lunes, 27 de enero de 2020

PUENTE FERROVIARIO DE SAN MIGUEL. Matamorosa

PUENTE FERROVIARIO DE SAN MIGUEL
LÍNEA FFCC DE MADRID A SANTANDER PK 424,951
MATAMOROSA. Cantabria
N-611 PK 136 CA-730  A-67 PK 133

Es otro claro ejemplo de los puentes de fábrica, relativamente grandes, que se ejecutaron en la vetusta línea "Ferro-carril de Isabel II" cuya construcción se efectuó entre los años 1852 y 1857. Pertenecía al subtramo que podemos acotar entre Alar del Rey y Reinosa, periplo de camino de hierro de aproximadamente 50 kilómetros donde se construyeron alrededor de 142 obras pontoneras entre puentes, pontones, alcantarillas y tajeas, la mayoría de ellas de fábrica de sillería aunque cabe contabilizar 5 impresionantes puentes con tableros de celosía en hierro forjado que ya no existen. Entre los 13 puentes de fábrica en sillería del proyecto original subsiste esta bonita obra un tanto arrinconada en un extremo de Matamorosa que pasa desapercibido porque no existen señales de tráfico que nos adviertan de que existe una obra civil que, sólo por antigüedad, tiene el mérito de ser un auténtico monumento de la ingeniería civil. Aproximadamente 170 años de vida y aún sigue prestando servicio a esta línea del ferrocarril.

Tiene una longitud aproximada de 43 metros y dispone de tres vanos con geometría de arco escarzano aunque de cota muy baja con respecto al suelo o lecho de algún pequeño arroyo que circulaba por esa vaguada.

Como ocurre en otros casos de puentes y pontones cercanos, lo más llamativo de la obra, especialmente teniendo en cuenta que no son obras urbanas, sino que se encuentran en puntos alejados de gentes y paseantes, es su detallada construcción donde se intenta resaltar su belleza y decoración. La sillería, en general, es armoniosa, regular y de excelente talla aunque se recurra a la cantería de cara vista muy rugosa o averrugada, propia de la ingeniería pontonera ferroviaria.

Sillería de larga soga, dispuesta con cuidado en hiladas perfectamente horizontales y con juntas muy finas, donde apenas cabe una mínima capa de mortero para fijar las piezas. Como suele ser frecuente en las obras de esta línea, destacan las bóvedas y especialmente el trabajo del dovelaje. En este caso se recurre a piezas pentagonales, con ligera cuña, que ensamblan perfectamente con la horizontalidad de las hiladas contiguas siguiendo el tradicional recurso de montea llamado a "montacaballo" que requiere siembre un detallado estudio de la estereotomía en el proyecto pontonero. Las dos pilas intermedias así como los estribos se placan con excelente sillería de gran volumen, bien canteada y cara vista picada que se asienta con cuidado sin que se observe, tras tantos años de vida, fracturas, deslizamientos de piezas o huecos significativos. Estas pilas tabique se cierran en cantos con tajamares-espolones de forma semicircular y se coronan con tejadillos de piedra semi-cónicos que enlazan a la perfección con el dovelaje de boquillas y la sillería de tímpanos. Sobre bóvedas se dispone una larga imposta de piedra caliza con cierto relieve y que sirve también para soportar la carga de los pesados pretiles originales de los que quedan algunos lienzos.

Uno de los vanos da servicio a un camino rural aunque con firme asfaltado, el intermedio sirve para desaguar los pequeños caudales que se forman cuando hay lluvias copiosas aunque normalmente permanece seco y el del extremo opuesto con una canalización interior de cemento debe servir para recoger aguas de pluviales del alcantarillado de la zona o bien, hablo en hipótesis porque lo ignoro, pudiera ser un viejo caz con aguas derivadas del río Hijar que utilizaría la fábrica de áridos cercana al puente como posible lavadero.

Esta obra civil además de prestar servicio ferroviario y ser paso superior de un viejo camino rural, ahora figura en los planos como Calle de Casimiro Sáinz Saiz, en honor al excelente pintor local (1853-1898) muy especializado en la pintura paisajística. Bautizo a la obra civil como Puente de San Miguel por encontrarse en las inmediaciones de este moderno templo de carácter ecléctico.

Su estado de mantenimiento es deficiente, con abundantes manchas de humedades, líquenes y musgos además de hierbas y matojos que medran en sus muros, pilas y estribos. Tiene dovelas fracturadas por efecto de choques en su gálibo de vehículos. A perdido piezas de pretiles e imposta. El arco central está muy cegado por efecto de las arenas y lodos que arrastran las corrientes de la vaguada cuando hay fuertes lluvias y tiene elevada vegetación que impide su observación. No parece oportuno o aceptable que en una obra civil ferroviaria histórica, se haya utilizado una bóveda como circuito de una canalización de hormigón que además está cubierta por un tejado. Se debería soterrar o derivar por otro punto con vistas a mantener exenta la obra en aras de su mejor visibilidad y realce técnico, geométrico y paisajístico.

Para conocer la historia de esta mítica línea de ferrocarril así como compañías que intervinieron en su construcción y explotación, ingenieros y técnicos que la llevaron a efecto y otros pormenores y vicisitudes de la misma, se recomienda la lectura de la entrada de este blog dedicada al Puente de Alar del Rey sobre el Canal de Castilla, primera obra pontonera de la línea según su sentido creciente. También en esa entrada aparecen varios enlaces a los puentes y pontones más significativos de este camino de hierro.

También aprovecho esta entrada para enlazar con otras obras pontoneras interesantes de Matamorosa (Término Municipal de Campoo de Enmedio) que figuran en el blog: Pasarela de las Asociaciones sobre río Hijar, Puente ferroviario sobre el río Hijar, Puente carretero sobre el río Hijar del antiguo Camino Real, ahora N-611, Puente ferroviario sobre el río Izarilla y el Puente ferroviario de La Naval, en su límite con Reinosa. 

Cómo llegar. La vía más rápida para acceder a la zona es la autovía A-67 que seguiremos hasta su PK 133 para enlazar con la autonómica CA-730 en dirección Matamorosa y tras unos 800 metros viraremos hacia el SW por el antiguo camino real o N-611a hasta llegar a una boca-calle desde la que es visible la Iglesia de San Miguel, en la calle Casimiro Sáinz y a la que da servicio nuestro puente por uno de sus arcos.









Tanda de fotos de fecha 08.08.2013



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