sábado, 20 de junio de 2020

PUENTE VIEJO DE LUGONES. Asturias

PUENTE VIEJO SOBRE EL RÍO NORA
LUGONES. Asturias
AS-381 PK 1 y AS-17 PK 23



Este puente asturiano está ubicado en la parroquia de Lugones o San Félix de Lugones en el amplio término municipal de Siero. Por aquí discurre el río Nora, uno de los cauces más largos del Principado con una longitud de 67 kilómetros hasta su desembocadura en el río Nalón. La propia configuración de este río y la erosión que ha podido producir en este suave relieve ha originado que se crearan, desde antiguo, diferentes vías o caminos, más de uña de caballo que carreteros que se asocian a otros que apuntan como romanos. Incluso se cita un vetusto camino que enlazaba Astorga (Asturica Augusta) con Lugo de Llanera (Lucus Asturum), puebluco cercano a Oviedo. Algunos puentes que cruzan el Nora o incluso el Nalón se cree que tienen un origen romano y estudiosos del tema consideran que tanto el puente de Lugones como el conocido puente de Colloto podrían pertenecer a épocas romanas.En asturiano o bable se le conoce como Puente Vieyu de Llugones. 

Tampoco existe una apoyatura testimonial que nos indique su posible origen romano y desde luego, su fábrica e impronta no cuadran con los catálogos de pontonería romana, ni siquiera con los de tradición romana tardía. Entiendo que se trata de un puente, semejante a otros muchos de esta región, bastante rústico, levantado con piedra del lugar, normalmente calizas, margas, esquistos y pizarras en los que los canteros no se esmeraban demasiado en la geometría de las piezas. Se le podría adjudicar un levantamiento en el Alto Medievo con innumerables arreglos y reconstrucciones a lo largo de su historia aunque tampoco sabemos nada de los posibles alarifes que actuaron en estos reparos hasta llegado el siglo XV en que algunos autores dicen conocer determinados arreglos que están documentados. Los maestros canteros trasmeranos, de larga tradición y excelente ejecución de obras en sillería no parece que actuaran en estos puentes asturianos pues ello se reflejaría en el aparejo dispuesto, la forma y escuadría de las piezas y hasta en la impronta del puente, arcos y tajamares. Buceando entre las familias cántabras de cantería sobresalen los de La Roza, ya sea Gregorio, Juan, Santiago  o Pedro, activos entre mediados del siglo XVI y principios del XVIII con los que colaboraban Pablo de Cubas Ceballos o Pedro de Horna pero siempre referenciados a obras de edificación asturiana. También la amplia familia de los Cajigal tuvieron obras en toda la zona de Asturias, especialmente Ignacio y Lucas de Cajigal con el que colaboraba Gonzalo de la Bárcena de los que se sabe que actuaron en algunos puentes asturianos pero tampoco parece que se refieran a estos puentes rústicos donde predomina la mampostería y no hay demasiada armonía o equilibrio en las obras. Algunos autores o historiadores de la pontonería asturiana suelen comentar que no existen profundos o pormenorizados estudios de estos puentes por falta de documentos o testimonios conocidos que se refieran a ellos. Incluso para el mayor icono de la pontonería asturiana representado en el Puente de Cagas de Onís no existe pleno acuerdo en cuanto a su origen romano.

Como ya se ha indicado, a lo largo de los siglos nuestro puente sufriría daños que serían reparados en diferentes ocasiones manteniendo siempre su impronta de obra medieval. Se tiene información sobre la violenta riada del año 1522 que al parecer, dañó este puente y se tuvo que reparar. En tiempos recientes, quizás en el año 1998, se repararía en mayor profundidad al igual que ocurrió con el Puente de Colloto, reafirmando la obra, recomponiendo un firme de piedra y acondicionando los pretiles antiguos e incorporando nuevos tramos hasta su cierre. Otro mantenimiento de la obra se produce en el año 2008 con limpiezas de paramentos, fijación de piezas con mortero e instalación de iluminación en la obra. En el año 2011 se le cataloga como obra de interés en el "Inventario del Patrimonio Cultural del Principado de Asturias" según consta en el BOPA en fecha 30.05.2011. Por último, en noviembre de 2016 se procede a una nueva actuación en orden a la limpieza de vegetación bien en sus paramentos así como en zonas aledañas pero según observo, poco meticulosa ya que en seguida, volvieron a proliferar matojos y arbolado cuyas raíces se introducen entre las rendijas de la sillería en pilas, tajamares y estribos erosionando o moviendo muchas piezas de esta estructura y socavando las basas de apoyo. A este respecto y como dato curioso quisiera reflejar una crónica periodística donde por primera y única vez se refleja claramente el mal que hace la vegetación aledaña a una obra civil  histórica y por lo tanto monumental en lo concerniente a su visibilidad u obtención de panorámica plena para su observación o fotografiado. Es una auténtica lucha que tengo con los municipios donde hay monumentos pontoneros así como a sus confederaciones hidrográficas involucradas que parece ser están más preocupadas por plantar choperas pegadas a estas obras patrimoniales que por todo lo contrario, procurar llevar a cabo una buena labor de policía, o sea, mantenimiento regular de la estructura, revisiones técnicas y labores de limpieza de residuos o eliminación de grafitis. Esta crónica la hace Lucas Blanco para La Nueva España en su edición de fecha 11.10.2016 y entre otras agudas observaciones, nos cuenta: [...] Ante tal situación, los lugareños reclaman que se actúe de manera urgente. La llegada del invierno y con ello las fuertes precipitaciones es argumento mayor si cabe para que la Confederación Hidrográfica del Cantábrico tome cartas en el asunto. "Hay árboles que bloquean los ojos del puente y en caso de riada eso puede tener consecuencias negativas", señala un vecino que suele frecuentar la zona. Sin embargo, las consecuencias van más allá y provocan también que muchos visitantes y curiosos que se desplazan hasta la zona para conocer el puente no puedan disfrutarlo como deberían ante la dificultad que entraña el simple hecho de verlo tras las hojas. "Más de la mitad del puente ya no puede verse desde aquí", sostienen unos habitantes de Lugones que para demostrar los efectos del abandono comparan la imagen actual con otras del pasado [...]. Llevo años observando y fotografiando puentes y es la primera vez que leo en la prensa una noticia referente a un puente catalogado como histórico donde se hace esta apreciación sobre lo negativo del arbolado que circunda una obra civil para su visionado o fotografiado. Tampoco es frecuente leer en un periódico que la disminución de luces en bóvedas por efecto del crecimiento de arbustos o arbolado puede producir efectos perniciosos en los posibles desalojos de cauce (hidrometría o hidrodinámica) advirtiendo éste rotativo sobre posibles daños por riadas o crecidas importantes en el cauce del río Nora.

Características actuales de la obra. Nuestro puente tiene una longitud aproximada de 44,30 metros con un tablero muy acentuado a dos aguas o en lomo de asno. La disposición del tablero es plenamente perpendicular al cauce del río Nora en este punto. Dispone de 3 vanos desiguales con una geometría de medio círculo aunque modificada por las cargas o presiones a lo largo de siglos que han originado modificaciones en la curvatura del medio círculo así como en la cuerda imaginaria que debería de cortar esta trayectoria circular en su diámetro. No obstante, podemos decir que las bóvedas presentan arcos de medio punto aparente. Las luces aproximadas de estos son de 9+10+6 metros (visión aguas arriba desde margen izquierda). Los apoyos se producen en estribos donde la estructura se empotra en los taludes rocosos de las orillas así como en dos enormes pilas intermedias cuya anchura aproximada oscila entre 5/6 metros. Estas pilas se refuerzan en sus frentes de este modo: en aguas arriba por medio de dos tajamares de sección en cuña que llegan hasta la altura de los arranques de las bóvedas, sensiblemente mayor el de la pila segunda (arcos 2 y 3), ambos con una gran carga de vegetación que impide ver su estado de mantenimiento. Carecen de tejadillos y su cenit se cierra con losas horizontales. En aguas abajo la situación es parecida: Dos espolones de sección en cuña sin tejadillos, mayor el que se opone al tajamar en pila segunda con el que conforma un auténtico refuerzo ciclópeo muy propio de estructuras medievales. El estribo derecho también se refuerza en aguas abajo con una especie de matacán semicilíndrico bajo de factura semejante. Se observa un refuerzo en basas y lecho del río a base de una solera de hormigones hidráulicos que obedece a alguna actuación de consolidación de la obras, quizás a finales del siglo, cuando también se reforzaron las márgenes del cauce con taludes de roca o escolleras para su mejor encauzamiento evitando desbordamientos.

La anchura regular del tablero es de 2,68 metros que descontando el ancho de pretiles permite una calzada libre de aproximadamente 2 metros lo que permitiría históricamente el cruce de carros, ganados, reatas y viajeros en general, ya fuere andariegos o jinetes con el problema de superar los desniveles agudos en ambas rampas de acceso, especialmente con lluvias o barros situación donde suelen resbalar las ruedas de carros o incluso las caballerías. En una de las fotografías que aporto de ve claramente lo que debió de ser durante siglos un vado natural que utilizarían carros, carretas y reatas para vadear el río, especialmente en momentos de estiaje, evitando el paso por el puente precisamente debido a la dificultad de superar esas rampas con inclinación superior al 10% respecto a la horizontal. Su proyección entre cabeceras tiene cierta curvatura desde su mediana y parece que dispuso de abocinamientos en las entradas aunque ahora corregidas al cerrar el tablero con estos altos pretiles de mampostería. Como firme reciente se ha incorporado un empedrado rugoso de caliza.

En cuanto a la fábrica cabe mencionar cierta regularidad en todos sus paramentos donde como decía, no se observa cantería de buen sillar. Predomina el sillarejo de labra regular y la mampostería de variada forma y tamaño, de mala escuadría, cara vista poco picada, irregular, cubriéndose el llagado con fuerte mortero de cal y ripio en muchos de sus lienzos. Estos paramentos tienen tanta vegetación, manchas y líquenes que es difícil adivinar el componente de la piedra, aparentemente de calizas, margas y esquistos. Tampoco la labor canteríl de bóvedas es significativa aunque bien es cierto que su fábrica ha durado cientos de años. En general su dovelaje se compone de piezas poco canteadas, bien encajadas y aglutinadas en cada rosca de intradós y donde hay cierto esmero en las boquillas con dovelas de mejor talla, acuñadas y contrapeadas a soga y tizón para la mejor trabazón de las roscas, evitando grietas o deslizamientos interiores.

Respecto a su mantenimiento ya hemos indicado que deja mucho que desear pues sigue existiendo demasiada maleza, arbolado y matojos en general medrando por todo su perímetro, rendijas, estribos, pilas y tajamares. Tratándose de un monumento ya catalogado, no parece correcto que sobre los tajamares y espolones se hayan hincado unos proyectores para la iluminación nocturna, técnica muy superada en nuestros días y que se debería de hacer desde cierta distancia y sin afectar al monumento. Estos proyectores además se acompañan de su cableado y cajas de distribución que se encuentra también a la vista y afecta a las bóvedas del puente. Sin embargo, se ha dotado a la obra de caminos -quizás ya existían- que se asocian a determinadas rutas pedestres o bicicleteras, especialmente la llamada PR-AS-239 que permiten al caminante encontrarse con este vetusto monumento, conocerle, admirarle o fotografiarle en un intento urbanístico muy loable de integrar en el paisaje fluvial una obra civil histórica. Aunque existe un panel informativo del puente junto a su cabecera izquierda, éste se encuentra deteriorado y con pintadas por lo que es difícil su lectura. Sin embargo, creo haber observado que en cualquier itinerario desde el núcleo de Lugones no existe señalización de dirección hacia el puente (la cartelería de tráfico con fondo rosa) por lo que los visitantes curiosos ignorarán que en las cercanías pueden visitar una obra civil de interés y gran belleza cuyo origen se aproximada a los mil años y ya es decir.

Para saber más. Lo cierto es que poco a nada se puede consultar con ciertos visos de fidelidad sobre esta obra y su historia. Lo que ya informa la propia web del Ayuntamiento de Siero y que se repite en obras sites o en información periodística al respecto. La Wikipedia tiene voz propia para Lugones, Siero, el río Nora o incluso para el Puente de Colloto, obra mejor documentada y con la que mantiene cierta identidad. En la prensa digital se informa sobre la puesta en servicio de su iluminación, ver en El Comercio crónica de fecha 08.02.2008. Respecto a las limpiezas de esta obra también se informa en El Comercio con fecha 28.11.2016 o en La Nueva España con fecha 11.10.2016. En el blog Grucomi se informa de un sello conmemorativo del puente y de un matasellos en una información sobre el puente de cierto interés. Entre los estudios académicos sobre pontonería de la zona o ingenios molineros históricos en el Nora cabe mencionar el trabajo de José Luis García-López del Vallado titulado "Los molinos de Xinicio" publicado en la revista Ería en el año 2006. Un trabajo interesantísimo que aunque se circunscribe al Puente de Colloto nos permite comprender el mundo pontonero asturiano, su evolución y su historia es el de Vicente Rodríguez Otero, meticuloso y muy técnico que titula "El puente romano de Colloto-Asturias" y que firma en Villaviciosa con fecha mayo de 1993. Obras de consulta siempre pertinentes para conocer la pontonería de origen romana y su transición son "Historia del puente en España. Puentes Romanos", del ingeniero e historiador Carlos Fernández Casado, editado por el CSIC en el año 2008. También es de interés el trabajo de otro ingeniero e historiador de puentes como es Manuel Durán Fuentes titulado "La construcción de puentes romanos en Hispania", obra editada por la Xunta de Galicia en el año 2005. Un trabajo concienzudo aunque muy generalista es el de María del Mar Merino para la revista del viejo MOPU, número extraordinario 345 de julio-agosto de 1987 titulado "Castillos en el agua" donde se detallan y explican muchos puentes medievales, entre los que cita y pone foto para el puente de Olloniego sobre el Nalón o el de Santo Adriano sobre el río Trubia (páginas 52 a 78). También es este monográfico se tratan los puentes de Cangas de Onis, Cangas de Tineo o Colloto aunque erróneamente ubicados en el artículo "Puentes romanos. El poder y la gloria" elaborado por Gerardo Bustos y publicado en las páginas 12/45.

Cómo llegar. Parece complicado acceder a este puente desde cualquier vía de primer orden. Yo procedía de León por lo que gran parte del itinerario lo hice por la autovía A-66/AP-66 hasta la salida del PK 26 donde se coge la AS-II para seguir hacia el N hasta la salida 5, seguir por la autonómica AS-17 hasta su PK 23 y continuar por la local AS-381 hasta el casco urbano de Lugones y allí buscar el puente. Otra opción quizás más clara es coger la salida indicada de la A-66 en PK 26 y acceder a la autonómica AS-266 que cruza el pueblo de Lugones y al llegar a la zona del tanatorio y antes de cruzar el Nora por un puente moderno, coger hacia el N/NW una carreteruca local que cruza bajo la autovía AS-II y nos acerca al puente. Se puede tomar como referencia la instalación de la EDAR para aparcar pues por estos caminos junto al puente está prohibida la circulación de vehículos. Lo cierto es que, en este galimatías de carreteras, calles y caminos, lo mejor es poner el GPS hasta llegar a las cercanías del puente. Yo recuerdo que entré por la calle que llaman Puente Viejo hasta llegar a la casa ubicada en el Número 31 donde se encuentra esta obra. Aunque he apuntado como vía rápida la autovía A-66 no hay comparación a nivel de paisaje y patrimonio lineal con el periplo de la vieja nacional N-630 (Vía de la Plata) que para aquellos que como decía el anunció de coches "te gusta conducir" gozarán mucho más si corren esta carretera nacional hasta las inmediaciones del pueblo de Lugones. Salud y buena ruta.
  



Cartel informativo de esta obra civil junto a la cabecera izquierda. Fotos de fecha 23.02.2020


Postal de puente de Ediciones Collada, probablemente en toma de los años 30 del siglo XX.


Fotografía de los años 30/40 del siglo XX. Trabajo de José Luis García López del Vallado sobre los Molinos de Xinicio, Revista Ería, 2006.


Fotografía de Pablo Nosti para el periódico El Comercio en su edición de fecha 08.02.2008 con motivo de la inauguración de la iluminación del puente.


Fotografía nocturna de fecha 15.02.2008 que divulgó el periódico La Nueva España con motivo de la puesta en marcha de la iluminación nocturna.


Buena fotografía de fecha 20.03.2008 cuyo autor es ralvarezlugones para la Wikipedia.




Tres tomas de Google View de fecha 10.10.2008


Interesante imagen del puente nevado en toma de fecha 09.01.2010 efectuada por Alejandro para el blog Foro Ciudad.


Esta preciosa imagen del puente la tengo en mis archivos desde hace años y fue tomada en fecha 02.11.2010 aunque ignoro su autor y site donde aparece. Imagino que será asturiana porque lo llama Puente Vieju


Una de las dragas y limpieza del cauce que se realizó en el año 2008 fecha probable de su última restauración. Fotografía que se divulgó en el periódico La Nueva España edición de fecha 11.10.2016 con motivo de la última limpieza del puente. 


Otra toma efectuada tras la última limpieza de vegetación (no completa como se puede comprobar en la instantánea) de fecha 28.11.2016 que divulgó el rotativo El Comercio.


Correos siempre al loro de conmemorar eventos culturales. Con fecha 07.05.2018 elaboró este matasellos alusivo al patrimonio de Lugones con un bonito dibujo de este puente. Lo exhibe el blog de grucomiblospot.com

FOTOS DEL PUENTE DESDE AGUAS ARRIBA











FOTOS DEL PUENTE DESDE AGUAS ABAJO















FOTOS DEL TABLERO DEL PUENTE Y SU CAUCE.














Tanda de fotos de fecha 23.02.2020


Cartel de la senda PR-AS-239 que nos lleva al puente.


Panorámica de Google Map con la situación del puente en círculo rojo.




Entiendo que llegar al puente es jodidamente complicado. Yo seguí este periplo aunque creo recordar que hay otro más sencillo como reflejo en el apartado "cómo llegar". 

Este auténtico nicho ecológico con humedad, a la solana y con sustratos ricos en nutrientes debido a los lodos y arenas que acumulan las orillas del cauce además de la temperatura suave pese a la época del año en que visité este puente, en pleno invierno, pues tuve la suerte de hallar algunas plantas en flor como estas que presento.




Robusto ejemplar de Diente de León, Taraxacón, Meacamas o Achicoria amarga (Taraxacum teres Sonck. Compositae)


Mata de Fumaria, Conejillos o Palomillas (Fumaria muralis Sond. ex W.D.J. Koch. Papaveraceae)


Hierba de la canónigos o Valerianella (Valerianella locusta (L.) Laterr. Valerianaceae) medrando entre las rendijas de la mampostería del puente.


También crecía allí la Lechetrezna girasol, Tornagallos o Mamona (Euphorbia helioscopia L. Euphorbiaceae).







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