domingo, 29 de mayo de 2022

PUENTE DE LAS TENERÍAS SOBRE EL RÍO BAÑUELOS. Aranda de Duero-BU.

 PUENTE DE LAS TENERÍAS SOBRE EL RÍO BAÑUELOS
ARANDA DE DUERO. Burgos
N-I PK 158 y A1 PK 158

Presentamos otra de las bellas joyas pontoneras de la ciudad de Aranda y sorprende mucho que aún exista dadas las características casi permanentes de agresivas avenidas del río Duero y sus tributarios en la zona a lo largo de siglos. Incluso se especula con que alguna potente riada en el siglo XVIII causó daños importantes en el Puente Mayor y en el de La Conchuela pero que en éste, pese a elevarse los caudales por encima del tablero, aguantó con garbo estas acometidas. 

Al igual que ocurre con las otras estructuras viejunas, la fundación de este puente se pierde en la noche de los tiempos. Por la idiosincrasia de esta villa y su expansión en población, industria y comercio a lo largo de la Baja Edad Media, cabría considerar (en contra de lo que opinan algunos historiadores) que por aquellas fechas se pudo construir este puente o bien, se reforzó con piedra algún viejo paso de madera que serviría para comunicar estos barrios, especialmente el casco viejo con los nuevos emplazamientos industriales que crecían por el NW de la población. Pese a sus evidentes modificaciones a lo largo de siglos, el paseante o curioso que se acerca a la obra enseguida piensa o imagina que se encuentra ante una bella y digna puente de tradición medieval, en femenino, como se decía antiguamente: cauce encajonado, piedra austera e irregular, manguardias relevantes y una silueta en lomo de asno patente… nos harían pensar en que es de factura netamente medieval aunque a lo largo de siglos haya sufrido reformas y modificaciones. 

Escarbando en fuentes contemporáneas conocemos que la obra civil tenía también otros nombres: Puente Romano -debido a esa antigüedad que creemos- así como Puente de San Juan, por encontrarse cerca de la iglesia homónima. Prevalece el de Tenerías pues en aquel sector del río Bañuelos se instalaron varias factorías de curtidos, trabajos que ocasionaban suciedad, fétidos olores y contaminación de las aguas por lo que eran actividades que normalmente se situaban en los arrabales de ciudades y villas. 

Siguiendo a Cadiñanos se apunta a que la obra ya sufrió daños en las avenidas de los años 1572 y 1575 con posibles reparos de la estructura. Puede que también actuara en algunos reparos el maestro cantero Pedro Díaz del Palacio pues aunque se sabe que perdió la puja en 1629 para arreglar los puentes de la ciudad, lo cierto es que estuvo muy ligado a otras obras pontoneras cercanas como son el Puente de Peñafiel o el de La Vid donde trabajó entre los años 1620 y 1622. También los canteros Sancho de la Riva y Juan Incera de la Sierra debieron de intervenir en el puente en el año 1640 cuando ganan la oferta para reparar los tres puentes principales de la villa entre los que se encontraría nuestro puente. 

La reparación más importante se llevó a cabo en el año 1760 (otros autores opinan que fue en 1769) a cargo o bajo la dirección del ilustre maestro cantero y arquitecto Hilario Alfonso de Jorganes y Pedro Fol que consiguieron la adjudicación de reparos de los puentes de Aranda de Duero. Se delega la obra en los canteros Fernando Munar, José Ortiz de la Lastra y Francisco de Soto. Varios años después será el maestro Antonio de la Puente el que levanta o refuerza las manguardias anejas a la estructura. La mejora del puente se produce hacia el año 1769 cuando los ya citados Jorganes y Fol ganan la subasta para arreglar los accesos del puente así como el empedrado como firme de los puentes señeros de la villa. Este proyecto estaba apoyado por Marcos de Vierna, poderoso comisario de puentes y caminos durante el reinado de Carlos III. Puede que la confusión de ambas actuaciones de 1760 y 1769 tengan algún en común. 

Lo cierto es que tras estos reparos, en el año 1775 se registraros violentas riadas que causarían daños en los puentes de Aranda y se encarga de revisar e informar de los daños en 1777 al maestro cantero Manuel del Campo que focaliza el asunto en los varios puentes sobre el río Bañuelos entre los que figuraría éste del que comenta que se trata de obra muy antigua y se debería de recalzar uno de los estribos. De nuevo, en 1778 y debido a una crecida importante, aparecen nuevos daños en la estructura -posiblemente algunos paños de sillería de los muros de estribos- y se encarga de la inspección el arquitecto Fernando González de Lara cuyo informe es aprobado por la RABASF señalando la necesidad de practicar el recalce del estribo, nuevas cimentaciones y arreglos en los antepechos. Nuevamente, en el año 1788 se produjo una violenta crecida de estos ríos que afectaron a todos los puentes de la villa salvo el de La Conchuela por lo que interpretamos que el de Las Tenerías quedaría dañado pero ignoramos fecha y proyectos sobre su recomposición aunque es obvio que se haría. 

Mediado el siglo XIX nos informa Pascual Madoz en su Diccionario Geográfico y al respecto: que al Duero en este punto se le une el Bañuelos con caudal durante todo el año y que nace en el término de Arauzo de Miel a unas 6/7 leguas de la ciudad. Este río alimenta un molino y un batán y tiene en poco trecho 4 puentes (que considera en uso) y que siguiendo aguas arriba sería el de Tenerías, Minaya y San Francisco que son antiguos. Más moderno es el cuarto construido en el año 1843 por la Dirección de Caminos que es de buenas proporciones y accede a la carretera de Francia por el N de la villa

Desde entonces hasta nuestros días pues suponemos que el puente habrá sufrido nuevas intervenciones en orden a su mantenimiento y ello se observa por la recarga de morteros que muestra ya sea en muros o en bóvedas así como por la disparidad de piedra en volumen y formas acoplados a la estructura en apaños de diferente origen pero contemporáneos. 

Características actuales de la obra. Nuestro pequeño puente tiene una longitud total de aproximadamente 32 metros incluyendo los estribos. Su anchura regular es de 3,70 metros aunque hacia cabeceras se ensancha ostensiblemente con mediciones para la izquierda de casi 6 metros y en la derecha -más amplia porque absorbe una curva en el trazado- de casi 11 metros. Ya de por sí, estas medidas nos ofrecen dudas en cuanto a la originalidad de la obra: La primera es la propia anchura del tablero en la zona recta de vuelo que consideramos demasiado estrecha para ser obra renacentista o barroca por lo que parece razonable pensar en que los primeros restos originales -que suelen coincidir con la anchura de la bóveda- nos indica que es obra medieval o bajomedieval. La fuerte inclinación a dos aguas también es otra característica para documentarle como medieval pues en siglos posteriores ya no se hacía puentes alomados y éste, lo es -o lo era- acusadamente. Sin embargo, lo que se ha comentado de los ensanches de cabeceras, que razonablemente y en obra nueva no obedecían a crear espacios de espera -ya existían fuera del puente- y su longitud es tan corta que no hacía falta otros descansaderos intermedios pudiera ser obra de reformas posteriores, cuando la velocidad de los vehículos de tracción animal era mayor y ahí si se precisaba de espacios de espera; también estos abocinamientos se producían para encauzar los rebaños de ganado hacia el propio tablero y evitar caídas al cauce pero ignoro si por aquí pasaba un ramal de alguna cañada ganadera. 

Por otra parte, los intentos de regularizar la línea del tablero para disminuir su inclinación origina que se actúe sobre los estribos o cabeceras, incrementando los rellenos de piedra, cales y arenas que a juzgar por el aspecto actual de los muros, en momentos de filtraciones o niveles de cauce elevados, empaparían el extradós de la obra y produciría derribos de los chapados originales, probablemente de sillería y ahora de burdo mampuesto. Algún estudioso de la obra comenta que debió de existir otro vano a la izquierda del actual porque se intuye una serie de piedras o hilada curva en el muro ahora cegado. Lo cierto es que pudiera ser o existir como un pequeño cuérnago de las actividades de los curtidores pero también podría ser un arco ciego de descarga para evitar los derribos o desprendimientos de paramentos pues intuimos que existieron muchos a lo largo de la vida del puente. 

Siguiendo con las mediciones cabe mencionar que el vano del puente en forma de arco de medio punto tiene una luz aproximada de 14 metros; en general esa amplitud ha permitido que pese a la fuerza de las grande avenidas la bóveda haya resistido los envites de las aguas e incluso se hayan canalizado con fluidez las de bajante pues el choque de la corriente de un cauce serpenteante con unos muros (y salidas de madre) a poco más de 100 metros en aguas arriba es probable que frenara la violencia del cauce sobre esta estructura así como la propia crecida del Duero -que iría pareja a la del Bañuelos- introduciéndose quizás en el desagüe del Bañuelos, atemperaría la bravura de estas avenidas tan frecuentes en la zona y evitaría el colapso del viejo puente. Ya se ha comentado que los daños en la estructura solían ser en las cepas, tímpanos y muros de acompañamiento o estribos. 

Prestando atención al aparejo se deduce la variada fábrica originada por los diferentes arreglos y reconstrucciones de la obra. La sillería de las zonas bajas, ya sea en estribos, basas de la bóveda y otros refuerzos inferiores denota mayor regularidad en las piezas que aunque de gran volumen son paralelepípedos bien dispuestos y asentados en sus correspondientes hiladas; se trata de piedra caliza muy erosionada que denota su antigüedad. Hacia las zonas de riñones del arco o tímpanos los paramentos se resuelven con unas pocas hiladas de sillería más o menos regular aunque bien dispuestas y que intentan casar con la curvatura del arco con sillares trapezoidales. En el estribo izquierdo, más largo, hay disparidad de fábrica con piezas muy antiguas mezcladas con las de los reparos de los siglos XVII y XVIII. Parece ejemplar la bóveda pese a sus arreglos donde el juego de roscas es uniforme, bien trabadas y con material homogéneo; este trabajo de cantería se refleja bien en boquillas, bien trazadas, canteadas, con algo de cuña y excelente disposición conformando una buena geometría de arco. También guarda cierta armonía el chapado en piedra de las manguardias, probablemente obra de Antonio de la Puente. Todo lo que conforma los muros de acompañamiento hasta estribos se componen de una variada mezcla ramplona de mampostería, canto rodado y gruesas lechadas de mortero de todo tipo según podemos apreciar en las fotografías. 

En cubierta, muy vistosa, destaca el quiebro del propio tablero, sus abocinamientos, el firme de adoquín relativamente reciente y los pretiles de mampostería discretos, muy erosionados pero firmes que se rematan con albardillas convexas de piedra caliza también antiguas. En ambos frentes y debido a los recrecidos de estribos la imposta queda difuminada u oculta. 

Aguas abajo pero muy cerca aparece otro puente que es el que presta servicio a los vehículos y peatones que circular por la calle de Santa Ana/San Juan. Aunque desconozco todo de él quiero pensar que podría ser la obra nueva que apuntaba Madoz hacia mediado el siglo XIX, o sea, una estructura decimonónica que sigue utilizando la piedra tallada y del que quedarían como reliquias la continuación de las manguardias en curva para reducir la anchura del cauce y paramentos de estribos, todo ello de excelente sillería de piedra caliza. Moreno Gallo en su capítulo 5 del libro "Puentes singulares de Burgos" nos comenta que es un puente del siglo XX y que el tablero consta de vigas metálicas de alma llena en sección de doble T arriostradas por traviesas del mismo material. Supongo que la cubierta o extradós será a base de losas de hormigón armado. Las mediciones que ofrece son 12,50 metros de luz para el arco adintelado y flecha de 2,70 metros hasta lámina de aguas; tablero de la misma longitud con un ancho de 6 metros que permite doble dirección vial y aceras sin que existan limitaciones para su tránsito. Mantiene bellos petos de rejería historiada, semejantes a los del Puente Mayor y en extremos, cortos pretiles de mampostería y albardillas de piedra que me sugieren ese origen decimonónico al que aludo. 

Para ampliar conocimientos o cita de fuentes al respecto me remito a lo expresado en la entrada para el Puente Mayor, en todo caso anotando que se presta mayor atención a esta obra en el trabajo señalado de Inocencio Cadiñanos Bardeci y en el de J.J. Sánchez Rivera además de lo apuntado en el trabajo del PGOU municipal del año 2014. A nivel de blogs conviene citar Puentemanía que le dedica una entrada. 

El conjunto de puentes arandinos cazados para este blog se puede consultar en estos enlaces: Puente MayorPuente Ferroviario, La Conchuela, Minaya, la moderna Pasarela sobre el Duero y una curiosa pasarela sobre el río Arandilla


Se sigue cierto orden cronológico en la exposición gráfica.


Detalle parcial de plano de la villa que levantó Francisco Coello de Portugal en el año 1868 donde figura nuestro puente con su nombre marcado en círculo rojo.


Fotografía del puente probablemente tomada hacia el año 1980 por José Luis Esteban y que utiliza Inocencio Cadiñanos Bardeci en su trabajo "Los puentes del Sur de la provincia de Burgos en la Edad Moderna", publicado en la "Biblioteca de Estudio e Investigación, tomo 11, año 1996, página 9" y editado por el Ayuntamiento de Aranda de Duero. 


Foto del puente tomada hacia el año 2005 que exhibe el trabajo de J.J. Sánchez Rivera titulado "Importancia de las comunicaciones en el siglo XVIII: Los Puentes". 

                                    

Fotografía del puente probablemente tomada hacia el año 2010 que figura en los estudios del PGOU Catálogo Arqueológico municipal confeccionado en 2014. 




Tomas del puente de fecha 07.07.2013 efectuadas por Thierry Lacroix para el blog de Puentemanía.


Buena toma del puente en fecha 25.04.2015 con autoría de Dolores Giraldez Alonso que se exhibe en la web de Alamy para su venta. 


Toma que ubico en el año 2018 pero pudiera ser anterior. Figura en el libro titulado "Puentes singulares de Burgos", capítulo 5 de Miguel Ángel Moreno Gallo, editado por la Diputación de Burgos en el año 2018. 


Curiosa toma medio cenital del puente que permite ver su tablero muy quebrado. Fotografía de fecha 09-2021 cuyo autor es Peperelax-Murcia para Google Map.




































Tomas del puentecillo en secuencia de aguas arriba, aguas abajo, tablero, cauce y entorno. Tanda de fotos de fecha 20.10.2021


Interesante imagen del puente y río con muchos cestos de recoger la uva, supongo que en alguna celebración local relacionada con la vendimia. Lleva fecha de 06-2022 con autoría de Isabel Vicente que exhibe Google Map. 

PUENTE NUEVO DE LAS TENERÍAS


Imagen de puente que difunde el libro titulado "Puentes singulares de Burgos", editado por la Diputación de Burgos en el año 2018. 










Tanda de fotos de fecha 20.10.2021




Fotografías de la pasarela sobre el río Bañuelos poco antes de su desembocadura en el río Duero en tomas de fecha 20.10.2021



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