jueves, 11 de junio de 2020

PUENTE DE CAMESA DE VALDIVIA. Palencia

PUENTE SOBRE EL RÍO CAMESA
CAMESA DE VALDIVIA. Palencia
N-627 PK 75,300


Desentrañar la madeja  de noticias ciertamente contradictorias y además pocas sobre este puente puede ser hasta curioso o divertido. Ya la primera advertencia al respecto es su ubicación y tierras a las que pertenece. Consideremos que Camesa es un puebluco relativamente nuevo pues creció o se asentó sobre la base del ferrocarril cuando se construyó la mítica línea de Alar del Rey-Santander allá por el año 1852 y de la que aporto más detalles en la entrada para el Puente FFCC de Alar del Rey, primero de este proyecto. Pero independientemente de la creación formal de esta pequeña localidad, quizás como estación ferroviaria al servicio de la villa de Aguilar de Campoo, deberemos de considerar que estos dominios y desde tiempo inmemorial deberían de pertenecer al propio alfoz de Aguilar o a las manos muertas de congregaciones religiosas como también parece plausible ya que existen fuentes escritas sobre cesiones de estas tierras por parte del conde de Castañeda Juan Manrique a la congregación de clarisas para levantar un convento. En el siglo XV y con la autorización del entonces papa Sixto IV se decide trasladar el edificio conventual a la propia villa de Aguilar de Campoo. Bellísimo convento que conjuga un paisaje excepcional entre urbano y fluvial con el precioso e histórico Puente Mayor de la localidad campurriana. Sin duda e independientemente del traslado, las huertas y los extensos campos de cultivo, complejos industriales, molinos e incluso los caminos anejos seguirían dependiendo de las clarisas y parece probable que también llevaran el mantenimiento y mejoras de un puente sobre el río Camesa tan necesario a sus intereses.

Existen ciertas concomitancias de esta obra civil con la de Aguilar de Campoo en lo que respecta a la fábrica más antigua ya sea en la disposición de bóvedas, tipo de piedra y talla e incluso en los posibles arreglos o rehabilitaciones a lo largo de su historia. Nuestro puente sobre el río Camesa parece que era acentuadamente a dos aguas, a la manera bajomedieval como lo fue también el de Aguilar aunque éste último sufrió ensanches de tablero por corrimiento de bóvedas, probablemente a mediados del siglo XIX.

Aunque en la actualidad se considera a Camesa de Valdivia como un pueblo dividido cuya parte ferroviaria pertenece a Aguilar de Campo y el resto a Pomar de Valdivia, entiendo que históricamente siempre ha pertenecido a los dominios del Conde de Castañeda o Marqués de Aguilar con un exceso alfoz que administraba o explotaba muchos pueblucos y aldeas del contorno entre las que cabe considerar, además de Pomar de Valdivia, Porquera de los Infantes o Villajimena.

En viejos legajos estudiados por Inocencio Cadiñanos depositados en el AHN (Archivo Histórico Nacional) existen vagas o entremezcladas referencias a los puentes que debía administrar y cuidar la villa de Aguilar de Campoo. A finales del siglo XVII y principios del XVIII esta villa se dirige en varias ocasiones al Consejo Real para que le exima de atender a gastos de otros puentes de la zona porque ya tenía bastante con ocuparse de los muchos puentes y pontones de sus dominios. Estos documentos de solicitud de exención están fechados en los años 1692, 1702, 1705 y 1725. Una de las excusas que solía apuntar la Villa eran los enormes costes para el mantenimiento del Puente de Ocejo al que se ubica en Porquera de los Infantes y que muy probablemente sea el mismo que éste de Camesa. En el año 1743 cuando ya se había asentado y consolidado la dinastía de los borbones con Felipe V nuevamente la municipalidad de Aguilar eleva escrito al Consejo Real para renovar el privilegio de no contribuir económicamente a puentes ajenos comprometiéndose a mantener los suyos y en concreto, a reconstruir el citado puente de Ocejo sobre el río Camesa. Otra pista que nos hace pensar en que se trata de esta obra civil es que en la instancia al Consejo se precisa: Este puente se halla en el camino real  para las carrerías abundantísimas de tierra de la villa de Zervera, de todas las Pernías, Valdeburón para pasar a la villa de Poza a conducir la sal así como los ganados trashumantes y el correo nacional. Si atendiendo a esta información añadimos que todavía se sigue llamado a la calle a la que presta servicio "Travesía de Villadiego-Camesa" de puede adivinar la trayectoria histórica de este camino y los puentes que le servían. El citado camino real es nuestra actual carretera nacional N-627 (ahora muy difuminada por su variante hacia el polígono industrial de Aguilar pero que antiguamente pasaba por este puente así como otras calzadas que confluyen en la nacional, ahora de menor importancia pero que llegaban como se dice hasta el propio Valdeburón y el actual Pantano del Esla. Este viejo camino real partía de la ciudad de Burgos y por La Nuez de Arriba y Basconcillos del Tozo permitía conexiones con la próspera villa de Villadiego que además, era un auténtico crossroad desde tiempos medievales por lo que se accedía a todas las parameras burgalesas y palentinas del entorno. Aprovechando la depresión del río Lucio se podía acceder a Aguilar y Quintanilla de las Torres para conectar con el otro camino real hacia Santander actualmente matriculado como nacional N-611. Las raras referencias que se hacen a localidades como Cervera de Pisuerga o el Alto Esla también son pertinentes ya que desde antiguo existía un camino medieval que desde Aguilar discurría hacia el NW cruzando villas de raigambre histórica por sus puentes como son Villanueva del Río (precioso puente ahora bajo las aguas del Pantano de Aguilar), Salinas de Pisuerga, Ligüerzana y Cervera de Pisuerga. Pero este viejo camino, ahora matriculado como carretera autonómica CL-626 también llegaba a Guardo donde conectaba con una vía dura que contorneaba por la Montaña Palentina para salir a los valles del Esla, actual carretera provincial P-215 o carretera de Los Pantanos mediante la cual y en un periplo difícil pero bellísimo se llega, por fin, a Pedrosa del Rey (otro impactante puente bajo las aguas del Embalse de Riaño), Boca de Huérgano o los pueblucos que conforman Valdeburón, ahora con la capitalidad en el pueblo nuevo de Riaño. Esas amplias y contundentes comunicaciones que se citan en el informe al Consejo Real también aluden a las sales de Poza; efectivamente, desde Villadiego siempre ha existido un viejo camino que algunos hasta datan de época romana que por los altos de las parameras burgalesas conectaba con el ya citado camino real (N-627) al que cruzaba cerca de La Nuez de Arriba para seguir por la actual CL-633 y el puerto del Paramo de Masa hasta alcanzar la villa de Poza de la Sal, importante emporio de producción de sales con un acueducto histórico interesante. Por último, las referencias a Las Pernías están relacionadas con otro camino de montaña que desde Cervera de Pisuerga se elevaba por el actual Puerto de Piedrasluengas hacia las cabeceras de los río Pisuerga y Carrión (actual autonómica CL-627) para alcanzar los ricos valles pernianos con grandes explotaciones de ganado y madera cuyo núcleo principal es San Salvador de Cantamuda con un bello puente de origen medieval y desde donde bajaban los rebaños de trashumancia en invierno buscando mejores pastos y clima benigno precisamente utilizando estas calzadas que, en definitiva, deberían de pasar por este puente de Camesa en dirección a los Campos Góticos e incluso a la Extremadura.

Volviendo al tema de peticiones de la villa de Aguilar sobre sus puentes, parece ser que hacia mediados del siglo XVIII los maestros canteros Francisco Gandarillas y Vicente Fernández se desplazan a Aguilar para inspeccionar sus puentes dañados y evaluar sus costes. En su informes se escribe: El Camesa es un río mui reduzido y fondoso con grandes pozos, charcos y rivazos y apuntan a que el puente de Ocejo tenía 7 ojos, 3 grandes y 4 menores. Su reconstrucción costaría 100.000.- reales de vellón y se añade la confirmación de varios testigos. Otras referencias vienen a cargo del alcalde de Reinosa que al respecto, informa que en los contornos existían otros puentes de madera y piedra pero que éste de Ocejo era el más importante y transitado por lo que la petición de Aguilar parecía justa. También se añade que a esta carga habría que añadir la de la conservación del Puente Mayor de la villa de Aguilar, otros dos de madera en Menaza, uno de piedra en Valoria y otro semejante en Villallano.

De nuevo, en el año 1744 se renovó este privilegio de puentes para Aguilar y se volvía a reconocer el de Ocejo por parte de los canteros-inspectores Vicente Fernández y Francisco García de la Rasilla informando estos que la obra se hallaba en ruina ya que el arco central había colapsado y los otros dos muy deteriorados. Tasaron las reparaciones entre los 90.000.- y 100.000.- reales de vellón. Una vez de hicieron los pregones de la obra se adjudicaron en subasta al maestro cantero Manuel de Cossío Colombes por el precio de 70.000.- reales. Como se deberían acometer reparos de importancia que afectarían a los aterramientos anejos al puente, parece ser que el coste total de reparaciones ascendió a 120.000.- reales.

Otra vez se vuelve a solicitar privilegios para puentes en el año 1772 aduciendo Aguilar de Campoo que debería acometer reparos en su Puente Mayor "obra de 7 ojos con una conservación muy costosa por estar sobre el Pisuerga que es de los más caudalosos de estas montañas". Ciertamente, en el año 1769 una potente avenida había dañado la estructura. También se apuntaba en aquel informe que el otro puente de la villa (Puente del Portazgo) en un brazo del río Pisuerga y levantado en el año 1766 tenía daños y habría que repararlo. Se especifican otros caminos y puentes de su dominio que estaban en mal estado y se vuelve a citar el Puente de Villanueva del Río en cuya reparación se habían invertido más de 60.000.- reales de vellón. Lo cierto es que las arcas del estado estaban exhaustas por lo que el Fiscal Provincial informó negativamente al Consejo Real sobre esta financiación que solicitaba la villa de Aguilar de Campoo.

Más adelante, en el año 1787 y durante el reinado de Carlos III, la villa vuelve a la carga presentando una petición de arreglos firmada por el maestro de obra ya citado Francisco Fernández pero que el Consejo sigue rechazando. En el año 1789 se presenta un informe de daños de varios puentes elaborado por el arquitecto de la RABASF (Real Academia de Bellas Artes de San Fernando) Miguel de Hijosa apoyado en los planos y presupuestos de Francisco Fernández que en esta ocasión ascendían a 1.000.- reales para el Puente Mayor, el de Ocejo precisaba de 5.000.- reales y otros 1.000.- para la calzada real aneja. También en este informe se mencionan los puentes de Quintanilla de las Torres y Villanueva del Río, sin especificar daños. Tanto el Fiscal como el propio Consejo Real se negaron a la entrega de fondos para estas obras, imagino que debido a que por aquellas fechas, la próspera villa de Aguilar de Campoo dispondría de medios económicos para correr con estos gastos de puentes, evitando la Corona desembolsos e incluso denegando probablemente que se financiaran por medio de impuestos o repartimiento que las localidades del entorno en un radio determinado no deseaban apechugar.  (Estos datos históricos se recogen en el legajo número 35279 depositado en el AHN según informa el historiador Cadiñanos Bardeci).

En mi teoría sobre este puente debó señalar con las debidas cautelas algunas dudas y una de ellas es la de que se le cite como de Ocejo y que tuviera 7 vanos, cosa poco plausible o exagerado en virtud del poco caudal que por esta zona lleva el río Camesa. Al mismo tiempo se comenta según Gandarillas y Fernández que el río es muy reducido pero que tiene grandes pozas y charcos lo que nos da a entender que en crecidas importantes se desborda e incluso que puede salirse de madre por lo que no bastan sus tres arcos principales sino que se deben tener en cuenta los otros 4 menores que yo adjudico al juego de tres tajeas y una alcantarilla dispuestos en el aterramiento o elevación de la calzada en ese punto para evitar encharcamientos prolongados que impedirían el tránsito cómodo por la calzara real. Curiosamente, también se hace referencia a un reparo en el puente por 1.000.- reales y otros 1.000.- más para la calzada contigua, importes semejantes pero teniendo en cuenta que los gastos de calzada siempre suelen ser inferiores a los de obras de fábrica, en este caso, cabe considerar que se actuaba también sobre los otros 4 vanos que aunque reducidos, precisaban de cantería de buena talla con costes semejantes a los habituales para puentes o pontones.

En otro orden de cosas intento explorar el término Ocejo en la planimetría antigua o en los diccionarios geográficos y no aparece nada igual o semejante. El perfecto y meticuloso mapa de Tomas López Vargas-Machuca (1730-1802) de Palencia encargado por el ministro Diego Fernández de Velasco para el rey Carlos III se levantó en el año 1782 y en la zona de la jurisdicción de Aguilar no aparecen topónimos como Camesa u Ocejo pero sí la aldea de Porquera de los Infantes por donde pasa el Camesa y un icono de puente sobre el viejo camino real de Castilla. Como dato curioso, destacar que en tal mapa Tomás López refleja el primitivo proyecto del Canal de Castilla que por esta zona y ya desde Olea coge los cauces del Lucio y después del Camesa -como posible canalización- para desembocar en el río Pisuerga tras pasar por Villallano y Villaescusa de las Torres y siguiendo los planos que cedió a López el propio director de las obras del Canal, el coronel de ingenieros Fernando de Ulloa. Como bien se sabe, esta prolongación del Canal de Castilla hacia el norte nunca se realizó pues su nacimiento histórico es Alar del Rey. El detalle de la geografía del Arzobispado de Aguilar  para este mapa y su jurisdicción se encargó a un cura conocedor del territorio como era Eustaquio Morante de Lamadrid y ciertamente fue muy detallista con los caminos, ríos, pueblos, aldeas o granjas de este territorio al ubicarlos con precisa exactitud.

Otro punto de apoyo para referencias sobre la zona nos las aporta el Diccionario Estadístico-Geográfico de Pascual Madoz, compuesto a mediados del siglo XIX y donde en la voz "Río Camesa" nos cuenta: [...]  Nace en el término de Saladillo (Salcedillo) y a corta distancia del pueblo y punto llamado Oncamesa donde se dispone de un puente de madera y otro de piedra mal construido .../... pasa al término de Reinosa por Mata de la Hoz, Reinosilla y otros pueblos cruzándolos por varios puentes de madera. Vuelve a entrar en la jurisdicción de Palencia por Mataporquera donde atraviesa dos largos puentes de madera y sigue su curso hasta Quintanilla de Canduela donde confluye con el río Rubagón facilitándose su paso por un puente de piedra que da servicio a la carretera de Castilla a Reinosa. Sigue la dirección de Porquera de los Infantes donde tiene un pontón de piedra y a media legua un puente de los mismo con dos arcos en la carretera de Reinosa a Burgos .../... marcha cambiando de dirección hacia las heredades de Villallano en cuya jurisdicción dan paso varios puentes más de madera muy débiles que casi todos los años hay que repararlos .../... a media legua antes de llegar a Villaescusa de las Torres, desagua en el río Pisuerga [...]. Lo subrayado por mi se corresponde con las actuales calzadas nacionales N-611 (Palencia-Santander) que Madoz denomina carretera de Castilla a Reinosa y en segundo término, la carretera N-627 (Burgos-Aguilar de Campoo) que Madoz denomina carretera de Reinosa-Burgos y que es precisamente la calzada a la que daba servicio el puente de Camesa de Valdivia.

Respecto a la localidad de Camesa, Madoz nos informa sobre una que pertenecía a la provincia de Santander, partido judicial de Reinosa y ayuntamiento de Valdeolea cuya población se dividía entre tres barrios llamados Barrio-Palacio, Rebolledo y Camesa y que se corresponde con la zona donde se descubrieron yacimientos de origen romano que tienen que ver con el asentamiento de la Legio IIII Macedónica durante las Guerras Cántabras a principios de nuestra Era así como el probable desarrollo de la civitas Ivliobriga.  Ver la Wikipedia al respecto. No se nombra ningún otro lugar homónimo que tenga algo que ver con nuestra población de Camesa de Valdivia.

Respecto a la voz "Porquera de los Infantes" Pascual Madoz nos cuenta: [...] Aldea agregada al ayuntamiento de Villarén, partido judicial de Cervera de Río Pisuerga, diócesis de Burgos, a la margen derecha del río Camesa .../... tiene cuatro buenas fuentes de agua con un hermoso pilón ... /... confina por el norte con Quintanilla de las Torres, al este con Villarén, al sur con Villallano y al oeste con Aguilar de Campoo. Los caminos son locales y en mal estado. La correspondencia se recibe de Aguilar [...]. En este caso, Madoz nos da cuenta de que allí no hay puente importante ni carretera real aunque por situación debe de encontrar muy cerca del puente al que prestaría atención y mantenimiento. Tampoco en la voz "Pomar o Pumar" que hace referencia a Pomar de Valdivia esta enciclopedia nos aporta información sobre el puente o su dominio. Agregado al ayuntamiento de Villarén, como Porquera, es un pueblo pobre que linda con Elecha, Revilla de Pomar, Puente Toina y Villarén. Cruza su término el Arroyo Revilla que le proporciona aguas para riego.  Los caminos son locales y la correspondencia se recibe de Aguilar de Campoo.

De todo lo anterior se interpreta que la carrera de Burgos-Aguilar como camino real y  actual N-627 pasaba por esta zona y cruzaba el río Camesa donde ahora existe esta población pero que a mediados del siglo XIX no había pueblo o granja con tal denominación pero obviamente existía este puente que daba servicio al camino. Como Porquera de los Infantes y Pomar de Valdivia se encontraban fuera de este camino real, efectivamente Madoz nos dice que tenía caminos pero eran secundarios y sin importancia aunque muy cercanos a la calzada real y a la que sin duda tenían acceso.

De Camesa, bien como pueblo o aldea ni siquiera se empieza a nombrar a partir del establecimiento de la estación ferroviaria y sirva como ejemplo la famosa "Guía del viajero por el Antiguo Reino de León", obra de Emilio Valverde Álvarez editada en Madrid en 1886 y donde hace pormenorizados estudios de detalle de las líneas ferroviarias, localidades y estaciones. Comenta que en la línea Venta de Baños-Santander se encuentra en su PK 110 la localidad de Aguilar de Campoo, cita también su paso por el río Camesa y otros pormenores pero para nada, nombra ni Camesa ni estación de ferrocarril pues considera de hecho que todo ello es Aguilar de Campoo, sin otras distinciones.

Independientemente de las referencias históricas sobre nuestro puente y sin considerar la posible identidad con el llamado de Puente de Ocejo, lo que sí podemos aventurar es que la obra civil en cuestión parece de traza antigua, quizás de origen renacentista o barroco y que ha sufrido diferentes intervenciones a lo largo de siglos posteriores que sin modificar mucho su impronta se pueden adjudicar al clasicismo del siglo XVIII como en otros muchos puentes de territorio palentino.

Características actuales de la obra. Lo cierto es que visité este puente en fecha 12.02.2017 e incluso tome las mediciones oportunas de la obra pero tuve la desgracia de perder la tanda de fotos que le hice por lo que volví el 25.02.2019 para rematar el asunto y poder desarrollar este trabajo que ahora subo al blog. De aquellos apuntes tengo constancia de que su tablero tiene una longitud de 38 metros a los que habría que añadir las cabeceras abocinadas, la de la izquierda de 5 metros y la de la derecha de otros dos metros. La anchura media del tablero es de 3,60 metros lo que permite una calzada libre de 3 metros y dos viales peatonales de 0,30 metros a cada lado con bordillos.

Dispone de 3 vanos que presentan geometría en arcos de medio punto, uno de ellos ligeramente deformado. Las luces son de 8+9+7 metros. Aunque no se observan desprendimientos recientes en paramentos, lo que parece evidente es que el tercer arco (visión desde aguas arriba y margen izquierdo) sufrió daños o colapso y se apañó afirmando la bóveda y ampliando su profundidad con otra rosca como se aprecia en algunas fotografías, hecho o solución curiosa e infrecuente en la pontonería palentina.

Los apoyos de producen en dos potentes estribos que se encastran en el profundo talud rocoso de margas y arcillas en este cauce así como en dos gruesas pilas intermedias con un grosor de casi dos metros cada una. Las pilas se protegen con dos tajamares en aguas arriba de sección en cuña y sendos espolones en aguas abajo de sección trapezoidal a modo de pilastras que en ambos casos llegan hasta rasante y crean descansaderos.

La fábrica es básicamente de sillería en piedra arenisca y caliza proveniente de canteras de la zona, probablemente de Aguilar de Campoo. En general, se observa una buena labra de las piezas con volúmenes regulares, bien canteadas, de cara vista lisa y colocación diría que a hueso, independientemente de que con el tiempo se hayan incorporado diversos morteros para la fijación de esta sillería. Llama la atención de que estos placajes de sillería sean tan regulares, en hileras perfectamente horizontales y contrapeando las piezas a soga y tizón para mejor enjarje de estos paños ya sea en muros, tímpanos o pilas. La zona de tímpanos en los arcos exteriores se han prolongado en altura a base de rellenos y placaje de sillería con el fin de corregir la inclinación del tablero, originariamente a dos aguas, actuación que se llevaría a efecto en el siglo XIX. También las bóvedas presentan una composición de buena labra, colocación y firmeza con dovelaje de largo tizón que se contrapea con otras piezas más cortas. En general, las roscas de intradós se mantienen bien aunque sometidas a humedades y calcificaciones que van deteriorando la piedra. La disposición de las dovelas en boquillas también es cuidada con piezas homogéneas y con cierta  cuña para facilitar la geometría curva del arco. En el vano menor de doble arco difieren mucho las dovelas antiguas, con mayor desgaste, de las aplicadas en la rosca exterior, probable de intervención clasicista.

Se han cuidado los aspectos decorativos de la obra civil como se puede apreciar en los tajamares-espolones compuestos en dos cuerpos separados por una moldura a bisel que acentúa la armonía de la fábrica. También la línea de impostas en piedra caliza con cierto relieve que ofrece sombras y remarca los frentes de la obra y las arcadas. También la sillería de los muros de acompañamientos o estribos es de cuidada cantería y disposición de piezas. Sobre impostas se colocan pesados ortostatos de piedra caliza que conforman los pretiles adaptándolos a los salientes que producen tajamares y espolones donde se han creado descansaderos o refugios para los peatones que cruzan el puente ante la presencia de carros o ganado. En una intervención más moderna se incorporaron barandillas de tubo de hierro que se hincan en los pretiles de piedra, actualmente en buen estado y pintadas de azul.

La cubierta se compone de un firme de aglomerado asfáltico para la calzada y pequeños viales peatonales entre bordillos y barandillas con firme de cemento. Debido a su angostura el cruce del puente es alternativo para vehículos teniendo preferencia los que entran por su cabecera izquierda o dirección estación. Existe una limitación de velocidad de 40 kms/hora y no se limita su cruce para vehículos pesados ni por MMA ni por anchura de ejes.

Su estado de mantenimiento es bastante deficiente. Algunos huecos entre sillares o por desprendimiento de piezas de han tapado groseramente con masas de cemento y morteros indefinidos que contrastan con los tonos de la piedra. Además de humedades, manchas y eflorescencias en las bóvedas se observan muchos matojos y hierbas que crecen entre las rendijas de la sillería en todo su contorno. También hay arbolado en fuerte crecimiento que arranca de las bases de estribos y pilas y que deteriora la piedra. Existe suciedad, depósitos de ramajes de poda y otros sólidos de basuras varias en las márgenes del río junto al puente. No hay caminos o escaleras que nos permitan acceder a la base del puente o al río con comodidad. La vegetación en torno al puente es tan intricada que apenas permite el fotografiado de la obra plena. El abandono de la obra civil es tan evidente que tampoco se pueden observar los aterramientos con muros de sillería como prolongación de su cabecera izquierda por el exceso de arbusto que existe y que tapan la trayectoria de la carretera histórica. Esto también afecta al juego de tres tajeas y a la alcantarilla de piedra que se encuentran en esta zona y que servían para el drenaje o encharcamiento de aguas cuando el río iba crecido y se desbordaba en esta explanada. En la actualidad, la alcantarilla está prácticamente ocluida y las tajeas aunque disponen de sus vanos libres, creo que están inservibles por la modificación de los campos de cultivo aledaños y la creación de otros vierteaguas. No parecen obras excesivamente antiguas. Pudieran haber sustituido a algunas más antiguas cuando se decide aumentar la cota de esta calzada para dar mayor horizontalidad a la calzada y tramo del puente quizás a finales del siglo XVIII o principios del siglo XIX. 

Las tajeas presentan arcos adintelados con luces aproximadas de 1 metro cada una y fábrica en piedra caliza con bóvedas, paramentos  y firme a base de losas y sillería poco picada. También disponen de tajamares semicilíndricos y una línea de imposta bajo tablero. La alcantarilla parece que dispone de un único vano adintelado con fábrica en piedra caliza muy poco visible salvo por sus pretiles y buena talla en las albardillas aunque todo ello bastante oculto por las biondas de acero clavadas junto a ellos y que han dañado algunas piedras. Convendría sanear esta zona, donde además existe una fuente, dragar la alcantarilla para recuperar la obra antigua, rehabilitarla en lo posible y con algo de arbolado y algún banco crear un área de descanso o esparcimiento para el vecindario donde pueda lucir esta obra civil antigua. Habría que modificar también un apaño a base de cemento para dar servicio a una cañería de PVC de la propia fuente aneja a esta obra y que no guarda consonancia con la estructura original.Sin embargo, en aguas arriba de esta arroyada se ha enlosado en parte la plataforma a base de losetas de arenisca roja que no desentona demasiado. 

No existe cartelería turística que advierta al viajero que se encuentra ante un monumento histórico de obra civil y tampoco hay ningún cartel a pie de obra que nos informe sobre la historia del puente y sus vicisitudes o modificaciones. Este viejo camino real ahora se ha cortado ante las vías del ferrocarril en una amplia zona o explanada que también presenta abandono y es almacén de residuos sólidos o material ferroviario.

Para saber más. El trabajo de Inocencio Cadiñanos Bardeci titulado "Los puentes de la provincia de Palencia durante la Edad Moderna", editado en 1998 por el Instituto Tello Téllez de Meneses, número 69, páginas 347/348. También se han consultado dos volúmenes de la Enciclopedia Estadístico-Geográfica de España y sus posesiones de Ultramar de Pascual Madoz Ibañez, editada en Madrid en 1849, tomo 5 (CAA.CARRU), páginas 342/343 para río Camesa y tomo 13 (PIA-SAZ), páginas 157/158 para Porquera de los Infantes y página 110 para Pomar de Valdivia. Es interesante el plano levantado por el cartógrafo Tomás López Vargas-Machuca en el año 1782. El libro titulado "Guía del viajero por el Antiguo Reino de León", obra de Emilio Valverde Álvarez editada en Madrid en 1886 nos aporta información sobre la línea ferroviaria. Encontrar en internet material fotográfico o referencias a nuestro puente es imposible. No obstante, existen algunas sites que nos informan algo de Camesa y su historia como pueden ser la web oficial del Ayuntamiento de Aguilar de Campoo, el blog de Orígenes, la web de Pomar de Valdivia o la propia Wikipedia. Existe un buen artículo sobre Camesa en el Diario Palentino en edición de fecha 08.11.2015 firmado por Froilán de Lozar pero donde el autor parece que desconoce la obra civil histórica por completo. Algo parecido ocurre con el vídeo rodado el 06.10.2015 por José Luis Estalayo visible en youtube y de cierto interés para conocer la arquitectura del puebluco y su estación pero que pasa olímpicamente del puente histórico aunque eso sí, cruza en coche por su tablero muy raudo sin fijarse en nada. Tampoco es especialmente atento con lo poco que queda en la estación de arqueología industrial ferroviaria aunque eso sí, en algunas tomas se puede observar la mugre y basura que subsiste entre los andenes de la estación que conviene siempre denunciar.

Cómo llegar. Para los viajeros con prisas pues se recomienda circular por la autovía A-67 (Palencia-Santander) cuya salida más próxima es la del PK 103 que aboca a la nacional N-627 por la que seguiremos en sentido decreciente por medio de varios cruces o rotondas elevadas que nos dirigen hacia la estación de ferrocarril donde existe un amplio aparcamiento para dejar el coche. Se cruzan las vías y se accede al viejo camino de Camesa-Villadiego donde se encuentra el puente. La propia estación de FFCC tiene todavía algunas naves o almacenes de cierto interés arquitectónico de época decimonónica y su bonita estación de impronta genuinamente ingenieril ferroviaria. Otra opción es seguir -tras cruzar estas rotondas o pasos superiores- por la N-627 hasta su PK 75 donde podremos coger hacia la izquierda el viejo camino real y entrar en la población de Camesa por la margen izquierda del río que nos lleva al juego pontonero de alcantarilla y tajeas y más adelante a este bello puente. Este lobo carretero siempre recomienda correr las viejas calzadas nacionales por lo que en este caso y con cierto interés cultural o patrimonial apunta la posibilidad de disfrutar de esta nacional N-627 desde su origen en Burgos hasta Aguilar de Campo, donde termina, pudiendo admirar en su trayecto una buena colección de puentes y pontones de interés sobre los ríos Ubierna, Urbel, Valtierra, Lucio o Rupión además de cruces sobre arroyadas y manantiales de la zona. La nacional N-627 empalma con el camino real de Santander, actual N-611 donde existe un amplio catálogo de puentes históricos de gran interés en todo su periplo. Ciertamente y como ya se ha apuntado en este artículo, la continuación de esta nacional N-627 en dirección N/NW se convierte en autonómica CL-626 donde la serie de puentes históricos y de gran belleza se acentúa ya sea en territorio palentino así como en el leonés hasta su final (o principio) en el puerto del Cerredo o raya con Asturias.  Respecto a los puentes propios de Aguilar de Campoo se puede consultar la entrada para su Puente Mayor sobre el río Pisuerga donde además existen otros enlaces al resto de puentes, pontones o pasarelas de la preciosa e histórica villa galletera.




Cartel de entrada al pueblo. Toma de fecha 25.02.2019


Dibujo de alzado y planta del puente con mediciones.




Únicas fotos del puente que he cazado en internet y ambas son del tablero. Dos tomas de David M.A. de fecha 10.10.2010 que se exponen en la web de Mapio.net. Las barandillas se pintaron posteriormente de azul.

TOMAS DEL PUENTE DESDE AGUAS ARRIBA















TOMAS DEL PUENTE DESDE AGUAS ABAJO

































TOMAS DEL TABLERO DEL PUENTE
















Tanda de fotos de fecha 25.02.2019

JUEGO DE TRES TAJEAS JUNTO AL PUENTE














Tanda de fotos de fecha 25.02.2019

ALCANTARILLA CERCA AL PUENTE














Tanda de fotos de fecha 25.02.2019









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