CAZANDO PUENTES: PUENTES DE LAS HOCES DE VEGACERVERA. León

PUENTES EN LOS CAÑONES DEL RÍO TORIO. VEGACERVERA. León

LE-315 PK 8-10

La subida al puerto de Piedrafita se hacía por una vieja vía de uso tradicional muy antigua, que también utilizaba en sus desplazamientos la trashumancia de merinas. A lo largo de este trayecto el río Torio se encajona entre las paredes rocosas de caliza y apenas queda espacio en sus márgenes para seguir el camino aunque éste fuere por veredas o trochas. Se hacía necesario el cruce del cauce, que con aguas bajas, se produciría en algunos puntos con vados naturales pero cuando el río iba crecido, se recurría a pasos de madera, con apoyos en la propia roca de los taludes en márgenes. Estos pontones eran estrechos y tendrían una duración efímera pero eran fáciles de reconstruir y baratos. Los gruesos rebaños que hacía la trashumancia por estos lares y dada la imposibilidad de marchar por el Paso de las Hoces a riesgo de despeñarse ganados y pastores, cogían una colada en Valporquero que se dirigía hacia la Collada del Moro y Gete, para después, descender de nuevo al Torio y seguir por esta ruta, camino de Piedrafita.

Hacia el año 1.897 la Administración aprobó un proyecto con un coste de 2.450.413.- pesetas para renovar esta vía siguiendo la normativa del momento para carreteras de tercer orden con anchura de 4 metros, firmes de macadam, muros de contención, quitamiedos y la sustitución de los puentes, ya fueren de madera o de piedra que por su estado o angostura no pudieran ser recuperables y que serían sustituidos por otros según catálogo del propio ministerio del ramo. Este sector de calzada hasta el lugar de Piedrafita se terminó en el año 1.909 y a la raya con Asturias se llegó en 1.916.

El primer puente construido siguiendo la carretera en sentido creciente era el llamado Puente de La Cimera que permaneció en uso hasta la contienda de la Guerra Civil en que fue volado y aunque se recompuso a base de tablones de madera durante un tiempo, al final y por abandono desapareció. En el año 1.953 se estudió la posibilidad de reconstruirle pero Aurelio Ruíz López, como ingeniero que llevaba el proyecto, decidió que era más económico ensanchar el cercano puente conocido como de Los Verdugos (donde también existió un viejo puente de fábrica), que reconstruir en piedra y hormigón el viejo puente de La Cimera.

PUENTE DE LA PRESA. Se encuentra aproximadamente en el PK 8,600 de esta calzada provincial donde existe un pequeño salto de agua y el canal de derivación de aguas de Vegacervera, cuya canalización se observa desde el puente, horadada en la base de margen izquierda de estos farallones calizos. Tiene una longitud de 33 metros y trayectoria esviada con respecto al cauce, en un requiebro carreteril de pronunciadas curvas en ambas cabeceras. Tiene un solo vano y de la fábrica original conserva las semipilas de tabique en extremos bajo estribos, con buena y amplia sillería de caliza que se refuerzan en extremos con cuartos de tajamar de forma redondeada y cubiertos por tejadillos de piedra semicónicos. En las bóvedas se aprecia su ensanche a base de hormigón. En cubierta se dispone de un firme de aglomerado asfáltico, petos de hormigón armado al estilo de barandillas con barras verticales y dos estrechas aceras peatonales. En ambas caras y sobre las boquillas del arco escarzano discurren tuberías que apoyan en herrajes empotrados en la fábrica.

SEGUNDO PUENTE. Se encuentra unos metros antes de llegar al PK 9 también en trayectoria esviada con respecto a la perpendicular del cauce y produciendo dos pronunciadas curvas en ambas cabeceras debido al encajonamiento de la zona. Dispone de un vano y tiene una longitud aproximada de 23 metros. Bóveda escarzana de hormigón y fábrica de mampostería con parcheados de hormigón para tapar huecos de desprendimiento en paramentos. En este caso, los pretiles se fusionan con la fábrica en muros de mampostería y se coronan con una albardilla de hormigón de canto menudo. Aguas abajo también lleva una tubería sobre claves del arco.

Todavía se pueden observar los restos de piedra del puente antiguo, especialmente junto al estribo derecho así como la fuerte basa de hormigón que debió de implementarse para tirar algún tablero de madera y dar servicio a la carretera durante unos años, hasta la reconstrucción de esta obra en los años 50 del siglo XX.

PUENTE DE LOS VERDUGOS. Posicionado hacia el PK 9,400, es el último de los tres puentes decimonónicos antes de abrirse este cañón hacia el valle camino de Felmin. Al igual que los anteriores, se construye oblicuo al cauce aunque en este caso, la curva de salida hacia el N es más suave. Tiene una longitud de 26 metros y un solo vano, también de directriz escarzana más un arquillo de aliviadero en margen derecha. Bóveda de hormigón, probablemente armado, correspondiente al ensanchamiento producido en los años 50 del siglo XX. Fábrica variada con sillares de gran volumen, sillarejo y mampostería en piedra caliza donde se mezclan piedras del puente decimonónico con el que se ensancha, e incluso hay materiales que provienen del antiguo puente de piedra. En superficie, firme de aglomerado asfáltico, pretiles calados de hormigón con varilla interior de acero, visible en algunos elementos y un par de viales peatonales estrechos. Aguas abajo y pegado al estribo izquierdo quedan restos del puente antiguo como el arranque de la bóveda, con sillería bien trabajada y el relleno de hormigón a base de argamasas, canto rodado y piedra machacada. Estos restos podrían pertenecer a una obra civil construida hacia el siglo XVIII.

Aunque lo llamativo y espectacular de estos cañones de Vegacercera son los paisajes y su estado natural agreste, desde el punto de vista de la caminería y dando por hecho que estos puentes tienen un valor meritorio, lo que resulta incuestionable es la impecable labor de ingeniería que se llevó a cabo para construir o ensanchar esta calzada en el proyecto citado que se data hacia el año 1.909. No solo se ensanchó la calzada donde procedía, picando roca caliza de los paredones anejos sino que, a lo largo de estos kilómetros, se construyeron muros de contención a base de sillar y mampuestos con alturas que a veces llegan a los 10 metros y que servían para contener el terreno y evitar desprendimientos en los taludes naturales, al tiempo que, en momentos de crecidas, hacía las veces de muros de canalización del propio cauce. En algunos de estos puentes, los muros se fusionan con los estribos, casi formando aletas como auténticas manguardias. No cabe duda de que este proyecto carreteril fue una auténtica gesta constructiva y todavía podemos apreciar muchos elementos originales.

Para saber más: En el "Catálogo de puentes de León anteriores a 1.936", se trata esta calzada, su proyecto, algunas anécdotas de sus puentes y poco más. En general, las fuentes que ha utilizado son documentos de la Dirección General de Obras Públicas sobre variados proyectos y que abarcan de los años 1.873 a 1.916 dentro de las denominadas "Cartas de las carreteras de España", depositadas en el Ministerio de Fomento. Para otros aspectos de la ruta o de esta carretera me remito a los textos subidos para los puentes de Vegacervera y Serrilla, aguas abajo de los que se tratan aquí. También lo trata el artículo de Luis Solera Selvi sobre los puentes históricos en la cuenca del río Torio publicado en el periódico La Nueva Crónica de León con fecha 20.08.2018.

Cómo llegar: Esta serie de puentecillos se encuentran entre los kilómetros 8 y 10 de la carretera provincial LE-315 entre los núcleos de Vegacervera y Felmin, en la zona conocida como Hoces del Torio o Cañones de Vegacervera.

PUENTE DE LA PRESA