PUENTE MAYOR SOBRE EL RÍO PISUERGA
AGUILAR DE CAMPOO. Palencia
N-611 PK 107
N-611 PK 107
Es uno de los puentes
más antiguos de la villa, junto al del Portazgo. No hay -o al menos no los
conozco- testimonios de su construcción. A juzgar por su estructura y a tenor
de lo que acontece en Aguilar, que cobra importancia en el alto medievo,
podríamos considerar una obra románica que se construye entre los siglo XII y
XIII. No se aprecian trabajos que modifiquen su estructura en la Baja Edad
Media (arcos ojivales) ni en el Renacimiento aun cuando debería repararse en
ocasiones debido a las potentes y destructivas riadas del río Pisuerga a lo
largos de aquellos siglos. Es probable que este puente sea uno de los más
antiguos de Palencia, anterior incluso al de Carrión de los Condes o Saldaña.
Más adelante, ya en el
siglo XVIII y al igual que ocurre con otros puentes de la provincia, con la
llegada de los borbones, se presta atención al mal estado de caminos y puentes
y -en muchos casos- se procede a su restauración dándole su actual impronta más
clasicista.
Tampoco hay datos de
maestros canteros que trabajen en las restauraciones de este puente y resulta
curioso pues la influencia de los canteros trasmeranos en la zona es evidente y
algunas familias importantes en la cantería, o ensambladores y doradores como
la de Juan de Mazas, trabajaron en la Iglesia de Santa María de Aguilar de
Campoo hacia 1570 y estaban empadronados en esta villa. En este caso, se
supone que muchos grupos de canteros que representaban cientos de individuos se
dirigían hacia El Escorial, donde existía trabajo para todos y durante muchos
años bajo el amparo de otros trasmeranos muy influyentes como el arquitecto
Juan de Herrera, Marcos de Vierna o el Padre Pontones que actuaban allí de
directores de obra en edificación o caminos en diferentes momentos. Ciertamente y a lo largo del siglo XVIII aparecen algunos nombres de canteros o alarifes como son Francisco Gandarillas, Vicente Fernández, Francisco García de la Rasilla, Francisco Fernández o Manuel de Cossío Colombres así como el arquitecto Miguel de Hijosa que debieron de intervenir en la mayoría de puentes del alfoz de Aguilar, incluyendo nuestro puente. Estas intervenciones se recogen en protocolos depositados en el AHN (Archivo Histórico Nacional), legajo número 35.279 que estudió el historiador Inocencio Cadiñados Bardeci y que publicó en su trabajo "Puentes de Palencia en la Edad Moderna), editado en 1998 por el Instituto Tello Téllez de Meneses. Se puede consultar un mayor desarrollo de esta información en la entrada de este blog para el Puente de Camesa de Valdivia.
La ROP (Revista de
Obras Públicas) lo cita en el anuario de 1879 tomo 6.03 por medio de un artículo del ingeniero Pedro
Celestino Espinosa que nos informa que posee 8 arcos de entre 13,36 y 3,89 metros de luz
y que en 1.859 ya en tiempos de Isabel II se procedió a su reparación y
ensanche del tablero para homologarlo a las vías de primer orden.
En los últimos años y acogiéndose
a la financiación del 1% cultural que otorga el Ministerio de Fomento se
procedió a una renovación de la obra con actuación en los 7 vanos que
actualmente posee, tajamares y paramentos que se encontraban deformados; se
sustituyeron sillares y se incorporaron otros que faltaban así como en el
dovelaje. Se renovó el tablero, sustituyendo la plataforma por una losa de
hormigón armado de reparto de cargas más equilibrada, tanto longitudinalmente
como transversalmente. Estas obras se iniciaron el 11.01.2007 y se entregaron
el 21.11.2008 siendo su presupuesto de casi 400.000.- euros.
Características de
la obra actual: Se encuentra situado en una amplia
zona aterrazada del río, con gran colmatación de arenas y limos que de alguna
manera impacta sobre la estructura, viéndose sus muros y arcos enterrados en
sus arranques. Dispone de un largo tablero de 144 metros de longitud, perpendicular
al cauce, horizontal, sin quebraduras, abocinado en el lado derecho, con dos
descansaderos de superficie semicircular en el centro y un ancho de 8,50 metros
después de la intervención de 1859 en que prácticamente se duplicó su anchura.
Bajo tablero, 7 arcos de muy variada factura, siendo el primero (desde lado
izquierdo) un pequeño arco de medio punto con luz aproximada a los 4 metros; a
continuación otros dos rebajados de 9
metros de luz y otros dos, más grandes, con luces que superan los 13 metros del
tipo carpanel, terminando en la orilla derecha con otros arcos rebajados de 9+9 metros de luz. En cabeceras, estribos con pequeños muros de acompañamiento.
Dispone de amplias pilas, fusionadas con 5 espolones-tajamares, muy bajos, que
no sobrepasan los riñones de los arcos, de forma semicircular y cubiertos con
discreto sombrerete, probablemente de obra clasicista del siglo XVIII. En la
zona central, otra pila mayor, más antigua, con tajamar-espolón alto, al modo de cubo semicircular que llega hasta
rasante y se fusiona con pretiles, acondicionando descansaderos enfrentados en
cubierta.
Toda la obra está
construida en piedra arenisca, en algunas zonas muy gastada y deteriorada, con
buen trabajo en la talla de sillares, muy regulares, en hiladas consecutivas y
rectas. Las bóvedas también tienen un buen trabajo en piedra, dovelaje y
boquillas. Especialmente significativo es la obra de estereotomía de algunas
boquillas, con dovelas pentagonales que recogen la conexión con hiladas de
paramentos de modo perfecto, al estilo propio de Herrera o del Padre Pontones.
Sobre tímpanos se dispone una larga moldura de lajas de piedra que soporta el
peso de pretiles, antiguos, también de arenisca, sencillos y una fina
albardilla convexa como terminación y pasamanos.
Como se puede apreciar,
el citado ensanchamiento de calzada no se hizo en voladizos sino que se amplió
el muro y las bóvedas utilizando en fábrica sillares de la misma piedra con
tallado semejante al original, no quedando rastro de la intervención salvo en
el enjarje en intradós de dovelas en todas las bóvedas. El resultado es una modificación
evidentemente costosa y lenta pero que ha permitido no desfigurar la obra, por
lo que actualmente resulta ser un monumento pontonero digno, de gran categoría. El conjunto representa una obra híbrida, de raíz románica y con intervenciones barrocas y clasicistas que culmina con la gran rehabilitación y el ensanche decimonónico.
La diferencia en el
número de arcos actuales con respecto a la información que ofrece Pedro
Celestino obedece a que éste, quizás, contabiliza (o añade) un pequeño arquillo
junto a cabecera izquierda que forma parte de un estrecho caz que habilitaba el
molino anexo conocido como del Capital Malla y que está situado junto a una de
las viejas puertas de la muralla de la villa, llamada de La Cascajera y por la que
se accede al actual Parque del mismo nombre.
Aguas arriba del
puente, en la zona llamada Parque de San Roque, se ha diseñado una amplia zona
ajardinada en la que existe una buena colección de pasarelas de variada
tipología. En conjunto, la acertada intervención urbanística y de
ajardinamiento en ambos frentes del puente, independientemente del disfrute y
esparcimiento de vecinos y visitantes, otorga a nuestro puente un protagonismo
especial en el entorno. Curiosamente, este realce hacia la obra monumental,
discrepa con la falta de información pues no existen carteles de dirección de
tráfico que dirijan hacia el puente y tampoco hay paneles que informen sobre la
obra, su historia o sus vicisitudes. La única y breve referencia al puente está
alejada, en un panel junto a la bellísima puerta medieval con arco ojival
llamada del Paseo del Monasterio o de la Barbacana.
TODAS LAS OBRAS PONTONERAS DE AGUILAR DE CAMPOO
Pasarela Paseo del Loco. Aguilar de Campoo
Pasarelas del Parque de la Cascajera. Aguilar de Campoo
Pasarelas Parque Islade San Roque. Aguilar de Campoo
Puente del Portazgo en Aguilar de Campoo. Cuérnago Pisuerga
Puente del Molino Turruntero en Cúernago-Pisuerga. Aguilar de Campoo
Puente Viejo en Aguilar de Campoo. Cuérnago Pisuerga. Carretera Villallano
Puente Mayor de Aguilar de Campoo sobre río Pisuerga
Pontón del Arroyo Corvio. Aguilar de Campoo
Pasarelas del Parque de la Cascajera. Aguilar de Campoo
Pasarelas Parque Islade San Roque. Aguilar de Campoo
Puente del Portazgo en Aguilar de Campoo. Cuérnago Pisuerga
Puente del Molino Turruntero en Cúernago-Pisuerga. Aguilar de Campoo
Puente Viejo en Aguilar de Campoo. Cuérnago Pisuerga. Carretera Villallano
Puente Mayor de Aguilar de Campoo sobre río Pisuerga
Pontón del Arroyo Corvio. Aguilar de Campoo
Cómo acceder: La preciosa villa de Aguilar de Campo, con un buen número de monumentos,
especialmente románicos, se encuentra en la vieja carretera nacional N-611
(Palencia-Santander) en su PK 107 y hay que tomar la dirección "centro
villa" que es la que cruza el puente, evitando la variante de la propia
nacional. El acceso más rápido y cómodo se hace por la autovía A-67 tomando la
salida 100 en Valoria de Aguilar, si se viene desde el sur, o la salida 101 si
se accede por el norte, para empalmar en ambos casos con la calzada N-611 que
nos llevará al puente. Desde el SE en Burgos, también podemos coger la nacional
N-627 que termina precisamente en Aguilar de Campoo.
Foto de fecha 26.08.2010
Foto de fecha 19.08.2014
Tanda de fotos de fecha 21.02.2015
Foto de William Atkinson en marzo de 1857 donde se ve parcialmente el puente desde aguas arriba.
La villa de Aguilar de Campoo tiene variadas casas hidalgas con un amplio abanico de blasones. Me fijé en éste concreto por su referencia pontonera aunque no parece que sea el Puente Mayor. Recuerda más a los escudos con puentes de Frías o Belorado. En concreto, existen blasones de la familia Vélez en Belorado donde figuran en sus cuarteles podencos, águila de alas extendidas que hace referencia a Aguilar de Campo y un puente con torre de pontazgo o defensa que es lo más parecido a éste. La leyenda de nuestro blasón -muy antigua- parece que hace referencia a un momento de la dominación musulmana en estas tierras, probablemente hacia el siglo XI de nuestra Era en el que, como se puede observar, prevalecen escenas muy crueles.
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