domingo, 24 de julio de 2022

PONTÓN DEL PARQUE PEDRO BURGUEÑO. Peñafiel-VA.

 PONTÓN DEL PARQUE PEDRO BURGUEÑO
PEÑAFIEL. Valladolid
N-122 PK 308

Entre las obras viejunas de esta villa -salvando lo relacionado con su castillo- destaca este pequeño pontón, por decirlo de alguna manera, que si bien es cierto que podría tipificarse como portillo, su trabajo de cantería es muy semejante al que maestros de obra y alarifes empleaban para el levantamiento de puentes,  pontones o alcantarillas. Es un arco ejemplar, muy antiguo, que tendrá que ver con alguna remodelación del segundo amurallamiento de este núcleo, tras el del perímetro del enorme castillo. Aunque se dice que este segundo muro defensivo tiene su origen en el siglo XI como línea defensiva natural, la del talud que ha creado el propio cauce del río Duratón, deberemos de pensar que tanto conflictos bélicos como la propia erosión y avenidas de este cauce, perjudicarían los baluartes que serían repuestos o reforzados en siglos siguientes.

Estos muros de defensa de la población, siguiendo a algún historiador local, llegaron a tener 5 puertas de paso y control así como otros cinco portillos que se irían abriendo en la muralla con el tiempo y según necesidades. Respecto al que nos ocupa, tanto el diseño y la estereotomía de la obra podríamos evaluar su construcción en tiempos renacentistas -por decir algo que se aproxime- y se utiliza sillería y dovelaje que denota una pátina muy antigua independientemente del desgaste, erosión y humedades que haya sufrido la fábrica.

Originariamente el paso prescindiría de la actual escalinata pero mantendría la inclinación para evitar que crecidas del río importantes, anegaran el portillo e incluso penetraran las aguas por las callejas aledañas. Tiene la anchura suficiente y el gálibo adecuado para que por él transitaran carromatos, caballerías y peatones. Si no ha habido grandes modificaciones orográficas en ese punto, cabe pensar que se trataba de una amplia y suave terraza fluvial cuyos componentes serían lodos, arenas, margas y canto rodado, suficientemente firmes como para que existiera un vado natural que podrían cruzar carros, parihuelas, otros elementos de transporte, jinetes y camineros. Era otra conexión más con las vías importantes o calzadas hacia diferentes puntos peninsulares. Algunos historiadores apuntan a que este vano se creo para acceder al cauce y transportar a la población el agua necesaria pero lo cierto es que en la villa ya existen variadas fuentes naturales de todo tipo por lo que parece más plausible que se habilitara como comunicación, especialmente cuando el puente del Mercado estaba dañado. Por lo demás, hay que considerar siempre que este vado natural debió de ser de uso habitual desde tiempo inmemorial salvo épocas de lluvias o crecidas.

De entre estos portillos, cabe mencionar sus nombres: el conocido como “Portillo del Molino de Palacios, unos pocos metros más abajo del cauce con respecto a éste, pues tendría esa función, el paso a través de la muralla de cereales y harinas. Se mencionan también los portillos de San Pablo, Reoyo, Judería y el de La Barbacana. Dado que la barbacana, como elemento defensivo militar, se componía de un muro, terraplén o talud inclinado y/o elevado con respecto a la rasante del terreno circundante, podríamos asociarlo al potente muro que franquea este arco o portillo. Las barbacanas estaban por lo general situadas fuera de la línea principal de defensa y conectadas a los muros de la ciudad por un camino fortificado, función que también parece que cubre este muro y los portillos de acceso, siempre defendidos también de un modo natural por el propio cauce del Duratón. Siguiendo esta hipótesis pues me inclino a pensar que nuestro vetusto arco-puerta puede que se el de “La Barbacana”.

Lo más meritorio de su fábrica es el propio vano así como el muro de acompañamiento en aguas abajo, muy diferente al de aguas arriba, de mampostería grosera y muy rehabilitado. El conjunto arco+manguardia es excepcional. Se ha utilizado una sillería de gran volumetría, escuadría y disposición perfecta en hiladas horizontales con poco llagado y por lo tanto, mínimo mortero; cara vista poco picada y piedra caliza del entorno. Este sector de muro llega hasta el molino de Palacios y debido a la pesadez del propio muro y a sus rellenos, cabe la posibilidad que el resto de la defensa de sillería sufriera derrumbes y se repuso en modo barato con la mampostería que ahora contemplamos.

Respecto al vano o portillo propiamente dicho, pudiera ser de origen renacentista, hacia el siglo XV, y muestra una fábrica robusta ya sea en el propio cañón así como en sus paredes laterales y estribos. Una obra plena, bella e históricamente, monumental, quizás de las estructuras más antiguas de esta villa. La bóveda presenta dos recrecidos sobre una primitiva bóveda que pudiera ser de origen medieval. El crecimiento de la boca interior con un remate del dovelaje de boquillas hacia la escalinata parece renacentista y sin embargo, el que se hace en cara cauce, unido a esa potente manguardia, sería de época barroca. En cara interior se observa muy bien el pretil de caliza de buena talla y altura a base de ortostatos de cara vista picada, pequeños rellenos en tímpanos y una geometría del arco ligeramente abierta que contrasta con la más antigua o interna, que es de cañón. En lado cauce sin embargo, el pretil se difumina más con variada piedra y la calidad de la arcada, especialmente en boquillas, es menor.

En intradós de la obra destaca su bajo gálibo pero se debe a los diferentes recrecidos del firme, originariamente de margas o roca madre del río, quizás arenas que permitía una flecha propicia para el paso de carros. Con el tiempo y quizás recientemente se decidió acondicionar un firme de morrillo o canto rodado aglutinado con morteros de cemento, tal como lo vemos actualmente, además de las escaleras y sus petos de piedra. Debió de tener en el vano unas jambas de piedra sólidas donde se engarzaban los goznes de las puertas, variadas a lo largo del tiempo, y aún subsiste una de ellas en la medianía de la bóveda.

Mi conclusión es la de que se trata de una estructura o vano cuyo origen pudiera ser medieval y con recrecidos de bóveda que pueden datar desde época renacentistas, barroca e incluso clasicista, esto último especialmente en el pretil interior y la boquilla escarzana. Como no conozco los otros portillos no puedo opinar de ellos y si guardan cierta similitud en fábrica o época de construcción.

El único documento consultado para este tema es el “Boletín Torre del Agua” que edita la “Asociación Histórico-Cultural Torre del Agua”, número 3 de fecha julio de 2015 siguiendo un artículo de Jesús de la Villa Polo que ya utilicé como información para el Puente del Mercado.

Otras obras pontoneras de Peñafiel en el blog: Puente Viejo y Puente Nuevo sobre el río Duero y sobre el río Duratón: Puente de la Judería, Pasarela de La Judería, Puente del Mercado, Pasarela de madera y Puente carretero de la N-122














Tanda de fotos de fecha 13.06.2022





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