicoria amarga (Taraxacum teres Sonck. Compositae)
Mata de Fumaria, Conejillos o Palomillas (Fumaria muralis Sond. ex W.D.J. Koch. Papaveraceae)
Hierba de la canónigos o Valerianella (Valerianella locusta (L.) Laterr. Valerianaceae) medrando entre las rendijas de la mampostería del puente.
También crecía allí la Lechetrezna girasol, Tornagallos o Mamona (Euphorbia helioscopia L. Euphorbiaceae).
Muchas gracias por el gran trabajo realizado.
ResponderEliminarGracias a ti por valorarlo, anónima/o.
ResponderEliminarUn saludo.