DUEÑAS. Palencia
P-102 PK 1
Trasteando por las carreteras palentinas tuve ocasión de acercarme hasta Dueñas con intención de olisquear lo que podía quedar de aquel icono pontonero de bella estampa al que llamaron Puente de la Unión, ejemplo mítico de lo que fue el buen hacer de la ingeniería decimonónica en estructuras colgadas. Ignoro si queda alguna viva en pleno siglo XXI aunque me temo que no, que salvo los puentes (ahora pasarelas) de Jánovas sobre el río Ara o la obra industrial de Alar del Rey sobre el Pisuerga para la fábrica de mantas que ahora está en inminente colapso, no tengo constancia de puentes colgantes verdaderamente antiguos. Lo cierto es que hubo unos cuantos, al principio colgados con cadenas de hierro dulce y más adelante con barras y mazos de hilos en hierro fundido pero su rápida obsolescencia y la falta de mantenimiento en la mayoría de ellos determinó su desaparición. La mayoría se sustituyó por otros más o menos irrelevantes en hormigón armado, unos pocos fueron cambiados por otros de hierro o acero, aprovechando los estribos de fábrica y resultaron interesantes y algo así, recuerdo que ocurrió con el carretero de Arganda/Rivas-Vaciamadrid sobre el río Jarama, obra mítica que hasta se plasmó en el celuloide y sigue siendo una obra monumental espectacular. Con respecto a éste, cabe recordar que entre los nuevos diseños para su sustitución, existía uno metálico que imagino, sería también con vigas en celosía del tipo bow-string que ahora haría las delicias de los curiosos y estudiosos de obras pontoneras históricas en el caso de haberse construido.
El puente original es proyecto de los ingenieros
Calixto Santa Cruz y Andrés Mendizábal Urdangarin, ambos jóvenes técnicos de
las promociones de 1839 y 1840 respectivamente. La obra se levantó en 1845 y
parece ser que la dirección la llevó a cabo el Señor Mendizábal. El puente
tenía una longitud de 75 metros, ancho de 5,60 metros y flecha sobre lámina de
aguas de 8,80 metros. (Según José María Sáinz tenía 72 metros de largo y 5,72
metros de ancho, que permitían una calzada libre de 4,12 metros y dos andenes
peatonales de 80 centímetros cada uno). Estribos de sillería, pilonos de 7,70
metros de altura y calibre desde 1,66 a 1,40 metros en disminución hacia cielo.
El tablero era de madera ya fuere en largueros así como en traviesas de álamo
negro. La rigidez del tablero la otorgaban barandillas también de madera de
roble en celosía con cruces de San Andrés. La parte metálica era en hierro
forjado ya fuere en las chapas o en las péndolas, siendo los cables en madejas
de hilos con hasta 220/240 alambres. Fue uno de los proyectos de puentes
colgantes sin apoyos intermedios con mayor longitud en aquella época.
Estas obras públicas eran estatales y se supone
que pasarían periódicas revisiones para comprobar su estado y corregir deficiencias
pero con el tiempo de fueron delegando en diputaciones y ayuntamientos que ya
no ejercían la labor de policía técnica adecuada por lo que, poco a poco, éste
y otros ejemplos de estructuras semejantes se fueron deteriorando
ineludiblemente.
Hacia 1870 se encargó la revisión del puente a
Carlos Campuzano Watkins y Manuel Morales Bell que ya expresaron algunas
averías como era la de que cables y lazos de amarre estaban perjudicados por
falta de mantenimiento aunque no consideraron que el puente peligrara. También
por aquellos años acudieron para su inspección Cayetano González de la Vega y
Melchor Palau Catalá que determinaron la inconsistencia de la obra, la
necesidad de renovar el entarimado e insistieron en su falta de mantenimiento.
En el año 1874 lo inspecciona el ingeniero Antonio Borregón Peñalver en
compañía de Luis Díez de Luis y se denuncia precisamente la falta de
mantenimiento por parte del ayuntamiento de Dueñas además de detallar
meticulosamente las características de la obra en un excelente artículo para la
ROP en el año 1874, tomo 17. En el año 1883 un desastroso incendio acabó con el
tablero que hubo de ser sustituido.
Lo cierto es que la obra siguió aguantando unos
cuantos años y se cree que fue el puente colgante más longevo de los de
aquellas características. En fecha 31.03.1924 se aprueba la subasta para un
nuevo puente en hormigón armado que sustituya al colgado. Se encarga el
proyecto y construcción a José María Sáinz Ramírez teniendo en cuenta que se
trataba de una obra muy novedosa al introducir el hormigón armado en las vigas
del nuevo tablero para lo que Sáinz tuvo la colaboración y el asesoramiento de
José Eugenio Ribera Durante, auténtico precursor de esta nueva técnica en
nuestro país. Así mismo y para afinar en los precisos cálculos de resistencias de
materiales contó con la colaboración de Rafael Zumárraga Egozcue, ingeniero que
llevó la dirección de la obra en su último período auxiliado por el sobrestante
Leandro Rodríguez. Las obras empezaron en junio de 1924 y en 1926 se procede al
desmontaje de la vieja estructura demoliendo además el estribo izquierdo para
dotarlo de uno nuevo con manguardias de piedra lo que concluyó en aquel año. Entre
el 10 y el 14 de mayo de 1927 se hacen las pruebas de carga y se inaugura hacia
el mes de junio de ese año. Su presupuesto final ascendió a 447.400.- pesetas,
incluyendo la barca de paso para carga de materiales y las defensas de la margen
izquierda, las cuales tuvieron un coste de 78,400.- pesetas. Existe un
detallado artículo del autor del puente en la ROP del año 1828, tomo 2504.
Características actuales de la obra. Tiene una longitud de 104 metros incluyendo sus
largos estribos. El ancho medio es de 7,22 metros, ligeramente mayor en
cabeceras. Consta de 4 vanos adintelados con 18,54 metros de luz cada uno de
ellos. El apoyo se produce en los estribos, uno viejo y el otro retocado así
como en tres nuevas pilas de hormigón en masa. El estribo izquierdo se aligera
con un nuevo vano en bóveda de cañón y luz de 6 metros. Cada tramo se compone
de dos largueros o vigas principales en hormigón armado o de alma llena y forma
parabólica en su canto superior con 1,47 metros de altura en extremos y 2,13
metros en la medianía. Estos largueros se arriostran en intradós con 16 viguetas
transversales que sostienen un forjado corrido en toda su longitud. En cubierta
disponía originariamente de un firme central de hormigón en masa con una capa
de rodadura con cemento de alta resistencia (ahora aglomerado asfáltico en
caliente) y dos andenes con bordillo también de hormigón semejantes a los
actuales. Los petos son las propias vigas y en extremos se añaden muretes de
hormigón y guardarruedas cónicos. Se han mantenido como objeto curioso los
pilonos por los que pasaban los cables con unos capiteles muy elaborados.
Aunque la obra en hormigón por aquellas fechas seguía siendo polémica por su
adustez y poca vistosidad, el autor añade aditamentos a modo decorativo como
pueden ser los listeles y coronación en pilas, marcos y círculos en relieve en
las caras externas de las vigas, rejería de hierro dulce como protecciones
sobre pretiles y variados paneles de azulejo de Talavera con el escudo de
España. Subsiste uno de los dos paneles -también en azulejo y protegidos con celosía-
en los que la leyenda es la siguiente: “El que cause intencionadamente
cualquier desperfecto en esta obra será castigado con todo rigor”.
Ciertamente, los desperfectos de la obra en la actualidad
se deben más bien al abandono o falta de mantenimiento. Debería de acometerse
una buena limpieza de los lienzos de hormigón, arreglar puntos donde éste se ha
desprendido, reponer los paneles de cerámica ahora muy deteriorados y revisar
la sillería de estribos, en algunos puntos con grietas. Es importante que se
proceda a una tala selectiva del arbolado en cabeceras que impiden por completo
la observación y fotografiado de la obra plena. Se debería dar mayor relevancia
o protagonismo al puente ya que, como dice su autor, fue el primero construido
en nuestro país con esas características. Convendría incorporar señales de
tráfico -las de fondo rosa- bien en esta calzada o en la cercana nacional N-620
(A-62) para que el curioso o estudioso advierta que en las cercanías existe un
puente de interés que ya es patrimonio de la obra civil histórica hispana. También
se puede clavar a pie de obra algún panel alusivo a la historia y vicisitudes
de este puente así como el de su antecesor. Hay espacio de sobre junto a la
casilla de peones para acondicionar un aparcamiento. Por cierto, tampoco
estaría mal rehabilitar esta edificación y formar un conjunto que muestre o
haga las veces de centro de interpretación de la obra pública. En el tablero,
junto a la cabecera derecha subsiste un viejo mojón del Plan Peña de los años
40 en hormigón bien mantenido, algo es algo. Dada la angostura del tablero
tienen preferencia de paso los vehículos que acceden al puente en sentido decreciente
de esta calzada provincial. Por demás, no hay otras limitaciones por MMA o
longitud de ejes por lo que la obra soporta bien el tránsito de camiones de 40
toneladas.
Otro puentes de interés en Dueñas son el que ahora
da servicio a una calzada de la autovía A-62 a la altura del PK 92 de época
decimonónica así como el ferroviario, ambos cruzando el río Carrión. En el
casco urbano he observado que existe un vetusto puentecillo sobre el Arroyo
Valdesanjuan. El Padre Pontones, entre otros maestros de obra clasicistas de
gran prestigio, visitó la localidad para reparaciones en sus puentes (Puente Grande,
el de Tojanco y el de San Isidro) y nos dejó un proyecto de un bello pontón que
no pudo realizarse pero que podría ser para sustituir el de este arroyo.
También el Canal de Castilla en este término ha dejado huellas con modestos
pontones de piedra además de fábricas de harina y otras industrias.
Para saber más. Sin duda, los artículos más precisos para el puente antiguo y el moderno son los que recoge la Revista de Obras Públicas (ROP), bien en el número 17 del año 1874 escrito por Antonio Borregón, el número 1211 del año 1898 sin nombre de autor así como el del año 1928, tomo 2504, escrito por el propio ingeniero del proyecto, José María Sáinz Ramírez para el puente de hormigón. Como se ha señalado en alguna fotografía, es muy interesante la tesis doctoral del ingeniero Roberto Serrano López titulada “Arquitectura e Ingeniería del hierro en las provincias de Burgos y Palencia entre los años 1830 y 1940” presentada en la Universidad de Burgos en noviembre de 2011 y donde trata con cierto detenimiento esta estructura. La Wikipedia tiene voz propia para el viejo Puente de la Unión. Existe en twitter una entrada interesante para los puentes colgantes españoles que administra Johnny Gray donde se alude a esta obra. En el texto se han citado a dos de los míticos ingenieros de época decimonónica como fueron Cayetano González de la Vega y Carlos Campuzano Watkins, ambos muy vinculados a la construcción de la línea ferroviaria de Alar del Rey-Santander, conocida como Ferro-carril de Isabel II, inaugurado precisamente en tiempos de esa reina y en la que ambos proyectaron varios puentes de importancia. En este blog se puede consultar la entrada para el conocido Puente del Rey en Santa Olalla o bien el de Alar del Rey sobre el Canal de Castilla donde se aporta información de estos técnicos así como del largo proyecto ferroviario. Como obra carreteril, es interesante el puente que proyectó González de la Vega sobre el río Ebro, conocido como Puente de la Horadada. Con respecto a José María Sainz Ramírez podemos incluir como otro proyecto suyo el viejo Puente de Soto del Cerrato sobre el río Pisuerga, obra también en hormigón armado terminado en 1918 y que aún subsiste, ahora como pasarela ya que se ha construido para la carretera P-121 una estructura con un arco de acero del tipo bow-string que es la que presta servicio a esta calzada. Como hecho curioso también es muy interesante el proyecto no realizado de Sáinz Ramírez para la Plaza de Canalejas en Madrid que trazó en 1916 y que hubiera representado un hito modernista del que tan falto está la capital madrileña, independientemente de los aspectos eclécticos del proyecto, más habituales en la edificación de esta urbe. Seguía apostando por el hormigón armado mezclado con la rejería de hierro. Este interesante y bello proyecto lo presentó en la ROP, año 1916, tomo 2140, bajo el título "Rotonda de Reina Victoria". Por otra parte y si consultáramos la Enciclopedia Geográfico-Estadística de Pascual Madoz, editada en el año 1847, tomo VII, página 417, nos encontraríamos que en la voz Dueñas, todavía no se detalla esta obra, probablemente debido a que la información de la villa recogida por algún clérigo del lugar era de unos años anterior al evento de la construcción del puente. Sin más detalle, este informe nos cuenta que hay un puente sobre el río Carrión y una barca mediana que cruza el Pisuerga, imaginamos que cerca de este lugar.
Se sigue cierto orden cronológico en la exposición gráfica.
Una de las primeras postales del puente, probablemente editada hacia en el año 1908, que en principio comercializó M. Nava y más adelante Ediciones Guillén de Valladolid.
Dibujo esquemático del puente original según interpretación del ingeniero Roberto Serrano López para su tesis doctoral "Arquitectura e Ingeniería del hierro en la provincia de Burgos y Palencia entre los años 1830 y 1940" presentada en la Universidad de Burgos en noviembre del año 2011.
Misma fotografía que la anterior con mayor nitidez que publicó al mismo tiempo el periódico ABC, probablemente en la misma fecha. Archivo gráfico de este rotativo.
Estas fotografías enmarcadas del puente -quizás como postales- fueron editadas en el año 1931 con la particularidad de que llevan un pequeño texto en el margen inferior alusivo a que el que lo escribe debió de ser el propio José María Sáinz Ramírez. (El último puente que proyecté y construí sobre el río Pisuerga...). Por lo demás, anotar que la foto superior es la misma que ya divulgó el ABC en 1927.
Preciosa y nítida imagen desde la margen izquierda del río sin fecha que podríamos adjudicar a los años 2015/2016 cuyo autor es Fonsy Villota para Mapio.net. El espacio, tras una reciente entresaca de arbolado, permite observar con claridad el arco en primer término, situación poco habitual ya que normalmente está tapado por el tupido matorral.
Tanda de fotos de fecha 03.09.2020
ANEJOS DEL PUENTE
Toma de fecha 15.08.2014 de la aneja casilla de peones camineros con la techumbre en ruina.
Tomas de fecha 03.09.2020 de la casilla de peones, el camino empedrado a ese recinto, una caseta de control de cauces con aljibe levantado en 1900 y el cauce del río Pisuerga.
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